lunes, 21 de noviembre de 2022

Apuntes sobre fascismos. 4

 Fascismos. Apuntes sobre Catalano fascismo

La idea simplificadora y extendida por la III Internacional, de que el fascismo es un instrumento del capital, no explicaba el por qué movilizaron tantos millones de personas, obreros y campesinos; introducir la dicotomía de derechas e izquierdas, capitalistas y obreros, impide comprender el fenómeno. Los capitales se mueven velozmente por el mundo globalizado, saltando de un país a otro, de una empresa a otra, apoyando o destrozando cualquier ideología, gobierno, institución, partido, etc. que en ese momento no les sea de utilidad, la cuestión es que el capital, mejor los capitales ya que son diversos y luchan entre sí, por tanto, definir algo en función de ser instrumento del capital, como si al otro lado estuviera la internacional obrera oponiéndoles un objetivo concreto, resulta poco útil. Las democracias combatieron al fascismo en la II Guerra Mundial, los neofascismos, postfascismos, europeos combaten las democracias actuales, unos capitales apoyaban el bando aliado de las democracias en la II Guerra, y otros capitales apoyaban al Eje.

Hoy unos capitales apoyan la Unión Europea mientras otros capitales apuestan por derribarla, y apoyan a los neofascistas; en Francia, cuando Agrupación Nacional entró en graves dificultades que hacían peligrar su continuidad, el partido de Le Pen en 2014 fue apoyado por Putin, recibió millones de dólares del capital ruso; Steve Bannon, factótum de la campaña ultraderechista de Trump se instala en Roma o Bruselas, para prestar apoyo a los neofascismos europeos.

Los apoyos del capital promueven movimientos de masas aglutinadores de clases medias y sectores de clase obrera destrozados por las crisis, la transversalidad de muchos movimientos hoy recoge a los perdedores de la globalización, a los indignados, xenófobos, racistas, machistas, a todo aquel que tenga cuentas pendientes con el mundo. En Francia, por ejemplo, cientos de miles de votos a Le Pen salen de los feudos que fueron del Partido Comunista Francés, en Italia a Salvini le siguen cientos de miles de desheredados y parados, en EE. UU. el capital, los ricos, las élites, apoyan tanto a republicanos como a demócratas, pero entre los votantes de Trump, los que le hicieron ganar, fueron millones los obreros industriales precariados, xenófobos, machistas, despedidos de industrias en crisis… No, no todos sus apoyos proceden de esos sectores, pero sí gran parte de estos. Y sí, en sus filas también hay señoritos, hijos de papá.

Convendría explicar, a priori, aquellos aspectos que configuran el concepto fascista, para comprobar después lo que se asemeja cada movimiento social a ese cuadro definido, recordando que los fascismos siempre encendieron las conciencias hablando de hacer revoluciones, de crear un mundo nuevo, de conquistar futuros maravillosos, de arrancar la independencia que les quitaron sus opresores, de recuperar pasados imperiales, sus discursos están llenos de héroes y mártires, de lucha y esfuerzo, de glorias pasadas y auroras claras en el futuro. Al principio, algunas de las cosas que decían no parecían peligrosas, al contrario, para mucha gente eran revolucionarias, luchaban contra la democracia liberal y por la construcción de una revolución social distinta al socialismo/comunismo, lo que decían irradiaba aventura, emoción de lucha, enaltecía la acción contra la aceptación adormilada de la situación en busca del individuo nuevo. En todo caso nadie analizaba entonces a fondo discursos y eslóganes, en aquellos momentos faltaba un estudio a posteriori de sus resultados, faltaba saber qué harían realmente.

Los fascistas eran de extracción social diversa, y no fueron desde su nacimiento los asesinos de las cámaras de gas, eran gente normal, como otros muchos individuos de su época, con un componente fuertemente nacionalista. Fascistas salieron de entre los estudiantes, la juventud siempre fue uno de sus caladeros importantes, por su ilusión desmedida y sus fuerzas de cambio, también había comerciantes, pequeños propietarios, campesinos, trabajadores agrarios, empleados públicos, policías, parados, desmilitarizados… Es absurdo pensar que los fascismos se nutren de los hijos de los adinerados, sin duda estarán algunos, pero, aunque solo fuera por su escasa importancia numérica global en esas sociedades, habría que determinar que un movimiento de masas se nutrirá en general de mayorías que solo pueden proceder de clases medias, trabajadores y sus hijos. 

Sternhell, en el libro citado ‘El nacimiento de la ideología fascista’, muestra casos en Francia, Bélgica, Italia, en los primeros años del siglo XX de trasvase de grandes teóricos y líderes revolucionarios de izquierdas hacia el fascismo, -ejemplos Gustave Hervé, Henri de Man-. Cabecillas con amplia trayectoria de luchas y compromiso revolucionario, tras larga etapa de revisión crítica del marxismo arrastrarán a multitud de militantes que producirán la fusión principal del sindicalismo revolucionario con la idea movilizadora de la Patria… La tesis aleja la idea simplista de igualar fascismo a extrema derecha, pretende responder por qué hubo grandes apoyos intelectuales –mostrados antes del final de la guerra- y la enorme capacidad movilizadora que tuvieron los fascismos, soportados en una ideología tan amplia y elaborada como otras. Su tesis argumenta que el fascismo representa una revolución política que enlaza con las ideas que luchan en el terreno cultural europeo de fin del XIX y comienzo del XX, intelectuales de diverso tipo, escritores, filósofos, músicos, poetas, historiadores, sociólogos, economistas, religiosos, futuristas, vorticistas, Sorelistas… luchan contra la ilustración y el marxismo, contra la democracia parlamentaria liberal, contra el dinero, no contra la propiedad, luchan contra la banca, están contra la lucha de clases que enfrenta obreros y patronos que ellos pretenden unir con intereses comunes en la nación, luchan en definitiva contra el status quo existente.  Buscan una revolución que ensalza la juventud y la violencia para cambiar las cosas, con diferente salida a la comunista.

jueves, 17 de noviembre de 2022

Fascismos. Apuntes sobre catalano fascismo. 3

 Incomprensión del fascismo: sus ideas y comportamientos

Muchas personas solo ven el fascismo en sus resultados finales, guerra, campos de concentración, … y señalan fundamentalmente al nazismo, ¿pero por qué llegaron a tanta muerte y horror, ¿qué pasó antes del final, ¿qué los motivó, ¿cómo actuaban? 

Los fascismos fueron, son, movimientos de masas con un conjunto de ideas y comportamientos consolidados en sociedades en crisis, que entre otras cuestiones mezclan nacionalismo y racismo, crean una mitología de la diferencia que les permite justificar represión y brutalidades. Los horrores de las cámaras de gas son una particularidad del nazismo, son los que están presentes en la memoria de una parte de la humanidad, pero no es lo que define el conjunto de los fascismos, por otra parte, diferentes en cada época y lugar, para llegar a crímenes horrorosos, antes pasaron años de activismo social soportado en una ideología, ideas y acciones en gran medida pretendidamente revolucionaria.

Algunos fascismos en particular, como el nazismo, lanzaban ideas antisemitas, anti gais, anti gitanos, anticomunistas, luego marcaban sus comercios, casas y calles, marcaron a las personas con una señal en la solapa, los quitaron sus derechos, echaron de sus barrios, esclavizaron, hasta quitarlos la vida. En el mundo moderno para marcar a un contrario no es necesario ponerle un lazo, puede hacerse a la inversa, marcándose todos los del mismo grupo dejan marcados a los que no lleven la señal y así pretenden evitar la comparación con la práctica nazi. Pero si miramos más lejos de la apariencia, la esencia de la marca era distinguir al otro, al enemigo, para marginarlo y hacerle acreedor a insultos y menores derechos, eso pretenden los lazos amarillos, la imposición de la lengua, la rotulación en los comercios, … la idea esencial es la misma que antes, unificar al grupo y señalar al contrario.

Detenerse en el resultado final de guerra, en el holocausto, es una actitud que impide la comprensión del fenómeno social fascista que fue/es un movimiento de masas en lucha, cuyos integrantes no tenían desde el principio la pretensión de hacer campos de exterminio, tenían fe en sus ilusiones revolucionarias creadoras de un mundo nuevo que corrigiera lo que ellos padecían y no querían, la cuestión es que en ese camino se llevaban por delante a la mitad de la población. No prestar atención a sus comienzos y consolidación muchos años antes de ver sus horrores, supone encubrirlo en cuanto movimiento de masas y dejarlo cual producto de la pura maldad humana, como si de un grupo de asesinos en serie se tratara. No son los asesinos en serie los que han votado a Bolsonaro, como demuestra Kiko Llaneras, la mitad de brasileños votaron fascismo, fundamentalmente blancos, de rentas más altas, residentes en mejores ciudades y barrios, empresarios, casta política y económica, comerciantes, y decenas de millones ultra-religiosos, obreros, desheredados, lumpen han salido a las calles con vistosas ropas y banderas apoyándolo… Muchos fascismos llegan al poder mediante los votos.

Aquí intentaremos utilizar el concepto fascista, como expresión de un comportamiento político-social organizado en torno a unos objetivos, definido por una filosofía, por una visión del mundo y las relaciones sociales. Los aspectos que dotan al concepto fascista de su significado han sido teorizados y definidos históricamente a partir de su práctica histórica de comienzos del siglo XX en Europa fundamentalmente, y a pesar de las diferencias de interpretación, teorización y análisis existentes, es posible aceptar unos elementos comunes de conceptualización. Zeev Sternhell –junto con  Sznajder y Asheri- mantiene la teoría de que los inicios ideológicos del fascismo se produjeron en Francia a finales del siglo XIX, antes de la I Guerra Mundial ya existía corpus teórico maduro, que ellos identifican con el nacionalismo radical, nación considerada como entidad orgánica, organismo vivo, el combate contra la democracia liberal, su lucha anti-ilustración, contra el racionalismo, contra la laicidad y en defensa de la religión y de lo emocional, del heroísmo y el culto a la muerte, la veneración de la historia y de los antepasados, el antisemitismo, la búsqueda de un sindicalismo revolucionario ni anarquista, ni marxista, la violencia como recurso de cambio social, la revolución de las masas,… semillas que les llevaron posteriormente durante la II Guerra Mundial, el gobierno de Vichy en su alianza con los nazis, y a su particular persecución a los judíos en 1940. 

Los primeros fascistas organizados fueron italianos en los inicios de los años veinte. Los nazis, no es hasta finales de la década de los ’20, comienzos de los ‘30 cuando se afianzan nacionalmente. La Falange en España se expande en los ’30. En los ejemplos conocidos su nacimiento organizado se produce en diversas localidades de los países donde surgen, formando grupos que coexisten y luchan entre sí durante un tiempo por el poder, hasta que uno logra la hegemonía sobre el resto.

Siguiendo con la idea de Sternhell, Sznajder y Asheri, en la medida de existir una ideología fascista, no puede afirmarse que como consecuencia de su derrota en la II Guerra Mundial el fascismo pudiera desaparecer para siempre. Por tanto un facha, será el individuo que soporte su visión del mundo en ideas parecidas y se comporte de forma similar a aquellos que se relacionaban con presupuestos e ideas fascistas definidos con la aceptada diversidad de tiempo y lugar. Y ello será así, aunque esa persona no haya estudiado sus escritos, ni sepa de donde proceden las ideas que guían su actividad social junto con el grupo de amigos, aunque no hayan leído nada sobre los comportamientos con que actuaba el fascismo francés, italiano, el nazismo o el falangismo; por supuesto su caracterización será independiente de que dicho individuo se dé a sí mismo título de progresista o se dote de pátina moral distinta o superior. 

El comportamiento fascistoide será aquel aspecto particular puesto en práctica por una persona o grupo cuya actividad y actitudes contenga rasgos fascistas.

jueves, 10 de noviembre de 2022

Fascismos. Apuntes sobre catalano fascismo. 2

 La doctrina racista conlleva una idea de superioridad sobre el resto de los individuos, y esto se encuentra en el fondo del nacionalismo catalán. Nadie prestaría atención a determinar la existencia de una raza catalana, diferenciada del resto de supuestas razas españolas, dedicando cientos de horas, para demostrar que es igual o inferior a otros, los esfuerzos catalanistas por diferenciarse encuentran sentido en la intención de destacarse por encima, elaboraron teorías supremacistas similares a los nazis.  Ellos, los catalanistas, se creen super hombres comparados con otros españoles, pretenden tener mayor altura moral para juzgar y despreciar, dicho aspecto subyace en el nazismo y otros fascismos. 

‘’La raza, como elemento de la Nación, es el compuesto histórico formado por las mezclas étnicas y por las influencias del territorio y que tiene, además, un espíritu propio. Por eso es ridículo e incongruente que se combata la teoría de las nacionalidades negando la existencia actual de pueblos de raza pura en el sentido antropológico de la palabra’’. Antoni Rovira i Virgili, ‘El principi de les nacionalitats’. 1932.

 

El camino que lleva al supremacismo pasa por el nacionalismo, el cual buscará a todas horas diferencias con los otros que les doten de una identidad común especial, dedicará enormes esfuerzos a la doctrina racista para justificar considerarse a sí mismos, superiores, lo cual debería llevarlos a gobernar el estado y el mundo pan catalán, y como la realidad no refleja ese sueño, serán históricos los lamentos que provoca el dominio de los españoles semitas. Muchos autores catalanes dedicaron durante ciento cincuenta años enormes esfuerzos para teorizar la doctrina racial y la xenofobia constante que provocaba la emigración, buscando con ello siempre justificaciones de por qué se les debe conferir mayores derechos que a los otros. La creencia en una superioridad moral de los secesionistas los lleva a creerse con más razones en lo que dicen y hacen, y, por tanto, tratar de imponerlo a la gente que les rodea, o expulsar a quienes se opongan…

‘’Los castellanos, que los extranjeros designan en general con la denominación de españoles, son un pueblo en el que el carácter semítico es predominante; la sangre árabe y africana que las frecuentes invasiones de las gentes del Sur le han inoculado se revela en su modo de ser, de pensar, de sentir y en todas las manifestaciones de su vida pública y privada. Es por eso que inspira tanta atracción a los extranjeros que rebuscan todo lo que es característico, es por eso también que los pueblos civilizados de Europa tienen tanta dificultad para comprender su manera de actuar’’. Enric Prat de la Riba. ‘La question catalane: l’Espagne et la Catalogne’. 

La preocupación por la raza no fue solo algo pasado, forma parte muy importante del sentir catalanista e influye poderosamente en el procés actualmente, esa doctrina no solo procedería de las fuentes históricas del catalanismo como pasado romántico, dirigentes políticos del presente siguen preocupados por encontrar diferencias de la raza catalana que sirvan como apoyo para manifestar su superioridad. Muchos son los escritos de líderes actuales, cargos gubernamentales y parlamentarios, escritos de Jordi Pujol desde mitad de siglo XX, con abundantes muestras de misticismo católico, nacionalismo extremo, búsqueda de las diferencias raciales, preocupación por integrar la emigración y desprecio por ella, etc. Un amplio abanico de las élites independentistas y miles de activistas publican sus diatribas racistas y xenófobas y difunden las de los catalanistas clásicos, lo cual está conformando actitudes y comportamientos sociales fascistas.

 No existe cuerpo doctrinal fascista formulado en libros específicos al estilo del marxismo, esas decenas de libros de Marx, Lenin o Mao no tienen equivalencia en el campo fascista, las bases teóricas del fascismo están recogidas en unos pocos textos, mítines, slogans, consignas, discursos, pautas de actuación y programas políticos, aunque éstos últimos extremadamente contradictorios e incoherentes en sus postulados, lo cual es uno de sus signos. La cuestión es que muchos de los aspectos teóricos de las formaciones, las ideas que expusieron los partidos y sus líderes y bastantes de sus comportamientos, definen a los fascismos que han sido, en muchos casos auto reconocidos sobre todo en la primera mitad del siglo XX.  Sin embargo, hay que considerar un aspecto esencial de la cuestión, destacado por una de las corrientes de estudio sobre los fascismos, -por ejemplo Sternhell- la cual define las bases de su ideología insertada dentro del cuerpo teórico de la rebelión cultural europea expresada contra la Ilustración, contra el marxismo y la Revolución francesa, -simplificada en Kant, Marx y Rosseau- desde la mitad del siglo XIX, en este sentido la ideología fascista, el cuerpo doctrinal o teórico sobre el que se apoyan los movimientos fascistas es tan amplio y extenso como el de cualquier otra corriente, decenas de intelectuales de diverso tipo han escrito desde la mitad del XIX muchos textos que sirvieron de apoyo a los movimientos fascistas. 

Posteriormente y debido a las atrocidades de la II Guerra Mundial los fascismos han vivido en la penumbra, los intelectuales que les sirvieron de apoyo básico ideológico se retiraron tras su derrota, así los grupos existieron semiclandestinos, entre otras razones no reconocidos porque no aceptaban en su nombre o título la denominación que les definía. Por supuesto la base ideológica que le dio soporte no puede ser destruida, las ideas fascistas existían en amplias capas de gente, como mostraron los trabajos estadísticos norteamericanos en la Alemania derrotada, algunos recogidos por Tony Jud, otros en las polémicas de Adorno, trabajos que abren enigmas sobre la asunción de responsabilidad de los individuos en los horrores colectivos. En la actualidad, tras el estallido de la crisis de 2008, la mayoría de los nuevos fascismos muestran nombres que no les vinculan directamente a los antiguos, incluso muchos activistas desprecian el concepto, aun defendiendo y practicando doctrinas racistas, totalitarismos y múltiples comportamientos similares a los antiguos fascismos. 

A lo largo de este trabajo se expondrán características que tuvieron los fascismos, muchas de las cuales fueron comunes a bastantes de ellos, pero no en todos los países tuvieron el mismo catálogo completo de comportamientos y teorías, las particularidades locales e históricas existieron, también las temporales, fueron diferentes actitudes tras la I Guerra 1914/18, primeros años veinte a las mostradas después, finales de los veinte y años treinta, distintos comportamientos mostraron antes de controlar los aparatos del estado, o después una vez logrado el poder absoluto. Ejemplos de diferencias son el mayor racismo nazi y su antisemitismo, contrasta con la permisividad del fascismo español, e italiano, quien inicialmente integró a sectores judíos, hasta la II Guerra Mundial, en la que Hitler forzó su persecución también en Italia, en Francia no hizo falta ya que el fascismo francés también fue racista, antisemita; otra particularidad destacable fue la alta asimilación de la clase obrera alemana dentro de las filas nazis, bastante superior a la integración obrera en el fascio italiano. 

Quienes hoy se comportan como aquellos fascistas del primer tercio de siglo XX, italianos, austriacos, noruegos, holandeses, franceses, alemanes, polacos, húngaros, españoles, portugueses, checoslovacos… deberán ser considerados fascistas si actúan como tales, con sus rasgos característicos: movilizaciones masivas,  abuso de emociones y abandono de la racionalidad,  utilización permanente de símbolos y colores de uniformidad, intolerancia a otros comportamientos, pretensión de totalitarismo en las ideas, objetivos e identidad, desprecio por la democracia, proclamas de promesas y más promesas, asalto al lenguaje para cambiar significados, apoyo en un ideal de pueblo homogéneo, prioridad de la nación sobre el individuo, utilización masiva de propaganda, señalamiento y marginación del diferente, culto a la sangre y la tierra como base del pueblo y la nación, reconstrucción de un pasado idílico, Inter clasismo, ni de izquierdas ni derechas, contra el marxismo y el capitalismo, así escribía Camil Bofill i Torrents en “Raça i familia”, en 1934: ‘’El espíritu de raza, hoy debilitado por la influencia marxista, es el fundamento de la prosperidad de los pueblos…’’. 

La base ideológica de una parte de la cultura europea en la que se apoyaron los fascismos tomó una forma particular en Cataluña con decenas de intelectuales catalanistas que desarrollaron su doctrina racista, supremacista y xenófoba, la cual se irá mostrando en este trabajo. Dicha doctrina hoy está plenamente asumida, concretada y desarrollada por el movimiento independentista y su militancia que los considera sus referencias y héroes sin discusión a todos ellos con los que nombra sus calles y plazas, edificios y lugares, universidades y colegios, centros deportivos, culturales, o estaciones de metro. Ni izquierdas ni derechas, dijeron siempre los fascismos y nacionalismos, se manifiestan contra las ideas progresistas. 

‘’ La abolición de las fronteras, la fusión de las razas en una sola y única y la igualdad humana absoluta, es el sueño atávico de los llamados progresivos, que no se dan cuenta de que siguen anhelantes la regresión social y que se creen reformadores tan sólo porque su espíritu misoneísta y de consciencia restringida no puede adaptarse a las actividades biológicas y sociales de progresiva diferenciación, que son la expresión positiva de la vida. ‘’ Domènec Martí i Julià, “Utopias”, ‘La Renaixensa’, 1901 

Aprovechan de forma populista las crisis económicas, son generadores de odio hacia los otros, según ellos merecedores de menos derechos, son polarizadores y maniqueos para deshumanizar a los que no comparten su visión del mundo, además son víctimas de supuestas agresiones sufridas hace cientos de años, que homologan a decisiones actuales que no les sean totalmente favorables, son agitadores de crispación constante que necesitan para mantener en tensión la movilización popular, proclaman heroísmos imaginados realizados cientos de años atrás, o enaltecen a mártires católicos, desde las instancias de poder practican un control económico, educativo, ideológico, político, etc. Bastantes de los activistas por la independencia acumulan un conjunto de rasgos anteriores y así logran caracterizar el movimiento secesionista en su conjunto. A tenor de sus actos, dicho movimiento por la independencia queda impregnado con bastantes componentes fascistas. 

‘En los momentos actuales esto último ni tan sólo necesita ser explicado: tanta es la evidencia con que se impone a los ojos de todo el carácter doblemente étnico de nuestra política; tal es la razón de que toda ella se dirija al reconocimiento de la personalidad de Cataluña y en que está hecha de una manera tan esencialmente catalana, por grupos que sienten vibrar en su alma, condensada y quintaesenciada, la de toda la Raza’. Miquel d’Esplugues. ‘Nostra Senyora de la Mercè. Estudi de psicologia ètnico-religiosa de Catalunya’. 1916. 

‘…Ahora miras a tu país y vuelves a ver hablar las bestias. Pero son de otro tipo. Carroñeros, víboras, hienas. Bestias con forma humana, sin embargo, que destilan odio. Un odio perturbado, nauseabundo, como de dentadura postiza con moho, contra todo lo que representa la lengua. Están aquí, entre nosotros. Los repugna cualquier expresión de catalanidad. Es una fobia enfermiza. Hay algo freudiana en estas bestias. O un pequeño bache en su cadena de ADN. ¡Pobres individuos!... La bestia, automáticamente, segregó en su boca agua rabiosa. Un hedor de cloaca salía de su asiento. Se removía, inquieta, desesperada, horrorizada por oír cuatro palabras en catalán. No tenía escapatoria. Un sudor mucoso, como de sapo resfriado, le manaba de las axilas. Hay que imaginarse a la bestia, ¡después de tanto tiempo!, ellas que pueden vivir en su mundo español… Quim Torra, ‘La lengua y las bestias’ El Món. 9/12/2012. 

jueves, 3 de noviembre de 2022

Apuntes sobre catalano fascismo. 1

Hablar sobre fascismos se ha puesto de moda.

De unos se conoce mas que de otros. Pero de algunos se calla.

EN EL PROCÉS DE SECESIÓN HAY MUCHO FASCISMO

 

‘’Por poco que profundicemos en tal examen, saldremos convencidos de que, en la España actual, las diversas razas que la poblaron no se han fundido todavía, sino que, al contrario, el desarrollo histórico las ha llevado no solo a mantener sino hasta incluso aumentar sus diferencias características.

Tomaremos tan solo las dos que más directamente nos interesan, la nuestra o sea la que forma el pueblo catalán y la que ha logrado imponérsenos, o sea la castellana. Valentí Almirall, ‘Lo Catalanisme. Motius que’l llegitiman. Fonaments cientifchs y solucions practicas’. 1886.

 

 ‘’No queremos hombres de munición, queremos que cada uno sea él mismo, que signifique alguna cosa: así se hacen fuertes las Patrias. Y soñamos con un imperio intelectual y moral mediterráneo, por nuestra influencia sobre las restantes Naciones latinas, sin ser desviados ni por las durezas e ignorancias castellanas, ni por aquellas corrientes frías nórdicas que nos invaden con fantasmas de ideas pálidas, anémicas, de consciencia vacilante. Nada de eso. Nuestro patriotismo es de Patria superior, pero con carácter propio como los griegos, que fueron los primeros sin dejar de ser muy helénicos.

Los demás pueblos de España ya nos seguirán, si quieren o si pueden y, si no, peor para ellos. Tal es nuestro cometido.’’ Pompeyo Gener Babot. Recorts y esperances. Joventut. 1905.

 


 

   

 

"En Espanya (…) mestizaje que se reconoce por unos caracteres morfológicos externos (cabellos más oscuros y rizados y color de la piel más oscuro y que es debido a mayor poder pigmentario y no al sol), además el ángulo anterior mandibular es inferior al del catalán.

Se puede considerar al espanyol como un elemento de la raza blanca en franca evolución hacia el componente racial africano-semítico (árabe). El coeficiente de inteligencia de un espanyol y un catalán según las estadísticas publicadas por el Ministerio de Educación y Ciencia espanyol da una clara ventaja a los catalanes.

La progresiva degradación racial española puede contagiarse a los catalanes debido a la fuerte inmigración, los frutos se pueden ver si observamos la diferencia caracteriológica entre el hombre del campo, no contaminado por el linaje espanyol, y el de las ciudades.

El carácter trabajador y europeo del catalán es un factor anímico bien contrario al gandul y pro-africano espanyol.

Por todo esto tenemos que considerar que la configuración racial catalana es más puramente blanca que la espanyola y por tanto el catalán es superior al espanyol en el aspecto racial “.

La lectura anterior, racista, procede de ‘Quaderns del Separatisme’ nº 2, ¡de ‘Nosaltres sols! es una pequeña muestra del catalano fascismo. –La nº 1 y 2 aquí mostrada están enlazadas en la UAB Universidad Autónoma de Barcelona. En Arca revistas catalanas tienen la original ‘Nosaltres sols!’ publicada entre 1931/1934 por Unión Catalanista-. No crean que es una manifestación solo del pasado, en la actualidad tiene vigencia entre los dirigentes del procés, siendo una de las ramas ideológicas que sustentan el movimiento secesionista en Cataluña, admirada por muchos activistas y líderes independentistas, entre otros por Quim Torra, actual presidente de la Generalitat de Cataluña en 2018, que fuera anteriormente en 2011, miembro del Consejo Permanente de la Asamblea Nacional Catalana, vicepresidente de Ónmiun Cultural, en 2012, director del Born Centro Cultural, tres importantes focos de dirección del secesionismo; el Sr. Torra escribía el 27-01-2014 en ‘Punt Avui’, una glosa a Daniel Cardona:

 

‘’Hace un par de semanas se inauguraba en Barcelona la plaza dedicada a Albert V. Ballester, el creador de la estelada. En el mes de marzo se hará un homenaje a Daniel Cardona, fundador de Estado Catalán y de Nosotros Soles. Cada año aparecen nuevos estudios sobre el pensamiento político y los orígenes del independentismo. Hoy volvemos la vista atrás y reconocemos en todos estos nombres los pioneros de la independencia… Los viejos independentistas nunca mueren, no pueden morir, porque sencillamente todavía necesitamos su esperanza, su ilusión y su juventud. Ya no están solos. Las líneas paralelas del independentismo y el catalanismo se han fundido en una sola, más recta, más gruesa, más imparable.’ Quim Torra.