martes, 24 de abril de 2018

lunes, 9 de abril de 2018

España. Antiguos pobladores. Fortaleza Califal. (y 3)


La Península Ibérica existe en cuanto suelo desde hace millones de años y lleva poblada probablemente cientos de miles de años, -hace 500.000 los pitecantropienses, 200.000 los Neandertal, 40.000 Homo sapiens, según J. Vicens Vives-.

Sabemos que en la Península vivieron pobladores de procedencias distintas desde hace 3.000 años, -Si miramos Atapuerca desde mucho más atrás, hasta 780.000 años- J. Vicens Vives en Aproximación a la Historia de España, 7ª edición de 1970,  reseña la cohabitación de pueblos: indoeuropeos, argáricos, fenicios, -tartesios-, helenos, iberos, celtas, celtíberos, cartagineses; y romanos que durante cientos de años compartieron con pueblos germanos; francos, suevos, alanos, visigodos. Y naturalmente, árabes –con sirios y bereberes- y godos; musulmanes y cristianos, y sus mezclas mozárabes, convivieron cientos de años.

Algunos individuos todavía hoy quieren identificar como extranjeros a esos pobladores, dado que no eran españoles, no existían. Imaginan una especie de españoles propietarios de aquel territorio, y ellos como si fueran sus descendientes con todos los derechos, -¿de qué, por qué?-, españoles invadidos por tropas extranjeras fueran fenicios, cartagineses, romanos, visigodos o árabes.

Esa idea está muy alejada de la realidad, todos los territorios del mundo se fueron poblando por distintos pueblos, en principio parece que procedentes de África, y los españoles actuales somos mestizos, mezclas de todos los pueblos que ocuparon, invadieron, migraron, o simplemente pasaron por aquí. Recientes estudios basados en el ADN, datan genes de Flandes en casi la totalidad de habitantes de algún pueblo andaluz.
Así que españoles fueron todos antes que nosotros, nacieron y vivieron aquí, construyeron caminos, ciudades, plantaron especies arbóreas, araron campos y cuidaron ganados, guerrearon, vivieron y murieron en Iberia, Hispania, España, o como se llamara en aquellos tiempos.

Desde diversas aceras, unos y otros pretenden defender derechos basados en sueños antiguos y tradiciones inventadas, imaginan pueblos puros sin mezcla, homogéneos en sus intereses, ideas y pretensiones, lo cual será raro más allá de comer, vestirse y tener un techo, llegan hasta imaginar maravillosos campesinos y señores democráticos, en instituciones de hace 500 años que contraponen a la democracia actual.

Disfruten de las culturas que pasaron por aquí y de lo que dejaron.