miércoles, 28 de abril de 2021
Sin olvidar las elecciones en Madrid
sábado, 24 de abril de 2021
La sociedad está enferma. La fascistización crece.
Vivimos en una sociedad plagada de enfermos, personas que disculpan, incluso aplauden la violencia, la de sus equipos, la de sus correligionarios, la de sus cabrones.
Siempre
han existido psicópatas, y violentos, los que enredan porque no saben hacer
otra cosa. El problema ahora es que se ven mucho más que antes, las redes
sociales han elevado a categoría, lo que antes podía ser anécdota, han agravado
el problema social extendiendo un clima de violencia que está haciendo
insoportable la convivencia.
Hoy
toca hablar sobre las últimas manifestaciones de violencia, las amenazas de
muerte a personal del gobierno utilizando mensajes y munición de rifles de
asalto, fácilmente conseguible en las inmediaciones militares. El mismo día, o
al siguiente, se empieza a difundir por algunas personas la teoría de que se
trata de un montaje, las pruebas no se aportan, como es costumbre.
Para
considerar que las amenazas fueran reales, se aportan pruebas como los mensajes
escritos, las balas, los sobres, matasellos, recibidos por los tres amenazados.
Y las denuncias efectuadas a la policía, para que investigue y proteja. Las
pruebas se sustentan además en el pasado reciente. El miedo de esas personas al
daño hacia sus familias, se basa en amenazas anteriores, manifestaciones de
grupos de militares afirmando querer matar a millones de españoles, apoyadas, o
comprendidas por VOX. Amenazas en las redes sociales, amenazas en los
parlamentos…
La
cuestión planteada puede tener varios aspectos a considerar: Uno de ellos es el
de la veracidad o no de las amenazas en concreto difundidas ahora. Otro el de
considerar deleznable ese tipo de amenazas, fueran realizadas por unos u otros
y el de la parafernalia de justificaciones y comentarios en torno a las mismas pretendiendo
justificarlas porque aquellos otros dijeron en su día…
Verdad
o mentira, la experiencia española es rica en estas historias. ETA y su
entorno, hacían cosas muy parecidas, amenazaba de forma similar y su entorno
trataba de justificarlo con apelaciones de todo tipo. El independentismo
catalán actúa de forma similar, -con menos muertos que ETA- amenaza, pone en la
diana, y ataca a todo disidente molesto, con un corro de justificadores, ambos
quieren expulsar del territorio a sus enemigos. Ambos casos condenables, sin
más. No se equivoquen condenar no es decir luego de una frase de condeno, pero…,
porque eso no es condenar, es justificar lo ocurrido con esa supuesta
correlación con lo sucedido en otros momentos, lo cual realmente añade gasolina
al fuego.
Ni
la actuación de ETA, ni la del independentismo, ni la de los ultras, pueden
elegirse como justificables, todas son formas similares de fascistización, ambas
crean un caldo de cultivo social propicio a la violencia a la aniquilación del
contrario, ambas niegan valores éticos de respeto y convivencia democrática en
libertad, niegan el respeto a la diversidad, a la vida, a la libertad e
igualdad a la fraternidad.
Resulta
deleznable que individuos que criminalizaban los comportamientos del
independentismo catalán, acepten como buenos los comportamientos actuales que
justifican amenazas de muerte, y para esto, igual da que sean ciertas o falsas.
Se aceptan, o no, esos comportamientos, se los quita importancia, se los
ningunea o por el contrario se consideran horribles en esta sociedad
democrática.
El
comportamiento de los ultranacionalistas etarras, catalanes o españolistas,
antes de las amenazas directas de muerte, tiene muchas similitudes, consideran
que este país es suyo, les pertenece por herencia divina, y el resto de
convivientes están aquí de prestado, por eso luchan por expulsarlos de su país,
creen que el resto de gente si tiene cargos o puestos de relevancia son
ilegítimos, se los han arrebatado porque eran de su propiedad. Criminalizan al
contrario, para deshumanizarlo, lo convierten en animal, para que se les pueda
hacer daño sin cargar la conciencia. Esto no tienen que hacerlo directamente
los asesinos, sino usted y usted, sus amigos, aquellos que banalizan la
violencia.
Lo
peligroso del momento actual es que muchas personas de las que te rodean,
vecinos, antiguos compañeros de trabajo, fruteros, coleguillas de barrio,
compradores en las colas del mercado… muchas de esas personas están
justificando amenazas de muerte, efectuadas por quien fuera, cuando para una
postura ética debería ser igual, y no queda perdonado justificarlas porque sus
receptores han sido, o son, o porque hicieron o dijeron tal cosa… lo peligroso
del momento es que la fascistización se extiende por Madrid, como antes lo hizo
por Euskadi y Cataluña, se extiende entre amplios grupos de personas, periodistas
o políticos, entre intelectuales, entre jóvenes y viejos, mujeres y hombres. Y
las redes sociales difunden la fascistización.
No
se trata de que militantes cualificados de Vox hayan realizado directamente
esas amenazas con las balas, probablemente eso no ocurrió, pero su apoyo
ideológico, y su proceder mediático, difundiendo el odio dan suficiente cobertura
para ese tipo de acciones a personas predispuestas a ello.
PD: Otra teoría conspiranoica.
jueves, 22 de abril de 2021
De chiringuitos y subvenciones, la derecha sabe mucho
Ayuso, y Monasterio, insisten en el asunto de las subvenciones, ‘a las colas del hambre’, a los precariados, a los desfavorecidos, y a los ‘chiringuitos’, ojo solo nombran a los de atención social. Actúan igual que los trileros, hacen aspavientos y mueven mucho una mano, para que el público dirija allí su vista y no vea el chanchullo que hace la otra mano. Los chanchullos que ha destapado la justicia, algunos ya juzgados, como Gurtell, otros en proceso judicial, la cuenta B, en todos ellos se prueban sobornos recibidos a cambio de contratos inflados pagados con dinero público, lo cual es una manera de darles subvenciones bajo cuerda, ilegales a esas empresas de amigotes que hacen las obras, que pagamos todos.
El Zendal, ¿cuánto lleva gastado? 100, 150 millones de Euros, sin control, sin ninguna cuenta presentada al parlamento madrileño. ¿Cuánto va perdido en la entidad mixta Madrid Network? Hasta ahora, localizados 20 millones de euros. Eran préstamos facilitados por el gobierno del PP, Esperanza Aguirre, a empresas zombis, cuyos avalistas y garantías presentados, no existen, no existieron. De una de esas empresas cobraba Isabel Díaz Ayuso mas de 4.000 € mensuales, además de muchos otros cargos del PP, incluido Santiago Abascal. ¿Cuántos millones facilitados por los gobiernos del PP de Madrid a empresas afines, están sin justificar?, un informe del Ministerio de Economía bajo el PP, siendo ministro Luis de Guindos, encargado a la auditora Isdefe, dice que 67, de 80 millones no están justificados.
La lista de subvenciones directas e indirectas es enorme, gran cantidad de desgravaciones fiscales, de contratos inflados en sus precios en inicio o durante su ejecución, el desvío de fondos públicos favoreciendo a grandes empresas y empresarios de postín, de los que salen diariamente en la prensa vinculados al futbol, a las constructoras, a la banca, a las exportadoras, a las energéticas, etc. primando a colegios privados y concertados religiosos, regalando suelos públicos a unos y otros, amigotes todos del PP. Y ahora también de Vox. Hace pocas semanas se publicó la noticia de que el hospital Puerta de Hierro, en Majadahonda, fue vendido por Florentino Pérez a un fondo de inversión extranjero. Un pelotazo, actual, un pelotazo de la etapa PP de Aguirre. Sí lo construimos con dinero público, quedó en manos privadas a los que el Estado paga por su uso y mantenimiento grandes sumas de dinero. Negocio privado muy rentable, tanto como para comprarlo ahora un fondo de inversión, por su alta rentabilidad. Los trapicheos de lo público a lo privado.
Estos días de campaña electoral, le dice a la Sra. Monasterio, el Sr. Hilario Alfaro, actual presidente de los empresarios madrileños, en el Foro Empresarial de Madrid ‘que las propuestas de Vox están mas centradas y mas cerca de las soluciones empresariales que las de Ayuso’. Responde la Sr. Monasterio, prometiéndole: ‘‘que Vox nunca consentirá que en los presupuestos de Madrid solo haya migajas para los empresarios’’
Aprueban el Ingreso Mínimo Vital, y salen por todos los rincones quejas y peguitas, dicen por lo que representa de compra de votos la subvención a los más necesitados, que además se quedarán por los rincones haciendo el vago, los otros millones de individuos y empresas que reciben desde hace tiempo prebendas del Estado no hacen el vago, meten a la saca y nadie dice nada. Puedo opinar dos cositas sobre el asunto.
Comprendo el desasosiego que tienen algunas personas por las subvenciones que
perciben algunos y no ellos. Pero si miramos bien, nos daremos cuenta que todos
percibimos alguna ayuda. De verdad, entiendo que a veces produce cabreo ver
que, en situaciones de crisis, algunos se llevan más ayudas que otros. Entiendo
que es un problema económico y ético, estudiar si los más necesitados necesitan
más ayudas y las condiciones concretas de disfrute y de contraprestación.
Otro aspecto diferente sobre el tema subvenciones es el de quienes las
perciben, no solo los necesitados, si hay derecho a ello, como dicen algunos y
por qué. Es necesario ampliar el círculo de visión de cada persona que critica
y mirar más lejos, la suyas y las otras, las de unos y las de otros…Y además
del concepto subvenciones, considerar los conceptos relacionados, el de
exenciones, ayudas y concesiones. Realmente significa que parte del dinero
público pasa al sector privado, bien porque se entrega, dinero que sale, o bien
porque el Estado acepta dejarlo de percibir, dinero que tenía que entrar a las
arcas estatales y no entra. O bien que el Estado regala, concede graciosamente
a alguna empresa, una concesión de negocio privilegiada, por ejemplo de ondas
para una emisora de televisión, en vez de venderla mediante subasta al mejor
postor, con lo que entrarían ingresos a las arcas públicas.
En España existe un aluvión de subvenciones, ayudas, exenciones y concesiones;
a los ricos a través de reducción de impuestos, facilitando el pago de menores
impuestos relativos, y/o de menores tipos impositivos, o facilidades de
liquidación de sociedades como las SICAV, creando el crédito fiscal a la banca,
para que no pague durante una temporada, o entregando ayudas para reflotarla.
Subvencionamos a grandes personajes, los amigotes elegidos a dedo, con puestos
en grandes empresas e instituciones con sueldos fuera de lo común
Subvenciones a las empresas por docenas de circunstancias, a clínicas médicas, colegios privados, congregaciones, Iglesia Católica, ONG’s. Subvencionamos grandes empresas y autónomos, exportaciones y producción, agraria e industrial, comercio y transporte... Hay subvenciones para calderas de calefacción, electrodomésticos, aislantes térmicos, interruptores de luz por detectores de presencia, ascensores, aspectos variados de rehabilitación de casas, a ventanas aislantes, a vendedores de coches, y a sus fabricantes, a grandes corporaciones industriales para abrir una instalación, y un largo etc.
Muchas de las ayudas lo que hacen es engordar los beneficios directamente,
otras ayudan a mantener altos precios y por tanto finalmente van destinadas a
manos empresariales aumentando ganancias. Un ejemplo serían los precios de la
electricidad que pagamos todos al mayor costo de producción posible, a pesar de
que unos sistemas produzcan barato, por ejemplo, la producción eólica y solar
cuesta muy poco, pero todas las empresas nos cobrarán por lo caro, por el coste
alto de las centrales de petróleo, lo cual equivale a subvencionar a grandes
empresas generadoras que producen más barato. También subvencionamos a las
hidroeléctricas por concesiones graciosas del agua de todos los españoles
regaladas hace muchos años por Franco y que siguen manteniendo en vigor, por
tanto, un insumo de producción les sale gratis, pero a nosotros nos le cobran.
Subvencionamos partidos, sindicatos, patronales, patronos y empresas afines,
exportadoras, amigos afines (Gürtell da una buena y variada lista, al margen de
legalidad o delito), subvencionamos películas, medicamentos, alimentos, cadenas
de televisión, (una concesión a una emisora en volumen de dinero es superior a
miles de subvenciones), también reciben subvención fundaciones como la FAES de
Aznar, y la Francisco Franco, o las otras, pues claro. Subvencionamos peajes de
carretera a grandes empresas de autopistas, billetes de metro a los papistas, o
transportes en general a determinadas poblaciones, gasoil de pesca, agrícola y
de transporte a camiones y autobuses, subvencionamos economatos y servicios
médicos, residencias vacacionales y viajes, etc. a las fuerzas de seguridad y
militares. Y etc. etc.
Antonio Gutierrez cifra en 80.000 millones de euros anuales la maraña
tributaria en deducciones, desgravaciones y otros elusivos artilugios fiscales
sin utilidad económica. La lista de subvenciones es tan grande que
estamos perdiendo la noción de coste real de producción, si a alguien le
interesa el tema debe prestarse a estudiarlo buscando por los presupuestos y
por rendijas no solamente del Estado Central, también de las Autonomías, de las
Diputaciones Provinciales y de los Municipios, y no fijarse solo durante las
etapas de gobierno de un color sin señalar con el dedo solo aquellas dos o tres
que más rabia le dan. Pero por favor no se metan con los precariados y
necesitados porque reciban unas migajas para vivir.
lunes, 19 de abril de 2021
De los planes q pueden salvarnos, q poco se habla
A continuación tienen dos artículos que hablan de los planes que pueden salvarnos, a todos, los de un lado y otro. Son planes de los que apenas se discute, en todo caso solo conocerá usted frases grandilocuentes, pero muy pocos los conocen, no digo en su desarrollo, para lo cual hay que leer, no se conocen ni siquiera en sus titulares, en su apartados, pero llevan muchas horas de trabajo, de muchas personas, personal del Gobierno, del Estado, e instituciones privadas llevan meses estudiando, haciendo proyectos y presentándolos en diversas instancias, tanto nacionales como europeas. Pero solo resuena la voz de las zorrerías de MAR/Díaz, para distraer de lo esencial. Los dos artículos pueden servir de introducción al tema mas importante de estos momentos, ¿como salir de ésta e iniciar otro camino que nos pueda conducir a mejor lugar? Sin los planes estamos abocados a irnos muchos años atrás.
Infinitos proyectos, dinero limitado. Xavier Vidal Folch. 13-04-21
La incógnita se ha invertido: no dudamos si llegaremos, sino sobre en cuánto nos pasamos. Al lanzarse el plan de recuperación, la inquietud se cernía sobre si la economía española sería capaz de presentar suficientes proyectos, de buena calidad y en breve lapso de tiempo para acceder a las ayudas del Next Generation EU y programas adláteres. Hoy, las infinitas “manifestaciones de interés” de empresas y administraciones ya enviadas al Gobierno prefiguran que sus peticiones acaben desbordando ampliamente la cuantía de 72.700 millones en subvenciones europeas (ampliables hasta 83.200 millones) preasignados a España: una cantidad ingente, pero que con toda probabilidad será insuficiente para todos los demandantes.
Bastan
unas muestras. Las empresas del Ibex tenían perfilados hace dos meses proyectos
por un valor conjunto superior a 100.000 millones. Solo las energéticas
diseñaron 400 proyectos e Industria recibía proyecciones de hasta 60.000
millones. La automoción planea invertir hasta 54.000 millones hasta 2040. La
aeronáutica, 11.000 millones hasta 2026. Las constructoras, hasta 157.458
millones para 2030. Y otras cifras multimillonarias telecos, energéticas,
sectores tecnológicos… Y las administraciones. Un botón: los 27 proyectos
públicos y privados patrocinados por la Generalitat prevén aplicar 41.000
millones.
Claro que esa lluvia de cifras es una amalgama
heterogénea e incompleta: hay protagonistas repetidos y horizontes temporales
dispersos. Y además los fondos europeos solo cubrirán una porción de las
inversiones: para algunos expertos, entre una tercera y una cuarta parte. Pero
aun así, datos e indicios perfilan un desbordamiento de la convocatoria.
Más allá
de lo cuantitativo, quizá el logro más relevante de la iniciativa pública
europea, y de la convocatoria española, sea cualitativo. Al imán del apoyo
público condicionado a revisar su propia estructura productiva orientándola a
un futuro —ecológico, digital, social— distinto, el nivel de la respuesta
empresarial —a la espera de datos oficiales, y a veces espoleada por gabinetes
jurídicos y consultoras— está siendo contundente. Descontada la inevitable
cuota de oportunistas, cazatalentos y funámbulos, muchas empresas (y organismos
oficiales) han replanteado con seriedad sus modelos de negocio/servicio y sus
planes estratégicos plurianuales. Han modulado sus vínculos con sus matrices
y/o con sus filiales; han establecido nuevas alianzas intersectoriales (por
ejemplo, entre industrias automotrices y energéticas). Han iniciado consorcios
con el sector público y vínculos con otras compañías europeas. Han repensado su
posición en el mercado, y para un mercado cambiante.
Inevitablemente,
muchos de sus proyectos quedarán en el camino: o porque los hay mejores en el
mismo sector, o porque son deficientes, o porque no habrá bastantes fondos. Hay
que prever el rebote de frustración, y prepararse para hacerle frente. ¿Cómo? En
cuanto a la financiación, los buenos proyectos viables deberían tener
oportunidad, incluso aunque no fuesen los primerísimos. Una vez se agote la
disposición de los subsidios quedaría el recurso a los préstamos baratísimos
del Mecanismo de Estabilización o Mede (del que España podría absorber 24.000
millones de euros); los del programa InvestEU, el sucesor del Plan Juncker (que
ha cofinanciado proyectos generadores de inversiones por 514.000 millones), y
que aproximadamente lo repetirá hasta 2027; o, entre otros, los del Banco
Europeo de Inversiones, que aún podrían multiplicarse. Eso valdría también para
todos los proyectos —incluyendo de forma transitoria a los ganadores— si el
episodio del bloqueo del Tribunal Constitucional alemán prolonga el retraso en la
disponibilidad de los fondos Next Generation. Pero entonces quizá cabría
combinarlos con un mayor endeudamiento directo de la Comisión, de forma similar
al programa SURE, que respalda con 100.000 millones operaciones laborales como
los ERTE.
En cuanto
a la gobernanza, el rechazo de planes correctos inducirá críticas acerbas que
entorpezcan el plan y tiendan a deslegitimarlo. Descartada la opción de una
agencia independiente, la administración en solitario no se bastará para
conjurar este peligro. Activar los foros de participación y grupos de alto
nivel (previstos en el artículo 17 de la ley que regula los fondos), y su
capacidad de efectuar “recomendaciones” es una opción útil. Para convencer a
los segundones de que otros merecían el primer puesto. Objetivamente.
Cómo saber si España puede. Cristina Monge. 15-04-21
Enfoques a corto, medio y largo plazo; cuatro objetivos transversales; diez “políticas palanca” con sus 30 “componentes”; y 70.000 millones de euros para invertir entre 2021 y 2023 con el objetivo de modernizar la economía española, entendiendo por tal, como la Unión Europea ha definido, su digitalización y transición ecológica.
No han
faltado adjetivos ni comparaciones con los grandes momentos de la Historia
reciente española para definir España Puede, el plan que el Gobierno enviará a la Comisión
Europea en unos días para determinar el destino de los fondos Next Generation
UE, y no es para menos. La transversalidad de las políticas que abarca, la
magnitud de los fondos disponibles, y sobre todo la necesidad de la que parte,
no aconsejan otra cosa y obligan a hacer de éste un “Proyecto país”.
Un
proyecto de país no solo pertenece al Gobierno, ni a las Administraciones
Públicas, ni a las empresas o agentes sociales. Un proyecto de país es de todos
estos agentes y otros más, tanto de los que tienen hoy responsabilidades en
organismos públicos, privados y sociales, como de los que pueden tenerlas en el
futuro.
Tanto es
así que este programa, consciente de la complejidad que encierra, propone
medidas a ejecutar entre 2021 y 2023, y deja deliberadamente pendiente lo
restante hasta 2026. Esto, que podría considerarse un ejercicio de prudencia,
resulta confuso al carecer del instrumento fundamental que le daría
consistencia: la medición del impacto que estas políticas van a generar para
conseguir el objetivo último, que no es otro que “avanzar hacia una
España más verde, más digital, más cohesionada desde el punto de vista
social y territorial, y más igualitaria”. ¿Cómo se sabrá si las políticas
son las adecuadas y están surtiendo los efectos oportunos? ¿Cómo se comprobará
qué políticas están siendo más eficaces, cuáles a medias y cuáles menos? Y
además, ¿cómo podremos seguirlo, entenderlo y evaluarlo el conjunto de la
ciudadanía? Más allá de las auditorías y controles de gasto y legalidad
oportunos, nada se dice del impacto.
Esta sería
una ocasión de oro para recuperar una Agencia de Evaluación de Políticas Públicas que
pudiera seguir y valorar el impacto de lo implementado. Si esto no es posible,
al menos sería deseable definir unos indicadores de impacto que permitieran
medir el alcance de lo hecho y programar los siguientes ejercicios de acuerdo
al resultado de la evaluación. Y si esto tampoco fuera viable, resultará, al
menos, imprescindible, que este programa entre dentro del perímetro de acción
de Cumpliendo, el proceso de rendición de cuentas que
acaba de nacer y que pretende mostrar a la ciudadanía el cumplimiento de los
compromisos de gobierno.
Lo que no se mide no se puede mejorar, y en este programa nos jugamos demasiado. España necesita afrontar transformaciones esenciales. Una de ellas, y no la menos importante, tiene que ver con la participación, la transparencia, la evaluación sistemática y la rendición de cuentas.
‘’España Puede’’
https://www.lamoncloa.gob.es/presidente/actividades/Paginas/2020/espana-puede.aspx
jueves, 8 de abril de 2021
Ser mas de izquierdas que Gabilondo
En Septiembre de 2012 escribí este post, entonces con referencia Felipe González y Peces Barba, hoy lo traigo a colación referenciado a Gabilondo. el fondo del argumento vale tanto entonces como ahora.
Ser mas de izquierdas que Gabilondo puede ser sencillo, pero, para echar a la derechona del gobierno de Madrid no creo se necesiten mas izquierdistas.
Ser más de izquierdas que Felipe