Hay otra derecha, además de los grupos citados, con líneas menos extremistas, a priori, pero hoy, subordinada a los ultras, escondida, temerosa de manifestar opiniones diferentes de los grupos anteriores los cuales agreden brutalmente a todo aquel distinto a ellos. Esta derecha diferente a la derechona son los:
Conservadores al estilo europeo, gentes que aprobaron mucho antes que nosotros leyes de divorcio, o aborto tal como se aprobó ahora, leyes fiscales progresivas mas ambiciosas, con separación de poderes iglesia-estado en estamentos e instituciones públicas. Gentes de derecha que reniegan y condenan abiertamente a Hitler, Mussolini y Franco, o Pinochet y generales sudamericanos, desde hace muchas décadas, o pelean contra la guerra de Irak o contra las políticas de Bush, conservadores que tienen poca conexión ideológica con la derechona, pero que hoy en España son arrastrados políticamente por ella.
También hay una derecha nacionalista de nuevo cuño en las CCAA, en ocasiones con alguno de los rasgos de la derechona. Y como no, dentro de la derecha hay franquistas sociológicos, grandes grupos de población que hunden raíces en el catolicismo y populismo franquista, y en su anticomunismo, hoy antisocialísmo.
La derecha democrática y una parte del centro, vota PP, pero también todas las líneas o grupos de la derechona son votantes suyos, lo cual constituye el rasgo diferencial español, todos votan juntos. De ahí la importancia del grupo que lidere el partido, porque de este modo una relativa pequeña fuerza puede hacer que el sesgo de la derecha española sea más o menos derechona.
No todos los votantes del PP, son ultracatólicos, pero todos los ultracatólicos votan PP, no todos los votantes del PP son fascistas, pero los fascistas votan PP, no todos los votantes del PP son franquistas, pero los franquistas votan PP…El problema por tanto no es desconfiar en que dentro del PP existan conservadores demócratas, los habrá, el problema es comprobar si ellos dirigen o son dirigidos como todo el colectivo de militantes del PP que posteriormente dirige a sus votantes.
Los grupos se entremezclan en ocasiones y por supuesto hay personas con rasgos inherentes a varios de ellos. El gran trabajo de Aznar fue unirlos a todos electoralmente, agruparlos y liderarlos, aunque cada grupo conserve vida propia o pueda unirse con otros para dar vida a otras vías políticas en el futuro. Esa unión electoral aumenta su poder, mas todavía, un tercio del electorado pesa mucho, lo mismo que el otro tercio de izquierda, y el otro tercio de abstención y nacionalistas.
Las partes en que está dividida la población son difíciles de derrotar unas por otras, de ahí la gran insatisfacción de votantes de izquierda con el PSOE respecto a que no ven doblegar a la derechona, pero al mismo tiempo la insatisfacción de la extrema derecha con el PP porque no termina de tumbar a la izquierda. Y no lo hacen ninguno de los dos porque no pueden. Ni pudieron entonces, ni pueden ahora.
La dirección de Aznar supuso mayor peso dirigente de la política neocons, que le quería aportar el grado de modernidad adecuada, aunque con aspectos sumados de todos ellos que le dan el toque característico de la rancia derechona española, (modernidad solo es adaptación a los tiempos, no es un concepto positivo). Los elementos principales de su cuerpo ideológico/político, son el ultraliberalismo, la religiosidad fundamentalista y su ultranacionalismo. Rasgos que explican la sintonía con Bush y la derecha del Partido Republicano que los separan de la derecha europea.
Los jóvenes halcones que ocuparon el poder del PP excitados con la caída del comunismo pensaron que si sus mayores durante la transición hubieran resistido un poco más, sin concesiones a la socialdemocracia, ahora todo sería suyo. En el otro lado están los nietos de rojos y republicanos que también piensan que se perdió una oportunidad, que se cede demasiado cada día. La realidad es que hay un equilibrio de fuerzas, de ahí la sensación de inmovilidad, de problemas no resueltos, de no avanzar en la modernización de este país. Siempre, todo se construye contra un tercio de la población. Dificilísimo.
buen articulo
ResponderEliminarsaludos mil