Desinflando cifras en torno a los alcaldes
independentistas
En las escaleras de la Generalitat el 10
de octubre de 2017, día que proclamaron la República Catalana, aparecen unos
200 alcaldes blandiendo sus bastones de mando en señal de apoyo a parlamentarios
independentistas; a Bruselas para apoyar a Puigdemont, acudieron unos 200
alcaldes a manifestarse. En Cataluña puede que sean unos 750
alcaldes/ayuntamientos quienes apoyan la independencia, a tenor de los
municipios inscritos en la AMI, Asociación de Municipios por la Independencia.
Las movilizaciones protagonizadas por
alcaldes independentistas parecerían el reflejo de un pueblo, mayoritariamente
en marcha en apoyo a la autodeterminación, aunque rascando un poco aparece una
diferente realidad. Como ocurre en otras ocasiones, las cifras secesionistas
esconden la mitad de Cataluña. La utilización del concepto ‘pueblo’ para
designar a una totalidad de siete millones y medio de personas con diferentes
identidades e intereses, es un recurso típicamente nacionalista, fascista y
populista, el todo catalán, expulsa o esconde a los catalanes no
independentistas. No existe, ni existió nunca, un pueblo catalán homogéneo, como
no existe pueblo español unilateral, no todo el pueblo catalán está
representado por los secesionistas, ni existió un mandato de independencia en
las urnas ya que los votos nunca fueron mayoría ni en las elecciones de 2015,
ni en las anteriores.
En general basándonos en los datos que
facilita la Generalitat podemos afirmar que los votantes independentistas viven
en mayor proporción en el interior de Cataluña que en la costa, y más en
pueblos pequeños que en ciudades grandes. A ello se puede añadir por coincidencia
histórica que los territorios en los que el carlismo era fuerte, coinciden con
los pueblos en los que actualmente el independentismo tiene fuerza. También
dicen los datos de la Generalitat que son independentistas quienes tienen
rentas más altas, siendo los votantes de la CUP quienes tienen las rentas más
altas de las altas.
De las últimas elecciones municipales de
2015 podemos extraer informaciones interesantes: Cataluña tiene unos 950
pueblos, de los cuales 540 son pequeños, tienen cada uno menos de 1.000
habitantes en el censo electoral, los hay que en vez de pueblos parecen
pequeños barrios de segundas viviendas vacacionales. En general las cifras aquí
facilitadas lo son de censo electoral y no de población total, el censo electoral
de 5.376.553 de personas representa aproximadamente un 71.5% de la población
total catalana, 7.518.903 habitantes.
En las elecciones municipales de 2015
-con una abstención del 41.5%- eligieron 9.077 concejales y 947 alcaldes para
todos sus pueblos, en diferente número por municipio según población,
reservando un mínimo de 3 concejales para los pueblos más pequeños, aquellos
que tienen menos de 100 habitantes; los que tienen entre 101 a 250 habitantes
eligen 5 regidores y 7 los comprendidos entre 251 y 1.000 habitantes.
Las normas anteriores suponen adjudicar
un regidor cada 35 votantes en aldeas de menos de 100 habitantes, o cada 142
papeletas en un pueblo pequeño de entre 251 y 1.000 habitantes, o adjudicar un
regidor cada 3.000 o 4.000 electores en las poblaciones grandes, lo cual supone
primar sobremanera lo pequeño, perjudicando a los partidos y ciudadanos en las
ciudades grandes.
La particular despoblación de media
Cataluña interior y el efecto de la ley electoral que prima lo rural y poco
poblado, sobre lo urbano costero e industrial con mayor población, provocó en
las elecciones municipales desigualdades tales como que, por ejemplo, el PSC en
general sacara 20.000 votos más que ERC, pero obtuviera poco más de la mitad de
regidores, de 1.278 el PSC a 2.381 ERC. En la comparación de Ciudadanos con la
CUP ocurrió algo similar, C’s obtuvo en general 10.000 votos más que la CUP y
solo 176 concejales, para más del doble la CUP hasta 372, insistimos, con
10.000 votos menos.
Que sea legal no oculta la realidad de que
obtuvieron más votos, ganaron el apoyo del pueblo, pero
lograron bastantes menos concejales y por ende menos alcaldes. La explicación
es que los unos obtienen los votos en pueblos pequeños en muchos casos medio
abandonados y los otros en ciudades, el resultado asignará a esos partidos
independentistas un número mayor de alcaldes, chillones que se pavonean con el
bastón creyendo representar a mayorías de catalanes, mientras las mayorías
parecen ser las perdedoras.
Los independentistas y sus apoyos siempre
han ocultado enfrentar la realidad que representan esos 750 alcaldes, con por
ejemplo los de 7 de las ciudades gobernadas por los socialistas del PSC, cuyos
censos electorales soportan los siguientes números redondeados: Hospitalet de
Llobregat, 175.000; Terrassa, 153.000; Lleida, 93.000; Tarragona, 90.000;
Mataró, 86.000; Santa Coloma, 79.000; Cornellá, 62.000.
Naturalmente los socialistas no han
obtenido la totalidad de votos de esos censos electorales, como tampoco lo
hicieron los alcaldes independentistas de la totalidad de sus pueblos, solo
lograron la mayoría que les permite representar al conjunto de sus poblaciones,
la apabullante puesta en escena de los alcaldes independentistas parecería
representar a la mayoría de población, cuando una sola ciudad, como
Hospitalet, puede sumar la población de 540 pueblos.
Retengan la cifra global de las 7
ciudades citadas anteriormente, que representan un censo electoral de unos
750.000 habitantes y comparen con 195.253 que
es la suma del censo electoral de 540
pueblos de Cataluña cuyo censo está por debajo de 1.000 habitantes cada uno, en
los cuales obtuvieron amplias mayorías, tanto en las elecciones autonómicas
JuntsSI, o partidos equivalentes en las municipales, y la CUP. -De la totalidad
de 947 alcaldes, CiU sumó 437 alcaldías, ERC 259 y la CUP 19-.
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