miércoles, 22 de noviembre de 2017

Despidan a los polis fascistas ya

Pero qué es eso de esperar la salida judicial? Los jueces podrán determinar la cuestión legal, ustedes, el Ayuntamiento, deben actuar como representantes de la ciudadanía y evitar que estos individuos  con placa, uniforme y arma, pagados por todos, vayan en contra de ese conjunto de todos que representaría el respeto a la filosofía de la Constitución y ello al margen de que su comportamiento fascistoide y asquerosamente antidemocrático, por anticiudadano, sea tipificado como delito.

Actúen inmediatamente, de hecho ya tenían que estar apartados del servicio, deben ser despedidos, ustedes tienen que demostrar que la autoridad democrática no acepta fascistas en los cuerpos de orden público, por el bien de todos los ciudadanos.

Y por supuesto den las gracias a ese valiente ciudadano policía que denunció tales comportamientos fascistoides; en mi nombre y en el de mucha más gente que valora la valentía que supone hacer lo que hizo y lo peligroso de su posición.

domingo, 19 de noviembre de 2017

Recibieron amenazas de aplicar violencia en las calles?

Pero bueno, estos independentistas son más tontos de lo que pensaba. Ahora montan una campaña pamplinera basada en que no les dejaron autodeterminarse, advirtiéndoles el Estado que aplicaría la fuerza.

Si hubo advertencias explícitas o implícitas, realmente debería ser secundario, lo fundamental es que ellos pensaran que podrían crear un nuevo estado desgajando una parte del mismo, en el año 2017 y en la Unión Europea, y sin oposición del Estado, de sus instituciones, que no olviden que parte de esas instituciones son compartidas, cedidas, son europeas.

No se trata de que usted o yo rechacemos la violencia, se trata de entender en qué mundo vivimos y cuales son sus reglas y limitaciones. Ningún estado del mundo aceptaría secesionarse o romperse así, no hay experiencias históricas de que se haya producido una autodeterminación sin violencia y sin acuerdos, ni en el mundo comunista de la URSS ni en China, ni en Sudamérica ni en Europa, en todas partes se produce violencia entre el estado que quiere ser nuevo y el viejo que caso de aceptarlo, quedaría como estado fallido, desaparecería como tal. Checoslovaquia fue la excepción histórica, saliendo de una etapa de larga dictadura y mediante acuerdos aceptados por las partes.

Increíble la desfachatez con la que manipulan con estas patrañas sobre el pacifismo y la violencia, durante años todas las movilizaciones indepes han sido aplaudidas, promocionadas, pagadas, tuteladas… por los poderes catalanistas, eran la  lucha del poder catalanista contra más de la mitad de la población catalana. Nadie advirtió a esas gentes que eran movilizaciones arropadas desde el poder, sin oposición, porque el Estado estaba desaparecido, sin peligro, para ellos. Aunque más de la mitad de catalanes se sintieran atemorizados, parecían no existir.

Durante años la violencia de baja intensidad ha sido ejercida en contra de más de la mitad de población catalana. Dicha violencia no existía para los indepes, pero sí para quienes la sufrían, que eran los otros, violencia verbal, y física, amenazas en trabajos y colegios, calles y domicilios, que a una persona la pintan la puerta de su casa amenazándola es violencia, que la pinchen las ruedas de coche, o se lo quemen, es violencia, que insulten y peguen palizas es violencia.

El odio a España y los españoles engendró violencia, pero no la sufrieron los indepes ni sus aliados. Y ahora dicen que de haber seguido ejerciendo su violencia, el Estado, alguien les dijo, o se dieron por avisados que se hubiera producido sangre. Increíble que se den por asustados los jefes del independentismo, evidentemente nunca dijeron a los escudos humanos que utilizaban que podrían sufrir daños, que lo normal en las movilizaciones es que se produzcan daños. Cinco hospitalizados, o dos, por los sucesos del día 1-O, montones de hospitalizados por las movilizaciones del 15-M en Barcelona –ninguno en Madrid-. Montones de hospitalizados y detenidos por las movilizaciones durante el franquismo, aquel que de verdad existió, produjeron durante la transición decenas de muertos.


¿Para qué eran los rifles de asalto que estaban negociando comprar a los mossos?

martes, 14 de noviembre de 2017

Revisando cifras de alcaldes independentistas

En las escaleras de la Generalitat el día que proclamaron la República Catalana aparecen unos 200 alcaldes blandiendo sus bastones de mando en señal de apoyo a parlamentarios independentistas, a Bruselas para apoyar a Puigdemont, acudieron unos 200 alcaldes a manifestarse. En Cataluña puede que sean unos 750 alcaldes/ayuntamientos quienes apoyan la independencia, a tenor de los municipios inscritos en la AMI, Asociación de Municipios por la Independencia.

Las movilizaciones protagonizadas por alcaldes independentistas parecerían el reflejo de un pueblo, mayoritariamente en marcha en apoyo a la autodeterminación, aunque rascando un poco aparece una diferente realidad. Como ocurre en otras ocasiones, las cifras secesionistas esconden la mitad de Cataluña. La utilización del concepto ‘pueblo’ para designar a una totalidad de siete millones y medio de personas con diferentes identidades e intereses, es un recurso típicamente nacionalista, fascista y populista, el todo catalán, expulsa o esconde a los catalanes no independentistas. No existe, ni existió nunca, un pueblo catalán homogéneo, como no existe pueblo español unilateral, no todo el pueblo catalán está representado por los secesionistas, ni existió un mandato de independencia en las urnas ya que los votos nunca fueron mayoría ni en las elecciones de 2015, ni en las anteriores.

La declaración de independencia es apoyada por los diputados representantes de 1.628.714 de votantes a JuntxSí, mas los representantes de 337.794 votantes de la CUP, en total sumarían 1.966.508 votos de ciudadanos sobre un censo electoral de 5.510.853 de catalanes con derecho a votar. Los votos de las últimas elecciones que arroparían la declaración de independencia representan un 35.68% del cuerpo electoral catalán, lo cual es profundamente antidemocrático.

En general basándonos en los datos que facilita la Generalitat podemos afirmar que los votantes independentistas viven en mayor proporción en el interior de Cataluña que en la costa, y más en pueblos pequeños que en ciudades grandes. A ello se puede añadir por coincidencia histórica que los territorios en los que el carlismo era fuerte coinciden con los pueblos en los que actualmente el independentismo es fuerte. También dicen los datos de la Generalitat que son independentistas quienes tienen rentas más altas, y votantes de la CUP las altas de las altas.

De las últimas elecciones municipales de 2015 podemos extraer informaciones interesantes: Cataluña tiene unos 950 pueblos, de los cuales 540 son pequeños, tienen cada uno menos de 1.000 habitantes en el censo electoral, los hay que más que pueblos, parecen pequeños barrios de segundas viviendas vacacionales. En general las cifras aquí facilitadas lo son de censo electoral y no de población total, el censo de 5.376.553 de personas representa aproximadamente un 71.5% de la población total catalana, 7.518.903 habitantes.

En las elecciones municipales de 2015 -con una abstención del 41.5%-  eligieron 9.077 concejales y 947 alcaldes para todos sus pueblos, en diferente número por municipio según población, reservando un mínimo de 3 concejales para los pueblos más pequeños, aquellos que tienen menos de 100 habitantes; los que tienen entre 101 a 250 habitantes eligen 5 regidores y 7 los comprendidos entre 251 y 1.000 habitantes.

Las normas anteriores suponen adjudicar un regidor cada 35 votantes en aldeas de menos de 100 habitantes, o cada 142 papeletas en un pueblo pequeño de entre 251 y 1.000 habitantes, o adjudicar un regidor cada 3.000 o 4.000 electores en las poblaciones grandes, lo cual supone primar sobremanera lo pequeño, perjudicando a los partidos y ciudadanos en las ciudades grandes.

La particular despoblación de media Cataluña interior y el efecto de la ley electoral que prima lo rural y poco poblado, sobre lo urbano costero e industrial con mayor población, provocó en las elecciones municipales desigualdades tales como que, por ejemplo el PSC en general sacara 20.000 votos más que ERC, pero obtuviera poco más de la mitad de regidores, de 1.278 el PSC a 2.381 ERC. En la comparación de Ciudadanos con la CUP ocurrió algo similar, C’s obtuvo en general 10.000 votos más que la CUP y solo 176 concejales, para más del doble la CUP hasta 372, insistimos, con 10.000 votos menos.

Que sea legal no oculta la realidad de que obtuvieron más votos, ganaron el apoyo del pueblo,  pero lograron bastantes menos concejales y por ende menos alcaldes. La explicación es que los unos obtienen los votos en pueblos pequeños en muchos casos medio abandonados y los otros en ciudades, el resultado asignará a esos partidos independentistas un número mayor de alcaldes, chillones que se pavonean con el bastón creyendo representar a mayorías de catalanes, mientras las mayorías parecen ser las perdedoras.

Los independentistas y sus apoyos siempre han ocultado enfrentar la realidad que representan esos 750 alcaldes, con por ejemplo los de 7 de las ciudades gobernadas por los socialistas del PSC, cuyos censos electorales soportan los siguientes números redondeados: Hospitalet de Llobregat, 175.000; Terrassa, 153.000; Lleida, 93.000; Tarragona, 90.000; Mataró, 86.000; Santa Coloma, 79.000; Cornellá, 62.000.

Naturalmente los socialistas no han obtenido la totalidad de votos de esos censos electorales, como tampoco lo hicieron los alcaldes independentistas de la totalidad de sus pueblos, solo lograron la mayoría que les permite representar al conjunto de sus poblaciones, la apabullante puesta en escena de los alcaldes independentistas parecería representar a la mayoría de población, cuando una sola ciudad, como Hospitalet,  puede sumar la población de 540 pueblos.

Retengan la cifra global de las 7 ciudades citadas anteriormente, que representan un censo electoral de unos 750.000 habitantes y comparen con 195.253 que es la suma del censo electoral de los 540 pueblos de Cataluña cuyo censo está por debajo de 1.000 habitantes cada uno, en los cuales obtuvieron muy amplias mayorías, tanto en las elecciones autonómicas Junts per sí, o partidos equivalentes en las municipales, y la CUP. -De la totalidad de 947 alcaldes, CiU sumó 437 alcaldías, ERC 259 y la CUP 19-.


jueves, 9 de noviembre de 2017

Vuelta y revuelta. Pero lo fundamental es convencer

Parece que todo se mueve, pero solo es la superficie, no el fondo. Lo básico es convencer a decenas de miles de jóvenes que la secesión no es democrática, no es progresista, no es revolucionaria. Convencer implica razonar, hablar, no dar por buenas las consignas y clichés, la política a desarrollar debe contener lo básico, convencer de que España no solo son esos individuos y tópicos que los indepes manejan, también somos usted y yo, y centenares de miles de ciudadanos progresistas actuales, y la clase obrera catalana, que no se ve por ninguna movilización indepe. Miren la huelga general, como de costumbre movilizaciones indepes en las calles son mayoritariamente de jovencitos y funcionarios, pocos obreros industriales en uno de los territorios mas industrializados de Europa.

Convencer de que los españoles no solo fueron Franco y Mola, también Azaña y Giner de los Rios, Tunón de Lara, y los ilustrados y los republicanos del XIX y del XX, y la Institución Libre de Enseñanza, y el enorme movimiento anarquista y los socialistas y comunistas y los luchadores antifranquistas y los demócratas  de antaño y los actuales y que jóvenes no solo hay en las calles de Cataluña, también están en las universidades y en el paro y trabajando y otros muchos  jóvenes que están por el mundo, o por Badajoz o Zamora. 

Me resulta insoportable considerar progresistas, el odio, la xenofobia y la fragmentación social que provoca el nacionalismo, fragmentación que luego une en un todo revuelto en torno a la identidad nacional. ¿Alguien progresista se imagina que los multimillonarios jugadores del Barça compartan intereses con los parados y precarizados? Me resultan imposibles de aceptar los argumentos que utilizan los independentistas para movilizar y conseguir sus fines, ‘España nos roba; Catalunya es una colonia española; el déficit fiscal de 16.000 millones año; la lengua catalana está reprimida, etc.etc.’.

Por muchas manifestaciones de 900.000 personas que se produzcan, la racionalidad debería primar en muchos sectores e individuos, pero sobre todo en los partidos políticos. Sin duda son muchísima gente, 600 o 700 mil, tanto da, bajo las banderas y consignas de independencia, y uno se pregunta por qué tantos analistas/críticos/militantes izquierdistas ahora olvidan los matices que antaño eran señalados en casos similares: grandiosas movilizaciones montadas por el aparato de estado y sus aledaños, organizadas por el poder nacional, político ideológico y económico, catalán y en apoyo de sus objetivos; como si de batallas se tratara, contaron con apoyo logístico de autobuses, trenes, prensa, radios y televisión, policías, funcionarios… en nada son comparables a las movilizaciones obreras o sociales que se realizan contra los poderes, con la poli incordiando, sin medios de publicidad ni propaganda, sin cobertura de transportes, con impedimentos de todo tipo, multas…

La secesión es un problema que genera incertidumbre a mucha gente, de las izquierdas también, no solo respecto al futuro, genera dudas sobre cómo abordarlo y posicionarse en el presente, ¿cómo interpretarlo? ¿Es progresista apoyar la secesión, es de izquierdas? Muchas posturas mezcladas pueden encontrarse, tantas como izquierdas existen que son casi tantas como izquierdistas; desde luego abordarlo hoy resulta complicado al encontrarse con movilizaciones masivas ampliamente transversales, resulta bastante más difícil si durante años no se dijo nada en torno al nacionalismo. Si durante años no se abordó como gran problema la cuestión del patriotismo democrático, -ni la derecha ni la izquierda hicieron esfuerzos por conseguir de forma inclusiva símbolos e historia de España amplísimamente comunes-, como pretender hoy que se defiendan valores de igualdad, solidaridad, justicia, libertad, democracia, con mayor ilusión que un revuelto mágico de consignas.

La cuestión principal a debatir hoy no debería ser votar un referéndum, sino todas las preguntas previas que no se respondieron ¿para cuándo un urgente y ambicioso plan de empleo?  ¿Justicia acelerada para los corruptos, cárcel y devolución? ¿Y las listas electorales desbloqueadas? ¿Las balanzas fiscales en un estado federal como el español deben ser solidarias? ¿Saben ustedes que España es un estado federal desde hace muchos años, a enorme distancia del que ha ofrecido Cameron en el Reino Unido tras el referéndum de Escocia? Muchos defienden el derecho a decidir como la verdad suprema de la democracia, llama la atención que se sitúen en este terreno y no en los citados antes, en todo caso si hablamos de democracia, tendremos que aceptar, según su versión, que en el Planeta Tierra no hay demócratas, salvo en el Reino Unido y en Canadá, ya que en ninguna otra parte existe ese derecho a decidir una secesión.
  
¿Por qué no hay manifestaciones para exigir una urgentísima reforma fiscal con el objetivo de lograr recaudar mayores impuestos de ricos y corporaciones? Justo en dirección opuesta a la que pretenden fabricar los nacionalistas, basada en el principio de los impuestos para quien los paga. Este principio se puede ver formulado de diferentes maneras en sus declaraciones y textos teóricos sobre la secesión; por supuesto lo consideran refrendado por las masivas movilizaciones en las que el objetivo independentista se comió todo lo demás.

Resulta que el derecho de secesión no existe en ninguna de las constituciones que se conocen, salvo en la antigua constitución de la URSS, que como todos saben no permitía ejercitarlo de ninguna de las maneras,  -así cuando se rompe, se producen en cascada la independencia de múltiples repúblicas soviéticas.- El derecho a la autodeterminación está aceptado internacionalmente, en cuanto a su utilización para colonias; ¿acaso los defensores del derecho a decidir defienden el argumento soberanista de que Cataluña es colonia y España metrópoli?, pues así parece ya que esta es una de las líneas argumentales de la separación, lo cual nos enfrenta en conflicto con los izquierdistas que lo apoyan y justifican. ¿Cataluña una colonia de España? una de las regiones más ricas del mundo y con mayor nivel de derechos políticos y económicos, gobernada en todos los rincones de los distintos poderes solo por élites catalanas, quieren asemejarse social e históricamente a los negros de EEUU. Esto es el mundo al revés.

Posicionarse a favor del derecho a decidir es muy sencillo, solo hay que dejarse llevar por la corriente, supone poco desgaste porque el mundo democrático al completo lo defiende. De hecho la ciudadanía cátalo-española decide en múltiples formatos y votaciones desde hace muchos años. Pero la cuestión deja de ser tan simple cuando se manipula y convierte en campaña por la independencia. Reclamar el derecho a decidir, en este caso concreto, significa reclamar el derecho de secesión, todavía hay ingenuos que creen que estén pidiendo una consulta no vinculante para saber cuánta gente quiere la independencia. Por favor, seamos serios, un estado nuevo se puso en marcha hace años, se está montando en paralelo a la Generalitat y en parte subsumido en ella, se está actuando políticamente en la dirección de proclamar la independencia y la consigna sobre queremos votar, pedimos un referéndum o queremos derecho a decidir son solamente elementos tácticos de agitación para la declaración de independencia, que posiblemente se proclame unilateralmente. -Lo que ocurra después es una incógnita-

Si solamente quisieran conocer cuanta gente opina a favor o en contra, hay múltiples formas de saberlo, encuestas, votaciones, etc. sin necesidad de montar un estado paralelo. Hay mucha gente preparada y con experiencia política que pretende conducir el debate sobre un derecho al voto democrático que se niega a la población, olvidando todo lo demás ¿Por qué lo hacen? porque están a favor de la corriente movilizadora de la independencia, porque es una batalla más para enfrentarse al PP, e históricamente a la derecha española, porque evitan quedarse desplazados de las movilizaciones, porque pretenden entrar en el movimiento para así poder pescar e influir en el futuro, por evitar sentir el rechazo de colegas, no quieren sentirse señalados por amigos y vecinos que les dirán que no están donde están las masas, etc. etc. Al margen de los por qué, el hecho es que consiguen fortalecer las posturas nacionalistas, sus objetivos y argumentos, lo cual incluye posicionarse a favor del España nos roba o españoles vagos –¡extremeños, castellanos, gallegos y andaluces robando a los catalanes!- es cerrar los ojos ante la otra mitad de cataloespañoles que no están en las calles, pero existen.

Lo que está sobre la mesa con el soberanismo, es el derecho a la secesión. La disputa sobre si el nacionalismo y la defensa del independentismo es progresista o no. Lo que debería estar sobre la mesa es si con la secesión se mejoran las condiciones de vida y trabajo, si crea empleos, y se aumentan las libertades civiles, si el mercado de trabajo variará y serán los trabajadores quienes ganarán capacidad de decidir, etc. etc. lo que debería estar sobre la mesa, es si la secesión supondrá mayores impuestos para los ricos, mayor lucha contra el fraude fiscal y contra la evasión. Unos izquierdistas apoyan una opción y otros la contraria, ambos cargan las tintas en unos aspectos olvidando un poco los otros que consideran secundarios ante lo que sitúan en primer plano.

El 29 de septiembre de 2014 escribí en este mismo blog lo anterior

martes, 7 de noviembre de 2017

Gracias Paco. Gracias Justiniano

Un problema es olvidar, otro mas grande es ocultar, y otro es mentir, de todo está habiendo en la viña secesionista con los apoyos que le presta la izquierda reaccionaria y los Peter Pan.


El pasado 29 de octubre, en la manifestación convocada en Barcelona, Paco Frutos dio voz a la izquierda antiindependentista; gracias, Paco.

Diré quién soy. Fui, en 1979, concejal en Barcelona, miembro del equipo de gobierno de Pascual Maragall. También, diputat en el Parlament catalán, miembro de su Comisión de Derechos Humanos.

Gracias, Paco, por recordar que las instituciones catalanas democráticas no fueron producto de apaño como dicen el vocero de la mentira populista o el barato independentismo.

Pero mi historia viene de antiguo. Fui guerrillero, pasaba la muga con las planchas del prohibido Mundo Obrero a mis espaldas, fui responsable del PCE de Murcia en la clandestinidad, fui detenido, fui torturado, como atestiguan mis vértebras, cumplí seis años de cárcel, grité amnistía, perdoné a mi torturador. No me hablen de libertades quienes solo las han disfrutado.

No importa, me llaman fascista. Pero el fascismo mata, el franquismo mataba, que lo sepan esos miserables que al mentir, insultan la memoria de nuestros muertos y muertas. Gracias, Paco, por recordar a catalanes y catalanas la voz del estimado PSUC, partido nacional que no nacionalista, la voz de la izquierda comprometida con su clase.

Fui secretario general del PCE en Madrid, hasta que mi salud me lo permitió, miembro de su Comité Central. Partido de militancia y no grupúsculo, como el que hoy usurpa la sigla, convertido en un sindicato amarillo de intereses personales.

No dude nadie, gracias Paco por recordarlo, que el nacionalismo grande o pequeño es una traición a la clase obrera. Fui secretario de la Construcción de las Comisiones Obreras de Cataluña; y algunos pijos me llaman burgués y fascista, mientras asisten a huelgas pagadas por patrones y gobiernos.

Necesitamos que se recuerden las voces, la historia y la verdad porque necesitamos que nuestros nietos no compren las revoluciones en las redes sociales o las pistas cubiertas, necesitamos que se recuerden las huelgas de semanas, las cajas de resistencia, los salarios no cobrados. Hoy se hacen huchas para los responsables del “tres per cent”, no para ningún trabajador en huelga

Gracias Paco por recordar que la democracia no se conquistaba huyendo ni comiendo butifarras en las plazas, sino conquistando las plazas.
…/…

Gracias, Paco, por recordar la bandera de la izquierda que no le baila el agua al independentismo, sino que es capaz de crear un proyecto autónomo.

Me llamo Justiniano Martínez. Y yo sí fui preso político. Exsecretario general del Partido Comunista de España en Madrid