domingo, 29 de octubre de 2017

Catalanismo, supremacismo, fascismo. (3)

«El hombre andaluz no es un hombre coherente, es un hombre anárquico. Es un hombre destruido [...], es generalmente un hombre poco hecho, un hombre que hace cientos de años que pasa hambre y que vive en un estado de ignorancia y de miseria cultural, mental y espiritual. Es un hombre desarraigado, incapaz de tener un sentido un poco amplio de comunidad. A menudo da pruebas de una excelente madera humana, pero de entrada constituye la muestra de menor valor social y espiritual de España. Ya lo he dicho antes: es un hombre destruido y anárquico. Si por la fuerza del número llegase a dominar, sin haber superado su propia perplejidad, destruiría Cataluña. Introduciría en ella su mentalidad anárquica y pobrísima, es decir su falta de mentalidad.»  Jordi Pujol, "La inmigració, problema i esperança de Catalunya". Editorial Nova Terra 1976.

El supremacismo aspecto esencial del fascismo: Para justificarse superior hay que justificarse diferente, así los catalanistas del XIX y XX tuvieron una obsesiva preocupación por encontrar rasgos que diferenciaran la, para ellos, raza catalana, del resto de los españoles. Lógicamente las distinciones les favorecían resaltando la raza catalana como superior a cualquier otra comparación española, para ello estudiaron diferencias en la genética, en la evolución, buscaron en el aire y sus compuestos, (Pompeyo Gener) parece que diferentes allí que aquí, en el suelo y sus materiales, (Miquel Coll) parece que diferentes allí que en Castilla,  buscaron en las mezclas migratorias, siempre tema recurrente en Cataluña y grave problema por su pequeñísima población y por tanto necesidad de inmigrantes, a los que había que colonizar interiormente…
El imaginario supremacista, su abrazo del imperialismo, (Prat de la Riva) les faculta para dirigir a todos los pueblos de la Península y del Mediterráneo, en su relato demuestra que fueron superiores en el pasado en cultura laboriosidad e inteligencia, por tanto sus leyes son superiores a cualquier otra, sus ideas son superiores a las del resto y ellos, no pueden vivir en términos de igualdad, tienen que ser dominantes, de hecho esta pulsión supremacista es la que invalida la salida federal para el 20% de catalanes independentistas, que solo quiere el trato de tu a tu, confederal o independizados. El choque con la realidad al no ser tratados como superiores, desarrolla por una parte un constante victimismo y odio a quienes se supone que lo impiden y no les reconocen, ese es el odio a lo español. Por otra parte, hace necesario alimentar sucesivos sueños liberadores.

Gente que hoy apoya el secesionismo desde las izquierdas lo hace influido por teorías favorables a la autodeterminación de los pueblos oprimidos, tomadas del pasado y cuya justificación se encontraba en una situación colonial, explotadora y represiva, carente de mínimas libertades y capacidad de decisión de los individuos, pero que hoy poco tienen que ver con la realidad de Cataluña. Aquellas ideas se dan de bruces con las poblaciones de la Unión Europea, y sin estudiar la realidad concreta, el aquí y ahora, tratadas de aplicar hoy se convierten en meros clichés. ¿Y si un día se dieran cuenta que apoyaron a supremacistas?

No han considerado que el movimiento nacionalista por la independencia, está sustentado en bases ideológicas y comportamientos supremacistas. El movimiento soberanista es transversal, sí, pero la base ideológica que le da cuerpo, el catalanismo, es una doctrina nacionalista con altos componentes de raza superior, que se desarrolló fundamentalmente en el siglo XIX y comienzos del XX. Hoy, en la Unión Europea, solo tiene el sentido de una regresión al pasado más reaccionario.

Las élites que dirigen el proceso hunden sus raíces en el carlismo catalán. ¡Dios, Patria, Rey! fue su grito básico y su objetivo la defensa del viejo orden señorial, entonces generaron las guerras carlistas durante cuarenta años,  la primera guerra 1833/40, la tercera 1872/76, para combatir el desarrollo del liberalismo, que en aquellos momentos era la expresión democrática. Aquellas juntas carlistas estaban dirigidas por la nobleza catalana, por sus obispos y curas, asumiendo la identidad religiosa más carca y el tradicionalismo. Años después fueron una de las columnas vertebrales de Franco en el golpe de  estado y guerra civil 1936/39.

‘’en 1837 y 1838 en la dirección del carlismo catalán coexistieron con dificultad nobles (el hijo del marqués de Sentmenat, el marqués consorte de Monistrol, el conde de Fonollar, el barón de Peramola, Fernando de Sagarra, José Ignacio Dalmau de Baquer - sobrino del obispo Guardiola- y Jacinto de Orteu, presidente interinoa la espera de la llegada del conde de España), eclesiásticos (Torrabadella, los canónigos Vilella y Milla, el vicario Sampons y el fraile mercedario Magín Ferrer) y letrados (Narciso Ferrer e Ignacio Andreu y Sans).’’ Gerifaltes de antaño. Los señores catalanes en el primer carlismo. Manuel Santirso Rodríguez /ES La Serreta. Rubí

En el terreno teórico podemos encontrar en una extensa pléyade de autores catalanistas una gran preocupación por las razas y la búsqueda de elementos diferenciales superiores de la raza catalana,  mostrando en su obra un conjunto de abundantes rasgos supremacistas.

A ello han sumado múltiples comportamientos fascistas, similares al nazismo, franquismo y fascismo italiano, desarrollando un catalano-fascismo de nuevo cuño, puesto en marcha desde hace muchos años apoyados por el poder catalanista, político, económico, ideológico, cultural…

No crean que la preocupación por la raza y el supremacismo solo fueron cosa del pasado, forma parte importante del sentir catalanista e influye poderosamente en el process, revisen los abundantes escritos de Jordi Pujol desde mitad de siglo XX. También pueden ver lo que escribirá en 1978 quien posteriormente fuera presidente del Parlament 1984/88, Miquel Coll i Alentorn.

 Miquel Coll i Allentorn ‘La naixenca de Catalunya’, Fundació Jaime I, Barcelona 1978, p. 28. Citado en ‘Racismo y xenofobia en el nacionalismo catalán’, edic. a cargo de César Guarde, Agon, Grupo de Estudios Filosóficos. Barcelona 2016.

 O pueden seguir a Oriol Junqueras, quien sigue preocupado por la genética de la raza catalana en 2008 escribiendo en Avui: "En concreto, los catalanes tienen más proximidad genética con los franceses que con los españoles; más con los italianos que con los portugueses; y un poco con los suizos".

¿Qué harán en el futuro cuando se den cuenta de a quienes y qué apoyaron? no lo duden, ellos nunca dijeron o hicieron nada de eso.

En los últimos 150 años es muy difícil encontrar una lista tan amplia de españolistas, preocupados por la raza, y que en su obra aporten tan variados rasgos supremacistas. Aquí tienen un ejemplo de catalanistas:

Aiguader i Cortés
Jaume Anton
Almirall i Llozer
Valentí  
Armengou i Feliu
Josep
Ballester Canals
Joan
Batista i Roca
Josep Maria
Bofill i Torrents
Camil
Bofill 
Jaume
Bosch i Gimpera
Pere
Cambó
Frances
Cardó i Sanjoan
Carles
Cardona i Civit
Daniel
Carreras i Candi
Frances
Casas i Carbó
Joaquín
Coll i Alentorn
Miquel
Cortada 
Alexandre
Curet i Payrot
Francesc de Paula
d'esplugues
Miquel
Folguera i Poal
Joaquim
Gener Babot
Pompeu
Guimerá i Jorge
Angel
Lluhí i Rissech
Joaquín
Maciá i Llusa
Francesc
Maluquer i Viladot
Joan
Maragall
Joan
Martí i Juliá
Doménec
Nadal i Mallol
Hipolit
Par i Tusquets
Alfons
Pernau i Canals
Salvador
Pi i Margall
Francesc
Pi i Sunyer 
Carles
Pijoan i Soteras
Josep
Prat de la Riva
Enric
Puig i Cadafalch 
Josep
Puig i Sais
Hermenegil
Pujol
Jordi
Robert i Yarzábal
Bartomeu
Roca
J. Narcís
Rosell i Vilar
Pere Martir
Rovira i Virgili
Antoni
Sampere i Miquel
Salvador
Sants Oliver
Miquel dels
Sentís i Anfruns
Carles
Torras i Bages 
Josep
Vallés i Vidal
Emili
Vandellós i Sola
Josep Antoni
Vendrell
Ernest
Vilá i Estruch
Joan Baptista

Continuará...

viernes, 27 de octubre de 2017

Secesión: Entramos en la etapa avispero

Avispero revuelto, y todos seremos picados, catalanes, españoles, europeos… Un mundo nuevo de acción/reacción en el que a la vuelta de cada esquina se esconderá la violencia, no solo la soterrada como hasta ahora ha pasado durante muchos años cuando nadie se les ha opuesto salvo unos parlamentarios, y pocos individuos sobre los que caía toda la represión independentista, que era mucha, pero poca respuesta hubo en  la sociedad civil que son las universidades, los funcionarios, sanidad, bomberos, partidos políticos, intelectuales, educación infantil, cultura, deportes, medios de comunicación, empresariado, fundaciones, asociacionismo, etc. etc. podrían despertar ahora, un poco tarde.

Probablemente aparezca también la violencia abierta. El Estado que estaba desaparecido en Cataluña, empezará a querer hacerse visible y se encontrará con enormes dificultades para entrar en la maraña formada por tantos años de deslealtad del catalanismo que ha montado un estado totalitario, en pequeño, pero está bien montado y engrasado y ahora con la ilusión de vivir la utopía lleno de vitalidad a la que sumarán muchos indecisos. Tendrá que empujar si quiere cambiar cosas y enfrente le resistirán, cuanto de una u otra será visible sin romper la baraja, no lo sabemos, pero podría ocurrir que el buenismo junqueriano pudiera trastocarse en violencia abierta.

Instalarse allí y volver a retomar la legalidad constitucional será una labor de titanes, resolver el problema de un porcentaje tan alto de catalanes desafectos, será imposible a medio plazo. Recuerden que la democracia es aburrida mientras que luchar por construir una utopía, puede llenar la vida de decenas de miles de jóvenes, máxime dado que no existe ningún otro proyecto, ni 15-M ni aglutinador europeísta, ni constructor izquierdista,...

Hace años creí que la opción federal podría servir, es lo que tenemos un poco más desarrollado y mejor adaptado, hoy no tengo duda de su inutilidad. Lo cual no quiere decir que no se intente como salida de corto medio plazo. Pero a medio y largo plazo el independentismo que ha visto lo fácil que le ha resultado ahora, está por la independencia, claramente, quiere tratar de tú a tú al estado, eso en el mejor de los casos sería a medio plazo una confederación. A medio plazo parece que la experiencia de la Ley de Claridad Canadiense podría ser un apoyo, pero a medio plazo, antes estamos en esta etapa avispero, parar un golpe de estado con resultado de secesión.

Hoy quizás no será el momento, pero señores del PP, dado que presumiblemente ganarán las siguientes elecciones, no dejen para mañana preparar la dimisión del Delegado del Gobierno en Cataluña, la dimisión de Rajoy y la del Gobierno en pleno, por inútiles. Tantos años dormidos sin decir ni pio, hoy aparece insultante su silencio. Y no me refiero a dialogar esas propuestas que salen de muchas bocas como bálsamo de fierabrás, me refiero a opinar, a relatar, sobre las enormes mentiras que contaban, me refiero a hablar del supremacismo catalán como base del soberanismo, a combatir el totalitarismo que era visible instalaba la Generalitat, me refiero a discutir la idea de pueblo catalán unilateral y homogéneo, etc. etc.

Ha faltado mucha didáctica, comunicación con la ciudadanía, no para convencer al 15% indepe, sino para evitar que sumaran otro 30%, o al menos para introducir dudas. Faltó comunicación por parte de todos los partidos y del Gobierno, por mayor responsabilidad, para reafirmar en la labor de defensa de la Constitución al menos a grupos de ciudadanos de sectores sociales y productivos diferentes que pudieran actuar de divulgadores de las ventajas comparativas que se están manifestando estos días en aluvión, la mejor forma para no retenerlas y que pierdan eficacia. ¿Cómo es posible que hayamos dejado la defensa de la Constitución exclusivamente en manos peperas? principios constitucionales a años luz más progresistas que los proyectos indepes, que por cierto no contemplan el derecho a decidir la autodeterminación, de Barcelona por ejemplo. Intenten recordar intervenciones de algún ministro en estos años, salvo el Sr. García-Margallo, y verán la pobreza de los políticos españoles.

Un gran problema que tardará bastante en resolverse, lo español encuentra poca defensa, y así cualquier boutade tiene más adeptos que detractores, porque enseguida se identifica lo español con Franco, como si usted y yo no existiéramos, como si Azaña y la República fueran extranjeras, como si lo español fuera representado por esos cuatro ultras a los que se destaca por toda la prensa y políticos, desechando al resto. En ese resto están 47 millones de personas con múltiples ideas, ideologías, sentimientos, identidades, están el 15-M y todo tipo de activistas, feministas y LGTB, están sindicalistas y jubilados, anarquistas y estudiantes, parados y mujeres y viejos, y etc. etc. están ustedes sean de una u otra inclinación que permiten les metan en el mismo saco que a los ultras.

Y no descarten nuevos peligros, además de la violencia, no descarten una crisis económica que llegara a afectar al euro, o algún reconocimiento internacional, por ejemplo a Rusia y Reino Unido les viene de perlas meter follón en Europa, para debilitarla.

PD: Los partidos en España necesitarán nuevas elecciones para determinar su grado real de representación ciudadana que podría haber quedado muy alterado respecto a últimas elecciones, antes deberían producirse nuevos acoplamientos, trasvases de militantes de unos a otros partidos.

En el año 2013 publiqué en la red 'Catalunya. Camino a la secesión'

martes, 24 de octubre de 2017

Es absurdo creer que una secesión no tiene costes

Todo el proceso es una sucesión de mentiras, que nunca fueron desmentidas por el gobierno o los partidos o las entidades civiles, empresas, sindicatos...salvo por algún individuo aislado que se tomaba la molestia de escribir. No se trata de convencer a los secesionistas clásicos, ese 15/20% tradicional, pero si de influir sobre los otros 2/3 de indepes sobrevenidos que poco a poco han ido abrazando ideología y comportamientos.

Mucha gente tomó partido desde 2010, sin oposición, las consignas entraban fácilmente, el romanticismo de lo nuevo e inmaculado caló en una población desarmada nutrida en gran parte por jóvenes románticos que se veían estar protagonizando la historia, era una gran oportunidad de ser héroes románticos, sin costes, porque siempre remaban a favor de la corriente en la medida que las movilizaciones se organizaban desde el poder, siempre estaban a salvo. 

Uno de los problemas que ello provocó es que una vez tomada oposición es dificilísimo modificar, se elige la trinchera y desde ella se defiende a tu equipo, la gente no atiende lo que proceda de fuera de su grupo salvo lo muy extremo y para ridiculizarlo, se toma lo anecdótico para convencerse de que su enemigo es despreciable. 

Y aquí seguimos repercutiendo los costes en el enemigo externo, 'Es un golpe de Estado' dice Carmen Forcadell, presidenta del Parlament y anteriormente de la ANC, nada más anunciarse por Rajoy la futura puesta en marcha del 155. Igual que Tejero cuando decía que aquellos parlamentarios dieron un golpe de estado a la legalidad franquista. Forcadell fue la gran lideresa del golpe de estado los dias 6 y 7 en el Parlament, aprobando las leyes de desconexión y repferendum de la nueva República Catalana. Como dice Borrel, el Parlament para tocar una coma de la ley electoral catalana necesitaba 2/3, y para romper el reglamento del Parlament, el Estatut y la Constitución lo hicieron con mayoría simple. Y así los costes del process aumentaron vertiginosamente, y las empresas viéndose fuera de la UE y del euro empezaron a tomar la salida.

En 2013 escribí sobre los costes de la secesión y el absurdo manipulador de ocultar y mentir sobre ello. 

Es absurdo y manipulador ocultar costes en un proceso secesionista

Toda ruptura conlleva costes, sean las personales por amor, amistad, o religiosas, partidistas, societarias… sería imposible que ésta no los tuviera. En Catalunya los promotores de la secesión no hablan de costes, se trata de pintar una ilusión y el paraíso y nada puede diluir la imagen edulcorada que hay que transmitir para sumar voluntades. La marcha por la independencia está tan rellena de sentimientos como vacía de racionalidad y concreción. La presentación de la opción independentista como solución a todos los problemas, sean personales o colectivos de los catalanes, debería oler mal a cualquiera que tenga un pie puesto en la Ilustración y use un poco de racionalidad, -máxime a militantes, partidos y sindicatos de izquierdas, e intelectuales y teóricos sociales-.

Ni siquiera las separaciones que se dicen modélicas, Escocia y Canadá, se dan a conocer aquí ampliamente con sus particularidades, acuerdos y diferencias relacionadas y explicadas las condiciones concretas y diferenciales, simplemente se citan los nombres de las naciones para supuestamente mostrar que es posible la secesión, con la coletilla, eso sí, de que otros son mejores que los españoles son más demócratas y abiertos. Al margen de las similitudes y diferencias existentes, hay que recordar lo fundamental, no se ha producido tal secesión en ninguno de los dos casos, por ahora. Algunos comentarios sobre ellos se desarrollan en otras partes de este trabajo, simplemente cabe recoger aquí que ambos consideran el proceso extremadamente complejo y delicado y ninguno de los dos lo quiere imponer por las bravas, o para ser más explícito, en ambos procesos los interlocutores se someten a la legalidad vigente en cada sitio, intentando modificarla negociando, sin que anuncien la posibilidad de declaración unilateral de independencia como sí está planteada en Cataluña.

Estamos ante un problema del que ignoramos gran parte de las dimensiones que podría tomar, y todavía muy lejos de entender qué posibles salidas podrían ser válidas, aceptadas por amplias mayorías sociales representativas. Ignoramos, allí y aquí, la gravedad de las rupturas que pueden producirse y los torbellinos que podría generar una ruptura unilateral, desconocemos la reacción de millones de personas ante una realidad que hoy no somos capaces de vislumbrar. Los cambios en los equilibrios y relaciones de fuerzas sociales y políticas y sus liderazgos podrían ser enormes y bastante alejados de lo conocido hoy, por lo que nada de lo soñado por las partes tendría por qué ser parecido a lo que realmente nos encontráramos. Una sensación parece que se impone con mayor peso que el resto, todos perderíamos en un proceso descontrolado.

Los primeros costes a pagar son los de la racionalidad, la carrera del todo vale para conseguir el objetivo, deja sepultada la ética ante el bien supremo de la independencia. Las mentiras difundidas por la gigantesca maquinaria de propaganda secesionista se extendieron durante meses sin encontrar resistencia, lo que permitió su implantación en miles de ciudadanos dotando a la carrera por la independencia de una ventaja considerable, porque una vez tomado partido, cuesta mucho menos buscar argumentaciones para consolidar la postura, que para cuestionarla, lo que supone generalmente un esfuerzo considerable y mayor preparación específica máxime en Cataluña ya que sin duda producirá rechazos y choques en el entorno social. Agrava el problema la utilización de argucias y malas artes por parte de instituciones de la Administración del Estado en Catalunya, como la Generalitat. La presentación de las balanzas fiscales a la prensa, mostrando resultados favorables a sus tesis, apoyados en solo dos de los cuatro modelos que contenía su propio trabajo; la difusión de la falsa ley alemana sobre el límite de contribución fiscal del 4% que tenían los lander; el principio de ordinalidad según el cual estaba legislado en estados federales que las transferencias interregionales no podían modificar el orden del territorio contribuyente… ‘No eran calentones de tertuliano borrachín, sino tesis precisas puestas en circulación a sabiendas de su falsedad y que sin molestarse en sopesarlas, un día sí y otro también repetían con fervoroso convencimiento periodistas propicios y académicos rebosantes de ardor patriótico espontáneo o engrasado.’ Félix Ovejero, Economía moral del nacionalismo.

Algunos costes económicos aparecen en informes externos de grandes bancos de inversión. El nuevo estado afrontaría graves problemas que podrían tener costes altísimos para la población, debería negociar multitud de cuestiones bilaterales de las que se desconoce casi todo, antes de tomar una decisión: ¿con qué se queda, que se lleva y que retorna a España? ¿Qué parte de pensiones y seguridad social, cuanta deuda del Reino de España les corresponde asumir? No se conocen cifras exactas pero es un hecho que de la deuda histórica española una parte lo es por inversiones pasadas a Cataluña, ¿Cómo definirla, cuanto les corresponde de deuda interna y cuanto de externa? ¿Cuánto, de la Sagrada Familia es español y del Museo del Prado es catalán? etc. –La Giralda tampoco es totalmente sevillana, ni la Alhambra enteramente granadina, ni la costa del pueblo X lo es de sus habitantes enteramente, etc.- Tendrían que definir su moneda, que aseguran será el euro, debe entenderse como moneda de uso, pero fuera de la eurozona de la que saldrían, o ¿quizás sea el momento de defender su reivindicación histórica de moneda propia? si fuera así tendrían la ventaja de devaluar para salir de la crisis, el inconveniente de la depreciación que sufriría, y de la financiación en esa moneda, difícilmente aceptable al menos en el corto plazo, sin olvidar que muchas de sus relaciones y balances están en euros y la nueva moneda crearía un cierto conflicto propenso a altas tensiones monetarias. Supuesto que escogieran el euro, parte de la soberanía supuestamente recobrada al separarse de España, la cederían sobre la política monetaria en mayor grado que ahora, en la que intervienen en cuanto España, después no podría intervenir como Catalunya dentro del Banco Central Europeo, surge el problema de cómo financiarse sus bancos, que sería altamente improbable lo pudieran hacer por el BCE. Por otra parte y supuesta su entrada a la UE, lo cual sería casi imposible con la negativa española, y considerando se trata de una de las regiones ricas de Europa, tendría que ser contribuyente neto al resto de regiones pobres, fueran españolas, italianas o del Este. Más o menos como ahora.

Buscar financiación en los mercados internacionales, para sus empresas y su estado se antoja un grave problema durante años, que si ahora no es sencillo dentro de España, -ya han tenido algunos rescates-, fuera habría que presuponer altas dificultades para encontrarla como estado independiente. Los grandes bancos de inversión mundiales no apuestan favorablemente por la independencia, Nomura, J.P. Morgan, UBS, -de ellos proceden los cuadros anexos- en sus informes emitidos a los grandes inversores del planeta les advierten de altos riesgos en la nueva Catalunya, lo cual no parece que les facilite los sueños de mejorar su estado de bienestar por salir de España, y ello al margen de que los informes sean flojos, o buenos, lo importante es la recomendación que transmiten de, no arriesgar, y lo hacen precisamente aquellos bancos a los que tendría que convencer la Generalitat para que dirigieran inversiones al nuevo estado. Una cuestión en relación a los informes naturalmente el perjuicio, lo sería para ambos territorios, España y Catalunya, no piensen ustedes que solo saldría perdiendo el otro. Los dos pierden con una secesión, los dos territorios ganan manteniéndose juntos. Nomura, no cree que se produzca la independencia y sugiere que la salida al problema consistirá en una mejora en la fiscalidad negociada, UBS apuesta por el no rotundo, prevé posibles fugas de capitales, caída de la riqueza e impago de la deuda. J.P. Morgan –vean en el cuadro la síntesis de su posición- considera que no mejoraría con la independencia, que el objetivo final es mejorar la financiación y al igual que los otros, significa que el nuevo estado quedaría fuera de UE, advierte del riesgo posible del despertar nacionalista de otras regiones y países europeos. El tema de la deuda es un problema controvertido en las cifras, puesto que lógicamente a la deuda de Catalunya que figura en las estadísticas como deuda de Comunidad Autónoma, deben sumar la correspondiente a los municipios catalanes y la parte alícuota que correspondería de la deuda central del Estado Español y de la Seguridad Social, aspectos éstos no fácilmente cuantificables.

El problema planteado lo definen las recomendaciones de los bancos de inversión y los brokers, no lo busquen en las asépticas cifras que maneja la Generalitat, sino en los ‘espíritus animales’, que gobiernan la economía, el componente de irracionalidad, de emoción, que tienen las decisiones, el problema es político y las reacciones de subjetivismo y desánimo que desatarán, por eso lo que fundamental de informes de este estilo es la recomendación general, apuesta a compra, o venta, arriesga o no y aquí en los tres casos dicen no apuestes a Catalunya independiente. Naturalmente desde las filas secesionistas, profesionales del sector, insisten en las cifras asépticas o en descalificar los informes por 'flojos', además de minimizar cualquier peligro con el mantra tan querido de 'que no te venza el miedo'. También podrían rezar. De poco sirve que los actuales productos catalanes sean altamente exportables, a España y resto de Europa, en aproximadamente un 65%, serían tratadas como elemento externo a la UE, por tanto sin la facilidad de movimientos actuales, grabadas con aranceles que harían perder parte de su competitividad y sujetas a convenios de negociación y no como piensan los defensores de la independencia que simplemente lo no vendido en España, que dicen afectaría poco, todo sería distribuido en Europa. O de poco sirven buenas cifras de deuda, -en tanto CCAA, luego sumen el resto, Central y municipales y S.S.- recuerden que España tenía menos del 40%/PIB cuando empieza la crisis, y hoy tiene el 100%, lo importante es la consideración de los mercados sobre riesgos posibles en la posibilidad de financiarla.

viernes, 20 de octubre de 2017

Las élites catalanas: políticas, económicas, religiosas, culturales…

Las élites catalanistas tienen considerable peso para dirigir y empujar el proceso de ruptura consiguiendo movilizar a su favor a cientos de miles de personas, muchos de los cuales aparentemente no deberían estar a su lado, dado que sus intereses son contradictorios entre sí. Las encuestas de opinión del CEO, de la Generalitat, del verano de 2013, daban como máxima preocupación de los catalanes cuestiones muy parecidas a las del resto de España, la precariedad laboral, el paro, la crisis económica, pero es un hecho que desde aquel verano acá, el tiempo que ya era rápido, se ha vuelto a acelerar, como si presagiara un cambio histórico, una ruptura, un enfrentamiento que puede llegar a estallar. En este momento, si las opiniones de un pueblo son las que aparecen manifestadas en la CEO, hay que buscar la explicación del acelerón en las élites que gobiernan Catalunya, Gobierno, Parlament, instituciones civiles, partidos, y el largo etc. que conforman las élites catalanas dominantes, las cuales demuestran su poder de dirección social al margen del conjunto de la población que mayoritariamente tiene/tenía unas preocupaciones diferentes.

Las élites catalanas abundan en la idea de que no hay valor en la españolidad de la cultura, del arte, la política, la apertura al mundo… ni en el trabajo, ni en las leyes, ni en la Constitución; los pactos de la Transición se desprecian ahora, fue un instrumento de cierta utilidad, pero los pactos que ellos buscaron, apoyaron y aceptaron, lograron que Catalunya conservara su identidad, lengua, cultura, poder político y económico con autonomía superior a cualquier otro momento, nada más que comparar el territorio catalán de parte española con la parte francesa en la que ni siquiera existe la lengua con carácter oficial, ni mucho menos en el sistema educativo, lo cual debería servir para reflexionar sobre la convivencia practicada a uno y otro lado de la frontera. Desprecian la historia española y la común, y construyen su identidad en oposición de lo español y en defensa de un supuesto ideal intachable de su cultura e historia; en su limbo identitario no existen clases ni explotación, no hubo poderes, desigualdad, ni opresión interna, no hay lugar para otras identidades, ni mezcladas ni ajenas, ni otras emociones similares, posibles de compartir. Hoy sabemos que las tradiciones son invenciones recientes, han sido fabricadas, pero no solo Don Pelayo y demás historietas españolistas, también las fabulaciones de naciones con núcleos originarios perfectos y valerosos por encima de cualquier otro: -Eric Hobsbawm y Terence Ranger, ‘La invención de la Tradición’ Editorial Crítica- También se pueden descolgar de Scribid ‘Hobsbawmn, E. ‘Identidad, rev. Intern. De filosofía política, nº 3 1994.

Se sienten europeos, pero no españoles, lo cual es extraño, porque son políticamente europeos en cuanto españoles, ya que es el Estado español el firmante de los tratados, en los que ellos colaboraron. No existe racionalidad para analizar procesos y problemas desde una óptica de búsqueda de soluciones comunes, cuando antes la hubo, ahora solo aparecen emociones desbocadas en un tren sin frenos. Los individuos de la élite política, económica, sociológica, religiosa, cultural, deportiva, mediática… son catalanistas, -olvido intencionado, del aspecto extremadamente alejado de la consideración colonial que se justificaría con élites españolistas dominando en una Catalunya, sin industria y comercio, perseguido su entramado social…- los cuerpos de élite son nacionalistas de cuna o pequeñísima minoría de asimilados, porque la presión de integración grupal funciona en esa dirección, sin asimilación probada nadie será aceptado en el entramado social.  No es que dichos individuos sean expulsados físicamente de la región, pero sí de la cabeza rectora y representativa de la sociedad y mirados de otra forma serán desplazados, esto para los españoles llegados en oleadas migratorias desde los años cincuenta, representa un coste altísimo de marginalidad latente, que crecerá con la independencia.

Las direcciones de partidos de izquierdas, en sus cogollos, están compuestas en su mayoría por los individuos citados, compartiendo el partido la identidad de clase y nacionalista, lo que explica los vaivenes y  posterior deriva de seguidismo hacia las pautas soberanistas, para no verse excluidos de la marea, lo cual lleva aparejadas fugas constantes de militantes y votos. Estas élites están logrando ya una ruptura social, que desgaja a los de abajo de sus identidades obrera, cultural, de sexo, quienes para sentirse aceptados por el grupo social en que viven han de esconder o renunciar a su pasado, que puede tener otra procedencia física, deben abandonar las historias familiares que les dotaban también de rasgos de identidad diferentes, que ellos compartían para sentirse integrados por un pueblo en el que viven y trabajan.

Los casos que conocemos en otros países, en los que una fuerza política, culpa a los extranjeros de los males de los trabajadores, se etiquetan como populistas. Los que acusan a los emigrantes de ser causa fundamental de los problemas de los pobres, por llevarse trabajos, ayudas sociales, los que culpan de la degradación en sanidad y educación, por las que cotizan los nacionales, son adjetivados por todo izquierdista, como de populismo xenófobo,… La misma argumentación –y política subsiguiente- produce el nacionalismo catalán, pero aquí los izquierdistas peninsulares lo dejan pasar, mientras, el ataque a lo externo se imputa a los ladrones españoles, por ser culpables de todos los males que soporta el estado de bienestar catalán. La consigna los extranjeros roban a Catalunya, utiliza la misma raíz filosófica xenófoba como justificación de la acción política, los otros, los españoles extranjeros son los culpables.

Los grupos de poder ciudadano en Catalunya no tienen entre sus dirigentes, a trabajadores u otras identidades distintas a la catalana. Los progresistas respetan las identidades minoritarias, son capaces de luchar porque puedan expresarse libremente, pero no aceptar que los sustituyan, no se puede catalogar a los otros como mejores y sustitutorios de los demás, que es lo que pretenden los nacionalistas. Pelear porque otro pueda opinar está bien, pero compartir su opinión es otra cosa muy diferente. La desigualdad en Catalunya tiene que ver, con la clase aderezada con lo nacional, importa el lugar que ocuparon sus padres y ellos en la producción, en la escala social, tiene que ver con la herencia. En el proceso secesionista hay ricos y pobres juntos, evasores fiscales y pagadores de impuestos, trabajadores y dirigentes de corporaciones, banqueros y bancarios y vendedores, tenderos, barrenderos, jubilados y rentistas, alta burguesía y peones, parados y ni, nis etc. etc. ¿me quieren convencer de que todos juntos tienen el mismo interés y deben caminar al mismo paso? 

El proyecto de un nuevo estado ya está en marcha y muy avanzado, contrasta y mucho, con el silencio del Gobierno PP, con la pasividad en las respuestas argumentales de los defensores de la Constitución, llama la atención el silencio del pueblo español, los partidos políticos y sindicatos en sus respectivas secciones locales y sectoriales no debaten el gran problema que puede tumbar la Constitución y dar un vuelco a la organización completa del Estado, que tendría que variar ostensiblemente. Bastante de la explicación tiene que ver con el desconocimiento del proceso, de sus protagonistas, y sus postulados; muchas personas ante los silencios de Rajoy, piensan que carece de importancia, o que es una etapa más de las típicas anteriores, nada más lejos de la realidad. El proceso de separación tiene enorme fuerza y velocidad sin que puedan descartarse acontecimientos unilaterales en el próximo año de centenarias efemérides.

Una parte importante de la población de Cataluña ha encontrado su objetivo en la vida en estos momentos de crisis, está organizada para luchar por un ideal, junto con múltiples organizaciones y niveles territoriales y sectoriales, en los pueblos y ciudades, en sectores culturales, deportivos, empresariales, en instituciones oficiales; los argumentarios circulan por la red y en reuniones vecinales se extienden hasta el último individuo del pueblo más apartado, hay respuestas para todo, ocurrencias para resolver cualquier cuestión… da lo mismo el peso intelectual que contengan, lo importante es la eficacia real, que aquí significa el poder transformador del individuo empujando por la independencia, lo importante no es que sea intelectualmente correcto, verdad o mentira importan poco con un tren lanzado a toda velocidad, la capacidad de arrastre es lo que cuenta. Cataluña ha roto su amarre con España y eso conduce a la rotura constitucional que afecta a toda España.  

Al otro lado del Ebro, muy pocas personas conocen lo avanzado que está el asunto, el pueblo en general está bastante alejado, desconoce argumentos, nadie podría sostener una discusión sencilla con cualquier ciudadano catalán. Y cuando uno se desarma argumentalmente es peligrosos porque solo le queda el recurso al pataleo, a la fuerza. Lo desgraciado es que el recurso no valdrá para resolver el problema, en todo caso lo aparcará. La dirección política oficial parece liderada por ERC y Convergencia, en paralelo, pero con enorme poder, existe otra dirección del proceso, a otro nivel popular y transversal, cuya influencia se extiende por todo el territorio de Cataluña, bastante poco conocida en el resto de España, con ideas y proyectos nacionales muy claros y ampliamente desarrollados, si quieren tener mejor idea de cómo transcurre este proceso y su velocidad de circulación, den una vuelta por las páginas y direcciones siguientes, que de ningún modo pretenden ser exhaustivas: 
            
Sin el fenomenal aparato mediático soberanista, sería muy complicado entender el silencio sobre los costes de una secesión, o la profunda influencia de la agitación y propaganda soberanistas o la masiva movilización en las convocatorias que llegarán a todos los rincones del territorio. Sin meter en la ecuación el formidable aparato mediático en el que se apoyan los nacionalistas e independentistas, no se entendería la tergiversación y manipulación de datos y estudios en bastantes oportunidades. El debate sobre ventajas e inconvenientes se ha hurtado en los principales medios catalanes masivos, como se han ocultado las características particulares de los problemas que plantea la pretendida decisión, ¿quizás porque no existían? Así los datos circulan como pueden por medios pequeños y marginados que no pueden competir con los grandes medios que inciden  fundamentalmente en aspectos emocionales, tales como la identidad perseguida y el mantra de los españoles nos roban.

No encontraremos en los puestos de dirección de los principales organismos civiles, de los medios de prensa, radio o televisión, la diversidad de gente que compone el pueblo catalán o la que asistió a la cadena humana del 11 de septiembre, la pregunta que podría hacerse es ¿estos grupos de élite dirigente de la sociedad estarán dispuestos a aceptar en igualdad de condiciones y derechos a los otros, a los que no somos pata negra? ¿Tiene algo que ver la dirección de este movimiento con el mundo sindical, con los trabajadores, los parados, con el feminismo o con la ecología? Ninguno de los problemas que afectan estas problemáticas humanas figuran en agendas, argumentarios o consignas, sencillamente han desaparecido de las movilizaciones, han dejado de formar parte de la realidad porque los medios las esconden y sustituyen por la única que tiene permiso para difundirse, la soberanista. Las encuestas del CEO, siguen dando hoy día como principales problemas los vinculados a la precariedad y crisis económica, a mucha distancia de las relaciones cátalo-españolas, siendo así, ¿cómo es posible poner la secesión como elemento central movilizador? solo una enorme y eficaz campaña es capaz de conseguir unir en la creencia mágico-religiosa que la solución a esos problemas está en la independencia, -un 51% lo cree- y eso un partido político por muy grande y eficaz que sea, es incapaz de lograrlo, necesita contar con la movilización a fondo de todo el conjunto mediático nacional, transmutado al servicio del nacionalismo –y no de todo el país- apoyado institucionalmente por el aparato estatal nacional y por las organizaciones civiles citadas, todos juntos conforman las élites nacionalistas.


Sin el fenomenal aparato mediático catalán, resulta imposible comprender la rapidez y extensión del movimiento secesionista y su transversalidad. La importancia de la fabricación del relato de independencia, pócima de Fierabrás que curaría todos los males, ha sido vital para el proceso, apoyado en el asfixiante aparato puesto en marcha por el nacionalismo, sin comparación posible a cualquier otro español ha conseguido apoyar todas las acciones y llegar a todos los rincones sin dar contenido a voces discrepantes. Según el CEO, de la Generalitat, la televisión más vista, las radios más escuchadas, la prensa más leída, a mucha distancia del resto son, TV3, Catalunya Radio y RAC1, y La Vanguardia y El Periódico. Sumen el mundo cultural, universitario, y otros niveles educativos, deportivo, etc. cuyas élites mayoritariamente impulsan el proceso y obtendrán un conjunto de generadores de contenidos ideológicos potentísimo en la dirección nacionalista, hoy transmutada secesionista.

Manuel Herranz 2013