martes, 23 de febrero de 2021

el golpe del 23-F, no triunfó

 


Hay mucha literatura sobre el golpe, mejor dicho, sobre el intento de golpe de estado. La mayor parte de esa literatura tiene una enorme carga de análisis destacando el aspecto individual de los protagonistas mediáticos. Hay menos análisis sobre las causas profundas que hicieron fracasar el intento de golpe de estado. Aquí tienen analizadas algunas de ellas, realizadas en aquellos momentos. No olviden la evidencia, el golpe del 23-F , fracasó.  ¿Por qué fracasó?


Antes del Golpe, en 1978...
La fuente de estos documentos es la página web: 

viernes, 12 de febrero de 2021

El proceso de secesión: (IV) Tiene mucho de fascismo





‘’Por poco que profundicemos en tal examen, saldremos convencidos de que, en la España actual, las diversas razas que la poblaron no se han fundido todavía, sino que, al contrario, el desarrollo histórico las ha llevado no solo a mantener sino hasta incluso aumentar sus diferencias características.

Tomaremos tan solo las dos que más directamente nos interesan, la nuestra o sea la que forma el pueblo catalán y la que ha logrado imponérsenos, o sea la castellana. Valentí Almirall, ‘Lo Catalanisme. Motius que’l llegitiman. Fonaments cientifchs y solucions practicas’. 1886.

‘’No queremos hombres de munición, queremos que cada uno sea él mismo, que signifique alguna cosa: así se hacen fuertes las Patrias. Y soñamos con un imperio intelectual y moral mediterráneo, por nuestra influencia sobre las restantes Naciones latinas, sin ser desviados ni por las durezas e ignorancias castellanas, ni por aquellas corrientes frías nórdicas que nos invaden con fantasmas de ideas pálidas, anémicas, de consciencia vacilante. Nada de eso. Nuestro patriotismo es de Patria superior, pero con carácter propio como los griegos, que fueron los primeros sin dejar de ser muy helénicos.

Los demás pueblos de España ya nos seguirán, si quieren o si pueden y, si no, peor para ellos. Tal es nuestro cometido.’’ Pompeyo Gener Babot. Recorts y esperances. Joventut. 1905.

"En Espanya (…) mestizaje que se reconoce por unos caracteres morfológicos externos (cabellos más oscuros y rizados y color de la piel más oscuro y que es debido a mayor poder pigmentario y no al sol), además el ángulo anterior mandibular es inferior al del catalán.

Se puede considerar al espanyol como un elemento de la raza blanca en franca evolución hacia el componente racial africano-semítico (árabe). El coeficiente de inteligencia de un espanyol y un catalán según las estadísticas publicadas por el Ministerio de Educación y Ciencia espanyol da una clara ventaja a los catalanes.

La progresiva degradación racial española puede contagiarse a los catalanes debido a la fuerte inmigración, los frutos se pueden ver si observamos la diferencia caracteriológica entre el hombre del campo, no contaminado por el linaje espanyol, y el de las ciudades.

El carácter trabajador y europeo del catalán es un factor anímico bien contrario al gandul y pro-africano espanyol.

Por todo esto tenemos que considerar que la configuración racial catalana es más puramente blanca que la espanyola y por tanto el catalán es superior al espanyol en el aspecto racial“.

La lectura anterior, racista, procede de ‘Quaderns del Separatisme’ nº 2, ¡de ‘Nosaltres sols!’ es una pequeña muestra del catalano fascismo. –La nº 1 y 2 aquí mostrada están enlazadas en la UAB Universidad Autónoma de Barcelona. En Arca revistas catalanas tienen la original ‘Nosaltres sols!’ publicada entre 1931/1934 por Unión Catalanista-. No crean que es una manifestación solo del pasado, en la actualidad tiene vigencia entre los dirigentes del procés, siendo una de las ramas ideológicas que sustentan el movimiento secesionista en Cataluña, admirada por muchos activistas y líderes independentistas, entre otros por Quim Torra, actual presidente de la Generalitat de Cataluña en 2018, que fuera anteriormente en 2011, miembro del Consejo Permanente de la Asamblea Nacional Catalana, vicepresidente de Ónmiun Cultural, en 2012, director del Born Centro Cultural, tres importantes focos de dirección del secesionismo; el Sr. Torra escribía el 27-01-2014 en ‘Punt Avui’, una glosa a Daniel Cardona:

‘’Hace un par de semanas se inauguraba en Barcelona la plaza dedicada a Albert V. Ballester, el creador de la estelada. En el mes de marzo se hará un homenaje a Daniel Cardona, fundador de Estado Catalán y de Nosotros Soles. Cada año aparecen nuevos estudios sobre el pensamiento político y los orígenes del independentismo. Hoy volvemos la vista atrás y reconocemos en todos estos nombres los pioneros de la independencia… Los viejos independentistas nunca mueren, no pueden morir, porque sencillamente todavía necesitamos su esperanza, su ilusión y su juventud. Ya no están solos. Las líneas paralelas del independentismo y el catalanismo se han fundido en una sola, más recta, más gruesa, más imparable.’ Quim Torra.

La doctrina racista conlleva una idea de superioridad sobre el resto de individuos, y esto se encuentra en el fondo del nacionalismo catalán. Nadie prestaría atención a determinar la existencia de una raza catalana, diferenciada del resto de supuestas razas españolas, dedicando cientos de horas, para demostrar que es igual o inferior a otros, los esfuerzos catalanistas por diferenciarse encuentran sentido en la intención de destacarse por encima, elaboraron teorías supremacistas similares a los nazis. Ellos, los catalanistas, se creen super hombres comparados con otros españoles, pretenden tener mayor altura moral para juzgar y despreciar, dicho aspecto subyace en el nazismo y otros fascismos.

‘’La raza, como elemento de la Nación, es el compuesto histórico formado por las mezclas étnicas y por las influencias del territorio y que tiene, además, un espíritu propio. Por eso es ridículo e incongruente que se combata la teoría de las nacionalidades negando la existencia actual de pueblos de raza pura en el sentido antropológico de la palabra’’. Antoni Rovira i Virgili, ‘El principi de les nacionalitats’. 1932.

El camino que lleva al supremacismo pasa por el nacionalismo, el cual buscará a todas horas diferencias con los otros que les doten de una identidad común especial, dedicará enormes esfuerzos a la doctrina racista para justificar considerarse a sí mismos, superiores, lo cual debería llevarlos a gobernar el estado y el mundo pan catalán, y como la realidad no refleja ese sueño, serán históricos los lamentos que provoca el dominio de los españoles semitas. Muchos autores catalanes dedicaron durante ciento cincuenta años enormes esfuerzos para teorizar la doctrina racial y la xenofobia constante que provocaba la emigración, buscando con ello siempre justificaciones de por qué se les debe conferir mayores derechos que a los otros. La creencia en una superioridad moral de los secesionistas los lleva a creerse con más razones en lo que dicen y hacen, y por tanto, tratar de imponerlo a la gente que les rodea, o expulsar a quienes se opongan…

‘’Los castellanos, que los extranjeros designan en general con la denominación de españoles, son un pueblo en el que el carácter semítico es predominante; la sangre árabe y africana que las frecuentes invasiones de las gentes del Sur le han inoculado se revela en su modo de ser, de pensar, de sentir y en todas las manifestaciones de su vida pública y privada. Es por eso que inspira tanta atracción a los extranjeros que rebuscan todo lo que es característico, es por eso también que los pueblos civilizados de Europa, tienen tanta dificultad para comprender su manera de actuar’’. Enric Prat de la Riba. ‘La question catalane: l’Espagne et la Catalogne’.

La preocupación por la raza no fue solo algo pasado, forma parte muy importante del sentir catalanista e influye poderosamente en el procés actualmente, esa doctrina no solo procedería de las fuentes históricas del catalanismo como pasado romántico, dirigentes políticos del presente siguen preocupados por encontrar diferencias de la raza catalana que sirvan como apoyo para manifestar su superioridad. Muchos son los escritos de líderes actuales, cargos gubernamentales y parlamentarios, escritos de Jordi Pujol desde mitad de siglo XX, con abundantes muestras de misticismo católico, nacionalismo extremo, búsqueda de las diferencias raciales, preocupación por integrar la emigración y desprecio por ella, etc. Un amplio abanico de las élites independentistas y miles de activistas publican sus diatribas racistas y xenófobas y difunden las de los catalanistas clásicos, lo cual está conformando actitudes y comportamientos sociales fascistas.

No existe cuerpo doctrinal fascista formulado en libros específicos al estilo del marxismo, esas decenas de libros de Marx, Lenin o Mao no tienen equivalencia en el campo fascista, las bases teóricas del fascismo están recogidas en unos pocos textos, mítines, slogans, consignas, discursos, pautas de actuación y programas políticos, aunque éstos últimos extremadamente contradictorios e incoherentes en sus postulados, lo cual es uno de sus signos. La cuestión es que muchos de los aspectos teóricos de las formaciones, las ideas que expusieron los partidos y sus líderes y bastantes de sus comportamientos, definen a los fascismos que han sido, en muchos casos auto-reconocidos sobre todo en la primera mitad del siglo XX. Sin embargo, hay que considerar un aspecto esencial de la cuestión, destacado por una de las corrientes de estudio sobre los fascismos, -por ejemplo Sternhell- la cual define las bases de su ideología insertada dentro del cuerpo teórico de la rebelión cultural europea expresada contra la Ilustración, contra el marxismo y la Revolución francesa, -simplificada en Kant, Marx y Rosseau- desde la mitad del siglo XIX, en este sentido la ideología fascista, el cuerpo doctrinal o teórico sobre el que se apoyan los movimientos fascistas es tan amplio y extenso como el de cualquier otra corriente, decenas de intelectuales de diverso tipo han escrito desde la mitad del XIX muchos textos que sirvieron de apoyo a los movimientos fascistas.

Posteriormente y debido a las atrocidades de la II Guerra Mundial los fascismos han vivido en la penumbra, los intelectuales que les sirvieron de apoyo básico ideológico se retiraron tras su derrota, así los grupos existieron semiclandestinos, entre otras razones no reconocidos porque no aceptaban en su nombre o título la denominación que les definía. Por supuesto la base ideológica que le dio soporte no puede ser destruida, las ideas fascistas existían en amplias capas de gente, como mostraron los trabajos estadísticos norteamericanos en la Alemania derrotada, algunos recogidos por Tony Jud, otros en las polémicas de Adorno, trabajos que abren enigmas sobre la asunción de responsabilidad de los individuos en los horrores colectivos. En la actualidad, tras el estallido de la crisis de 2008, la mayoría de los nuevos fascismos muestran nombres que no les vinculan directamente a los antiguos, incluso muchos activistas desprecian el concepto, aún defendiendo y practicando doctrinas racistas, totalitarismos y múltiples comportamientos similares a los antiguos fascismos.

A lo largo de este trabajo se expondrán características que tuvieron los fascismos, muchas de las cuales fueron comunes a bastantes de ellos, pero no en todos los países tuvieron el mismo catálogo completo de comportamientos y teorías, las particularidades locales e históricas existieron, también las temporales, fueron diferentes actitudes tras la I Guerra 1914/18, primeros años veinte a las mostradas después, finales de los veinte y años treinta, distintos comportamientos mostraron antes de controlar los aparatos del estado, o después una vez logrado el poder absoluto. Ejemplos de diferencias son el mayor racismo nazi y su antisemitismo, contrasta con la permisividad del fascismo español, e italiano, quien inicialmente integró a sectores judíos, hasta la II Guerra Mundial, en la que Hitler forzó su persecución también en Italia, en Francia no hizo falta ya que el fascismo francés también fue racista, antisemita; otra particularidad destacable fue la alta asimilación de la clase obrera alemana dentro de las filas nazis, bastante superior a la integración obrera en el fascio italiano.

Quienes hoy se comportan como aquellos fascistas del primer tercio de siglo XX, italianos, austriacos, noruegos, holandeses, franceses, alemanes, polacos, húngaros, españoles, portugueses, checoslovacos… deberán ser considerados fascistas si actúan como tales, con sus rasgos característicos: movilizaciones masivas, abuso de emociones y abandono de la racionalidad, utilización permanente de símbolos y colores de uniformidad, intolerancia a otros comportamientos, pretensión de totalitarismo en las ideas, objetivos e identidad, desprecio por la democracia, proclamas de promesas y mas promesas, asalto al lenguaje para cambiar significados, apoyo en un ideal de pueblo homogéneo, prioridad de la nación sobre el individuo, utilización masiva de propaganda, señalamiento y marginación del diferente, culto a la sangre y la tierra como base del pueblo y la nación, reconstrucción de un pasado idílico, Inter clasismo, ni de izquierdas ni derechas, contra el marxismo y el capitalismo, así escribía Camil Bofill i Torrents en “Raça i familia”, en 1934: ‘’El espíritu de raza, hoy debilitado por la influencia marxista, es el fundamento de la prosperidad de los pueblos…’’.

La base ideológica de una parte de la cultura europea en la que se apoyaron los fascismos, tomó una forma particular en Cataluña con decenas de intelectuales catalanistas que desarrollaron su doctrina racista, supremacista y xenófoba, la cual se irá mostrando en este trabajo. Dicha doctrina hoy está plenamente asumida, concretada y desarrollada por el movimiento independentista y su militancia que los considera sus referencias y héroes sin discusión a todos ellos con los que nombra sus calles y plazas, edificios y lugares, universidades y colegios, centros deportivos, culturales, o estaciones de metro. Ni izquierdas ni derechas, dijeron siempre los fascismos y nacionalismos, se manifiestan contra las ideas progresistas.

‘’ La abolición de las fronteras, la fusión de las razas en una sola y única y la igualdad humana absoluta, es el sueño atávico de los llamados progresivos, que no se dan cuenta de que siguen anhelantes la regresión social y que se creen reformadores tan sólo porque su espíritu misoneísta y de consciencia restringida no puede adaptarse a las actividades biológicas y sociales de progresiva diferenciación, que son la expresión positiva de la vida.
 ‘’ Domènec Martí i Julià, “Utopias”, ‘La Renaixensa’, 1901-

jueves, 11 de febrero de 2021

El proceso de secesión: (III) No es revolucionario




LA SECESIÓN NO ES UNA REVOLUCIÓN

‘’Una revolución es la toma del poder político de forma violenta y rápida, sin respetar las leyes vigentes que produce transformaciones profundas y duraderas en el orden jerárquico, la distribución de las riquezas y las instituciones de una sociedad… ‘’

José Álvarez Junco, ‘’Las revoluciones entenderlas o adorarlas’’. Claves 254.

Entre la mitad del siglo XVI y el siglo XVIII, una revolución hizo su aparición en Europa, grupos de ilustrados, recogiendo tradiciones filosóficas y avances anteriores eclosionaron en doscientos años y rompieron con la historia anterior abriendo múltiples campos a un pensamiento laico, enfrentado a los poderes religiosos y políticos, gentes con conocimientos científicos, humanistas y filósofos, comenzaron a explicar el mundo, la naturaleza y el ser humano dentro de ella, sin necesidad de utilizar dioses ni recurrir a poderes mágicos. La búsqueda y explicación de la naturaleza y del ser humano fuera del corsé que imponían las religiones, permitieron avances enormes en las fuentes de producción de alimentos y de elementos materiales, el pensamiento científico permitió reducir enfermedades y atemperar el dolor, se produjo un gran salto adelante que remedió grandes miserias humanas, una revolución cambió la vida de la humanidad, la Ilustración.

Un elemento fundamental guiaba la filosofía y los estudios, el pensamiento laico y humanista, buscaba explicaciones y soluciones a los problemas entronizando al ser humano como soberano. La Revolución americana –declaración de independencia en 1776- y posteriormente la Revolución francesa –declaración de derechos del hombre y ciudadano en 1789- convirtieron el pensamiento ilustrado en pensamiento político y social situando desde entonces en el frontispicio del pensamiento de los progresistas ideales de libertad, igualdad y fraternidad, -o solidaridad- como patrones que guiaran la actuación de los individuos en su camino hacia una revolución.

Muchos individuos que vivieron los estertores del franquismo, algunos desde el activismo de la extrema izquierda, otros que simplemente lo soñaron, apoyan la autodeterminación de Cataluña en la creencia de que están ante una revolución, imaginan aquellas sobre las que leían o les contaban sus amigos en los años sesenta y setenta; aunque, extrañamente ésta no tiene costes, ni aparente violencia, es festiva y cercana a una romería familiar en su representación externa, no en su organización represiva, y dirigida desde los poderes fácticos catalanes, que incluye la burguesía catalana, aquella que formó parte del bloque de poder golpista, guerra-civilista y franquista hasta hace poco.

Bajo el síndrome de Peter Pan, ensoñación de la eterna juventud, aquellos viejos activistas de izquierda radical creen que el mundo actual continúa siendo el mismo que aquel en que vivieron y soñaron, y ahora imaginan que ellos vuelven a ser protagonistas de la historia. Otros actúan como si en España viviéramos en el franquismo permanente después de 40 años, lo cual es sencillamente de locos, de dementes seniles, políticamente hablando.

Soñadores revolucionarios hay variados, al menos de cuatro tipos: los hay viejos antifranquistas con cierto grado de frustración, los hay maduritos de vida acomodada que nunca lucharon de forma que comprometiera su futuro, pero que se quejan de todo resultado, hay jóvenes que solo conocen esta sociedad democrática en la que vivimos pero han escuchado o leído sobre utopías y sueñan con aventuras triunfantes, los grupos anteriores tendrían como referencias libertarias y revoluciones comunistas, socialistas/marxistas algunas de corte anticolonial. También existen creyentes en revoluciones que traerían el hombre nuevo, fascista, son un cuarto grupo. Creen que las movilizaciones en Cataluña les acercan a un soñado objetivo revolucionario que entonces no vivieron, -sí vivieron el anti franquismo, no la revolución-. Desde entonces, la ilusión revolucionaria fue destruida por la realidad en aquellos lugares del mundo donde se creyeron triunfantes, Rusia, China, Este de Europa, Sudeste asiático, Cuba, Venezuela… Hoy ese sentimiento difuso de utopías se envuelve en el concepto democracia, bastante alejado de aquellas teorías de la revolución, y lo adhieren a las movilizaciones catalanas que están siendo utilizadas por mucha gente, dentro y fuera de Cataluña como bálsamo rejuvenecedor.

Lo que sucede en Cataluña, cambiar una parte en la estructura de poder, se asemeja más a un golpe de Estado, que no siempre son ejecutados de forma violenta, sobre todo cuando nadie opone resistencia como ha ocurrido hasta ahora. –Sucedía en el pasado, por ejemplo: Primo de Rivera, no necesitó prácticas violentas ya que no encontró resistencia en septiembre de 1923-. Lo que está ocurriendo no es una revolución, no producirá transformaciones profundas y duraderas en el sistema productivo, ni en las relaciones de desigualdad, la autodeterminación no pretendió ni por un momento modificar la propiedad de los medios de producción, tampoco provocará nueva distribución de las riquezas; los propietarios de activos, tierras, inmuebles, fábricas, medios de transporte… seguirán siendo los mismos.

En cuanto a producir transformaciones profundas y duraderas en el orden jerárquico, tampoco serán visibles para los trabajadores, estudiantes, jubilados, pequeñas empresas, autónomos, o los poderes económicos… Sin embargo es en este apartado en el que se pueden producir mayores cambios, incluso algunos no deseados por quienes iniciaron el proceso, aquellos individuos y grupos independentistas que no recibían apoyo superior a un 20% durante muchos años podrían ser desplazados. Hasta que llegó la crisis y un conjunto de factores empezó a sumar adeptos a la lucha por una posible autodeterminación pintada como solución a todos los problemas de todos los catalanes.

La élite política que se está constituyendo durante el proceso de secesión de los últimos años, no coincide con la del pasado histórico, no solo hay nombres nuevos, también hay intereses nuevos, y no aparece ligada tanto como antaño a las élites económicas catalanas. Es verdad que sin financiación adecuada este proceso no hubiera podido mantenerse en el tiempo, ni crecido hasta representar casi la mitad de la población, el baño de dinero inicial ha sido determinante para darle impulso, aunque puede estar abriéndose una etapa en la que los dirigente políticos cobren autonomía momentánea respecto al poder económico. Entre las más altas élites económicas hay diferencias por mitad, respecto al proceso secesionista, -la UE es fundamental- que encuentra su mayor apoyo en las clases medias altas, y de apellidos catalanes, disminuyendo a medida que bajan las rentas y aumentan los apellidos castellanos, lo cual es coincidente, élites, triunfadores, representantes sociales… son apellidos catalanes. Aunque más de la mitad de los catalanes, nacidos allí, tiene apellidos castellanos, las élites políticas se concentran en lo catalanista, con una extrema sobre-representación social, Alejandro Macarrón ofrece un dato: “Como anécdota (o categoría) a destacar, los cinco apellidos más comunes en Cataluña son García, Martínez, López, Sánchez y Rodríguez. Entre el 8% y el 9% de la población catalana desde 1980 tiene uno de estos cinco primeros apellidos. Pero ninguno de los 102 diferentes consellers del gobierno catalán desde 1980 ha tenido ninguno de ellos como primer apellido, y sólo dos tienen un segundo apellido de esta lista de cinco apellidos principales”.

Algunos hijos de familias burguesas, tradicionalmente participan en puestos dirigentes, pero en general los nuevos militantes, modernos pijos protegidos por el dinero público, son abogados y economistas, arquitectos, ingenieros, nuevas profesiones tecnológicas, curas y cargos eclesiásticos y de colegios religiosos, añadan, cargos de la administración y empresas públicas, periodistas en radiotelevisión y prensa, industriales y comerciantes medianos, propietarios de tierras en mayor número que grandes industriales, comerciantes y financieros… En las experiencias fascistas europeas, tanto en Italia, como en Alemania y España, la capacidad de ejercer el poder político y represivo apoyado por movilizaciones masivas, incorporó nuevos protagonistas en las relaciones de poder, y entonces como ahora, piden su parte de poder económico constituyéndose como nuevo grupo de élite entre las clases medias altas. El ascenso de cuadros medios en la estructura de mando independentista es visible en ANC, Ómnium Cultural, en la multiplicidad de organismos y asociaciones vinculadas al proceso, o en instituciones como Generalitat, Parlament, Ayuntamientos, Congreso de los Diputados…

Las grandes corporaciones financieras, industriales y comerciales son más europeístas en sus intereses, por tanto más dependientes de los mercados internacionales, y estos hoy empujan hacia el apoyo a la UE, aunque es visible el interés de una parte de los poderes geopolíticos por debilitar Europa, -Rusia, Trump, ultranacionalistas europeos-, lo cual lograría la secesión. Aunque en grandes empresas haya ejecutivos independentistas, tradicionales o modernos, pueden mostrar simpatía a la causa para mantener el equilibrio, o bien se someten a las presiones políticas para apoyar en cuanto ven peligrar su posición por campañas mediáticas contra ellos. Pero, cuando la cosa se pone seria, son los grandes fondos de inversión, los gestores de las bolsas mundiales como Wall Strett, o los fondos europeos, quienes influyen en las decisiones de las grandes corporaciones, -Caixa Bank, Sabadell, Seat, etc.-

No existe una clara postura en torno a la independencia del conjunto de la patronal catalana. No parecen apostar por una secesión real, por un país independiente al margen de la Unión Europea, aunque sí contemplan obtener ventajas fiscales y de posicionamiento en nuevas situaciones negociadoras que facilita el proceso, por lo que el juego de apoyos puede estar abierto. El proceso no nació como revolución, no se construyó con tal objetivo, el principal interés explicitado de la autodeterminación, desde el inicio y con mayor intensidad que cualquier otro, en mayor número de documentos y por el mayor número de colectivos, fue el que puede sintetizar la idea de ‘el dinero de Cataluña que se quede en Cataluña’. Esta idea se difundió con consignas como ‘España nos roba’, ‘Somos una colonia’ ‘Cataluña paga demasiados impuestos’, etc.
Los trabajos de Kiko Llaneras en los tres cuadros aquí presentados son expresivos de que los mayores independentistas tienen rentas más altas, que coincide que son obtenidas, en mayor proporción, por nativos catalanes con abuelos catalanes, -menos de la mitad de la población catalana-. Dicho de otra forma el catalanismo que defiende la independencia, tiene gran parte de sus élites entre los viejos apellidos catalanes que al mismo tiempo son los ricos del territorio. Otros estudios dan resultados similares, con la salvedad de que subiendo hasta arriba de la escala económica, entre los más ricos, no existe apoyo mayoritario.

Un aspecto que va apareciendo durante el proceso, es que los poderes catalanistas que lo iniciaron no está claro sean los finalmente vencedores entre los de su propio bando, las parcelas de autonomía del poder político sobre el económico se han hecho patentes en la dirección del proceso. Aquellos que crearon las bases, objetivos y tácticas para defender el derecho a la individualidad de los ricos, su dinero para ellos, su poder para sí solos, su territorio para los elegidos, que eran ellos, probablemente no serán quienes dirijan la parte final del proceso. Por el camino, como ocurre siempre, se han sumado otros protagonistas, líderes políticos que dirigen y mandan, aunque ninguno ni antes ni ahora haya citado nunca como objetivo de la secesión realizar grandes modificaciones sociales, ninguno de los protagonistas políticos que ejercen su autonomía respecto al apoyo del dinero se ha atrevido a marcar objetivos revolucionarios que produjeran movimientos en la propiedad, en la organización del trabajo en fábricas comercios y empresas, nadie plantea salirse o modificar la sociedad de mercado, o apartar a la iglesia de los principales lugares sociales, que tiene hoy asignados en el proceso…

Lo que ocurre en Cataluña va en dirección contraria a una revolución, ha barrido los movimientos sociales, y sometido a sus líderes, sus objetivos y formas de lucha al sueño exclusivo de independencia, objetivo que en la práctica se entiende, al igual que fe religiosa, como la Asunción católica, en que la secesión dará paso a una nueva sociedad, sin élites, sin paro, sin explotación, sin desahucios, sin precariedad, sin globalización, sin mercados, igualitaria, sin discriminaciones... Ha expulsado las clases en el sentido tradicional de lucha obrero-patrón, trabajo-capital, siendo Cataluña una de los mayores enclaves industriales de España no se producen huelgas fabriles, ni paros en el aparato productivo catalán, han desaparecido reivindicaciones sindicales sobre salarios, precarización, paro, derechos laborales, desaparecido las luchas de barrios tan grandes en la Barcelona de los setenta… el movimiento independentista parece ocupar el terreno por las clases medias, los empleados públicos y sus familias, por empleados de la sanidad, educación, medios de comunicación, empresas públicas, comerciantes, etc. Ni derechas ni izquierdas, típico del fascismo.

La dirección ideológica bebe en la larga tradición de autores catalanes que fueron escribiendo dando forma a la base nacionalista, racista y supremacista, - Francisco Caja, ‘La raza catalana. I y II. El núcleo doctrinal del catalanismo’ Ediciones Encuentro, 2009- la economía siempre estuvo cercana a defender el catalanismo, aunque presta a asociarse con el estado español para obtener subvenciones, aranceles, o la intervención armada para aplastar catalanes que atentaran contra su propiedad. La dirección política fue ejecutada por los nacionalistas durante los últimos 30 años desde los poderes catalanes instaurados tras la Transición. En 1990 se conoce un documento elaborado por Pujol y su equipo para ocupar puestos clave de la sociedad, se aprueba por Convergencia como ‘Programa 2000’, del que se hace eco ‘El País’ en artículo de José Antich, 28/10/1990 y ‘El Periódico de Catalunya, el 28/10/1990’.

martes, 9 de febrero de 2021

El proceso de Secesión: (II). No es progresista




''La secesión unilateral de parte del territorio en un Estado democrático que respeta los derechos fundamentales de su población (incluyendo los derechos culturales o lingüísticos de las minorías en su seno) es contraria al ideal democrático pues priva de los derechos políticos a gran parte de la ciudadanía a la que se impide participar en dicho proceso.

En este sentido, el conjunto de decisiones que se han ido adoptando por parte de las instituciones de Cataluña — señaladamente las leyes de referéndum y de transitoriedad aprobadas los días 6 y 7 de septiembre por el Parlamento de Cataluña vulnerando la normativa parlamentaria que garantiza una deliberación y tramitación pulcra— son profundamente antidemocráticas además de groseramente inconstitucionales. Su aplicación en la forma de una declaración unilateral de independencia (DUI) constituye un golpe de Estado''. Manifiesto Profesores Filosofía del Derecho-El País

No es progresista un comportamiento que pretende conducir a miles de seguidores al futuro haciéndoles creer en la magia, engañar con que un conjuro de brujería, o como se llama ahora, la independencia, puedan resolver los problemas de paro, desigualdades, precarización, migraciones… de esta sociedad catalana del siglo XXI, inserta en España y Europa, es lo más parecido a la difusión de emociones religiosas anteriores a la Ilustración como cura para todas las miserias humanas en el lejano paraíso. Antiguamente, hasta el XVI toda la población, y posteriormente una gran parte de ella, se apoyaban en la existencia de dioses, magia y brujería, como elementos con los que explicar, enfermedades y muertes, los desastres de las guerras, el hambre y todas las miserias humanas,… con esos elementos miraban al futuro elaborando predicciones y conjuros.

Los movimientos obreros del XIX y XX, anarquismo, comunismo, marxismo, utilizarán los avances de la Ilustración e incorporarán sus criterios laicos, científicos y humanistas, valores ilustrados, a sus fundamentos teóricos y prácticas políticas, aplicarán la nueva ciencia del hombre y el cosmopolitismo adaptándolo a situaciones y objetivos concretos. A esa amalgama de movimientos sociales, de luchas, objetivos y prácticas distintas, se la denominará como las izquierdas, en plural, por distintas. -‘Un mito: la unidad de las izquierdas-. Izquierdas y progresismo fueron conceptos que pudieron ir hermanados en muchos momentos en diferentes lugares, pero hoy se han separado en Cataluña. Gentes de izquierdas dan soporte a la reacción nacionalista, aceptan tranquilamente sus postulados teóricos racistas y xenófobos, abrazan ideas que pretenden diferenciar y separar a ciudadanos iguales, defienden el nacionalismo que premia linajes, apellidos, tradiciones y símbolos basados en viejos pasados inventados, mientras castiga a otros ciudadanos que quieren igualdad de derechos, o simplemente no siguen la corriente soberanista, están sosteniendo comportamientos supremacistas. Esas gentes dan soporte a estrategias y comportamientos que han dado a luz el concepto de izquierda reaccionaria al abandonar la razón y el ‘’humanismo que privilegia el bienestar de hombres, mujeres y niños, individuales por encima de la gloria de la tribu, la raza, la nación o la religión. Son los individuos, no los grupos, los que son ‘sintientes’. Steven Pinker, ‘En defensa de la Ilustración.’ Paidós, 2018.

Imaginen qué podría haber mejorado en caso de que las fuerzas de izquierdas hubieran combatido el paro y la precariedad laboral en Cataluña y enfrentado la corrupción de los gobernantes catalanistas, que éstos han resuelto ante la gente con un simple cambio de nombre y una desviación de miradas hacia otras cuestiones, ayudados eso sí por quienes algún día tendrán que rendir cuentas. Durante muchos años los principales problemas de los catalanes, han sido el paro y la precariedad, según las encuestas del CEO, excelente servicio de estadísticas de la Generalitat, las respuestas eran abrumadoramente mayoritarias tanto si se referían a sí mismos en lo personal, como si eran referidas a problemas generales del territorio -Aquí datos de una serie 2008-2012 y otro formato para 2016, años de proceso secesionista-. Entenderán que viendo esos datos no se pueda considerar que el pueblo diera un mandato a sus representantes para luchar por la independencia, durante muchos años estos resultados han sido obviados por la representación política catalana, cuyo poder en manos soberanistas solo se ocupaba de preparar y alimentar la independencia, pero sobre todo han sido tapados por los izquierdistas, se han cegado por arropar al nacionalismo, y abrazar sus postulados xenófobos dejando al margen la lucha por resolver los problemas que reclamaba la mayoría de los catalanes. La izquierda reaccionaria.

No puedo considerar progresistas a viejos colegas, antiguos activistas antifranquistas, que abandonan el racionalismo para identificar problemas sociales y buscar soluciones concretas. Viejos antifranquistas creyeron al nacionalismo, tuvieron fe en sus leyendas de pasados idealmente prefabricados, olvidando que cientos de años atrás, hasta donde se quieran remontar, todo era miseria, represión y muerte, única forma de vida para la amplia mayoría de pobladores que carentes de techo y sin poder llevarse un mendrugo de pan a la boca, morían presa de innumerables enfermedades, por asaltantes y bandoleros, por las guerras y represión de amos y señores, obligados y callados por curas y guerreros que los mantenían en la ignorancia y el sufrimiento, que decían, resolverían en el Paraíso. Pueden encontrar cientos de datos y fuentes documentales sobre mejoras de la humanidad en el libro de Pinker. Aquel tiempo al que se abrazan los independentistas, nunca permitió decidir a los pobladores de Cataluña sobre sus vidas, ni sobre los detentadores de poder, ni sobre nada… La capacidad de votar de toda la población, sin cortapisas tales como censos de propiedad, sexo, edad u otras, la facultad de decidir de hombres y mujeres catalanes, es muy reciente, plenamente con la democracia de 1978, como lo es su posibilidad de vivir bajo techo, disfrutando de enseñanza para todos desde la niñez y ser asistidos en enfermedades y vejez. Comparar aquellas instituciones de hace siglos con las actuales es un insulto a la inteligencia. Vean una imagen de lo que ocurría en aquellos tiempos.

‘’En época de Francisco de Borja, tres factores enquistaban peligrosamente el problema de los bandos. Por una parte, la trascendencia alcanzada por los dominios señoriales en las primeras décadas del siglo xvi, que iba limitando los márgenes de actuación de la monarquía y de la Diputación en el Principado y los Condados. La mayor parte del territorio quedaba al margen del realengo, con lo que fue necesario ganarse a las facciones señoriales para pacificar mínimamente Cataluña. Aunque sellar alianzas entre grandes familias era a menudo crearse nuevos enemigos. Los pactos eran una puerta abierta a fidelidades, lealtades, patronazgos e influencias... y a todo lo contrario por parte de los clanes enemistados. Los desafíos y las guerras privadas estaban a la orden del día y provocaban numerosos problemas entre crueles carnicerías prolongadas en el tiempo de una manera atroz, como subrayaba Borja en una carta a Francisco de los Cobos en 1539: «la consiensia no me suffre callar [...] ha habido más de 300 muertos en Castellbò» y solicitaba inmediatamente medios para que las víctimas «no vengan a ser 300.000».
…/…

El bandido distaba de ser, de este modo, un personaje marginal. Hasta el extremo que quien pudiera ser el paradigma de señor bandolero del momento era una personalidad de la relevancia de Lluís Oliver de Boteller (c. 1487-1556). Infeudado como vizconde de Castellbò en 1528, fue el genearca de un linaje que a lo largo del siglo xvi dio tres presidentes de la Diputación: Francesc Oliver de Boteller, prior de la Seu y hermano del vizconde, y los hijos del vizconde el canónigo Pere Oliver de Boteller y el abat de Poblet Francesc Oliver de Boteller, ya en época más avanzada. Como en otros casos, lo importante no fue tanto el individuo como su linaje. De ahí que el matrimonio arrostrara alianzas y enemistades. Oliver se implicó por sus nupcias con Jerónima de Riquer en las luchas faccionales en Lleida entre los Riquer y los Rius-Olzinelles’’

Bernat Hernández, Universitat Autónoma de Barcelona, ‘Bandos y piratería en la Cataluña del Siglo XVI. Las actuaciones del Virrey Francisco de Borja (1539-1541)’

El proceso de secesión bucea en el nacionalismo, formando grupo con Le Pen, Trump, Salvini, Farage, Jaroslaw Kaczynski, Viktor Orban… una ideología excluyente y xenófoba que considera enemigos a los otros, a los que no son como ellos los tratan como extranjeros que identifican con los que piensan diferente. El procés camina hacia atrás, es la guerra anti-ilustrada, un régimen social, cultural y político basado en la credulidad voluntaria…Hay que entablar un combate del pensamiento contra los saberes establecidos y sus autoridades, un combate del pensamiento en el que se confía una convicción: que pensando podemos hacernos mejores y que solo merece ser pensado aquello que, de una u otra forma, contribuye a ello. -Marina Garcés, ‘Nueva Ilustración radical’-. La izquierda siempre combatió contra los poderes establecidos, ¿por qué no en Cataluña, donde los poderes establecidos son independentistas?

El proceso a la independencia es la negación de la racionalidad como elemento de vida y conciencia para interpretar la realidad, como forma de crítica y deliberación de búsqueda de alternativas a problemas sociales. El proceso de autodeterminación hunde sus raíces en viejas teorías supremacistas enredadas en diferenciar ‘la raza catalana’ del resto de lo español, considerándose a sí mismos superiores y elegidos para guiar al resto, se alimenta de esencias de un pasado idealizado, que nunca existió, construido en negativo, como contraposición a lo español, considerado extranjero y por tanto enemigo. –Abundante documentación en ‘La Raza Catalana’ I y II, de Francisco Caja, Ediciones Encuentro-.

No es progresista abrazar ideologías que consideran a unos individuos superiores a otros, que buscan y rebuscan para utilizar factores genéticos, étnicos y lingüísticos, como fuente de derechos y reconocimiento de superioridad, lo progresista es luchar contra ello, para empezar denunciándolo. Una persona que se quiera progresista no puede dejar de criticar los objetivos y los medios independentistas, no puede callar ante las mentiras vertidas en sus campañas de propaganda, porque el ideal de la razón y la ciencia no deben esconderse ante la realidad. La búsqueda de datos debe estar presente ante las ideas de: ‘España nos roba’, ‘Cataluña es una colonia’, ‘Los catalanes carecemos de derechos civiles’… defender la mentira para identificar problemas y la magia como solución de los mismos, formó siempre parte de la carcunda. Durante años hemos escuchado a simpatizantes del independentismo que pretendían salvar su conciencia proclamando ‘yo no soy nacionalista, pero’… exactamente igual que cuando oímos aquello de ‘yo no soy racista, pero esos negros…’ Apoyar, por acción u omisión, que andaluces y extremeños, murcianos y castellanos, gallegos y cántabros… explotaran durante años a los catalanes es pura basura, carcunda.


lunes, 8 de febrero de 2021

El proceso de secesión: (I). No es democrático

 


EL PROCESO DE SECESIÓN. NO ES DEMOCRÁTICO

INTRODUCCIÓN

''En una democracia se trata de ser solidario con todos tus conciudadanos. Aceptas a todos sin atender a sus orígenes, su idioma o su religión. Y el secesionismo es lo contrario. Con el secesionismo eliges a quiénes quieres mantener como conciudadanos y a quiénes quieres convertir en extranjeros…'' Stéphane Dion impulsor de la Ley de Claridad en Canadá.

La democracia está desapareciendo de los alrededores del independentismo. No es democrático pretender derechos para unos pocos dejando tirados al resto, y de eso se trata cuando se intenta la secesión. Una separación de Cataluña del resto de España comportaría inmediatamente la salida de la Unión Europea, lo cual supondría privar de los derechos europeos a más de la mitad de la población catalana. Por descontado una autodeterminación de Cataluña y su inmediata puesta en marcha de fronteras, no solo físicas, implicaría despojar de los derechos en cuanto españoles de la mitad de los catalanes. Les aseguro, por todo lo que llevamos visto, que los derechos en cuanto españoles, son muy superiores a los que tendrían en cuanto solo catalanes.

Supongamos que la lucha por lograr el divorcio, como derecho democrático, hubiera supuesto la obligación de divorciarse para toda la población, y además obligarlo a fecha determinada, de tal manera que el derecho a divorciarse para algunos, supondría para otros quitarles derechos a no hacerlo, al menos en ese momento. Imaginen lo absurdo de una parte que obligue al conjunto a aceptar como derechos exclusivamente sus preferencias identitarias, a fecha precisa y concreta. Así es como funciona el independentismo, pretender lograr un derecho para algunos, arrebatándoles otros derechos a la mitad de la población, derechos hoy recogidos en la Constitución y en la legislación europea.

Hasta tiempos recientes la lucha por incorporar nuevos derechos democráticos no ponía en cuestión derechos anteriores de las personas que los tuvieren y no pretendieran ejercer los nuevos derechos. En democracia era compatible un derecho nuevo para algunos, con el mantenimiento del derecho a no obligar para otros conjuntos. El ejemplo del divorcio es claro, como lo es la despenalización del aborto en determinadas condiciones, lo cual no obliga a toda la población a abortar. Así ocurre también con el derecho a casarse entre personas del mismo sexo o en general los derechos de colectivos LGTB. En ningún caso los nuevos derechos suponen obligación de practicarlos por los ciudadanos que tuvieran otras identidades.

En el caso de las actuaciones nacionalistas, independentistas, nos encontramos en una situación anormalmente antidemocrática aunque es abrazada por apoyos muy diversos, algunos entre los cuales hay sectores de izquierdas que olvidaron la universalidad de los derechos en unidad de libertad, igualdad y fraternidad o solidaridad. Los derechos universales que puso en marcha la Revolución Francesa apartaron, dejaron a un lado los derechos de antigüedad y linajes, por nacer de una familia con determinados apellidos no tendría por qué tener mayores derechos, lo cual se olvidó hace tiempo en Cataluña. La secesión obliga a todos, quieran o no a tener la misma historia asumida, las mismas preferencias, mismo idioma, o de lo contrario ser considerados traidores, y por tanto relegados y/o apartados del conjunto social.

Los derechos universales, iguales para todos, hace tiempo que están aumentando solo para los indepes a costa de disminuir para los catalanes no indepes. Los nacidos en Cataluña, ellos los consideran catalanes de primera o de segunda, en razón a su lucha por la independencia, por su linaje, dependiendo de sus apellidos, en función del uso del idioma catalán, mejor si es exclusivo. Igual les dará que todos hayan nacido en Cataluña y que todos paguen impuestos, igual dará que todos estén amparados y sometidos a iguales leyes generales y derechos constitucionales y europeos, los mejores puestos de mando, de decisión y representación social encontrarán una primera criba en linaje, apellidos e idioma.

Por ejemplo, si miramos en el Parlament comprobaremos que los representantes son cerca de un 80% catalanohablantes, mientras que en la sociedad son solamente un 37%. Aunque la mayoría de los apellidos en Cataluña sean similares a los clásicos de toda España, ‘’hemos constatado que un grupo de familias con apellidos que sólo están presentes en el 13% de la población catalana copan el 40% de todos los cargos políticos catalanes’’ además hay un 71% hombres y 29% mujeres, en ‘Radiografía de la clase política catalana’, estudio realizado por Convivencia Cívica Catalana sobre 13.456 cargos políticos catalanes. Existe una clara sobre-representación que muestra la otra cara de la misma moneda, represión a los castellanohablantes que son el 48%. Esto es parecido a lo que ocurría con los derechos del antiguo régimen, aquí asumidos por el independentismo.

Aunque el uso del idioma se defendió en el pasado con el argumento del derecho internacional a usar la lengua materna, desde hace años, el idioma común mayoritario entre la población catalana, procedente de lengua materna es el castellano, que ahora se persigue y reprime. El doble rasero se aplica, antes valía el argumento, pero ahora para aplicarlo en general ya no vale porque perjudica la dominación. Al repasar cifras de las élites catalanas en cualquier lugar de poder político, encontramos una enorme desproporción entre las categorías mayoritarias en la sociedad y sus representantes.


viernes, 5 de febrero de 2021

Un poco de pasado reciente

En ocasiones conviene frenar un poco la alocada carrera de denuestos, insultos, búsqueda de culpables, protestas a cada cosa... y volver la vista atrás, para recordar la crisis anterior, de la que venimos sin apenas corrección para darnos de bruces con la mayor crisis que podríamos haber imaginado, la actual, que puede hacernos papilla, si no somos capaces de olvidar, muchos de nuestros particulares sueños. Todos, empezando por usted y por mí. Con la fragmentación actual, ninguna fuerza tiene capacidad por sí sola para conducir hacia la salida. Sin acuerdos amplios no salimos de ésta. No lo duden. La crisis en la que estamos instalados es muy superior a la anterior, y aumentará, crecerán el paro, las insolvencias, los cierres de empresas, las quiebras, las deudas privadas y públicas, todo el mundo quiere que le salven, todos los sectores productivos, todas las empresas... aumentarán considerablemente el déficit público y la deuda española, por mucha ayuda europea que tengamos, como hasta ahora, no será suficiente si no empezamos a comprender que hay que irse preparando para tapar vías de agua que se abren por todos lados, lo cual solo será posible con acuerdos amplios. En un mundo globalizado como el actual, con tantos nacionalismos, particularismos y localismos identitarios, continuaremos cayendo, llegaremos a estrellarnos al fondo del barranco. (A continuación unos párrafos de mi trabajo 'El poder de los mercados. Y los españoles', escritos en 2013). 

Grandes cifras de cambios globales se suceden. Múltiples siglas de productos financieros pululan por el mundo desde los años ochenta, con crecimientos espectaculares desde entonces propiciado por los cambios globalizadores que permiten interconectar el planeta en tiempo real y facilitan el transporte –los contenedores son un enorme cambio globalizador- lo cual amplió el comercio mundial de mercancías, servicios y movimientos de personas. Y ello en un mundo que explotaba de crecimiento como nunca antes; los precios del petróleo pasaron de 10 $ barril en 1999 a 147 $ en 2008, lo cual llenó de divisas a los productores que para rentabilizar debían prestar en los mercados, entre el 2000 y 2006 el PIB mundial se dobló, pasó de 36 Billones  de dólares a 70 Billones, -a pesar del gigantesco destrozo de activos de las puntocom y del resto de crisis asiáticas- El comercio mundial creció un 140%, muy por encima del doble, pero los flujos de capital lo hicieron ¡por encima del doble del comercio, o sea 4 veces! llegando a representar un volumen equivalente a 70 veces el PIB mundial, -El volumen de negocio de los mercados de deuda pública se multiplicó por 4, el de acciones por 9, el monto de divisas negociado en un día del 2006 era 60 veces superior al comercio mundial y 800 veces superior a la inversión extranjera directa. Manuel de la Rocha y Doménec Ruiz- El crecimiento impulsó enormes cifras de consumo energético, exportaciones, divisas concentradas en los países emergentes y necesidad de prestarlas, necesidad de moverlas para rentabilizarlas, necesidad de préstamos en Occidente…

 Los mercados financieros no son una revolución que acabe con la explotación, el hambre, las injusticias, o la barbarie humana, al contrario, pueden suponer una contrarrevolución, que reduce la influencia del poder político aumentando considerablemente la fuerza del económico, derribando los equilibrios conseguidos en Occidente hacia la mitad de siglo anterior, lo cual amplifica las lacras que fueron frenadas en parte en la Europa posterior a la II Guerra Mundial y que han sido aceleradas por la incorporación al proceso de globalización de las otrora revoluciones de China y Rusia junto al resto de países emergentes. Esta sociedad en que vivimos, es otra versión del capitalismo, muy diferente a aquella versión socialdemócrata que conocimos en la Europa de posguerra, durante la segunda mitad del siglo XX, en la que se demostró que decenas de millones de trabajadores en diferentes países relacionados políticamente, podían vivir de otra manera y producir con mejores condiciones de trabajo, educación, cultura, salud, y tener amplias libertades, como nunca fue experimentado en ninguna otra parte del mundo.…/…

Los países emergentes ya representan cerca de la mitad de la actividad económica mundial y 2/3 de las reservas de divisas, y no se puede descartar un frenazo repentino por los desequilibrios internos y de sus balanzas, como consecuencia de su prolongado crecimiento que deberán digerir para estabilizar desajustes y burbujas, de las que China tiene unas cuantas, en viviendas, infraestructuras, créditos……/…

A España le afecta la globalización, los emergentes y los mercados; y la crisis de la socialdemocracia, tanto en su aspecto mundial, cuanto regional. En Europa existe una relación similar, Centro-Periferia a la de EEUU-reto del mundo, respecto al ciclo de desequilibrios de balanza por cuenta corriente, el exceso de ahorro del centro se convirtió en abundantes préstamos a la periferia, lo que aumentó las compras de la periferia al centro, mientras alimentaba las burbujas. Añadamos nuestros particulares demonios nacionales, y la suma arroja múltiples fuerzas que superan el ámbito nacional, …/… 

A lo descrito anteriormente, podríamos ampliar tanto como quisiéramos acercarnos a la realidad, añadiendo a cada grupo sectorial su carácter nacional, o regional; la posibilidad de alianzas estables o no… intersectoriales, interclasistas, de género, de grupos de edad,… o acuerdos puntuales o estratégicos entre sectores, naciones, partidos, etc. las combinaciones pueden ser abundantes respecto a los protagonistas en nuestro entorno. Estas fuerzas intervienen en los mercados y también los cambios demográficos, que modifican pautas de consumo y futuro, metan el poder de las multinacionales emergentes en los desarrollos regionales, y los capitales de nuevos multimillonarios y mafias mundiales, las extensas reservas de divisas que se mueven por los mercados escapando de gobiernos y modificando relaciones en el planeta, añadan su competencia directa, industrial, tecnológica, agraria, pesquera, logística, y militar… y entenderán la obligación de cambiar arquetipos sociales que desde hacía tres décadas estaban en equilibrio, inestable. Estamos metidos en una batalla por reequilibrar los poderes mundiales que por el momento parece viran hacia el Pacífico. … 

El magma de los mercados, los emergentes y la globalización está detrás de la inmensa crisis que padecemos en España condicionando las posibles alternativas que no podrán ser como las anteriormente conocidas y que dependerán no solo de nuestro nuevo contrato social nacional, sino de nuestra capacidad de crear una fuerza configurada en torno a la eurozona, la UE o una de las otras alternativas que se barajan: dos euros, uno fuerte y otro débil, norte-sur, una UE sin el Reino Unido y sus aliados, una organización reducida del sur, coaligada, con la otra eurozona… 

En la antesala de enormes transformaciones europeas que empezarán a cambiar España, dirigidas sin cortapisas por el PP, pasamos revista a la situación crítica que vivimos. Es preciso hacerlo porque: unos, los ganadores y sus voceros, acaban de descubrir que la crisis que padecemos -y lo que te rondaré morena- tiene componentes internacionales que pesan sobremanera en nuestras vidas. Ahora vemos que tertulianos y teles, prensa y radios afines, cambian de soniquete, ya no estamos así solo por el Presidente del Gobierno, sino por Europa y el mundo.

Otros, los perdedores, -las izquierdas- olvidaron de forma suicida durante años, anteriores y posteriores, que aquí teníamos una crisis específica, -la prueba, 5 millones de parados- al margen de la recurrente crisis financiera internacional. En la reciente campaña electoral insistían en la crisis internacional, olvidando la particular, (es curiosa la insistencia de las encuestas de opinión cediendo el protagonismo a lo interno o externo en función del voto azul o rojo). Y otros, porque insisten en explicarlo todo con dos frases sobre lo malo que es el capitalismo y la ofensiva neoliberal, mientras la realidad se va transformando sin que hagan nada para modificar su rumbo. En España han confluido tres grandes tormentas que zarandean a los españoles, las tres condicionan nuestra vida, se entrelazan y dificultan las salidas no solo por la diversidad de intereses en conflicto, también porque las decisiones resultan contradictorias, combatir el déficit implica recesión, mayor paro, abre las puertas a mayor gasto y menores ingresos, lo cual lleva a crecimiento del déficit:

1) Ha estallado una crisis financiera internacional, surgida en las entrañas del sistema financiero, lo que algunos para reducir, llaman la crisis de las hipotecas subprime. Se produjo el sobrecalentamiento, o gran apalancamiento crediticio del sistema financiero occidental en EEUU, RU, y los países avanzados europeos. 

La crisis deja tocado el sistema mundial, desapareciendo el crédito a empresas y particulares, lo que lleva al mundo a una recesión que, para evitar convertir en depresión, los gobiernos mundiales realizan las mayores inyecciones de dinero público que jamás vio la historia, no solo para proteger y salvar entidades financieras, sino para hacer funcionar la economía e impedir una depresión.

2) La crisis del euro. Afecta específicamente a los 17 países de la eurozona e influye poderosamente en el resto de los 27 y puede arrastrar al resto del mundo comenzando por EEUU. Los aspectos particulares europeos son, la crisis de la deuda soberana y quiebras de algunos países y su estrecha relación con la banca europea que financia estos procesos, que ya estaba herida por la crisis global. 

El tratamiento de la crisis en Europa implica inmensas ayudas públicas, en menor cuantía que EEUU, pero del mismo corte aparente, con un aspecto esencial diferenciador, el empecinamiento de los países del norte, que hoy dirigen la eurozona, en el urgente equilibrio fiscal, eliminación de los déficit públicos en 3 años, lo cual obliga a drásticos recortes y a suprimir estímulos de desarrollo que conducen a una paralización de la economía que agrava el problema del pago de la deuda y profundizan la crisis política acercando Europa al abismo. Todo se hace difícil por los problemas de diseño imperfecto del euro, sin Tesoro ni fiscalidad común, con un banco central especial que tiene solo el objetivo de control de inflación, y no el desarrollo económico, no es prestamista de último recurso, como el resto de bancos centrales que sustentan y apoyan cada moneda, así surgen problemas de gobernanza, de lentitud y complejidad en la toma de decisiones en el área euro (17), que afectan al resto de la UE (27), lo cual alarga los problemas y favorece la especulación a gran escala.

3) La gran olvidada por casi todos los agentes políticos y mediáticos, la crisis propiamente española, nuestra burbuja inmobiliaria y de crédito que nos llevó a tener una de las mayores deudas privadas del mundo, es por ello que se dice que vivimos por encima de nuestras posibilidades, ya que gastamos por encima de lo que teníamos, tuvimos que recurrir a préstamos, la mayoría extranjeros, para vivir como lo hicimos durante años, empresas y particulares y sector financiero que tuvo que endeudarse en el exterior para prestar en el interior.

Dinero que con el inicio del euro 1999, manaba procedente de bancos europeos (alemanes y franceses) a bajos tipos de interés, en relación a los tradicionalmente pagados por los españoles. La prima de riesgo pone el coste de la financiación a niveles de país antes del euro, distinguiendo precios diferentes dentro de la eurozona, rompen el esquema de igualación teórica inicial, para economías tan diferentes.…/…

Los cinco millones de parados, nuestro signo altamente diferenciador y particular, muestran que la crisis española escondía en sus entrañas grandes desequilibrios, en la balanza de pagos, déficits por cuenta corriente, y una gran pérdida de competitividad, provocado por un modelo productivo dirigido al crecimiento rápido, generador de poco valor añadido, (especulativo, corrupto, degradante del territorio, insostenible) que llevaron a enterrar en arena y ladrillos colosales cifras de euros que no teníamos. Desequilibrios que tradicionalmente se resolvían devaluando la peseta, empobreciendo al país interiormente respecto al resto del mundo, con el euro no es posible, por lo que el empobrecimiento se realizará vía salarios. O aumento de competitividad, mejorando el resto de factores que intervienen en el modelo productivo para que seamos capaces de vender más barato mejores productos y servicios.

Cuando nuestra particular burbuja estalla en el 2007 el estado deja de ingresar grandes cantidades, al tiempo que los gastos por ayudas crecen velozmente, el paro sube rápidamente procedente de la construcción y después de las industrias auxiliares, cae el consumo y comienza nuestra recesión afectando a todos los sectores, a la que se enfrentará el Estado con aumento del gasto público. La situación cambia radicalmente en menos de 3 años, desde un superávit cercano al 2% hasta un déficit mayor del 11%. Con un PIB, por redondear, de un billón de euros, supondrá más de cien mil millones de euros de diferencia entre ingresos y gastos anuales. Nos gastamos 110.000 millones que no tenemos, y que hay que pedir prestados al exterior, y aquella deuda pública que era de las menores del mundo, empieza a crecer rápidamente causando alarma a nuestros prestamistas, máxime cuando se junta a la mayor tasa de paro del mundo occidental, el 20%, y a nuestras dificultades futuras de crecimiento, visibles en la caída de competitividad y en nuestra falta de recursos para estimular la economía.

miércoles, 3 de febrero de 2021

Exilio moral de Iglesias. Teodoro León

 El exilio moral de Iglesias... en Cataluña. Teodoro León Gross. 22-01-21

Hay demasiados paralelismos entre el nacionalpopulismo ‘procesista’ y el nacionalpopulismo ‘trumpista’

No deja de asombrar la naturalidad con que algunos aplauden a rabiar los mensajes inaugurales de Biden como verdades reveladas en el Monte Sinaí —unidad nacional, defensa de la Constitución y de la democracia demasiado frágil, valor de la verdad frente a los hechos alternativos…— sin percibir contradicción alguna con seguir defendiendo las virtudes del procés. Sin establecer un paralelismo, hay demasiados paralelismos entre el nacionalpopulismo procesista y el nacionalpopulismo trumpista como para soslayar la cuestión: el desprecio por la legalidad, la refutación del Estado de Derecho, la fabricación de verdades.... asuntos medulares, pero ahí siguen erre que erre, como si pudiera convivir la denuncia radical del trumpismo con la defensa apasionada del procesismo.

Claro que, puestos a asombrarse, nada como ver ahí a un vicepresidente del Gobierno de España. Al cabo, en Cataluña llevan muchos años confundiendo territorio y verdad, urnas de Todo a 100 y democracia 100%, entre ficciones históricas y consignas vía TV3; pero Iglesias equipara a Puigdemont y los exilados del franquismo. Este periódico le invitaba a rectificar; pero él, atrincherado en Twitter, replica que no va a “criminalizar el independentismo”. ¿A quién se le hubiera ocurrido pedirle que respetase una sentencia del Tribunal Supremo? En todo caso, nadie le reclamaba eso, sino rectificar la comparación de un golpista que huye de la legalidad con ciudadanos de un régimen legal que huían de golpistas. Eso es una frontera moral.

Resulta ilusorio que Iglesias vaya a rectificar, salvo cálculo posterior. Él sabe que su criterio del exiliado podría incluso servir para García Juliá en sus décadas brasileñas, después de los crímenes de Atocha desde ideas ultraderechistas. Iglesias no es un ignorante y tampoco un estúpido; lo que deja poco margen a la interpretación. Sin duda cree que el nacionalismo catalán le fortalece, y además está en vísperas electorales: a diferencia de Galicia y Euskadi, su legislatura está agotada; carece de presidente investido; no hay confinamiento completo... Iglesias, en fin, actúa calculando el beneficio electoral, y el coste moral le resulta irrelevante.

El pragmatismo populista resulta peligroso. Lo ocurrido en EE UU hubiera podido ser un buen espejo para valorar, más allá de la literatura académica, cómo se degradan las democracias, y quiénes. Sin embargo, para el populismo maniqueo de buenos y malos, de conmigo o contra mí —lejos de mensajes complejos para adultos— Biden sólo es el Antitrump. Nada importa su defensa del Estado de Derecho, bah; su concepto de estrategia nacional, aquí desarmada; la separación escrupulosa de poderes, mientras aquí a La Moncloa le cae una denuncia del Poder Judicial por amplia mayoría; o que la portavoz de la Casa Blanca proclame “siento un profundo respeto por la prensa independiente en democracia”, mientras aquí el segundo partido de la coalición hasta publica un panfleto para atacar a periodistas y periódicos. Acabado Trump, ya nada de esto importa. Para el seriófilo, sólo es un capítulo acabado. A otra cosa.

 

lunes, 1 de febrero de 2021

Exilios. Jorge M. Reverte a Iglesias

 Exilios.Jorge M. Reverte. 22-01-21

No hay que hacer introducciones muy largas. Si queda tiempo, lo razonamos. Pablo Iglesias tiene poca inteligencia, o es poco leído

Hasta tal punto lo es que cabe preguntarse si un Gobierno de coalición que le tenga como vicepresidente es sostenible. Lo es difícilmente, si nos fijamos en la seguridad con la que se mueve mientras dice la gran vulgaridad de que él no va a ser un criminalizador del independentismo.

Al parecer, nadie le pedía eso. Y, también al parecer, lo que le falta al líder de Podemos es alguna lectura sobre el final de la Guerra Civil que le cuente por qué y de qué huían los más de 400.000 republicanos que cruzaron hace 82 años la frontera con Francia. Le avanzo, por si se decide a leerlo, una cosa: no era del Estado de derecho de lo que huían.

Quizás le pille muy lejos esa fuga, y es posible que demasiado cerca la de Puigdemont.

Mientras, no le vendría mal a Pablo Iglesias leerse un libro en el que su autor, Carlos Sebastián, ha gastado unos años de su vida para mostrar, felizmente a mi juicio, que el capitalismo bajo cuyas leyes nos regimos, ha generado durante el siglo XXI más desigualdad de la que había antes con un menor dinamismo social a cambio: El capitalismo del siglo XXI (Galaxia, 2020).

A lo mejor en ese campo se manejaba de forma más eficiente Iglesias que en el terreno siempre agreste de la historia reciente.

Las batallas que tienen que librarse aún en el seno del propio Gobierno son muy jugosas, con una enorme cantidad de prisioneros por capturar. ¡Y de los propios, que valen más! No puede haber nada más satisfactorio que presentar las cabezas de quienes se han opuesto a los designios de Iglesias.

Los avances del Gobierno han sido, según su vicepresidente, frutos de sus iniciativas, que han vencido las resistencias de la socialdemocracia en cada ocasión. Ahora se trata de algo que puede significar millones de votos: la cuantificación del coste de las pensiones. De nuevo, Escrivá y los socialdemócratas contra los revolucionarios genuinos que encabeza Iglesias.

Todo está en el libro de Carlos Sebastián. Todo, menos la manera de afrontar la historia por un progre. Es una desgracia, pero ya les ha pasado a otros antes: no hay manera de hacerse amiguito de fascistas étnicos, como pretende Iglesias.

Algo tendrá que leer.