domingo, 28 de junio de 2020

A pesar de todo, no somos tan diferentes

Pasada la primera batalla contra el covid-19, parece momento de continuar este trabajo de mostrar comparativas internacionales sobre el grado de desarrollo de la democracia española, al tiempo de ejecutar otras miradas a situaciones del presente tanto como a rasgos de la historia y mitos, que en ocasiones parecen acomplejar a españoles al compararse con otros europeos. La publicación del libro ‘C de España’, se toma como senda para trabajar algunas posturas negativistas de la historia española, proyectando otras miradas sobre España, tanto desde dentro como desde fuera, contextualizando y comparando con otros países. Se pretende mostrar la inserción internacional, tanto en el pasado como en el presente y lo alejada que se encuentra de imágenes y enseñanzas de Franco. La realidad, los datos, ponen en duda ideas genéricas respecto a que España tiene un problema con su inserción internacional, porque sigue las enseñanzas de Franco. Y que ‘Fuera, la percepción existente sobre nuestro país no es buena.’ Tal como si la situación actual fuera similar al bloqueo de postguerra.

Afirmaciones como las anteriores se creen y difunden sin demostración documental, forman una corriente de opinión manifestada en una sucesión de mensajes dejados caer de vez en cuando, conformando una idea preconcebida, sobre la deficiente democracia española asimilándola al franquismo. Dichas frases sueltas forman parte de una teoría, conforman una postura política que recorre sectores de la sociedad española, con la idea esencial de afirmar la baja calidad de la democracia a la que consideran un régimen, pretendiendo descalificarlo incluso con esa denominación, asimilándolo al Régimen, este sí reconocido, de Franco, a su vez unidos ambos en esencia a un pasado español, carpetovetónico, clerical, opresivo, represivo de libertades, bañado de enorme corrupción… -y en el que según ellos, no participaron los nacionalismos periféricos-. Visto lo cual la gente se pregunta ¿para qué defender esta democracia?

El desprecio por la democracia española, su minusvaloración es un grave problema, porque la está dejando en manos de la derecha y derechona, si su defensa no entra en los ideales de unos, otros se harán sus dueños, así la Constitución está pasando a ser propiedad de Aznar y su FAES, cuando fueron enemigos acérrimos de la misma, de lo que significó y de todos aquellos que lucharon por ella. Este es un problema político de primer orden. Denigrar la democracia y hacerla aparecer como similar al pasado ante una generación que no conoció el franquismo, es un error inmenso, todo lo logrado parecerá caído del cielo, o realizado por ellos, las nuevas generaciones interpretarán que lo que disfrutamos es lógico disfrutarlo en toda sociedad, incluso le adjudicarán al franquismo la realización de esta realidad, como vemos en muchas ocasiones en las redes sociales.

Una frase que podría ser tomada como una tontuna, conviene tomarla en serio cuando vemos forma parte de un conjunto de ideas que sintetizan la teoría del esencialismo de los españoles, como si estuviera predeterminado en nuestros genes la baja calidad democrática desde cientos de años atrás hasta hoy. Dos aspectos fundamentales conviene desarrollar, uno es la idealización de la democracia como sistema, que conlleva como anexo idealizar las otras democracias, mientras la nuestra es mala, o de baja calidad, las otras son buenas, o mejores, lo cual habitualmente se afirma sin entrar en comparaciones concretas, se destacan uno o dos aspectos que pueden contraponer a los nuestros, pero sin vivir diariamente en esos lugares, sin repasar ni estudiar sus contradicciones particulares es difícil sostener que sean mejores. Las basuras o defectos de cada lugar se tapan u ocultan, no aparecen en los análisis y por descontado en una sociedad tan poco proclive a la lectura, solo queda la idea simplista recogida en una frase o renglón.

El otro aspecto a considerar tiene que ver con el repaso que debemos a la historia de España, tan falto en los escritos de nuestros intelectuales y políticos de hechos concretos, escritos que en gran parte se apoyaban en opiniones más que en datos constatables y documentos originales. La tradición de doscientos años de dictaduras y sombras de nuestra historia, que se toman como ejemplo y/o muestra de un determinismo que lleva lo español al pozo de la historia sin remisión, por lo que la realidad actual estaría preñada de basura que habría que destruir, oculta la otra cara de la misma moneda, que hubo luchas implica resistencia, lo cual significa enfrentamiento de ideas y fuerzas diferentes en el mismo territorio, son las luchas entre lo nuevo y lo viejo, por la libertad y por la mejora de condiciones de vida, como en el resto de Europa.

El sentido de las consignas que aquí se reflejan, no encuentran apoyo en la realidad, suenan a antigualla anclada en el franquismo que muchas veces se embellece al hacerlo coincidir con el presente, lo que conduce a una nebulosa de inconsistencias. Suena a idea anclada en el franquismo porque la realidad actual en múltiples enormes diferencias, aspectos que en este trabajo se manifiestan como comparativas o desarrollando otras miradas sobre pasado y presente, muestran una realidad muy alejada de aquella sociedad franquista. Como otras ideas o consignas que se difunden a menudo, representan una postura política que, si resaltara solamente elementos negativos de la sociedad española, estaría falseando la realidad. Resaltar las sombras sin dejar claro la sustitución a favor de qué luces, es una práctica poco útil para mejorar, poco ilustrada, sin buscar alternativas para corregir los defectos que se exponen beneficia a sectores derechistas, siendo práctica habitual en redes sociales y comentarios de bareto, debería ser impropia de intelectuales, activistas, o políticos.

Este trabajo pretende mirar de otra forma la historia de España y mostrar otros datos, otras interpretaciones, sin el complejo de inferioridad que parecen sufrir muchos españoles, a tenor de sus repetidas manifestaciones poniendo en cuestión la democracia actual como heredera directa del franquismo, al tiempo que consideran al resto de democracias europeas fuera del influjo de sus fascismos e imperialismos. Conviene realizar otras miradas sobre pasado y presente de España que permitan mostrar errores y corregirlos sin flagelarnos y ponerlos en contexto socio espacial. Como sucede en todos los países europeos. Esa postura política, ideológica, filosófica, que considera la historia de España un caso excepcional en Europa, aparte de falsa, contribuye a hundirnos dejando en manos de la derechona, nacionalismo excluyente, la elaboración de un discurso carca, la interpretación de nuestra historia de forma unidireccional, permitiéndoles calificar y definir interesadamente a los españoles, nuestro pasado y por ende nuestro futuro.

Ni fuimos una excepción de maldad en el pasado, ni lo somos ahora, las luchas religiosas en toda Europa lo atestiguan, las brutalidades internas en cada país, la represión de sus inquisiciones particulares, la persecución de minorías, fueran gitanas o judías, católicas o protestantes, la explotación colonial, los fascismos… es una constante en la historia europea. La historia está repleta de luces y sombras en cualquier parte, en cualquier época, de cualquier persona o país, sacar solo la parte de las miserias no refleja correctamente la realidad, y facilita la labor de un nacionalismo excluyente, deja el campo libre para que se apropien de lo construido por el conjunto de la sociedad con tanto esfuerzo y sufrimiento.

Cualquier sociedad en cualquier época tiene miserias, todos los individuos podemos chocar con el estado en uno u otro momento, montones de veces en cualquier país, pero si etiquetamos solamente así las sociedades, apoyados en montones de tópicos sin apoyaturas en datos, no se salvará nada ni nadie. No hay ninguna sociedad a salvo, nada más que las nuevas, los adanismos nacientes, pero, los recuerdos de las utopías pasadas deberían prevenirnos de los desmanes del ser humano tanto allí como aquí. Los de allí fueron descomunales. Mejor arreglar lo que tenemos que destruirlo todo.

jueves, 25 de junio de 2020

La pandemia ha puesto de relieve muchos defectos

La pandemia ha sido muy grave, ha puesto de relieve muchos de los defectos institucionales del estado y los peligros de las redes sociales como creadores de opinión. La gente se cansa, está hasta el gorro, no es extraño que vuelva el no tenemos remedio y muchos se retiran lamentándose ¿Qué he hecho yo para merecer este castigo? Sí, quizás este no sea momento adecuado para seguir con el trabajo de apartarse de los árboles para ver el bosque, o quizás sea el momento indicado para mirar con proyección de largo plazo, quizás sea el peor momento para dejar a un lado tanta brutalidad cainita de las derechas españolas y apartar la vista del árbol para mirar el conjunto, o quizás sea buen momento. Quizás por ello aparezca la necesidad de alejarse un poco de lo cotidiano, del enredo diario, igual que hacemos cuando viajamos al extranjero y poder mirar España y lo español desde la distancia, algo que permita encajar nuestra realidad de manera distinta a como si estuviéramos siempre hundidos en el barro.

Desde la distancia se relativiza todo, no es que mejore nuestra situación, sino que podemos contextualizar y entender que no somos únicos, es global el momento de acoso a las democracias liberales o representativas, las derechas cavernícolas europeas campan por todos los países, los ultranacionalistas crecen en Europa, las derechas cainitas se movilizan por todos los países, crece la crispación mundial   cientos de millones de personas en el mundo soportan a los anti-ilustrados y las religiones, que gobiernan en muchas partes, en países y en instituciones.

La traición del PP actual, de las derechas españolas, aliándose con los holandeses -un paraíso fiscal frecuentado por corporaciones españolas- y uniéndose a partidos de otros países del norte de la UE para poner dificultades a las ayudas comunitarias destinadas a España, con el objetivo de encarecerlas e impulsar exigencia de recortes, que España se hunda, luego ellos aparecerán como salvadores, eso decía Montoro en la anterior crisis. Es terrible, pero necesitamos mirarlo con perspectiva para sobrevivir, necesitamos mirar con distancia para resistir. Ni siquiera eso de las traiciones es nuevo; Franco, la iglesia, las derechas, los adinerados, ya traicionaron su patria y a los españoles aliándose con los nazis alemanes y fascistas italianos, para matar españoles. Tampoco fue nuevo en Europa, los franceses fueron traicionados por el gobierno de Vichy aliado de los nazis, o los noruegos, o los nazis checos, rumanos, polacos, austríacos u holandeses… Sí, también lo hicieron las élites nacionalistas periféricas, traicionaron a la República, a los españoles, a vascos y catalanes, intentando pactos con los nazis alemanes y los fascistas italianos. Lo siguen haciendo, partidos fascistas europeos participan en las marchas nocturnas con antorchas junto con los independentistas catalanes actualmente.

No sentirse protagonista, constructor de esta sociedad, regala ventajas a las derechas, deja el terreno libre a la reacción, que se intentará apropiar de lo construido, les entrega la democracia, la historia y su narración, aquí estamos llegando a un punto en el que parecen ser ellos, la derechona, los creadores y defensores de la Constitución, cuando precisamente a ellos les fue arrancada. Ahora aparecen como si fuera suya, como si fueran los creadores de esta sociedad, se aprovechan del abandono de algunos que lucharon contra la dictadura. Desde la Transición, algunos sectores antifranquistas no se sintieron protagonistas de aquella nueva sociedad que se configuraba como resultado de las luchas de fuerzas muy diferentes, no apoyaron la democracia por considerarlo poca cosa en relación a sus utopías. Así fueron dejando el camino expedito para quien quisiera ocuparlo con sus banderas y cuentos. El error de ese abandono es tan grande que, para muchos jóvenes de hoy, los resultados de la democracia fueron logrados por los franquistas, cuando no directamente por Franco.

La idea de asimilar esta sociedad democrática a aquella vieja dictadura se manifiesta habitualmente entre algunos sectores de izquierdas, se materializa en escritos, libros e intervenciones políticas, la idea de que esto no sirve y por consiguiente habría que derribarlo, cala en gentes que por consiguiente no ven razones para apoyarlo, la lista de negatividades es amplia, y una de sus consecuencias es el eslogan de todos son iguales, en cuyo caso no creen merezca la pena intentar arreglar o corregir los defectos. Por ejemplo, en Madrid decenas de miles de votantes en los barrios obreros, Orcasitas, Vallecas, Carabanchel, Usera, Villaverde… no ven razones para votar a los grupos de izquierda, la abstención tiene enorme peso, entre el 40 y 60%, mientras los barrios ricos y acomodados aumentan su participación, dando como resultado un Madrid con gobiernos derechosos desde hace 25 años en la Comunidad. Uno de los caminos del activismo político de las derechas es la crispación, lograr desanimar para impulsar la abstención de los votantes de izquierdas, cuyos resultados han comprobado son efectivos y favorables para sus intereses.

Franco murió en la cama, lo cual ciertamente fue signo inequívoco de la fuerza del franquismo, como también fue cierto que la sociedad franquista tal como era, fue rota por las luchas antifranquistas de aquellos años desde finales de los sesenta hasta los ochenta forjando como resultado una sociedad extraordinariamente diferente a la del franquismo. La nueva sociedad democrática española, no fue una revolución, pero tampoco el franquismo, inicialmente fue rechazada en algunas gentes de izquierdas, otros sectores nuevos la rechazaron posteriormente, hasta hoy mismo, porque no se ajusta a sus patrones idealizados de sociedad. Tiene defectos y hay que aprestarse a corregirlos, eso se hace considerándolo algo nuestro, si crees que es de otros uno se desentiende, mientras la derechona aprieta para hacerse con mayores cuotas de poder aprovechando los espacios vacíos. La democracia española no es la mejor del mundo, pero resiste comparaciones con aquellos países considerados primeros eslabones de la cadena. Tiene muchos puntos negros que habría que arreglar, mejor que derribar antes de pretender conquistar los cielos, sin tener ninguna garantía de que la nueva construcción lograra mejor resultado que el existente.

lunes, 22 de junio de 2020

Primera etapa del Covid19. Reflexionemos


La primera batalla del Covid-19 parece terminar, a la espera de las sucesivas este blog retomará la senda que llevaba antes de la pandemia. Probablemente estemos sumidos en un hartazgo por lo que hemos padecido estos días, otra vez las muestras salvajes de las derechas que actúan como si este país fuera solamente suyo y, por consiguiente, solo ellos tienen legitimidad para gobernar. Hasta las narices de aguantar tanta crispación, en las redes sociales, en las instituciones, entre las élites políticas, viendo las trampas montadas por variadas instituciones, judiciales, de orden público, parlamentarias, autonómicas… que controlan en gran medida las derechas a través de sus cuadros medios, cuando no directamente desde los puestos de mando, sumen la gran patronal metiendo palos en las ruedas tratando de condicionar al gobierno, pidiendo más y más subvenciones y ayudas, al Estado, ¡pero ojo! al tiempo vociferan contra los impuestos y contra el déficit, que ellos generan con sus peticiones.

Además, hemos visto la locura de medios de comunicación y periodistas fabricando teorías conspiranóicas, la traición de los llamados patriotas que en Europa se alían con los adversarios de ayudas europeas, los azuzan para que las medidas europeas contra la crisis exijan contramedidas, piden recortes, para hundir como sea al gobierno y al país, crece el odio, el resentimiento y se rompe la posibilidad de arreglar algo de lo mucho que está roto. Por la otra acera también vemos a los de ¡maldita España¡, soñando con volver cientos de años atrás a los reinos de cada pueblo para que todo sea mucho más difícil de resolver con cualquier virus, que, según sus ideas, debe ser fácil frenar su expansión ante cada frontera y más sencillo resolver los problemas de abastecimiento, los sanitarios, la educación, o los problemas del mercado de trabajo, las desigualdades. Para esa gente las soluciones parecen condensarse en su idea de avancemos regresando al pasado, ¡Vivan las tribus!

Una vez más, durante la Covid19, parecía que las costuras de esta sociedad española se romperían, resurgen viejos rasgadores que se dedican a ello con fruición, son los viejos demonios, a los que se añaden nuevos, la derechona, con sus antiguos ingredientes y los modernos ultras mimetizando al resto de ultras europeos. Ellos prefieren romper todas las instituciones que sustentan el edificio antes que despejar el camino de construcción de un futuro, el cuanto peor, mejor. Uno de los aspectos diferenciadores con el resto de Europa que hacen posible estos continuados intentos de la reacción en España, es la poca fuerza que encuentran enfrente, amplias mayorías de población no se identifican como parte interesada en la democracia española, existe oposición a sus rasgos ultras, pero poco interés por la defensa de la democracia, valores, símbolos, relatos, de esta sociedad democrática concreta en la que vivimos aquí y ahora.

Y sí, algunas costuras del estado federal que somos se rompieron. Muchos de los problemas que hemos tenido han sido consecuencia de la ineficaz coordinación federal, la organización de este estado no funcionaba, todos protestaban, pero nadie decía por qué no estaba funcionando, los unos porque no se atrevían a reconocer que hay que meter mano a esta organización federal, los otros porque consideraron que era buen momento para desgastar hasta tumbar al gobierno central ya que éste había asumido todas las competencias, en teoría, porque la organización de 17 sistemas sanitarios no estaba centralizada, y seguía sin estarlo, el lío de los datos era evidente que no estaban centralizados los 17 gobiernos, los comunicaban cuando y como querían sin ajustarse a patrones comunes. Y los datos de detección, de utilización de medios, de acumulación de material, su estudio, seguimiento, contraste, difusión entre los expertos, son vitales en una pandemia para combatirla. Ni siquiera había conexión informática en tiempo real, no había protocolo común de elaboración, ni de comunicación centralizada, ni de difusión a los profesionales sanitarios y científicos virólogos, epidemiologos, investigadores... 

No estábamos preparados, durante enero y febrero cada uno de los 17 sistemas que tenía la responsabilidad plena, interpretaba como quería las señales que difundía la OMS, ninguno hizo acopio de materiales, que luego el 15 de marzo exigían al gobierno central, ninguno de los 17 trató en meses anteriores de enlazar, de coordinarse con los otros sistemas sanitarios vecinos, ninguno exigió un organismo centralizador, coordinador, ninguno amplió plantillas en asistencia primaria ni exigió dotaciones adecuadas en las residencias de ancianos, pero todos los gobiernos autonómicos protestaron después sacudiéndose las pulgas.

Este asunto requiere la mayor colaboración de los partidos, de la sociedad, de las instituciones federales, de institutos de investigación científica, de organismos sanitarios y de asistencia social, requiere colaboración entre administraciones, entre funcionarios públicos de distintas administraciones. Requiere colaboración entre ciudadanos de uno y otro lugar, colaboración entre ciudadanos de izquierda y derecha, colaboración entre ciudadanos de arriba y abajo, todo lo contrario a lo que hemos visto y vivido en las redes sociales, y en las calles, todos contra todos buscando culpables en los de enfrente, todos eran expertos en culpabilizar a los gobernantes por los muertos, o en interpretar lo que ocurría desde enero e interpretar mejor que cualquier científico o experto  nacional o internacional, eso sí, sin haber leído en su puta vida un libro. Esto era la imagen del trumpismo aquí cerca. 

Si la ciudadanía y los medios de prensa, aflojan un poco su crispación, quizás los políticos puedan encontrar algún arreglo, coser las costuras del estado federal es necesario y urgente. Nadie reparó en el disloque que supone desde el comienzo, en que teníamos 17 teléfonos de aviso llamada del covid, en vez de uno solo como el resto de países europeos, fueran o no federales. En esta situación uno se imagina que podría haber pasado si hubieran estado dando la cara diariamente otra gente distinta a Illa y Simón, pacientes, sensatos, tolerantes, educados, inclusivos…

jueves, 18 de junio de 2020

jueves, 11 de junio de 2020

lunes, 8 de junio de 2020

jueves, 4 de junio de 2020

Solo ven ingreso mínimo vital. Subvenciones por todos lados.


Aprueban el Ingreso Mínimo Vital, y salen por todos los rincones quejas y peguitas, dicen por lo que representa de compra de votos la subvención a los más necesitados, que además se quedarán por los rincones haciendo el vago, los otros millones de individuos y empresas que reciben desde hace tiempo prebendas del Estado no hacen el vago, meten a la saca y nadie dice nada. Puedo opinar dos cositas sobre el asunto.

Comprendo el desasosiego que tienen algunas personas por las subvenciones que perciben algunos y no ellos. Pero si miramos bien, nos daremos cuenta que todos percibimos alguna ayuda. De verdad, entiendo que a veces produce cabreo ver que, en situaciones de crisis, algunos se llevan más ayudas que otros. Entiendo que es un problema económico y ético, estudiar si los más necesitados necesitan más ayudas y las condiciones concretas de disfrute y de contraprestación.

Otro aspecto diferente sobre el tema subvenciones es el de quienes las perciben, no solo los necesitados, si hay derecho a ello, como dicen algunos y por qué. Es necesario ampliar el círculo de visión de cada persona que critica y mirar más lejos, la suyas y las otras, las de unos y las de otros…Y además del concepto subvenciones, considerar los conceptos relacionados, el de exenciones, ayudas y concesiones. Realmente significa que parte del dinero público pasa al sector privado, bien porque se entrega, dinero que sale, o bien porque el Estado acepta dejarlo de percibir, dinero que tenía que entrar a las arcas estatales y no entra. O bien que el Estado regala, concede graciosamente a alguna empresa, una concesión de negocio privilegiada, por ejemplo de ondas para una emisora de televisión, en vez de venderla mediante subasta al mejor postor, con lo que entrarían ingresos a las arcas públicas.

En España existe un aluvión de subvenciones, ayudas, exenciones y concesiones; a los ricos a través de reducción de impuestos, facilitando el pago de menores impuestos relativos, y/o de menores tipos impositivos, o facilidades de liquidación de sociedades como las SICAV, creando el crédito fiscal a la banca, para que no pague durante una temporada, o entregando ayudas para reflotarla. Subvencionamos a grandes personajes, los amigotes elegidos a dedo, con puestos en grandes empresas e instituciones con sueldos fuera de lo común

Subvenciones a las empresas por docenas de circunstancias, a clínicas médicas, colegios privados, congregaciones, Iglesia Católica, ONG’s. Subvencionamos grandes empresas y autónomos, exportaciones y producción, agraria e industrial, comercio y transporte... Hay subvenciones para calderas de calefacción, electrodomésticos, aislantes térmicos, interruptores de luz por detectores de presencia, ascensores, aspectos variados de rehabilitación de casas, a ventanas aislantes, a vendedores de coches, y a sus fabricantes, a grandes corporaciones industriales para abrir una instalación, y un largo etc.

Muchas de las ayudas lo que hacen es engordar los beneficios directamente, otras ayudan a mantener precios y por tanto finalmente van destinadas a manos empresariales aumentando beneficios. Un ejemplo serían los precios de la electricidad que pagamos todos al mayor costo de producción posible, a pesar de que unos sistemas produzcan barato, por ejemplo, la producción eólica y solar cuesta muy poco, pero todas las empresas nos cobrarán por lo caro, por el coste alto de las centrales de petróleo, lo cual equivale a subvencionar a grandes empresas generadoras que producen más barato. También subvencionamos a las hidroeléctricas por concesiones graciosas del agua de todos los españoles regaladas hace muchos años por Franco y que siguen manteniendo en vigor, por tanto, un insumo de producción les sale gratis, pero a nosotros nos le cobran.

Subvencionamos partidos, sindicatos, patronales, patronos y empresas afines, exportadoras, amigos afines (Gürtell da una buena y variada lista, al margen de legalidad o delito), subvencionamos películas, medicamentos, alimentos, cadenas de televisión, (una concesión a una emisora en volumen de dinero es superior a miles de subvenciones), también reciben subvención fundaciones como la FAES de Aznar, y la Francisco Franco, o las otras, pues claro. Subvencionamos peajes de carretera a grandes empresas de autopistas, billetes de metro a los papistas, o transportes en general a determinadas poblaciones, gasoil de pesca, agrícola y de transporte a camiones y autobuses, subvencionamos economatos y servicios médicos, residencias vacacionales y viajes, etc. a las fuerzas de seguridad y militares. Y etc. etc. 


Antonio Gutierrez cifra en 80.000 millones de euros anuales la maraña tributaria en deducciones, desgravaciones y otros elusivos artilugios fiscales sin utilidad económica. La lista de subvenciones es tan grande que estamos perdiendo la noción de coste real de producción, si a alguien le interesa el tema debe prestarse a estudiarlo buscando por los presupuestos y por rendijas no solamente del Estado Central, también de las Autonomías, de las Diputaciones Provinciales y de los Municipios, y no fijarse solo durante las etapas de gobierno de un color sin señalar con el dedo solo aquellas dos o tres que más rabia le dan. Pero por favor no se metan con los precariados y necesitados porque reciban unas migajas para vivir.

martes, 2 de junio de 2020

Crece la crispación. En todas partes


Los anti-ilustrados siembran violencia
 Mucha gente está convencida de que solo los creyentes en su fe son los buenos, los que entrarán al paraíso son sus correligionarios, por supuesto ellos son los verdaderos patriotas. La desconfianza hacia los otros se extiende rápidamente, los otros son vecinos y colegas de trabajo, son las diferentes, son los otros partidos y líderes que representan a otra gente, convecinos que piensan distinto, visten, sexualizan y rezan diferente. Estamos presenciando la victoria entre los partidos clásicos de las ideas de aquel republicano de EEUU, Newt Gingrich, al que Casado copia, y Aznar copió. Igual que los independentistas.

Levitsky y Ziblatt cuentan en ‘Cómo mueren las democracias’, editorial Ariel, 2018, el ascenso de Newt Gingrich en el Partido Republicano desde 1978, -llegó a presidente de la Cámara de Representantes en 1994- la extensión de sus ideas no hizo más que crecer incendiando el ambiente ‘’no necesitamos líderes cautelosos, prudentes, cuidadosos, anodinos e irrelevantes… lo que de verdad necesitamos son personas dispuestas a librar un combate acalorado…’’ así para hablar de los adversarios se fueron extendiendo los epítetos: corrupto, enfermo, traidor, felón, enemigo, antipatriota, demoníaco, destructor del paíslos otros son inmorales, terroristas, aniquiladores, culpables, vende patrias, … lo cual fue prendiendo en las mentes de la gente para definir a los diferentes, y como consecuencia de ello y del miedo a la inseguridad, no quedará otra salida que eliminarlos política y socialmente y, vaya usted a saber el final cual será. Por ahora sabemos que la democracia se va agrietando y los problemas de la ciudadanía acumulándose sin resolver.

La dinámica de la campaña del PP, y de C's, tampoco es nueva aquí, el movimiento independentista lleva años utilizándola sin que hubiera llamado la atención de muchos que ahora sí la ven representada en Vox; la profusión identitaria y amenazante de banderas se vio allí, la xenofobia, odio a los emigrantes de Vox, el independentismo transmutó antes en el odio a los emigrantes murcianos o almerienses, ahora odia a los españoles sin más, sean o no migrantes, la idea de nación primero, American First, allí está instalada hace tiempo, los cargos y representación institucional solo son para los feligreses de la propia religión, tanto en Cataluña como ahora con Vox en Andalucía, ambos son anticonstitucionales, ambos fascistoides, ambos totalitarios tratan de imponer al resto su cosmovisión, su mundo sin aceptar multiculturalidad, ambos movilizadores de masas en las calles que impongan, amedranten, provoquen y agiten, ambos emocionales anti racionalistas, ambos ultra religiosos, ambos contra la pluralidad de expresiones culturas y poderes, ambos dicotómicos, ambos defensores de la familia tradicional, ambos defensores de las glorias de un pasado irreal, inventado, ambos excluyentes de los diferentes, ambos creadores de fake news y excitación permanente utilizando las redes sociales y concentraciones de masas...

Levitsky y Ziblatt en el libro citado escriben: ‘’exponemos un hallazgo fascinante: en 1960 los politólogos preguntaron cómo se sentirían si su hijo se casara con una persona militante de otro partido. El 4% de los demócratas y el 5% de republicanos manifestaron que les desagradaría. En 2010 el 33% de demócratas y 49% de republicanos afirmaron se sentirían infelices… Una encuesta realizada en 2016 por Pew Foundation reveló que el 49% de republicanos y el 55% de demócratas aseguraban temer al otro partido. Entre los militantes comprometidos las cifras se elevan a un 70% de los demócratas y un 62% de republicanos, afirman vivir con miedo al otro partido’’.

    






















Pew Research Center, realizó un informe titulado ‘Partidismo y animosidad política en 2016’ cuyo subtítulo era muy significativo ‘Opiniones altamente negativas de la parte contraria - y sus miembros’, de dicho estudio informe se recogen algunos datos citados, leerlo todo él es muy interesante para el momento que vivimos, a una mitad de la población le da miedo la otra mitad, y a los otros les dan miedo los de enfrente, por descontado afirman por mitades en ambos lados que casi nunca están de acuerdo con sus políticas u opiniones. La idea de ver al otro como amenaza, aumenta en los datos de encuestas en los últimos tiempos, -en 2 años aumenta en unos 12 puntos porcentuales-. De los resultados del estudio ya teníamos percepciones aquí en nuestro terreno, cuanto más comprometidos políticamente más extremo-negativos  respecto a los contrarios, cuanto más aguerridos los militantes más posibilidades de entrar en puestos relevantes del partido, electoralmente son más participativos cuanto más  negativistas respecto a los otros, -ello indicará que los votantes a VOX pueden aumentar de lo que recogen las encuestas, porque se movilizarán más que los tibios el día de la votación-. (Los cuadros aquí mostrados proceden de 'Partidismo y animosidad política en 2016')

El mundo se está haciendo más inseguro por desconfiado y agresivo y en España se está sembrando esa semilla. Eso tiene una salida con muy mala pinta, para empezar, habrá una paralización o imposibilidad para resolver los problemas existentes, pensiones, cambio energético, cambios y dotaciones en la justicia, medidas cambio climático, paro y precarización, educación e I+D+i, desigualdades, despoblación, relaciones internacionales, nacionalismos, etc. etc. cuyas soluciones requieren inexcusablemente de pactos, serán imposibles de debatir, buscar y encontrar salidas sin consensos. Y olviden que una opción venza, desarticule o elimine a las otras, eso será imposible, así que mejor vayan aceptando que las cosas empeoren o cambien sus registros y empujen obligando a sus líderes a la templanza, a la política, discusión y pactos.


Las ideas se siembran, luego pueden recogerse resultados, que lógicamente dependerán de lo sembrado y sus cuidados. Los resultados para la calidad democrática pueden ser horribles. Nathan Kalmoe y Lliana Mason, de la Universidad del Estado de Louisiana, realizaron un estudio, al que hace referencia el artículo aquí enlazado, en el que un 60% de militantes demócratas o republicanos, consideran al otro partido una amenaza para ellos y para EEUU. Los cambios son alarmantes porque provienen de 1960 en el que menos del 5% de militantes demócratas o republicanos mostraba rechazo a que sus hijos pudieran casarse con militantes del otro partido. ‘Sí, la retórica política puede incitar a la violencia’. Escribe Nathan Kalmoe. 

''¿Qué nos dice la investigación social y psicológica sobre el posible vínculo entre la retórica política y la violencia? ¿Pueden las palabras realmente conducir a acciones? La causa y el efecto son difíciles de establecer de manera concluyente, especialmente en casos individuales. Pero los investigadores tienen buena evidencia circunstancial del mundo real , así como evidencia de experimentos científicos que concluyen, en general, que la retórica probablemente no sea la causa principal en la mayoría de los ataques, pero el lenguaje violento y odioso puede inflamar a las personas que ya están inclinadas hacia la violencia y centrar su atención. rabia.

En una serie de experimentos que realicé en 2010, descubrí que la exposición a metáforas políticas levemente violentas como "luchar por nuestro futuro" incrementó el apoyo general a la violencia política entre personas con personalidades agresivas.''
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Durante los tiempos de la pandemia covid19, la estrategia de la crispación puesta en marcha por PP y Vox -de la que parece no está participando C’s-, tiene como objetivo arrinconar y derribar al gobierno legalmente establecido, dicha estrategia está generando la fascistización de amplios sectores sociales, se equivocan quienes piensan que es una particularidad española, como si entre los crispadores somo estuviera una muestra del franquismo sociológico, como en el resto de Europa y otros lugares del mundo, se suman a la crispación nuevas hornadas de ultras, en gran medida con conexiones internacionales. Lo que sí está claro es que nunca conducirán a nada bueno dejando instalado en la sociedad un nuevo virus, peligrosísimo para la convivencia, que imposibilita resolver problemas y mejorar las condiciones de vida del conjunto de la ciudadanía. Merece traer de nuevo una reflexión sobre la violencia política que publiqué hace un año. Manuhermon. Publicado en ‘Arian seis’ el 25 de abril de 2019.