miércoles, 30 de octubre de 2013

Cataluña. Los cuerpos de élite soberanista

Las élites catalanas: políticas, económicas, religiosas, culturales…

Las élites catalanistas tienen considerable peso para dirigir y empujar el proceso de ruptura consiguiendo movilizar a su favor a cientos de miles de personas, muchos de los cuales aparentemente no deberían estar a su lado, dado que sus intereses son contradictorios entre sí. Las encuestas de opinión del CEO, de la Generalitat, del verano de 2013, daban como máxima preocupación de los catalanes cuestiones muy parecidas a las del resto de España, la precariedad laboral, paro, crisis económica, pero es un hecho que desde el verano acá, el tiempo que ya era rápido, se ha vuelto a acelerar, como si presagiara un cambio histórico, una ruptura, un enfrentamiento que puede llegar a estallar. En este momento, si las opiniones de un pueblo son las que aparecen manifestadas en la CEO, hay que buscar la explicación del acelerón en las élites que gobiernan Catalunya, Gobierno, Parlament, instituciones civiles, partidos, y el largo etc. que conforman las élites catalanas dominantes, las cuales demuestran su poder de dirección social al margen del conjunto de la población que mayoritariamente tiene/tenía unas preocupaciones diferentes.

Las élites catalanas abundan en la idea de que no hay valor en la españolidad de la cultura, del arte, la política, la apertura al mundo… ni en el trabajo, ni en las leyes, ni en la Constitución; los pactos de la Transición se desprecian ahora, fue un instrumento de cierta utilidad, pero los pactos que ellos buscaron, apoyaron y aceptaron, lograron que Catalunya conservara su identidad, lengua, cultura, poder político y económico con autonomía superior a cualquier otro momento, nada más que comparar el territorio catalán de parte española con la parte francesa en la que ni siquiera existe la lengua con carácter oficial, ni mucho menos en el sistema educativo, lo cual debería servir para reflexionar sobre la convivencia practicada a uno y otro lado de la frontera. Desprecian la historia española y la común, y construyen su identidad en oposición de lo español y en defensa de un supuesto ideal intachable de su cultura e historia; en su limbo identitario no existen clases ni explotación, no hubo poderes, desigualdad, ni opresión interna, no hay lugar para otras identidades, ni mezcladas ni ajenas, ni otras emociones similares, posibles de compartir. Hoy sabemos que las tradiciones son invenciones recientes, han sido fabricadas, pero no solo Don Pelayo y demás historietas españolistas, también las fabulaciones de naciones con núcleos originarios perfectos y valerosos por encima de cualquier otro: -Eric Hobsbawm y Terence Ranger, ‘La invención de la Tradición’ Editorial Crítica- También se pueden descolgar de Scribid ‘Hobsbawmn, E. ‘Identidad, rev. Intern. De filosofía política, nº 3 1994.

Se sienten europeos, pero no españoles, lo cual es extraño, porque son políticamente europeos en cuanto españoles, ya que es el Estado español el firmante de los tratados, en los que ellos colaboraron. No existe racionalidad para analizar procesos y problemas desde una óptica de búsqueda de soluciones comunes, cuando antes la hubo, ahora solo aparecen emociones desbocadas en un tren sin frenos. Los individuos de la élite política, económica, sociológica, religiosa, cultural, deportiva, mediática… son catalanistas, -olvido intencionado, del aspecto extremadamente alejado de la consideración colonial que se justificaría con élites españolistas dominando en una Catalunya, sin industria y comercio, perseguido su entramado social…- los cuerpos de élite son nacionalistas de cuna o pequeñísima minoría de asimilados, porque la presión de integración grupal funciona en esa dirección, sin asimilación probada nadie será aceptado en el entramado social.  No es que dichos individuos sean expulsados físicamente de la región, pero sí de la cabeza rectora y representativa de la sociedad y mirados de otra forma serán desplazados, esto para los españoles llegados en oleadas migratorias desde los años cincuenta, representa un coste altísimo de marginalidad latente, que crecerá con la independencia.

Las direcciones de partidos de izquierdas, en sus cogollos, están compuestas en su mayoría por los individuos citados, compartiendo el partido la identidad de clase y nacionalista, lo que explica los vaivenes y  posterior deriva de seguidismo hacia las pautas soberanistas, para no verse excluidos de la marea, lo cual lleva aparejadas fugas constantes de militantes y votos. Estas élites están logrando ya una ruptura social, que desgaja a los de abajo de sus identidades obrera, cultural, de sexo, quienes para sentirse aceptados por el grupo social en que viven han de esconder o renunciar a su pasado, que puede tener otra procedencia física, deben abandonar las historias familiares que les dotaban también de rasgos de identidad diferentes, que ellos compartían para sentirse integrados por un pueblo en el que viven y trabajan.

Los casos que conocemos en otros países, en los que una fuerza política, culpa a los extranjeros de los males de los trabajadores, se etiquetan como populistas, y xenófobos. Los que acusan a los emigrantes de ser causa fundamental de los problemas de los pobres, por llevarse trabajos, ayudas sociales, los que culpan de la degradación en sanidad y educación, por las que cotizan los nacionales, son adjetivados por todo izquierdista, como de populismo racista,… La misma argumentación –y política subsiguiente- produce el nacionalismo catalán, pero aquí los izquierdistas peninsulares lo dejan pasar, mientras, el ataque a lo externo se imputa a los ladrones españoles, por ser culpables de todos los males que soporta el estado de bienestar catalán. La consigna los extranjeros roban a Catalunya, utiliza la misma raíz filosófica xenófoba como justificación de la acción política, los otros, los españoles extranjeros son los culpables.

Los grupos de poder ciudadano en Catalunya no tienen entre sus dirigentes, a trabajadores u otras identidades distintas a la catalana. Los progresistas respetan las identidades minoritarias, son capaces de luchar porque puedan expresarse libremente, pero no aceptar que los sustituyan, no se puede catalogar a los otros como mejores y sustitutorios de los demás, que es lo que pretenden los nacionalistas. Pelear porque otro pueda opinar está bien, pero compartir su opinión es otra cosa muy diferente. La desigualdad en Catalunya tiene que ver, con la clase aderezada con lo nacional, importa el lugar que ocuparon sus padres y ellos en la producción, en la escala social, tiene que ver con la herencia. En el proceso secesionista hay ricos y pobres juntos, evasores fiscales y pagadores de impuestos, trabajadores y dirigentes de corporaciones, banqueros y bancarios y vendedores, tenderos, barrenderos, jubilados y rentistas, alta burguesía y peones, parados y ni, nis etc. etc. ¿me quieren convencer de que todos juntos tienen el mismo interés y deben caminar al mismo paso? 

El proyecto de un nuevo estado ya está en marcha y muy avanzado, contrasta y mucho, con el silencio del Gobierno PP, con la pasividad en las respuestas argumentales de los defensores de la Constitución, llama la atención el silencio del pueblo español, los partidos políticos y sindicatos en sus respectivas secciones locales y sectoriales no debaten el gran problema que puede tumbar la Constitución y dar un vuelco a la organización completa del Estado, que tendría que variar ostensiblemente. Bastante de la explicación tiene que ver con el desconocimiento del proceso, de sus protagonistas, y sus postulados; muchas personas ante los silencios de Rajoy, piensan que carece de importancia, o que es una etapa más de las típicas anteriores, nada más lejos de la realidad. El proceso de separación tiene enorme fuerza y velocidad sin que puedan descartarse acontecimientos unilaterales en el próximo año de centenarias efemérides.

Una parte importante de la población de Cataluña ha encontrado su objetivo en la vida en estos momentos de crisis, está organizada para luchar por un ideal, junto con múltiples organizaciones y niveles territoriales y sectoriales, en los pueblos y ciudades, en sectores culturales, deportivos, empresariales, en instituciones oficiales; los argumentarios circulan por la red y en reuniones vecinales se extienden hasta el último individuo del pueblo más apartado, hay respuestas para todo, ocurrencias para resolver cualquier cuestión… da lo mismo el peso intelectual que contengan, lo importante es la eficacia real, que aquí significa el poder transformador del individuo empujando por la independencia, lo importante no es que sea intelectualmente correcto, verdad o mentira importan poco con un tren lanzado a toda velocidad, la capacidad de arrastre es lo que cuenta. Cataluña ha roto su amarre con España y eso conduce a la rotura constitucional que afecta a toda España.  

Al otro lado del Ebro, muy pocas personas conocen lo avanzado que está el asunto, el pueblo en general está bastante alejado, desconoce argumentos, nadie podría sostener una discusión sencilla con cualquier ciudadano catalán. Y cuando uno se desarma argumentalmente es peligrosos porque solo le queda el recurso al pataleo, a la fuerza. Lo desgraciado es que el recurso no valdrá para resolver el problema, en todo caso lo aparcará. La dirección política oficial parece liderada por ERC y Convergencia, en paralelo, pero con enorme poder, existe otra dirección del proceso, a otro nivel popular y transversal, cuya influencia se extiende por todo el territorio de Cataluña, bastante poco conocida en el resto de España, con ideas y proyectos nacionales muy claros y ampliamente desarrollados, si quieren tener mejor idea de cómo transcurre este proceso y su velocidad de circulación, den una vuelta por las páginas y direcciones siguientes, que de ningún modo pretenden ser exhaustivas: 



lunes, 28 de octubre de 2013

Catalunya. Convivencia constitucional durante 35 años

Convivencia constitucional durante 35 años, hasta ayer

El acomodo constitucional lo relata Javier Pérez Royo en Un poco de memoria.  28/11/2009. Que anteriormente desarrolló en Pacto de inserción.  19/09/2009 y también en La última palabra.  05/09/2009. Conviene leer a este experto para entender la complejidad del problema, y la forma en que se le dio un acomodo durante la Transición. Los catalanes, el pueblo y no solo las élites, en los últimos 35 años, han tenido mayor autonomía, cultura propia y poder de decisión de su historia, han ejercido el derecho a decidir como nunca lo hicieron sobre las cuestiones y nexos de poder que en ese momento interesaban a inmensas mayorías de ellos, lo cual no evita reconocer que tenemos un serio problema al que encontrar solución, mejor juntos, por conveniente para ambos.

Entre otras formas de participación, decidieron elegir a sus mandatarios y representantes para que les representaran y dirigieran parte de sus destinos: votaron en 11 ocasiones Diputados al Congreso y Senadores, 7 veces para decidir parlamentarios en el Parlament, votaron 9 veces para decidir sus concejales en los municipios, en otras 6 ocasiones eligieron parlamentarios europeos y en otras 6 más decidieron en referéndums, tipo Reforma, Constitución o Estatutos de autonomía. Sí, ellos han podido decidir y lo hicieron –y no los negros en los sesenta en EEUU-. En sus decisiones puede constatarse que salieron mayorías nacionalistas, no siempre, pero nunca eligieron mayorías soberanistas. Siempre hubo independentistas pero, solo desde hace un año se manifiesta como preocupación creciente las relaciones Catalunya-España en los estados de opinión, problemas que perciben los ciudadanos que publica el CEO (Centre d’Estudis d’Opinió) de la Generalitat. En los cuadros desde enero 2009 a junio 2013 presentan las preocupaciones de la gente, las personales y aquellas consideradas grandes problemas de Catalunya. Ambas coinciden en el orden, las preocupaciones personales, en 2009, vinculadas a la precariedad laboral preocupan un 44% a continuación un 17% el funcionamiento de la economía, ambas consecuencias de la crisis económica, a mucha distancia, también preocupa la insatisfacción con los políticos, cerca de un 5.5%, queda relegada la preocupación de relaciones Catalunya-España a un 3,5%. Escasa importancia se le daba entonces, para la que luego tendría súbitamente.

En junio de 2013, lo que consideran problemas importantes pasan a ser cerca del 50% la precariedad laboral, el 16,2% el funcionamiento de la economía, doblándose el peso de la insatisfacción con los políticos hasta el 12.4%, -que no entiendo insatisfacción con la política aunque podría estar contenida, en el mismo estudio por las diferentes preguntas aparecen grados de interés, preocupación, seguimiento etc., respuestas comprometidas con la política-. Sigue en el grado de preocupación, las relaciones Catalunya-España con cerca de un 11%, más que triplicando su importancia respecto al 2009. Desde luego en los propios centros oficiales de Catalunya, el CEO, donde cocinan los datos de opinión, éstos no reflejan que sea el problema tan insoportable como lo denuncian al mundo sus políticos y los medios de comunicación catalanes.
           



Un cierto grado de radicalización popular se incuba durante el segundo gobierno de Aznar entre pequeños grupos españolistas y políticos catalanes, amplificado por algunos medios de prensa, radio y televisión. El malestar se hace palpable durante el primer gobierno de Zapatero, a partir de 2004, en la negociación del Estatut, y cuando éste llega al Congreso, siendo aprobado en junio de 2006.  Pero todavía durante el 2008 la tendencia separatista se mantiene por debajo del 20% en datos de la Generalitat –ver cuadro anexos-.

En  2009 las encuestas detectan un malestar creciente con el funcionamiento de la democracia en Catalunya, probablemente sean reflejos por la crisis y el Estatut, ya que a  partir de entonces comienza a expandirse el malestar por el recurso de inconstitucionalidad presentado por el PP, y la demora en la Sentencia, lo cual provoca sentimientos separatistas, que unido a la grave crisis económica, produce otro salto al alza en 2011, entrando en la dinámica actual en 2012 con otro acelerón, que lleva aparejadas reacciones masivas de culpar a España por la mala situación laboral y económica de Catalunya, de la que muchos esperan salir con la independencia.

         

El malestar entre las élites políticas culturales y económicas catalanas se extiende cuando diferentes estudios estadísticos dan a conocer que las autonomías y su proceso de convergencia, dejan a Cataluña los últimos años no muy bien situada en términos relativos, crece mucho, pero no lo hace siguiendo la estela de las más rápidas, y sobre todo, no sigue la estela de Madrid. Lo cual no debe confundir con su enorme potencial económico, ni es óbice para considerar a Catalunya una de las Comunidades más rica y sus gentes de las privilegiadas de España en desarrollo per cápita, educativo, sanitario, cultural… y con los mayores  traspasos de competencias políticas y económicas, incluidas las transferencias en impuestos muy superiores al resto. -Al margen los cupos vaco y navarro-.

Aparece un creciente malestar similar a los movimientos 15-M de España, cuestionan el funcionamiento democrático; en su caso, las élites han conseguido desviar hacia España la culpabilidad por ello y sus problemas económicos y laborales, calando fuerte en amplios sectores sociales incluida la tradicional emigración obrera sin representación ni poder al nivel de las élites catalanas. Entre la población aparecen signos de odio y repulsa hacia los explotadores españoles, visibles en las redes sociales y el aparato mediático. Es imposible entender la rapidez con la cual ha crecido el fenómeno, sin integrar su fenomenal aparato mediático, y la agitación vinculando salidas personales y colectivas en el camino de ilusión por la independencia. Ilusión porque se publicita como posible, rápida y sobre todo, sin costes para nadie, lo cual no deja de ser, como poco, una irresponsable mentira. Cualquiera que esté cerca de vivir, estudiar o comprender fenómenos sociales, sabe que estos procesos de ruptura tienen siempre altísimos costes para todas las partes.



viernes, 25 de octubre de 2013

Revolución en Cataluña. Francia. Guerra de Sucesión. Pérdida de libertades

Guerra civil catalana y decadencia

Siendo monarca aragonés, Juan II, -padre de Fernando el Católico- se producen agitaciones campesinas en Catalunya que se traducirán en guerra civil en 1462, durante diez años; nuevas crisis estallan en 1484, estas resueltas por el rey Fernando con la Sentencia arbitral de Guadalupe en 1486, en la que  concede al campesinado el derecho de usufructo, conservando los señores el derecho jurisdiccional. En la guerra civil de 1462  los agudos contrastes entre sectores aristocráticos y populares estallan, se amotinan los payeses de remensa –los payeses representan la cuarta parte de la población catalana-, que se unen a populachos y menesterosos de las ciudades, que comanda el rey aragonés Juan II, con apoyo de tropas francesas a cambio del Rosellón y la Cerdeña. En el otro bando se encuentran las fuerzas pactistas, es decir los sectores sociales dominantes, los grandes señores de la tierra y el patriciado urbano y dirigentes de la Iglesiala oligarquía tanto rural como urbana representada por la Diputación del General,  ‘Historia de España, Julio Valdeón’. – Generalitat creada en 1359, deriva de las juntas que se reunían tras la clausura de las cortes catalanas para controlar el cumplimiento de lo acordado en el terreno fiscal, con el paso del tiempo extenderá atribuciones y acumulará mayor poder, identificada con los sectores más poderosos de Cataluña. En 1412 surge una institución similar en Aragón y en 1419 en Valencia-.

Los desastres causados por la crisis del S XIV se corrigen en la Corona de Aragón en la siguiente centuria, a excepción de Cataluña. En el terreno demográfico subió la población en Aragón, Valencia y Mallorca. Cataluña al contrario perdió entre 1378/1479 alrededor de 1/4 de efectivos demográficos. Cobra empuje el mundo agrario valenciano, mientras el agrario catalán y mallorquín retrocede. La Cataluña textil y comercial experimenta un grave retroceso, mientras Valencia es protagonista de un brillante ascenso en: textil, cerámica, curtidos, muebles, comercio. Entre 1455/1470 no arribó al puerto de Barcelona ningún barco genovés vía Flandes. Y que entre 1465/1469 no salió del puerto barcelonés ningún navío en dirección a Levante, mientras se produce un espectacular auge del puerto de Valencia… Al mismo tiempo en Cataluña quiebra la Taula de Canvi y viven un autentico desorden monetario. En el reino de Aragón se hallaba en clara expansión el comercio durante el S XV. La Corona de Aragón, estaba compuesta entonces por los reinos peninsulares de Aragón, Cataluña y Valencia y de los ultra marem, Mallorca, Cerdeña y Sicilia a los que suma posteriormente Nápoles, cada uno de ellos conservaba su identidad, pero al mismo tiempo existía una soberanía única sobre el conjunto, una pluralidad en la base y fuerte unidad en la cúspide. Las facultades de la corona fueron en auge en la etapa final de la Edad Media.

   

Siglos XVII y XVIII. Revolución en Cataluña, integración en Francia, Guerra de Sucesión. Y pérdida de libertades

Las notas que siguen se deben en gran parte al libro de Ricardo García Cárcel, ‘La herencia del pasado’, Galaxia Gutenberg. Capítulo IV. Hasta los siglos XVI y XVII Cataluña tiene una historia en parte paralela a la de Castilla, un pasado medieval glorioso, que se rompe en el XVII por la decadencia moderna de la que siempre aparecerá como culpable el Estado español. En 1640 se produce una experiencia revolucionaria catalana y otra secesionista, -en el marco de la guerra con Francia, desde 1635-. La Guerra dels Segadors, primer gran enfrentamiento con la monarquía, sublevación, en el Corpus de Sangre 1640 mataron al virrey y se separan durante 11 años de la monarquía de Felipe IV, convirtiéndose en provincia francesa, con malos resultados evidentes al poco tiempo, el centralismo del poder francés era muy superior al que desplegaba el conde-duque de Olivares, y en 1652 once años después, se reencuentren con la monarquía española.

Los conflictos del contencioso castellano-catalán fueron entonces el político fiscal, la valoración del régimen foral y el lingüístico, realmente parecidos a los de hoy, identidad y economía son la base de muchas disputas en el transcurso de la vida. A los pocos años, en 1704 volvió el enfrentamiento en el marco de la guerra de Sucesión por el trono español entre las casas de Austria y Borbón. Los catalanes apoyan al archiduque Carlos, Austria, frente a Felipe V, Borbón, el rey heredero según testamento de Carlos II, austracistas contra borbonistas. En contra de la pretendida unidad del pueblo, no se puede mantener dicha postura en sus apoyos y alianzas, igual que sucederá en múltiples ocasiones las naciones, los pueblos, contienen pluralidad de intereses que aún conviviendo no son iguales, ni entonces, ni durante la guerra franquista, ni en el caso de una secesión actual, puede creerse que el pueblo caminará juntos en la misma dirección, al contrario las rupturas internas se produjeron entonces igual que ocurrirá ahora.

Los catalanes inicialmente fueron borbónicos, como indican los elogios dedicados a Felipe V en visita a sus Cortes 1701/1702, se mantiene borbónica hasta 1704 resistiendo un ataque y sitio a Barcelona, cuando toman la ciudad, salen de ella 6.000 borbónicos. En 1705 se pasan al austriacismo, como toda la corona de Aragón.  Las Cortes 1705/1706 ratifican su posición austracista. A partir de 1707 tras la victoria borbónica en Almansa, Valencia y Aragón pierden sus fueros. Desde 1707 el austriacismo solo resiste en Cataluña y desde 1712, solo en Barcelona. El archiduque Carlos se va a Viena en 1711 para ejercer como emperador, y abandona la pretensión del trono de España. Así llega el drama de 1714, resistiendo contra franceses y españoles para defender a la casa de Austria que optó por el otro premio de emperador Cataluña se queda sola defendiendo lo que el pretendiente había abandonado. El 11 de septiembre de 1714 las tropas borbónicas entran en la ciudad de Barcelona, sitiada durante ocho meses y crean al héroe de referencia, Rafael Casanova, la figura de la fiesta nacional catalana. Interesante reflexión desmitificadora de Ricardo García Cárcel en ‘La herencia del pasado’ páginas 304 y siguientes.

La guerra perdida, comporta costes, transformaciones físicas en Barcelona, destrucción de barrios y construcciones militares, supresión de las constituciones catalanas, gobiernos militares, imposición del catastro, imposiciones culturales, quedará como la perdida de la libertad de Catalunya. La Generalitat no fue suprimida por los borbónicos, previamente lo había sido por el Consell de Cent en pleno mandato austriacista. A partir de entonces los catalanes comerciantes austriascistas colaboran con los borbónicos, y colaboración militar entre unos y otros y política entre unos y otros… el desencanto estaba servido. Felipe V, con los decretos de Nueva Planta, desmantela fueros, cortes de los reinos, diputaciones, fiscalidad local, las reservas e naturalización que obligaban a dotarse de naturales entre los consejeros…cambia la monarquía descentralizadora de los Austrias y Reyes Católicos, e instaura el centralismo francés.

La Nueva Planta, las políticas de Felipe V, afectan al conjunto de España, no solo a los catalanes, en absoluto se trató de que los españoles quitaran a los catalanes sus fueros, derechos, etc., en toda España desaparecieron las instituciones propias de cada reino, cortes, diputaciones, administración fiscal… desaparecen las reservas de naturalización, -limitación de nombramientos reales en cada territorio-,  un nuevo mundo, la Edad Moderna, emergía, la remodelación de nuevos equilibrios de poder, -entre otros dando paso a las burguesías-, cuyo aspecto de mayor calado es la intención de dotar a todos los súbditos de mismas reglas, mismos derechos, lo cual conlleva la idea de una sola monarquía, la centralización de poderes políticos, fiscales, judiciales y militares, culturales, comerciales y administrativos, avanzaba sobre la proliferación de normas y particularidades feudales y se extendía por Europa, en España esa opción de un solo estado la representaron los borbones e irá en aumento a partir de entonces, frente a comportamientos anteriores de los Austrias, tiempo en el que existen profusión de normas y poderes locales.

En todo caso, la práctica de políticas centralizadoras nunca fue en España comparable a las aplicadas por los borbones en Francia, el poder político no ha tenido tanto peso aquí como allí, bien por respeto a prácticas locales o a las resistencias encontradas en toda la geografía nacional, producto de nuestras particularidades ‘’El recuerdo de las gloriosas independencias medievales renacerá periódicamente… La mezcla de religiones, costumbres morales y razas… Hecho más amenazador para la futura unidad, cuanto que se trata de una división que corresponde a tres temperamentos en los hombres y a tres direcciones naturales en la geografía: el Océano, las mesetas y el Mediterráneo’’ Piere Vilar.

 

Administración borbónica. Siglo XVIII

Los mapas son de libros de historia de la editorial Istmo, utilizados hace años. Aparecen territorios en épocas pasadas. Pretenden mostrar que situaciones sobre la cuestión nacional provienen de lejos y tienen soportes para apoyarse. España, las Españas, los diferentes reinos, han coexistido en momentos, de todos hay documentación e historia compartida y separada. Representan reinos creados por relaciones familiares entre dinastías europeas, y no por lazos de ciudadanos libres, que eran inexistentes, nada que ver con las naciones tal como las conocemos hoy, concepto y organización política de hace 200 años que necesita de ciudadanos movilizados.  







miércoles, 23 de octubre de 2013

Catalunya. El sector financiero consolida un gran grupo


En el sector financiero, por fin se consolida un gran grupo catalán

 Del informe de 'Oliver Wyman.  ASSET QUALITY REVIEW AND BOTTOM-UP STRESS TEST EXERCISE'. Septiembre 2012.

Las vísceras sustituyen a la racionalidad, sesgando argumentos y decisiones políticas, vean un ejemplo de postura independentista escrita en 2008 y reiterada posteriormente por diversos medios y comparen con el resultado de la reforma bancaria tal como va en 2012 según el cuadro, uno de los manejados por los interventores/auditores de la reforma, Oliver Wyman. Escribía un independentista ‘Ya ha comenzado un nuevo asalto, sacar las cajas de ahorros del ámbito regulador de la Generalidad y fusionar cajas entre autonomías, es decir, que los españoles se queden con las cajas catalanas’. La realidad es todo lo contrario de lo que anunciaba el victimismo xenófobo, la concentración de poder financiero en España ha sido extraordinaria, -creando un exagerado peligro sistémico- en todo caso el resultado en Cataluña, un siglo después de perder sus bancos en la crisis de 1898, bancos con sede allí han logrado situarse en la cima del poder financiero español, no solo industrial y comercial. Al gigante La Caixa, se une el Sabadell, veremos qué sucede con CatalunyaBank nacionalizada por quiebra. La imagen profunda, el signo de los tiempos, lo marca el capital propietario, apátrida y cambiante, en este caso fuertes inversiones sudamericanas han entrado en los bancos citados.

El peso de la oligarquía vasca durante el franquismo se mantiene y la catalana entra en el grupo financiero que le faltaba por consolidar, como refleja la imagen de los grandes grupos bancarios después de crisis y fusiones inacabadas. Aparece el Santander un gigante mundial, el BBVA tradicional del capital vasco en Bilbao y Vizcaya, La Caixa hoy Caixabank, el gran grupo catalán, sin olvidar un segunda/primera fila, el Sabadell.  Luego medianos como el Popular; en otro escalón las fuertes Cajas Vascas y otra catalana Catalunyabanc, y los gallegos de NGG, además de 2 o 3 cajas y 2 o 3 bancos pequeños que veremos definitivamente después de terminar la reforma y liquidación de las nacionalizadas, aquí se encuentra el grande Bankia, sistémico y similar en tamaño a La Caixa,  veremos el resultado de fusiones en curso, como Ibercaja –Libercaja-, Unicaja, … o donde quedarán Marenostrum, Bankinter…





lunes, 21 de octubre de 2013

Catalunya. Exportaciones desarrollo exitoso

Las exportaciones son reflejo de un desarrollo exitoso

Imposible dar una visión global de la economía catalana sin hablar del grado de apertura al exterior y su potencial exportador. Es este un aspecto destacado en la propaganda por la independencia, lógicamente para demostrar su capacidad de operar por sí mismos y las buenas posibilidades que tienen de encajar con el resto del mundo, sin necesidad de los españoles, muchos de sus estudios resaltan el cambio operado por su relación económica cada vez menos dependiente de la economía española y con mayor integración global. Como toda verdad propagandística, se apoya en algunos hechos ciertos, gran parte de la fuerza exportadora de España reside en Cataluña, pero toda verdad ofrece reflejos distintos dependiendo del punto de vista desde el cual se mire, además de ser incompleta puede esconder otros aspectos posibles, decrecimiento en los últimos años, alta concentración en pocas empresas –automóvil-, muy alta dependencia importadora, en la rúbrica mercados Resto Del Mundo, está la UE no fácilmente soportable en caso de secesión… Su capacidad está apoyada no solo en sus méritos, también en un desarrollo económico privilegiado durante años por el Estado español, por ejemplo la localización del sector automoción fue una decisión política que pudo instalarse en otras zonas.



                   

domingo, 20 de octubre de 2013

Catalunya en la Corona de Aragón. XV y XVI

La Corona de Aragón, siglos XV y XVI. Las glorias del pasado

La Corona de Aragón lo será desde 1286 por la unión de Aragón y Cataluña, posteriormente integrando los reinos moros de Mallorca y Valencia, los reinos cristianos de Sicilia y Cerdeña, y durante algún tiempo territorios de Grecia-Morea, Atenas y Neopatría. Puede haber territorios conquistados por el rey que no integra, caso de Alfonso VI rey de la Corona de Aragón que conquista Nápoles y sin integrar dispone herencia distinta. La Corona de Castilla, se forma con la unión de Castilla y León en 1229, y se van agregando los reinos moros de Córdoba, Murcia, Jaén, Sevilla, Niebla y posteriormente Canarias en 1402. Navarra se integrará a la Corona común en 1512. Añadamos un párrafo de los escritos por Miguel-Felipe, que no comparto y que forma parte del debate que recientemente hemos mantenido:

Cataluña entre otras cosas fue durante varios siglos cabecera de la Corona de Aragón

Una apreciación previa. Quizás la diferente concepción que tenemos de la Corona de Aragón y de Catalunya se deba al factor temporal, no hemos tenido en cuenta suficientemente que la historia está en movimiento, y en horquillas de 400 años puede pasar de todo y sus inversos, por tanto se pueden encontrar referencias para cada postura, depende de a qué momentos mire cada uno, parece que Miguel se centra en los siglos XII y XIII y yo en los S XV y XVI. Es cierto que durante años algunos historiadores han dado prevalencia de modernidad a la región Mediterránea sobre el aparente paupérrimo reino interior, pero la realidad ha mostrado fehacientemente que el interior, Castilla, era uno de los territorios más modernos de Europa en el tránsito de la Edad Media a la Moderna, con un desarrollo burgués no muy alejado de Flandes y los Países Bajos, comercio apabullante, gran desarrollo marítimo, e interrelación política y cultural, etc.

Lo esencial de la respuesta que desmiente la concepción de Miguel es que si los catalanes hubieran percibido un poder superior, ser la cabecera de la Corona de Aragón, no tendríamos estos problemas actuales. De haber sido Catalunya la cabecera de la Corona de Aragón, el nombre de la corona sería diferente, ser cabecera significaría tener poder para decidir alianzas, relatos y nombres, amén de elegir sus reyes y por tanto no tendrían motivos para sentirse desplazados del poder decisorio de España durante estos 600 últimos años, ya que el rey de la Corona de Aragón, Fernando, en su unión con Isabel de Castilla, prefigura la España que posteriormente se fue construyendo. Si hubieran sido la dominante de la Corona de Aragón, habrían sido la dominante de España, bien porque dominaran a Fernando, sería políticamente hombre suyo, o porque hubieran decidido otro rey alternativo. Lo cual no supone pensar que Cataluña no fuera importante en la Corona de Aragón, sin ella, probablemente no existiría, sería otra cosa.

Tampoco pudieron ser cabecera apoyados en su escasa población, que entonces, daba poder militar y económico, ni tampoco por su capacidad política de alianzas papales o francesas o de otros reinos españoles, que les hubieran permitido comandar aquella unión de Coronas que configura España, si hubieran sido la cabecera de la Corona de Aragón, estarían co-gobernando España. La expansión de la Corona de Aragón por Italia hubiera sido imposible sin los ejércitos aragoneses y sin Castilla, que era quien suministraba personal, para navegar y luchar. Son los Reyes Católicos y posteriormente Carlos V y Felipe II los encargados de mantener el Mediterráneo fuera del área de influencia del poder de los turcos.

La demografía siempre fue muy importante para dictaminar grados de influencia, a mayor población representaba mayor poder, este es un aspecto importantísimo, tener mayor población demostraba en un territorio capacidad de alimentarla, y ello conlleva aparejado organización social, capacidad de producir alimentos y excedentes susceptibles de utilizarse en otras tareas, concentrar saberes, organización administrativa, y entonces significaba capacidad de recursos para tareas militares. En la época de Fernando e Isabel, la población era muy favorable al área de influencia castellana, miren las cifras que se citan por los historiadores: Castilla tenía entre 4.500.000 y 6 millones de personas, Aragón entre 850.000 y 1 millón, y Navarra 120.000. Continuamos el debate, en el entorno de la secesión catalana actual, con referencias históricas. Sigue escribiendo Miguel-Felipe:

‘’En palabras de hoy la Corona de Aragón era una Confederación. Y llegó a ocupar territorios de Italia (en Cerdeña todavía hay recuerdos del Catalán) y hasta de Grecia, estuvo volcada al Mediterráneo y no era precisamente por el lado aragonés. La mayoría de sus territorios antiguos conservan más o menos recuerdos del Catalán (Véase conflicto educativo balear). 
Y ninguna de las partes de la Corona de Aragón fue nunca dominante de "España", o sea que el argumento no le encuentro sentido.
Y esto es lo que dice la Gran Enciclopedia de Aragón comentando el momento de la "unificación" del reino de Aragón y los condados catalanes:
"Cataluña, por su mayor densidad demográfica y su dinamismo mercantil, estaba destinada a ser casi siempre el núcleo rector de la Corona y el más beneficiado, ya que obtuvo la mayor parte de las veces el apoyo del rey en sus empresas. Un ejemplo es la expansión por el Mediterráneo, que únicamente era positivo para los intereses comerciales catalanes y no para los aragoneses, que no tenían salida al mar. La importancia de Aragón se irá relegando a favor de las zonas costeras y la capitalidad del reino de Zaragoza es más honorífica que otra cosa."

La Corona de Aragón, no cada una de sus partes, sino el conjunto, fue dominante en España, cuando se junta con la Corona de Castilla. Las partes nunca serán tan importantes como el conjunto. Insisto en el apoyo a las batallas mediterráneas por parte de los castellanos, solo con ellos pudieron mantener la expansión imperial que no podían cubrir con su población, solo con los ejércitos castellanos se podía frenar a los turcos en el Mediterráneo. Los restos de ese dominio, son evidentes hoy día viajando por Italia, pero resulta curioso que en hablan de esa dominación de los españoles, refiriéndose a catalanes mercantiles y fenicios y aragoneses bravos militares. La identificación europea de esas tropelías y otras, era escrita, documentada e insultada, como españoles.

Y ahora vuelta al grueso de mi argumentación, el poder se manifiesta en hechos concretos en el ejercicio de la correlación de fuerzas, por ejemplo en la elección del mando y alianzas estratégicas, y es un hecho que la Corona de Aragón, el conjunto de los tres reinos acuerdan elegir a la dinastía castellana de los Trastámara, marcando el preámbulo de la España posterior, cuando suba al trono Fernando. Interesante el párrafo volcado de Ricardo García Cárcel, ‘La herencia del pasado’, Galaxia Gutenberg. Convendría, desde luego, tener en cuenta que hasta las primeras décadas del siglo XVIII el problema es Corona de Castilla versus Corona de Aragón. La centralidad catalana en la Corona de Aragón es más impostada que real. En el siglo XV esa centralidad la tenía Valencia, que hizo su revuelta de las Germanías en 1520 sin apoyo de Cataluña o Aragón. Y a finales del siglo XVI fue el Reino de Aragón el que protagonizó la confrontación con la monarquía con Juan Lanuza como el gran ‘mártir’ de las libertades aragonesas. El protagonismo hegemónico catalán arranca de la segunda mitad del siglo XVIII cuando ya no existía la Corona de Aragón.’

El espacio temporal en el que nos situemos determina la validez de la argumentación utilizada, si miramos los siglos XIV, XV y XVI, los factores resaltados anteriormente tanto por Miguel como por mí, pueden variar, ya que asciende el poder de Castilla y desciende el de la Corona de Aragón, y bastante más el catalán, que valenciano o aragonés. Respecto a la población en el XIV se extiende la peste negra por España en varias oleadas, que en el caso de Cataluña reduce la población a la mitad en muchas comarcas. Hacia 1380 y durante varios años se produce la crisis financiera y económica de Cataluña, que propicia revueltas de payeses. Lo que parece claro es que no hay un gran y apacible pasado catalán en estos siglos y mucho menos que afectara al conjunto de su población, de ahí mi tesis, criticada días atrás en este debate, sobre la actualidad superior de Catalunya, al afectar ahora en su calidad de vida al conjunto de la población. Veamos ideas resumidas en relación con el pasado que escribe Julio Valdeón en ‘Historia de España’, Gran Austral, Espasa. Un aspecto interesante merece la consideración del independentismo actual en relación a su interpretación de las glorias catalanas, en las que de entrada la Corona de Aragón desaparece, identificando dentro de los Países Catalanes al reino de Valencia y Mallorca.  Con su interpretación desaparecen las disputas respecto al papel de Cataluña y el peso relativo que pudo tener durante cientos de años dentro del tronco común de la Corona de Aragón, directamente entienden que aquello fueron las trazas del imperio catalán que hoy busca la independencia, cuyo desarrollo y gloria cortaron los españoles y al que suman valencianos y mallorquines.

La realidad está lejos de la interpretación de aquellos sueños de grandeza y de su final. Los siglos XII y XIII pueden considerarse de expansión y desarrollo caminando junto a los otros reinos de la Corona, el reino de Valencia y de Mallorca y sobre todo su decadencia tiene mucho que ver con sus contradicciones internas, más que con factores españolistas. Sus varias revueltas campesinas, tanto en el XIV como en el XV, son realmente guerras civiles producto del hambre y las desigualdades entre los grandes señores de la tierra y los payeses, al tiempo que nacen nuevas clases emergentes en las ciudades, comerciantes y artesanos, burgueses y trabajadores. La decadencia catalana se fragua dentro y no producida por la intervención ajena, sus problemas demográficos visualizan problemas internos, nada que ver con la participación española, influyen las distintas oleadas de peste, ello itera con la imposibilidad de alimentar la población. Barcelona en el S XV tiene 20.000 habitantes igual que Medina del Campo, gran centro comercial castellano con Europa.

‘’La prosperidad de Levante fue en verdad, breve. Antes de terminarse el siglo XIV Mallorca había perdido la tercera parte de sus navíos y casi todas sus compañías mercantiles. Valencia seguirá siendo rica gracias a su huerta. Pero el hogar de la casa condal, Cataluña, dará bien pronto síntomas de agotamiento. Los más visibles son de orden demográfico.
Esto fue el origen de un vasto conflicto agrario. Los campesinos quisieron hacerse pagar por la escasez de su número y explotar las masías desocupadas, los señores blandieron contra ellos sus viejos derechos, derecho de maltratar, remensa, malos usos. Desde 1380 a 1480, la revuelta agraria fue pasando de las formas místicas y espontaneas a las formas políticas y organizadas, luego a la lucha armada, y minó los fundamentos del edificio social catalán.
Desde 1350, y desmintiendo las previsiones oficiales, el crecimiento de las ciudades se paralizó. Después de 1380 estallaron crisis financieras y marítimas. En 1391 y 1392 el conflicto entre la ciudad y el campo y los disturbios urbanos, acarreó la desaparición de las ricas comunidades judías, sobre todo en Mallorca, también en Gerona y Barcelona. Mientras que la materia imponible retrocede, la deuda pública aumenta. ’’ Pierre Vilar, Historia de España, Librairie Espagnole, 1971.

viernes, 18 de octubre de 2013

Catalunya. La lengua uno de los ejes independentistas. 1

La cuestión de la lengua es uno de los ejes independentistas

                       


El catalán continúa siendo perseguido hoy en día.
El objetivo final de los poderes españoles es hacer desaparecer el catalán o transformarlo en una reliquia folklórica y residual.
Cercle Catalá de Negocis. CCN.

¿De verdad estamos así como dice el CCN? La lengua catalana fue motivo de polémicas desde antiguo, en el siglo XVI las disputas tomaron la forma en torno a decidir, en qué habla realizar la enseñanza religiosa, ganando el castellano la batalla de las predicaciones, pero más importante aún ganó la batalla de los mercados, que no impone la monarquía, se escogen por los catalanes en idioma castellano libros, folletos, normas, de relaciones comerciales, culturales y políticas, porque permitían mayor desarrollo de Catalunya. Este podría ser el caso en la actualidad, más acentuado ya que siendo el castellano el segundo o tercer idioma del planeta, parece que la defensa del catalán entendido como sustitutorio tiene la batalla perdida porque perjudicará los intereses de los catalanes en un mundo globalizado necesitado de relacionarse, para investigar, para trabajar e influir comercial y políticamente, lo cual no evita defenderlo y mantenerlo como complementario. Por supuesto contando con el pueblo propietario de la lengua, los catalanes son el pueblo español que más valora su lengua materna que sin duda está avanzando en estos años de democracia.

El 56 % de los catalanes tuvieron el castellano como lengua inicial, el 35 % en catalán y el 7% otras lenguas.
La capacidad de entender, hablar y escribir el catalán en los territorios de lengua catalana ha mejorado de manera general en los últimos 23 años.
“Conocimientos y usos del catalán en Cataluña en 2010: datos del Barómetro de la Comunicación y la Cultura”. www.fundacc.org.  2011.

La realidad es que el avance del catalán es arrollador, apoyado sin cortapisas, se ha utilizado como una de las armas de esta contienda al pretenderlo prioritario y vincular reivindicaciones históricas fuera de contexto con la realidad actual, sin mirar los enormes cambios producidos desde hace tantísimos años. Hoy es poco adecuado aferrarse al idioma para definir el carácter nacional diferenciador,  dado su carácter opresor sobre un alto porcentaje de población castellanohablante, la más vulnerable de la que construye actualmente Cataluña. Hasta no hace mucho, no existía conflicto lingüístico, la sociedad catalana era bilingüe, aunque el idioma castellano era el mayoritariamente utilizado por el pueblo que vive y trabaja en Catalunya, según indican las encuestas (EULP 2008), la Generalitat dice en su Encuesta de Usos Lingüísticos de la Población de 2008, que la lengua inicial para los mayores de 15 años fue el castellano, sobre el catalán en proporción 55% sobre 31.6%. Si hubiéramos de mantener criterios decisorios de las mayorías, quizás poco de la política lingüística catalana podría desarrollarse tal como se hace ahora, porque si la mayoría decide según los criterios democráticos no habría por qué dar prioridad a la minoría hasta el punto de que ésta ocupe el primer plano en la dirección de todos los procesos culturales y políticos con tendencia a aplastar al resto.

Resultats de l’Enquesta d’usos lingüístics a la població 2008

El 35,6% de la població adulta diu tenir el català com a llengua habitual,   el 45,9% manifesta que té el castellà i el 12% declara tenir tant el català com el castellà com a llengües habituals.
Generalitat de Catalunya.

Ayudas, subvenciones y apoyos variados son prestados a la minoría, los debates parlamentarios y gubernamentales están celebrados en el idioma minoritario, la representación legal, administrativa y política y una gran parte de la cultural, están dominados por el idioma minoritario. Las élites de poder en Catalunya son monolingües, muestra de su alejamiento del pueblo al que dicen representar, han sido extremadamente selectivas, nacionalistas en su gran mayoría, y briznas de independentismo, que durante muchos años los catalanes decidieron que fuera minoritario y es ahora cuando  las encuestas lo dan como mayoritario. ¿Pueden imaginar cómo sería la relación en el nuevo estado si la situación  hoy es así? ¿Están dispuestos a aceptar en igualdad a los otros, o son excluyentes tal como hoy se presentan, o lo serán más?

Seguro que lo anterior encontraría explicaciones, pero ninguna justifica que esta política sea selectiva y discriminatoria con las mayorías que tienen otro idioma. Este parapeto del que se dotan las élites catalanas es difícilmente salvable para la integración de los emigrantes de primera y segunda generación en los puestos relevantes de poder, decisión y representación de la sociedad catalana. Es cierto que una lengua hay que mantenerla, cuidarla, amarla y probablemente practicar discriminación positiva, pero hasta un punto, o ¿acaso fiscalmente hay que poner límites a la solidaridad como piden, y a las políticas de discriminación no? ¿En el seno de Catalunya hay una sola sociedad, o varias?, o una sociedad compuesta de múltiples personas e intereses muchos de ellos contrapuestos, pero cuyas leyes actuales permiten y garantizan la vida en común de todos en igualdad de derechos.

 “Estos niños y niñas sacrificados bajo el durísimo yugo de la inmersión lingüística en catalán sacan las mismas notas de castellano que los niños y niñas de Salamanca, de Valladolid, de Burgos y de Soria”.
Artur Mas, en el Parlamento autonómico (28 de septiembre de 2011)
“[El sistema de inmersión] permite alcanzar niveles satisfactorios en el conocimiento tanto del catalán como del castellano”.
Fundació Escola Cristiana de Catalunya (2 de septiembre de 2011).

No es cierto que los datos PISA ofrezcan buenos resultados de comprensión del castellano en Catalunya, sus conclusiones se han demostrado manipulables, según la intervención del responsable de los informes PISA 2003, 2006 y 2009, Joaquim Prats, ex presidente del Consejo Superior de Evaluación del Sistema Educativo de la Generalidad, declara que se hacían en catalán y no en castellano. En la población escolar ya es notoria una falta de comprensión de la lengua mayoritaria. La pregunta es, en caso de segregación, ¿habría bilingüismo? ahora ya falta en muchas partes, ¿o sería perseguida abiertamente y sin tapujos la de uso mayoritario?

La Constitución de la II República, de 1931, decía en relación al idioma:

                       

Se puede aceptar que la actual situación rebasa aquella en beneficio del catalanismo. La reivindicación de instituciones catalanas del pasado olvidando las que funcionan en la actualidad, ¿qué significado tiene hoy? Amparándose en un pasado glorioso, de ningún modo superior al resto de territorios, ni al suyo actual, ¿les llevaría a poner en marcha además de los fueros, la Corona de Aragón, sus reinos, reyes y la nobleza, el vasallaje, la remensa, o reivindican los Países Catalanes sin Aragón de los que se sienten cabeza, con un cierto tufo pan-catalanista…? Me van a permitir que considere más avanzada y progresista la Constitución española, muy superior a los derechos de siglos pasados y con superior legitimidad que le da el refrendo popular muy superior a los conocidos en el pasado. Constitución comparable en derechos ciudadanos a cualquier otro estado democrático, mejorable sin duda, como cualquiera de las otras.

"La lengua catalana será la única que, con carácter oficial, podrá usarse en Cataluña y en las relaciones de esta región con el poder central. Enric Prat de la Riba. Bases de Manresa, 1892. Base 3ª.-


Estatuto de Catalunya de 1932
Art. 2. º El idioma catalán es, como el castellano, lengua oficial en Cataluña. Para las relaciones oficiales de Cataluña con el resto de España, así como para la comunicación de las autoridades del Estado con las de Cataluña, la lengua oficial será el castellano.
Toda disposición o resolución oficial dictada dentro de Cataluña deberá ser publicada en ambos idiomas. La notificación se hará también en la misma forma, caso de solicitarlo parte interesada.
Dentro del territorio catalán, los ciudadanos, cualquiera que sea su lengua materna, tendrán derecho a elegir el idioma oficial que prefieran en sus relaciones con los Tribunales, autoridades y funcionarios de todas clases, tanto de la Generalidad como de la República.
A todo escrito o documento judicial que se presente ante los Tribunales de Justicia redactado en lengua catalana, deberá acompañarse su correspondiente traducción castellana, si así lo solicita alguna de las partes.
Los documentos públicos autorizados por los fedatarios en Cataluña podrán redactarse indistintamente en castellano o en catalán, y obligadamente en una u otra lengua, a petición de parte interesada. En todos los casos, los respectivos fedatarios públicos expedirán en castellano las copias que hubieren de surtir efecto fuera del territorio catalán.

En 1932, el Estatuto de Cataluña abandona los criterios de las Bases de Manresa, es de suponer que por considerarlas desfasadas. Resulta interesante comprobar lo que decía aquel Estatuto, considerado modelo reivindicativo del catalanismo en el tardo franquismo, y compararlo con la realidad actual catalana, que lo supera, quizás podría resituar a mucha gente en la reivindicación de independencia.

Estatuto 1979. Artículo 3
  1. La lengua propia de Cataluña es el catalán.
  2. El idioma catalán es el oficial en Cataluña, así como también lo es el castellano, oficial en todo el Estado español.
  3. La Generalitat garantizará el uso normal y oficial de ambos idiomas, adoptará las medidas necesarias para asegurar su conocimiento y creará las condiciones que permitan alcanzar su igualdad plena en lo que se refiere a los derechos y deberes de los ciudadanos de Cataluña.

La configuración federal del estado español, junto con la cesión de soberanía a Europa dificulta al gobierno central ejercer un poder de forma dictatorial, resulta difícil gobernar en todo el territorio sin pactos con otros gobiernos de las autonomías y el resto de fuerzas políticas nacionales. El poder político en España, comparado con cualquier otra época histórica está muy poco centralizado, que es lo mismo que decir que existen otras grandes parcelas de poder en las llamadas naciones periféricas, realidad bastante alejada de la idea de dominio o colonia. -Mientras tanto se está produciendo una enorme concentración del poder económico-. Si el encaje autonómico y el europeo, con la cesión de soberanía que comporta, no ha impedido nuestra historia común de particularidades, no debería ser tan difícil seguir viviendo juntos Cataluña y España, facilitado si no exageramos las diferencias que siempre existen en cuerpos distintos y a partir de aquí parece que el tratamiento legal de la lengua era asumido, aceptado, aprobado, y se suponía querido por las mayorías. La pregunta entonces surge inmediata ¿hemos retrocedido respecto a derechos lingüísticos? ¿La situación actual de la lengua catalana explica la petición de independencia? O ¿es que se pretende volver al pasado con una única lengua?
  
Estatuto 2006. Artículo 6. La lengua propia y las lenguas oficiales.
1. La lengua propia de Cataluña es el catalán. Como tal, el catalán es la lengua de uso normal de las Administraciones públicas y de los medios de comunicación públicos de Cataluña, y es también la lengua normalmente utilizada como vehicular y de aprendizaje en la enseñanza.

2. El catalán es la lengua oficial de Cataluña. También lo es el castellano, que es la lengua oficial del Estado español. Todas las personas tienen derecho a utilizar las dos lenguas oficiales y los ciudadanos de Cataluña el derecho y el deber de conocerlas. Los poderes públicos de Cataluña deben establecer las medidas necesarias para facilitar el ejercicio de estos derechos y el cumplimiento de este deber. De acuerdo con lo dispuesto en el artículo 32, no puede haber discriminación por el uso de una u otra lengua.

El problema de la lengua en este mundo globalizado es que resulta difícil encerrarla en recinto –no es posible poner puertas al campo- tanto en un caso como en otro. No es posible, ni conveniente, poner trabas al desarrollo de cualquier lengua, el catalán es imposible de restringir, algo aceptado masivamente, legal y culturalmente. Pero tampoco se puede restringir el español, siendo como es, una de las dos o tres principales lenguas del planeta parece absurdo que se desperdiciara el poder de comunicación que ello representa y que traslada a otros ámbitos políticos y económicos. Publicaciones culturales y científicas inundan el mundo, patentes, descripciones, literatura, prensa, radio, televisión, cine, universidades y escuelas, en todos los países del mundo dirigen sus opciones de comunicación a unos pocos idiomas, entre ellos el español en claro ascenso. La influencia política y económica acrecienta su ascenso en todos los continentes, la expansión en América es enorme, imposible elegir un presidente de EEUU sin dedicar políticas específicas a los hispanos, expansión en Asia, etc. muy por encima de francés y alemán y aún así con problemas para considerarlo en la UE como lengua preferente en patentes y traducciones generales en las que prima el inglés francés y alemán. No me puedo creer que el soberanismo catalán pretenda situar el catalán como lengua preferente en Europa y el mundo, contraponiéndolo al español.

¿Se imaginan ustedes que los descendientes de antiguos pobladores peninsulares reclamaran la lengua y pertenencia del territorio y sus instituciones? –No crean que ello está muy alejado de la reivindicación de AlQaeda- ¿Podemos suponer que tienen derechos, íberos, celtas, cartagineses, romanos, visigodos…? Los árabes estuvieron asentados en Cataluña, supongan que reivindican por derechos históricos su lengua y territorio, ¿qué legitimidad tendría hoy? Y ello recordando que los árabes, no siempre fueron los mismos,  estuvieron asentados en gran parte de la Península 700 años, en diferentes oleadas, formas y pueblos, estuvieron más años que los transcurridos desde entonces hasta hoy. Los árabes que estuvieron en Barcelona, Lérida, Tortosa,… no fueron los mismos que los de hoy, pero tampoco los catalanes de entonces son los de ahora. La quiebra o validez de legitimidad es parecida y no crean que el tiempo transcurrido desde 1714 hasta hoy sea superior al que estuvieron los árabes allí. Somos producto del mestizaje pasado y no de la diferenciación.

1715-Consulta del Consejo de Castillas.
En las aulas no debe haber ningún libro en catalán, donde tampoco se hablará ni escribirá en esta lengua y donde la doctrina cristiana se enseñará y será aprendida en castellano. CCN


Evolució en la llengua habitual. Universitat Oberta de Catalunya. 2008.