sábado, 11 de julio de 2020

Del pasado hay q hacer añicos. XVI-XVII. (5)

A finales del setecientos, las universidades creadas por España en América sumaban más de veinte centros. ‘Roca Barea recoge del investigador peruano Luis Martín, que el Colegio San Pablo de Lima custodiaba una biblioteca de unos 40.000 volúmenes, más que la mayoría de las universidades europeas de su tiempo, y diez veces más que la Universidad de Harvard entonces’, citado por Varela Ortega, quien sigue escribiendo ‘doblado el ecuador del setecientos, comenzaron a desarrollarse en España y América instituciones científicas de significativa importancia que muy pocos países tenían: jardines botánicos (en el Puerto de la Cruz, Cadiz, Madrid…observatorios astronómicos, el depósito Hidrográfico, el Real Gabinete de Historia Natural, el Real Cuerpo de Ingenieros Militares…en este contexto hay que enmarcar las impresionantes expediciones científicas españolas del XVIII:se trataba de cartografiar, hacer mediciones geográficas, astronómicas y estudios geodésicos… el objetivo científico se centraba en las ciencias naturales, la botánica, la farmacopea, la fauna y la flora del mundo hispánico… la propuesta de los ilustrados y reformistas españoles, en definitiva, significa una profunda revisión de la historia del imperio español.

Detrás de todo ello, pues, había un proyecto regeneracionista de refundación del país sobre bases económicas cercanas al liberalismo e inspiradas en los centros ilustrados que eran las Sociedades Económicas de Amigos del País, diseminadas por todo el orbe hispánico…’’

Mas adelante formula una idea a modo de conclusión, ’’aquellas expediciones e investigaciones científicas deberían servir como la demostración empírica de que España estaba en el pelotón de cabeza de las naciones cultas y así desmentir, de paso, la derogatoria propaganda difundida por los philosophes de que se trataba de un país supersticioso, ignorante e indolente…’’

Sigue diciendo:’’ los hispanoamericanos peninsulares y criollos se propusieron demostrar con estas investigaciones, experimentos in situ, lo que otros intentaban hacer en teoría… a saber: que demasiados ilustrados extranjeros estaban equivocados sobre España y América, y todo porque habían construido teorías generales sin documentación original (el Archivo de indias se arma en 1784 precisamente por ello) ni base empírica. Los ilustrados españoles les tomaron la palabra a sus maestros extranjeros: en lugar de hablar de memoria estableciendo principios generales -sentenciaba Jovellanos dirigiéndose a propios y extraños- las ciencias debían apoyarse en la observación de los fenómenos…’’

Mientras, en Europa utilizaban métodos similares. La ‘Real Proclamación contra los Católicos’, de octubre de 1591 en Inglaterra, establece un sistema vecinal de espionaje y denuncia, fue uno de esos instrumentos de control exhaustivo y abrumador (Varela Ortega) que convertía en espías al sistema vecinal inglés. Cita Varela Ortega en su libro ‘España. Un relato de grandeza y odio. Espasa’, una frase del reverendo inglés Joseph Townsend que compara y relaciona lo poco que quedaba de Inquisición en la España de la segunda mitad del setecientos ‘con los poderes terribles del tribunal espiritual que existe aún en Inglaterra’: Townsend pastor anglicano de la embajada británica, era hombre ilustrado, culto y tolerante y debía sentirse abrumado por la furia anticatólica que se desató en Inglaterra en el último cuarto del siglo XVIII, y cuya expresión más encendida fueron los motines conocidos como The Gordon Riots, contra la llamada ley papista de 1778… que causó cientos de muertos…

Páginas más adelante, Varela Ortega escribe: ‘Es un hecho que esta imagen de país fanatizado y esclavizado por los curas a través de la Inquisición, forjada por la ofensiva protestante entre el quinientos y el seiscientos, fue definitivamente acuñada por los philosophes y, con el prestigio de ceca intelectual, ha viajado casi hasta el presente como un lugar común repetido e indiscutido; incluso en tiempos y modas lisonjeras, románticas y neorrománticas… El ensayista norteamericano Severn T. Wallis, uno de los pocos que se atrevió a cuestionar imagen tan arraigada, ofreció mediado el ochocientos un interrogante de consideración: si España fuera un país tan sometido a los curas como sostenía la cruzada protestante…no era fácil de explicar la derrota del carlismo y su menguado arraigo en muchas regiones.’

El fanatismo religioso no fue/es patrimonio exclusivo de los españoles. Instrumentos de censura y represivos hubo en toda Europa, horcas y descuartizamientos contra católicos ingleses, alemanes, neerlandeses, o centros europeos, se produjeron por los protestantes, o su fracción en el poder, en esos países porque consideraban amenazado el estado y en su nombre realizaban torturas y ejecuciones a los considerados enemigos de la nación. Sigue escribiendo Varela Ortega en el libro citado: ‘…persecuciones y ejecuciones, primero (siglos XVI y XVII) y la marginación después (entre los siglos XVIII y XIX) de los católicos no se consideraba en países de mayoría protestante atentados contra la libertad religiosa, hasta el extremo de que Locke, en su Epístola de la tolerancia, entendía que reprimir el catolicismo no era un acto de intolerancia, sino una medida higiénica de profilaxis moral…Simplemente contra los papistas casi nada contaba, pero casi todo valía… y hasta en las Trece colonias, donde la Massachusetts Charter de 1691 permitía la libertad de conciencias, excepto para los papistas. En Dinamarca la ley de 1624 condenaba a muerte a todo sacerdote católico que fuera sorprendido in fraganti en el reino. Y, en Holanda, los papistas fueron objeto de una persecución sistemática y, con frecuencia sangrienta…’

Crueldad y fanatismo no fueron patrimonio exclusivo del espíritu inquisitorial de los españoles, como lo prueban las muchas guerras de religión europeas, no solo Reforma vs Contra Reforma, que durante años asolaron Europa, -Alemania, Sacro Imperio Romano Germánico, Italia, Inglaterra, Irlanda, Escocia, Países Bajos, Suiza, Austria, Dinamarca, Suecia, en Francia el rey podía ser católico y los nobles protestantes, hugonotes calvinistas, las guerras de religión duraron 30 años provocando miles de muertos. En Alemania, cada príncipe declaraba su religión oficial en su territorio, persiguiendo a los otros, considerados herejes, pero el nuevo príncipe tomaba otra religión y obligaba a convertirse, entonces las persecuciones se invertían. En toda Europa hubo mazmorras, horcas, despieces, hogueras quemando ‘brujas’ y herejes, religiosos o creyentes de cualquier otro grupo que no tuviera el poder, fueran católicos o protestantes, calvinistas o luteranos. Entre los siglos XIV y XVII en Europa fueron quemadas medio millón de personas, acusadas de maléficas, brujerías, endemoniadas, o similares. En Alemania fueron ejecutadas más de 100.000 personas.

Crueldad y fanatismo no fueron patrimonio exclusivo de los españoles, ni fueron solo y únicamente el condimento del guiso de la historia de España, ésta tuvo muchos otros aspectos en la otra cara de la moneda, siempre y en todo momento.

jueves, 9 de julio de 2020

Del pasado hay q hacer añicos XVI y XVII (4)

El objetivo de estas líneas no es embellecer la Inquisición, sino criticar la idea de que, su mera existencia fue el hecho diferencial de la crueldad y fanatismo español frente a lo europeo. Un país no puede quedar definido por una parte de sus acontecimientos. Para algunos sectores de población, simplemente la existencia de la Inquisición queda como la válida explicación del atraso cultural y científico español, así como la falta de libertades durante siglos. Lo malo es, que los datos no avalan estas consideraciones. Que la Inquisición existió, es cierto, y cometió innumerables tropelías, pero su existencia, que es una parte de nuestra historia, en el peor de los casos no puede considerarse como la totalidad de lo español, otra mirada sobre España nos muestra que también existió otro país diferente, conviviendo al mismo tiempo.

La producción editorial española, en tiempos de la Inquisición, en el siglo XVI y XVII y su difusión fue tan amplia o más que en el resto de otras potencias europeas, la contribución en avances científicos y técnicos por ciudadanos españoles fue enorme, aunque desconocida hoy para el gran público. Con Inquisición o sin ella existió un gran desarrollo de cultura y ciencia en el entorno de lo español, como muestran los hechos, confirmados por datos abrumadores, de los que aquí apenas se destacan dos autores-fuentes para simplificar, Varela Ortega y Henry Kamen.

Expediciones científicas por el mundo fueron realizadas por los españoles en tiempos de existencias inquisitoriales. Expediciones botánicas, por ejemplo, la de Nova España, o la Real expedición sobre la viruela de 1803, o la famosa expedición Malaespina alrededor del mundo a finales del setecientos. Sobre el conjunto de ellas expresa Miguel Ángel Puig-Samper en ‘Las expediciones científicas españolas en el siglo XVIII’ :  ‘’En el siglo XVIII, con la llegada de la dinastía de los Borbones a España, el número de expediciones científicas es inmenso y de diversa índole, desde exploraciones marítimas e hidrográficas, con aportaciones cartográficas de alta calidad, pasando por expediciones astronómicas y geodésicas, hasta reconocimientos naturalistas que dieron a conocer a la ciencia europea nuevas especies vegetales y animales en el momento del nacimiento de la historia natural moderna. Una de las principales empresas del reformismo ilustrado en España fueron estas expediciones, en las que la marina tuvo un papel protagonista al convertirse los buques en ‘laboratorios flotantes’, donde se ensayaron los nuevos métodos de medición astronómica con instrumentos que ayudaron a mejorar la cartografía existente.’’

Los mitos sobre la Inquisición están basados fundamentalmente en opiniones y poco en hechos documentados, incluso las desarrolladas por intelectuales españoles, conservadores o liberales, fueron utilizados antaño y en la actualidad como soportes de actitudes políticas. Normalmente la Inquisición suele verse como institución patrimonio exclusivo de España, lo cual es erróneo ya que en toda Europa hubo la misma institución u otras con similares objetivos y características, cometieron iguales o mayores atropellos y brutalidades, juicios y persecución a brujas y herejes, muertes en la hoguera, torturas, encarcelamientos… Además, normalmente la Inquisición es vista como patrimonio exclusivo de lo español, dejando al margen nacionalismos periféricos, como el catalán, siendo aquellas tierras uno de sus lugares de nacimiento.

lunes, 6 de julio de 2020

Otras miradas. Leyes de Burgos. Inquisición (3)

Del pasado hay que hacer añicos
   
Juzgar el pasado con los criterios de hoy día es una estupidez, no tiene valor histórico, ni moral, conducirá a errores siempre, los criterios comparativos en todo caso deberían ser puestos en cuestión con situaciones de la misma época. Teniendo claro que en cada época y situación podríamos encontrar elementos denigrantes, brutales, o del tipo que fuere mirados desde la fecha actual. Comparaciones con la actitud de los imperios mostrarían la exageración de atribución de mayor calidad humanística al imperio inglés, francés u holandés, que al español, y ello aun considerando que el español data de muchos años antes, lo que teóricamente podría justificar una menor humanidad. Textos de españoles en defensa de los indígenas americanos hay suficientes desde el siglo XVI:

‘’ amparados previamente en la legalidad de Alfonso X, que indicaba juzgar desmanes e incumplimientos aunque fueran cometidos en nombre de los soberanos, norma inexistente en Inglaterra, Francia u Holanda, así la Reina Isabel de Castilla combate las tropelías contra los indígenas americanos, fueron perseguidas y no amparadas degradando y destituyendo a Cristóbal Colón, porque éste vende como esclavos indígenas americanos en Sevilla, -la reina anula la venta por no considerarlos esclavos-, el 20 de junio de 1500 la Reina Isabel emite cédula real en la que ordena poner en libertad a cuantos fieles vasallos de sus tierras allende la Mar Océana hubieran sido privados de ella por compraventa como esclavos. Tomado de ‘Siempre tuvimos héroes’ de Javier Santamarta del Pozo, Edaf 2019

Bartolomé de las Casas será el más conocido de los dominicos, pero no el único que escribirá documentos y lanzará proclamas encendidas enfrentándose a los Colón u otros gobernantes del Nuevo Mundo, como hizo Fray Montesinos en defensa de los indígenas, para que fueran considerados vasallos igual a los de cualquier pueblo castellano, según las ideas de la Reina Isabel.
El 27 de diciembre de 1512 tras varios días de deliberaciones en Burgos por un conclave de intelectuales y poderosos, el Rey Fernando firmará las ‘Leyes de Burgos-Ordenanzas reales para el buen regimiento y tratamiento de los yndios’, amparadas en el derecho de Castilla y León, bajo la indicación/soberana de Juana, hija de Isabel y Fernando, y para su aplicación en el Nuevo Mundo, en las que se abolió la esclavitud indígena, reconociendo que los indios eran libres. Tomado de ‘Siempre tuvimos héroes’, Javier Santamarta. 
Las ‘Leyes de Burgos’, por ejemplo, prohibían llamar a ningún indio perro ni darle ‘ningún otro nombre que no sea el suyo propio’’. José Varela Ortega, ‘España un relato de grandeza y odio’, Espasa.



Muchos episodios de aquel imperio son poco conocidos, como el de la defensa del idioma Quichua, en tiempos de Felipe II. El siguiente comentario está tomado del muro de Facebook de José Antonio Rodríguez: ‘’En 1560 en Valladolid se publica el Diccionario y Gramática General del Quechua, apenas 15 años después de la llegada del primer virrey del Perú a Lima. Hoy el quechua es lengua oficial en al menos dos países, Perú Y Bolivia, se debe a la labor científica de los misioneros españoles en recopilar, estudiar y dar estructura gramatical moderna a esa lengua. Y al rey Felipe II que costeó su edición a cargo de la imprenta real.’’

En la conquista debieron existir brutalidades, pero situémonos, en aquellos tiempos en Europa a los niños que robaban una manzana se los cortaba las manos. Para empezar muchos de los que se embarcaban hacia las nuevas tierras eran reos de muerte o condenados a perpetuidad, al ir a las nuevas tierras reducían penas. Por supuesto hubo apropiaciones, explotación, y un largo etc. al igual que mucho más recientemente en todas las ocasiones en que Inglaterra, Francia, Alemania, Holanda, Bélgica se expandieron por oriente y por África, o por Australia. Siempre juzguen lo ocurrido insertado en su época y situación concreta. 

Los conquistadores españoles de aquellos tiempos no fueron más sanguinarios que el resto de europeos, ni mucho menos, al contrario. Existen pruebas documentales sobre el comportamiento e ideas de las élites dominantes españolas, la Corona e Iglesia, de comportamientos más humanitarios que los de otros europeos, comportamientos que no conocemos de otros imperialistas europeos, incluidos los norteamericanos en su conquista del Oeste, incluidos los sudamericanos muchos años más tarde, viejos o nuevos o mezclados, en su conquista de territorios aniquilando las tribus indígenas nativas.

Es cierta la enorme disminución de población mexicana tras la llegada de los españoles, pero en gran parte debida a los nuevos virus y bacterias, a las enfermedades que llegaron a ese mundo, procedentes de Europa. Son ciertas las guerras allí libradas, pero en gran parte fueron enfrentamientos entre tribus nativas mexicanas, uno de cuyos bandos apoyaban los españoles.

Son muy pocos numéricamente los conquistadores españoles que arribaban en cada viaje, algunas decenas, así que resulta prácticamente imposible que allí se produjera una guerra de conquista entre los invasores y los indígenas nativos causante de miles de muertos, por mucho que los invasores tuvieran armas más mortíferas que los indígenas. Enrique Moradiellos en ‘Conquista y colonización’, aporta claves muy interesantes para comprender mejor aquello:

‘’ sin duda, tuvo un papel determinante la expansión militar, con sus gestas y atrocidades verídicas o exageradas. Es una faceta siempre subrayada por las visiones catastrofistas y la leyenda negra antiespañola de origen protestante, como si las restantes experiencias imperiales hubieran sido diferentes por pacíficas (idea falsa por completo).
Pero también es cierto que esa conquista tuvo un éxito fulgurante porque se inscribió en “una guerra de indios contra indios” (Bernat Hernández). Y en ella los españoles (como luego los portugueses, franceses, ingleses…) aprovecharon las fisuras internas de los pueblos indígenas enfrentados, articularon alianzas con sus facciones y consiguieron así someter imperios mediante una combinación de fuerza, diplomacia, astucia y golpes de fortuna.

Solo así se entiende que en 1521 el poderoso imperio azteca de México y su propia capital (Tenochtitlán, con más de 200.000 habitantes) estuvieran ya bajo el poder de Hernán Cortés y sus 500 soldados y 100 marineros (más unos 30 caballos y 10 cañones), que habían partido desde Cuba en 1519 (y tras haber sumado contingentes indígenas opuestos al brutal dominio azteca, como el millar de guerreros totonacas o los 3.000 guerreros tlaxcaltecas). Y lo mismo sucede con el imperio inca en la cordillera andina, que contaba con 14 millones de súbditos, pero estaba al borde de la guerra civil y afrontaba la hostilidad de grupos étnicos sometidos (como los cañaris, los limas o los charcas). En 1532, en Cajamarca, un puñado de 200 españoles con unos 30 caballos al mando de Francisco Pizarro pudo apresar al desconcertado emperador Atahualpa, pese a estar protegido por 7.000 guerreros incas tan anonadados como su jefe.

El resultado asombroso de esas operaciones fue la rápida expansión española por el continente con un número muy reducido de hombres que contaban con evidente superioridad tecnológica militar. Pero que también contaron con la ayuda de la sorpresa ante su audacia, del temor ante las epidemias generadas por los recién llegados y de las alianzas de los conquistadores con los grupos étnicos sometidos cruelmente a los imperios precolombinos…’’ 

viernes, 3 de julio de 2020

Contextualicemos la historia. La Inquisición (2)


Lo malo es, que no todo fue tan malo. Ni especialmente aquí 

Gran parte de Europa forjó su identidad en sus múltiples guerras religiosas, no solo los nobles, los pueblos, clase populares, muchedumbres del mundo agrario, lucharon contra los judíos en la Edad Media, hubo pogromos contra ellos, asesinatos, expulsiones, masacres en barrios, … al menos desde el siglo III, en el que los padres del cristianismo comenzaron a formular desde sus posturas, campañas antijudías. En Francia hubo persecuciones en los comienzos del siglo XI, también en Italia. A finales de siglo XI, relacionadas con la primera cruzada, hubo persecuciones y matanzas de judíos, considerados enemigos de la cristiandad, en lo que llamamos Francia y Alemania. Tras la segunda cruzada siglo XII, en la zona alemana hubo persecución a los judíos y expulsiones. En el IV concilio de Letrán, 1215, las autoridades eclesiásticas cristianas determinaron la obligatoriedad de conversión de los judíos a la religión verdadera, que era la suya, claro. Las órdenes religiosas, franciscanos y dominicos, difundieron la nueva-vieja doctrina.

En el norte de Francia en 1251 se produjeron expulsiones y matanzas de judíos, herejes quemados en hogueras, posteriormente en 1320/1321 continuaron las matanzas en Francia destruyéndose varias comunidades judías; y en Cataluña. De Francia se los expulsó globalmente en 1394. En Alemania fueron perseguidos por hordas cristinas en 1298 y brutales masacres en 1335/1338.

La Inquisición creada en España en 1480, ¿dotó a la Iglesia española de gran poder?, digamos que fue instrumento que manifestó su fuerza y ayudó al poder eclesiástico y político, de hecho, fue más institución civil que religiosa en España, -en Europa occidental, su equivalente, fue más institución religiosa dependiente de los obispos impulsada por los papas de los siglos XII y XIII- En España, el papa Sixto IV permitió que el Rey Fernando designara clérigos para el oficio de inquisidores, el máximo consejo de la Inquisición llamado ‘La suprema’, era elegido por el rey. 

La Inquisición pudo ser uno de los instrumentos contra los herejes, como en el resto de Europa, no solo con proyección religiosa, también política y económica, un tribunal represor de aquellos individuos que salían de la norma enfrentándose con la Corona, no solo, el tribunal se utilizaba por los poderes para arremeter contra quien los molestara y por el pueblo para denunciar a enemigos, fueran por litigios de tierras o mujeres, por conspiración política o por interesada apropiación económica de los bienes del denunciado, una denuncia anónima, equivalía a poner en dificultades al denunciado.

La Inquisición estuvo presente y formó parte, como un instrumento más de los poderosos, de las luchas entre españoles de unas y otras tendencias, los dos lados de la moneda que siempre existen, luchas mantenidas en los siglos XVI-XVIII, entre lo nuevo y lo viejo, en la literatura, el arte, la ciencia, la filosofía, la soberanía, la producción, la religión… común a todos los pueblos europeos. En todo caso, durante siglos los diferentes países europeos utilizaron prácticas represivas muy similares a las españolas para defender sus religiones y el poder de integración y dominación que ello significaba, algunos países se dotaron de instituciones represivas parecidas, otros utilizaron el enorme poder de los soberanos y nobleza, con legislación ad hoc, o ejerciendo la censura y represión sin más. Bien es verdad que ninguno logró mantener una imagen tan negra y amplia como la referida a la Inquisición española, a lo que contribuyó de gran manera el que, en aquellos tiempos, siglos XVI, XVII, XVIII, España fuera uno de los poderes europeos/mundiales, y el que la lucha entre católicos y protestantes fuera uno de los ejes de las peleas políticas y económicas.

En 1529 Inglaterra emite una lista de libros prohibidos, al año siguiente establece la censura por licencias de impresión; todos los países europeos tenían sistemas similares a los aquí imputados a la Inquisición. Henry Kamen sostiene que la producción y distribución de libros en España era enorme, de las mayores del mundo antes de 1500, y después en el siglo XVI siguió siéndolo, imprimiendo muchos de ellos fuera de España, en Francia, Italia o Países Bajos, al fin y al cabo territorios de la Corona, -la imprenta de Plantin Moretus en Amberes es impresionante, dirigida políticamente por Arias Montano-  los españoles escribían, imprimían y comerciaban con ellos por toda Europa, lo que era relativamente sencillo al utilizar el latín como idioma internacional, hasta la segunda mitad del XVI que comienza a extenderse la publicación en lenguas vernáculas.

En tiempos de la Inquisición, en la época de Felipe II, la internacionalización española fue muy amplia situándose en la vanguardia de los terrenos económicos, políticos, militares, religiosos, culturales, artísticos y científicos, la movilidad fue extraordinaria miles de europeos y sus obras entraron a España y miles de españoles y sus obras salieron fuera. Multitud de pruebas materiales de entonces pueden encontrarse hoy en el Monasterio del Escorial y en el Museo de Ferias de Medina del Campo. Sobre el asunto puede leerse a Henry Kamen y a Varela Ortega que facilitan amplia bibliografía al respecto. 

La Inquisición no determinó totalmente la historia, no impidió que la Corona española, la gente, el pueblo español, creara múltiples ciudades, universidades y hospitales en América; en 1538 la Real y Pontificia Universidad de Santo Tomás de Aquino, en Santo Domingo; en 1551 la Real y Pontificia Universidad de San Marcos, en Lima; el mismo año 1551 crearon la Universidad de México; en 1580 la Universidad de Santo Tomás de Aquino en Bogotá; en 1586 la Universidad de San Fulgencio en Quito; en 1613 la Universidad de Córdoba, Argentina; en 1619 la de Santo Tomás de Aquino en Santiago de Chile. Son muestra suficiente para relativizar la imagen de la Inquisición y su poder real de coerción en la sociedad española. La Universidad de Harvard fue creada muchos años después, en 1636, fundada por los colonos ingleses. Y Yale en 1701.


miércoles, 1 de julio de 2020

Contextualicemos la historia. La Inquisición (1)


Contextualicemos la historia de España. La Inquisición (1)
Lo malo es, que no todo fue tan malo.


‘Gracias a la persecución, la represión y la imposición,
permitió la vertebración de todo un país heterogéneo y diverso
en torno a la religión católica
La inquisición, junto a otros factores,
 hizo gozar a la iglesia católica de un gran poder. ‘
‘C’ de España’, página 133.


No es España quien así se vertebra, es Europa, y el resto del mundo. Los españoles no fuimos tan especiales ni diferentes del resto. No es solamente España un país heterogéneo, lo son prácticamente todos los países del mundo, como prueba actualmente la existencia de unos 200 estados, con más de 6.000 naciones. Todos somos naciones de naciones, toda nación contiene otra u otras naciones dentro. No es solamente España la que se vertebró con persecuciones, represión e imposiciones, esa es la historia del mundo entero, adjudicar esa medalla a los españoles sin hablar del resto del mundo, es falsear la historia, mostrar solo una parte sin hacer referencia al conjunto, por muy verdad que fuera la parte, supone distorsionar el conjunto de la realidad. Respecto a la Inquisición, como siempre, con todo, debemos contextualizar.

La idea que se transmite es que fuimos/somos especialmente sufridores, y fanáticos, la idea que se defiende es que fuimos/somos diferentes. La realidad es que siempre hemos compartido con el resto de europeos, cultura, ideologías y comportamientos, penalidades, fanatismos, bestialidad… e ilustración. Incluso en la Inquisición, fundada en el Languedoc, Francia en 1184 para castigar y quemar en la hoguera a herejes y brujas. En la Corona de Aragón, en la órbita catalana precisamente, el dominico catalán Raimundo de Peñafort principal consejero de Jaime I, fue el introductor de la Inquisición en la Península, tras la publicación en 1231 de la bula del Papa Gregorio IX, definitivamente estructurado el Tribunal de la Inquisición en el concilio de Tarragona, en 1242 por el primer reglamento para su funcionamiento escrito por Raimundo de Peñafort. En España se creará después de transcurridos doscientos treinta años, en 1478, hasta su derogación en 1826.

La persecución, la represión y la imposición, permitió la vertebración de todo un país heterogéneo y diverso, no fue patrimonio español, en todo caso, no fue solo patrimonio español, en muchos otros países ocurrieron cosas parecidas, o peores. Miles de personas acusadas de brujería fueron ejecutadas en toda Europa: Dinamarca, Suecia, Noruega, Finlandia entre 1605-1695, en Alemania 1626-1631, en Francia 1634, en Inglaterra 1644-1646. También en Estado Unidos hubo procesos contra la brujería en 1693. En Suiza se producen los últimos casos en 1783. En España la Suprema de la Inquisición publicará en 1614 una instrucción a partir de la cual nunca más habrá aquí procesos de brujería.

…’Tras la reconocida y celebrada Reforma de la Iglesia, la de Lutero, Calvino, Zwinglio… En Alemania se calcula que … pudo quedar la cifra de 30.000 asesinados… Las cifras que se manejan para las condenas en el resto de Europa por la acusación directa y única de brujería se estiman entre 40.000 y 60.000 entre mediados del siglo XV y mediados del XVIII’. Javier Santamarta del Pozo, ‘Siempre tuvimos héroes’, Edaf, 2017. En dicho libro recoge la cifra facilitada por Henry Kamen de víctimas para España, citándole: ’Podemos concluir con probable estimación, que un máximo de tres mil personas pudo haber sido condenados a muerte durante toda la Inquisición, basados en la documentación disponible’.

El ejemplo de la expulsión de los judíos en Europa, es adecuado para comprender algunas de las cuestiones que ocurren al utilizar los mitos históricos, se exagera lo negativo de lo propio y se omite de lo ajeno, hasta hacerlo desaparecer. Las leyendas, los relatos, las ideas, vinculadas a las acciones de los individuos, construyen realidad, interactúan con ella y la modifican. De ahí la importancia del combate contra las medias verdades. Una media verdad es aquella situación más o menos cierta, situada fuera de contexto histórico espacial, presentándola como única y/o principal causa diferenciadora, en este caso, entre países, la media verdad calla situaciones similares ocurridas en otros países, que pondrían en contexto la afirmación cierta. Las religiones han sido uno de los elementos vertebradores de las naciones desde in hilo tempore, en todas partes, y por supuesto las iglesias en todos los lugares tuvieron enormes poderes, formando parte de los que regían los países, entremezcladas con el resto de poderes en la mayoría de ocasiones y por sí solas en ocasiones. En Europa el cristianismo, con sus variaciones, ha sido históricamente aglutinador de países heterogéneos. En realidad, todos los países son heterogéneos, y todos los pueblos.