sábado, 29 de junio de 2013

Concentración bancaria; la mayor de la historia. 2

En España: Los depósitos en datos de mayo 2013, del Banco de España, -capítulo 8 BE, cuadro 8.28- suman 1.5 billones de euros, equivalen a un 150% del PIB, habiendo caído 150.000 millones en un año. En EEUU representan proporcionalmente una cifra menor entre otras razones porque está mas distribuido el ahorro en otros activos financieros. 

Aquí es muy pequeño el peso que tienen en el mercado las instituciones financieras distintas a bancos, por tanto si miramos la concentración referida a activos bancarios, que es un aspecto del conjunto de posibilidades de poder, observamos que el total de activos suma 3 veces el PIB español, pero un solo banco pesa la mitad, el Santander. Es decir ¡un solo banco tiene un potencial bastante superior al PIB español!, a eso se le llama poder concentrado máximo y riesgo sistémico profundo; nunca ninguna entidad bancaria tuvo tantísimo poder, suficiente para derribar este país si ese banco quebrara. 

Si miramos a EEUU, aparente paradigma de la concentración financiera, tiene un PIB 10 veces superior al español, y necesitaríamos una suma de activos superior a los 6 mayores bancos de allí para tener una dimensión similar a la del Santander aquí.  Las cifras son distintas en cada país, pero en Alemania, Reino Unido y Francia el peso de sus grandes bancos respecto al PIB es superior a los de EEUU.    Evidentemente la capacidad de intervenir en los mercados no se puede medir exclusivamente por su participación en activos, están las sociedades que controlan bajo su paraguas, su capacidad de operar en derivados, -los españoles tienen poca-, sus vínculos políticos mundiales en los que destacan los bancos de inversión estadounidenses, etc.

Para tener mejor idea de las dimensiones de los gigantes financieros mundiales, y a pesar de los constantes cambios que se producen debido a fusiones, conviene retener las cifras facilitadas por ‘relbanks.com’ que reseñan la existencia de 15 gigantes con activos superiores a 2 Billones $ y 11 con activos superiores a 1 billón $. Por ejemplo el famoso Goldman Sachs, estaría fuera de este grupo de gigantes por poco, ya que tiene activos ligeramente por debajo con 950.000 millones $, figura en el puesto nº 30. El Santander es el nº 18 con cerca de 1.7 billones $ -una vez y media el PIB español, una barbaridad- y el BBVA el nº 35, con 830.000 millones $.

Otro visión global la ofrece Eugenia Correa, quien señala en su trabajo ‘Conglomerados y reforma financiera’, que ‘’en conjunto, los 50 conglomerados financieros más grandes del mundo, sumaron activos en 1998 por 17,7 billones $, equivalentes a casi el 60% del PIB mundial… y que un reducido grupo de intermediarios opera cada día en los mercados cambiarios más de 1.5 billones $... y que se estima que por su valor de capitalización en el mercado, el sector financiero representa el 20% del total…a finales de 1998 se estimó que los inversionistas institucionales manejaban activos por valor de 40 billones $, de los cuales los estadounidenses acumulaban más de un 60%... teniendo los cinco administradores de fondos mas grandes una participación del 20% del mercado…’’






jueves, 27 de junio de 2013

La concentración financiera llega a máximos históricos


La concentración bancaria ha llegado a máximos históricos en cualquiera de los aspectos que se quieran analizar. A principios de siglo XX, la teorización marxista sobre el imperialismo explicaba el impulso interno que llevaba al capital financiero a concentrarse y formar grandes monopolios financiero-industriales. 

Ha llovido mucho desde entonces y las cifras de concentración bancaria solo han hecho que multiplicarse por muchísimo, hasta llegar a grados de concentración nunca vistos. Naturalmente la historia no discurre en línea recta por lo que es posible que se hayan producido avances y retrocesos al respecto, desde la concentración de inicios de siglo XX, pasando por la separación de bancos comerciales y de inversión por la Gran Depresión. En todo caso desde la II Guerra mundial hasta mitad de los 80 parece que hubo una cierta estabilidad en la cifra total de bancos en EEUU, década en la que comienzas los grandes cambios que llegan hasta hoy. Los factores que han influido en ello son la globalización, mundialización de los mercados y tecnologías, y el crecimiento de los negocios financieros de fin de siglo, la financiarización de la economía, lo cual fue un impulso a finales de siglo que contribuyó al gigantesco crecimiento económico posterior reflejado en el PIB mundial entre 2000 y 2006, se dobló, pasando de 36 a 70 Billones de dólares. Y por supuesto iterando la desregulación efectuada durante estos procesos.

Este último aspecto de la regulación, explica una parte del interés que pueda tener un banco por concentrarse y aumentar de tamaño, en la capacidad de influir en las leyes regulatorias o su ausencia, a mayor tamaño mayor capacidad de influir en la Administración, Gobierno, Congreso, Reguladores,… el interés por crecer estará en obtener mayores beneficios conseguidos por sinergias, control monopolista sobre el mercado, aumento de la complejidad para ser investigados, etc., pero los beneficios en demasiadas ocasiones no acompañan al volumen. El interés fundamental en conseguir gran tamaño, se encuentra en la capacidad de influir en los poderes políticos, -a mayor tamaño mayor capacidad de presionar- hasta el punto de confiar en asumir riesgos excesivos, muy por encima de lo que aconsejen las normas de los mercados, confiados en que serán recatados por el dinero de los contribuyentes gracias a su tamaño, que impedirá que los gobiernos los dejen caer asumiendo sus errores. 

Pero un rescate no es más que una manifestación de fracaso del mercado sobre el Estado, la incompetencia de lo privado sobre lo público. En el año 2012, un día la agencia Moody’s rebajó el rating de 15 de las mayores empresas financieras globales, al hacerlo indicó de manera explícita que dichas bajadas hubieran sido muy superiores de no ser porque las empresas financieras contaron con el pleno respaldo del Gobierno, que las avalaba, citado por ICBA, junio 2012, de quien proceden otros datos de este capítulo. Después de 2008 parece que todo lo que sea reducir tamaño de los gigantes financieros va en la buena dirección para el futuro, mientras que lo que ayude a mayor concentración es tentar al diablo de la próxima crisis.

La tendencia al aumento de concentración bancaria es global, en todas partes creció a final de siglo y aumenta después de la crisis, aunque en cada zona tiene proporciones diferentes en relación al PIB, o al mercado, como diferente es la base del poder financiero a ambos lados del Atlántico, tradicionalmente en Europa los bancos controlan industrias, mientras en América son los grandes holding quienes controlan bancos. Pero una cosa sí está clara, la tendencia avanza arrolladora hacia unidades inmensamente grandes imposibles de controlar para los gobiernos actuales en sus entornos nacionales, pero lo que más preocupante, ingobernables a nivel global tal como funcionan hoy los mercados y dado los actuales equilibrios de poder, sin que aumentara considerablemente el poder político internacional entraremos en una dinámica cada vez más distanciada entre unos y otros poderes.

Son interesantes los datos del estudio La consolidación en el sector bancario EE.UU.: ¿Es el "largo y raro viaje" a punto de terminar? por Kenneth D. Jones y Tim Critchfield . Normalmente la concentración se produce comprando entidades menores por los grandes, o mediante fusiones entre varios, o bien por quiebras –2.700 entre 1985/2003- y expulsando del negocio a los menos eficientes. De cerca de 15.000 bancos  existentes en EEUU en 1985, en el 2003 se habían reducido casi a la mitad, quedando 7.900, desapareciendo fundamentalmente los considerados pequeños, con activos inferiores a 100 millones de dólares. Mientras tanto, la cifra de negocio bancario, los activos en dicho período se triplicaron, pasando de 3,3 billones de dólares $ a más de 9 billones. Respecto a los activos, el grupo de bancos grandes con activos superiores a 10.000 millones $ que controlaban en 1984 menos de 1/2 del mercado, pasaron a controlar ¾ en el 2003 -del 42%, pasaron a controlar el 73%-  En el mismo estudio citan a Bank of America, un solo banco de los 7.900, como el mayor tenedor de depósitos controlando el 10% del mercado, con 512.000 millones $.

Si consideramos como afecta a los depósitos, en otro estudio vemos que: de los alrededor de 8.000 bancos de EEUU que tienen un total de casi 9.000 billones de dólares en depósitos, los 10 mayores bancos casi controlan la mitad, unos 4.300 billones, esos 10 bancos en 1995 controlaban un 18% de los depósitos y en 2012 controlan el 48%, pero se concentra más si miramos al grupo de los 5 principales que llegan a un 40%. Los datos anteriores podemos compararlos con otros estudios que refieren la concentración bancaria a los ‘60. Veinte años antes de los datos de arriba, en 1965, había 13.600 bancos, de los cuales 326 controlaban el 62% de los activos. Respecto a los depósitos que en 1969 eran unos 450.000 millones $, la mitad de los mismos están en manos de 100 bancos, mientras que los 10 mayores tienen la cuarta parte de los depósitos. ¡La mitad que en la actualidad! si las cifras de entonces eran muestra de preocupante concentración, al ver las cifras actuales los teóricos de aquella época estarán terriblemente asustados. Si miramos cómo afecta la concentración financiera al mercado de derivados, observamos que los 4 mayores bancos de EEUU operan con el 96% de los  250 billones $ de importe nocional –importe que marca el contrato-. Tyler Durden en Zero Hedge 09/24/2011





martes, 25 de junio de 2013

Subprime. Chart 2

Figura 1: Cuota de mercado entre los principales emisores de hipotecas de la nación 
Se duplicó entre 1996 y 2006



Figura 2: La Industria de Servicios financieros se ha consolidado durante este período

Figura 3: Los préstamos de alto coste han seguido aumentando

Figura 4: Subprime Morosidad aumentó significativamente después de 2006 y se mantiene alta 

Figura 5: Cinco de los diez principales originadores de préstamos en 2006 estaban fuera de negocios en 2010 ...

Figura 6: ... junto con seis de los diez primeros emisores privados de MBS . Emisiones de Bonos hipotecarios titulizados




Chart tomados de:

Joint Center for Housing Studies Harvard University

Getting on the Right Track: Improving Low-Income and Minority Access to Mortgage Credit after the Housing Bust.  William C. Apgar. December 2012

domingo, 23 de junio de 2013

Subprime. Chart













Los chart proceden de:
Fannie, Freddie, and the Subprime Mortgage Market. by Mark Calabria
Cato Institute • 1000 Massachusetts Avenue, N.W. • Washington, D.C. 20001 • (202) 842-0200
No. 120. March 7, 2011

Nota: No todo el sistema financiero EEUU, es privado, hay una parte de carácter político/público de instituciones bancarias fundamentalmente en el mercado hipotecario dentro de las GSE, que son entidades patrocinadas o creadas por el Congreso como Ginnie Mae, (1968) o patrocinadas por el gobierno: Fannie y Freddie, antes semipúblicas, hoy nacionalizadas. Garantes de MBS, emisiones de bono-títulos hipotecarios vendidos en los mercados para conseguir financiación para viviendas sociales. Algo similar a lo que era hace años la banca pública española, posteriormente agrupada en Argentaria y después privatizada. Lo que son las cosas, en el reino del capitalismo feroz, USA, encontramos viva la banca pública, estatal, vinculada al mercado hipotecario de la vivienda, que aquí fue machacada en honor del mito de la privada. Y que hoy tanta falta haría para realizar políticas anticíclicas, como allí hicieron desde 2008, en la patria del feroz capitalismo. 

Aquí los leones del PP siguen  poniendo a parir la idea de una banca pública. Lo de siempre, aquí mas papistas que el Papa.

viernes, 21 de junio de 2013

Subprime. Hipotecas basura. Bonos. Securitización. 4

En 1999 entra en escena una sección de la aseguradora AIG (AIG FP) y comienza a vender seguros contra impagos, en forma de las recientes permutas de impago crediticias, CDS, como si fueran seguros a largo plazo, a precios irrisoriamente bajos en las primas que cobraba, lo cual le reporta beneficios al principio. 

En aquellos años identificaban los créditos que aseguraban como comerciales. En 2004/5 la oleada de créditos al consumo se junta con el crédito vivienda y todo se convierte en hipotecas basura, que AIG sigue tratando con iguales criterios de riesgos, ¿por qué? Las hipotecas basura habían pasado de representar un 2% del total asegurado de créditos a ser un 95% en el 2005. Todo daba igual, y la mayoría del mercado pensaba que aquella fiesta hipotecaria nunca explotaría; pero, una minoría sí lo creía y compran varios miles de millones $ de CDS, no como seguros de los bonos hipotecarios a largo, lo hacen como apuesta contra el mercado a corto, y sin necesidad de tener bonos, el producto asegurado. Aquello era un casino y apostaban con los nuevos instrumentos.


En el 2006 frena la subida de precios del mercado inmobiliario y empiezan los impagos. El problema de la crisis global subsiguiente no fue debido a la explosión del negocio subprime, que actuó como detonante, -las hipotecas basura podían representar un 15% del total hipotecario- el impago de hipotecas pudo afectar inicialmente a unas cuantas decenas de miles de millones, asimilables por el sistema sin grandes sobresaltos sistémicos. Pero, naturalmente AIG no tenía cubierto los riesgos de sus CDS, no habían previsto la posibilidad del riesgo, y quebró y así otros bancos que no pudieron soltar todas las hipotecas basura de sus tripas, ni cubrieron riesgos. La causa de la devastadora fuerza de la explosión fue el tamaño de los mercados financieros y su interpenetración global, aquellos CDO estaban por todas partes y nadie sabía lo que tenían dentro ni cuánto valían. 

Los impagos continuaron y fueron abriendo agujeros inundando todo el sistema, incluida la City y los bancos alemanes, convirtiéndose en cientos de miles de millones a través de montañas de derivados que se habían extendido por bancos y aseguradoras, los cuales rompieron la cadena de confianza en otros bancos, nadie sabía cuánta basura tendrían en sus tripas, así los bancos con dinero lo guardaron bajo llave por si lo necesitaban para apuntalar su solvencia. Las quiebras fueron cayendo como fichas de dominó y la pérdida de valor de activos financieros fue gigantesca. La burbuja inmobiliaria reventó y provocó una gran caída de valor de activos reales. El crédito desapareció del escenario bancario y empresarial y la economía real se desplomó. Paro, y recesión; y ayudas públicas. Y pasó a ocupar titulares el problema de la deuda. 




jueves, 20 de junio de 2013

Subprime. Hipotecas basura. Bonos, securitización. 3

 Volvamos a EEUU, 
multipliquen las referencias españolas por un número alto y se acercarán a los mercados estadounidenses en donde la muy superior competencia y menores controles impulsan que todo se venda y revenda, por múltiples intermediarios que se desentienden de la administración del crédito y del riesgo, los unos porque ya han cobrado las comisiones, que es su negocio, los otros porque al poner el dinero para prestar lo recuperan con las ventas de bonos. Y ¿a los bonistas quien les asegura el cobro de su renta, o la posibilidad de revender y obtener liquidez? Comprenderán las enormes pérdidas, y beneficios, que se obtienen con tanto trapicheo en los MBS, títulos hipotecarios.

Tras la quiebra de LTCM en 1998, durante unos meses pareció liquidarse el asunto. Pronto se olvidó; el problema de fondo seguía, la creciente desigualdad entre ricos y pobres marginaba a grandes sectores de población que amenazaban con generar problemas mayores. Así el negocio de las hipotecas basura recomenzó en los 2000, el crédito era el único recurso para socializar a grupos de población con un mínimo nivel de vida. Y además se fue convirtiendo rápidamente en extraordinario negocio para  grandes entidades que compraban pequeñas y medianas empresas especializadas anteriormente en el tema, y como todo en EEUU, se concentró. Si en el 2000 de 130.000 millones de dólares en hipotecas basura se vendieron 55.000 millones como bonos, en 2005 hubo 625.000 millones $ de los cuales se titulizaron 507.000 millones, mover esos volúmenes solo era posible por grandes instituciones financieras. Habíamos entrado en el boom de los derivados y de los mercados. Buen Libro de apoyo: ‘La gran apuesta’, Debate. Michael Lewis hace una gran narración de los mercados, como hace años hizo en ‘El póquer del mentiroso’.

Históricamente no había tradición de concesión de préstamos a las capas bajas de población, sin recursos, sin trabajo, sin patrimonio… no existían datos sobre su capacidad de impago, era conocida de antemano y no entraban en los análisis porque no entraban en el mercado, así que los datos utilizados para las concesiones recientes, no existían, -la utilización de dichos datos allí es un soporte importantísimo- por tanto los nuevos prestatarios no estaban sujetos a iguales criterios que antaño, y la medición de riesgos por la historia crediticia, simplemente desapareció. A nadie le importó, porque las casas, que eran la garantía, subían de precio, y las hipotecas basura para el negocio, tuvieron importancia en cuanto materia prima, el subyacente para los derivados, tras los que se desvanecían los riesgos. Pero los cambios en la base se iban produciendo.

Los tipos de interés pasaron de fijos a variables. En la primera etapa de los noventa 2/3 de los préstamos tenían interés fijo, lo cual hacía que los pagos de las cuotas fueran determinadas y conocidas, pero en 2005, 2/3 de préstamos habían pasado a ser de tipo variable, por tanto con un futuro incierto. Si en aquel momento los tipos estaban bajos, la sensación de capacidad de pago animaba, pero en cuanto los tipos subieran, los impagos empezarían. Ítem más, en la concesión de hipotecas se utilizaban los primeros años de carencia, 2+28 o 3+27, los 2 o 3 primeros sin amortización, sin devolver capital, por lo que los pagos inicialmente eran muy inferiores a los posteriores, otros tenían tipos de interés de salida menores para enchanchar, –para facilitar la compra se hacía también en España, aunque en EEU las diferentes modalidades de tipos eran más numerosas que las españolas- Los impagos avanzarían implacables aumentando la mora que hasta entonces a nadie importaba, en cuanto pasaran los primeros años de carencia, en cuanto los tipos de interés subieran, o en cuanto los precios de las viviendas se estancaran.

Los precios no necesitaban bajar, solo frenar su subida para provocar la estampida ya que montones de préstamos se ofrecían en base a la subida de valor trimestral de la garantía, en la mayoría de los casos para poder pagar la hipoteca. En otras ocasiones se ampliaban préstamos para comprar otra casa, que a los pocos meses subía de precio, se refinanciaba ampliando la hipoteca que se destinaba a comprar otra casa, que subía a los pocos meses, que se daba otra hipoteca, que… esto se hacía a trabajadores inmigrantes con salarios de 14.000 dólares anules y para casas valoradas en 500.000 dólares, de tal manera que se podían juntar con 3 o 4 préstamos, imposibles de pagar sin la refinanciación continuada soportada en el aire de hipotéticas subidas de valor del mercado inmobiliario, que no bajaba nunca.

Había mayores dificultades todavía; en uno de los grupos de préstamos subprime llamados (ARM) con tipos de interés ajustables, creado para los que no podían pagar, los tipos de interés posteriores al de salida, eran fijados por el prestador o prestamista ¡a discreción! en función de la incapacidad del prestatario o deudor. Se firmaba en contrato, aunque como el tipo de salida era menor, y todo era una fiesta, nadie prestaba atención al problema que podría existir  años después, a pesar de todo hubo decenas de miles de denuncias. Los tomadores de hipotecas podían ser trabajadores inmigrantes, buscados específicamente para ello, con salarios de 1.000 dólares mensuales, e incluso sin salario; en muchos casos la documentación justificativa de los préstamos no era exigida,  -tipificado como No-Doc, Low-Doc-, se obviaba la demostración de ingresos, en otros se maquillaba la cualificación crediticia, si un individuo no tenía impago era considerado buen cliente, lo cual podría ocurrir por no tener créditos dada su incapacidad y no por buen pagador… La lista de tropelías fue enorme, poco importaba, ya que las agencias de rating calificaban con triple A los paquetes de hipotecas basura triple B, que les eran solicitados por los grandes bancos que necesitaban un producto con gran demanda. Y los bancos eran quienes pagaban a las agencias.



miércoles, 19 de junio de 2013

Subprime. Hipotecas basura. Bonos, securitización. 2

En España el problema de la financiación tradicionalmente se intentaba resolver con las cédulas hipotecarias, bonos que comprometían el pago de una renta contra la garantía de las hipotecas, que en nuestro caso eran más seguras que las americanas. Posteriormente a finales de siglo, aquí también comenzó la titulización, carteras de miles de préstamos eran vendidas a otra entidad, inicialmente vinculada al banco, pero autónoma. Dichos préstamos se convertían en bonos que eran vendidos en los mercados, con la particularidad diferenciadora respecto a las cédulas de que ahora los riesgos salían del balance del banco, el cual tenía dinero otra vez para poder prestar, además de cobrar comisiones por la administración de los préstamos.

Veamos un ejemplo de titulización española: Se realiza un agrupamiento de miles de préstamos, en principio pueden ser de similares características, se chequean por una auditoría externa, que comprueba sus datos, titularidad, tipos de interés, garantías, inscripción, etc. etc. y se crea un grupo de préstamos, que se venden a otra entidad que constituye un Fondo de Titulización Hipotecaria, llamado Pepito Pérez. El fondo crea unos bonos respaldados por esos miles de préstamos, por los que se compromete a pagar a los compradores de los mismos una renta, -inversores, o ahorradores-, lo cual hace identificando el producto que vende; en nuestro ejemplo identifica como serie A que contiene un monto de 170.000 millones de pesetas, referenciado al tipo de interés del Libor6meses+0.20.  Las condiciones de los títulos que venden se detallan totalmente, en definitiva serán todas las condiciones del préstamo firmado, fechas, garantías, tipos de interés y referencia, principal y de demora, diferencial, sistema de amortización, plazo, moneda, capital, etc.

Lo normal es asegurar contingencias y utilizar el dinero recibido por la venta de títulos, asegurando retornos diferentes a los cumplimientos de cuota de los préstamos hipotecarios, que garanticen la obligación periódica de pago, y los beneficios; aquí entran los derivados, se realizan contratos de reinversión con tipos de interés garantizados, préstamos subordinados, entre el fondo comprador y el banco vendedor, entran en funcionamiento los swap –permutas de flujos dinerarios- entre ambas entidades, contratos de aseguramiento entre el Fondo y otra entidad para colocar la emisión de títulos en el mercado que garantice su venta, amén de inscribir y comunicar a los reguladores nacionales e internacionales. El Fondo lo administra y gestiona una entidad autónoma, esté o no vinculada a la inicialmente propietaria de los préstamos, cuyos titulares, los prestatarios, deudores, que firmaron los préstamos,  generalmente no conocen la operación, ni les afecta, ya que las condiciones pactadas en escritura pública inscrita en el Registro de la Propiedad siguen vigentes. Solo ha cambiado el dueño del préstamo. Se ha producido una venta de deudas y se han creado nuevos instrumentos financieros a través de una industria que alimentan al sistema global, generando comisiones, flexibilizando el uso del dinero, moviéndole.





martes, 18 de junio de 2013

Subprime. Hipotecas basura. Bonos, securitización.

El sistema financiero estadounidense no es igual al español aunque algunas cosas sean similares, el proceso de la burbuja inmobiliaria no es tan diferente en su concepción, gestación, financiación y explosión, ahora bien si quieren aproximarse al sector financiero específicamente, multipliquen por un número alto los ejemplos que conozcan de España. 

El español está más estructurado, reglamentado, resulta muy difícil entrar a competir individualmente, en EEUU la banca está ligeramente regulada, y exige reservas contra los riesgos… pero fuera de ella no hay casi regulación, por lo que se fomentan las instituciones en la sombra, con intermediarios financieros a todos los niveles que puedan imaginar. En el terreno hipotecario es común la existencia de una red de prestamistas, individuos o empresas pequeñas que conceden préstamos hipotecarios, aquí hay una pequeñísima red de particulares. Imagine la red de agencias inmobiliarias como si fueran prestadores y vendedores, lo cual hacen algunos, y multiplique por 1.000. Existe una red de analistas de grupos de población, zonas, barrios, estadísticas históricas… que miden el riesgo de impago de los préstamos y califican a los clientes tomadores de crédito, están los originadores de préstamos, prestadores o prestamistas, las gestorías administrativas, los intermediarios entre el comprador de vivienda y los prestadores de dinero que puede venir de cualquier parte, incluso de un banco.

En los 90, miles de ‘originadores autónomos y pequeñas empresas’ empezaron a organizar el producto en una primera oleada de hipotecas basura, posteriormente fueron creciendo y en la segunda oleada a partir de 2003 entraron los grandes bancarios, el mercado de bonos hipotecarios movía billones de dólares. Estas pequeñas empresas se especializaron en clientes de rentas bajas, o no rentas -percentil inferior a 40, que en la segunda oleada de subprime en los 2000 bajarían de 30-y comenzaron a crecer. 

El negocio funciona con jugosas comisiones en cada escalón, cuanto mayor número de préstamos se firman, más dinero se pega en las manos de tanto intermediario. Ampliar el negocio necesitaba resolver dos problemas, 1) la dificultad de encontrar dinero que se toma a corto para prestar a largo en hipotecas, 2) en un momento dado, a las pequeñas entidades no les caben más préstamos en sus tripas. La solución se encuentra titulizando, creando títulos, bonos ad hoc que se venden masivamente en mercados de todo tipo, regulados y no regulados, teléfono a teléfono, en los cuales los precios no sabemos qué son. Los bancos de Wall Street tienen secciones especializadas en bonos, encargadas de buscar negocios de cualquier tipo imaginable y convertirlos en bonos susceptibles de ser vendidos a los ahorradores, a los mercados, sedientos de meter dinero en papelitos con alguna rentabilidad. El mercado de bonos es un gigante inmenso, incluso superior al enorme mercado de deuda, -éste sí negociado en pantallas- a su lado la bolsa de acciones de NY parece diminuta, que a su vez es gigantesca en relación con todas las bolsas mundiales. El mercado de bonos hipotecarios son muchos billones de dólares con poca regulación, lo cual explica por qué van a ese entorno los nuevos instrumentos financieros CDS y CDO.

El aspecto esencial del que nace el problema de las subprime es la creciente desigualdad. Desde los setenta, los salarios de los trabajadores americanos no crecen, por lo que la única forma de mantener el estilo de vida americano se hizo soportada en créditos. La desigualdad era combatida con créditos  a corto plazo para todo lo que imaginen, consumo, coches, estudios, médicos,… la tarjeta de crédito se convirtió en el salvoconducto para vivir, pagando altos tipos de interés, superiores a los intereses hipotecarios, que también podían alargar plazos. La idea de concentrar todos los créditos en un préstamo hipotecario, triunfó, con garantía de la vivienda, intereses menores y mayores plazos, las cuotas se reducían -algo parecido sucedió en España-.


Inicialmente la base teórica que apoya las hipotecas, es la garantía del patrimonio inmovilizado de las viviendas. Posteriormente las mortgage se convierten en materia prima para obtener jugosos beneficios a partir de los derivados, apoyándose en las necesidades de consumo de los pobres, que eran los integrantes NINJA de las hipotecas basura, sin ingresos, sin trabajo, sin activos. Los prestadores necesitan mover el negocio para aumentar las comisiones, su fuente de beneficios, por lo que venden hipotecas a grandes bancos que se las demandan para pasarlas a sus departamentos de bonos, allí titulizan el producto y lo venden al público en el mercado de bonos. La rentabilidad del bonista dependía de la calidad crediticia que soportaban los préstamos en los que estaba basado el bono, y que repercutía en la calificación de las agencias de rating, a mayor (A), menor renta, si quería alta rentabilidad compraba títulos de menor calidad (B), con mayor posibilidad de impagos. La calidad crediticia personal la tiene asignada cada individuo por su historia de consumidor y determina la facilidad y condiciones de concesión de crédito, incluido el tipo de interés que pagará –similar en España el tratamiento de mejor cliente- . La primera oleada de desastres se produjo con la crisis rusa del 98, que provocó la quiebra del gigante LTCM que arrastró miles de empresas e individuos y destrozó aquella primera etapa de hipotecas basura de los 90. 

domingo, 16 de junio de 2013

El minotauro global. 4. 'El poder de los mercados financieros', los '90



Tipos de interés bajando, el dinero mundial se mueve y busca como locos lugares donde invertir con rentabilidad y empezará a crear burbujas. La vivienda iniciada, comienza su loca carrera aquí y allí.




Los gastos del estado contenidos, en el de arriba por debajo del crecimiento del PIB, en los dos siguientes los ingresos por debajo y creciendo hasta sobrepasar gastos. Conclusión de los gobiernos?, bajan impuestos, el cuadro de abajo al texto. Recuerdan? parecido a España, los ingresos fiscales de la burbuja tapaban gastos corrientes, así que se bajan impuestos a los ricos. Cuando estalla la burbuja, se derrumban los ingresos y crecen los gastos sociales y los otros gastos de mantenimiento del sistema financiero.




Las ventas de coches es un indicador del consumo, aumentan en los noventa. El desempleo decrece y los gastos del estado decrecen paralelos a su curva, lo cual indica que están bastante vinculados, gasto social y paro, y vuelve a crecer a enorme velocidad en 2006/2007.