martes, 22 de junio de 2021

Ojalá sirvieran para facilitar la convivencia

 En el process de secesión hay mucho de fascismo

 

‘’Por poco que profundicemos en tal examen, saldremos convencidos de que, en la España actual, las diversas razas que la poblaron no se han fundido todavía, sino que, al contrario, el desarrollo histórico las ha llevado no solo a mantener sino hasta incluso aumentar sus diferencias características.

Tomaremos tan solo las dos que más directamente nos interesan, la nuestra o sea la que forma el pueblo catalán y la que ha logrado imponérsenos, o sea la castellana. Valentí Almirall, ‘Lo Catalanisme. Motius que’l llegitiman. Fonaments cientifchs y solucions practicas’. 1886.

 

 ‘’No queremos hombres de munición, queremos que cada uno sea él mismo, que signifique alguna cosa: así se hacen fuertes las Patrias. Y soñamos con un imperio intelectual y moral mediterráneo, por nuestra influencia sobre las restantes Naciones latinas, sin ser desviados ni por las durezas e ignorancias castellanas, ni por aquellas corrientes frías nórdicas que nos invaden con fantasmas de ideas pálidas, anémicas, de consciencia vacilante. Nada de eso. Nuestro patriotismo es de Patria superior, pero con carácter propio como los griegos, que fueron los primeros sin dejar de ser muy helénicos.

Los demás pueblos de España ya nos seguirán, si quieren o si pueden y, si no, peor para ellos. Tal es nuestro cometido.’’ Pompeyo Gener Babot. Recorts y esperances. Joventut. 1905.

 


"En Espanya (…) mestizaje que se reconoce por unos caracteres morfológicos externos (cabellos más oscuros y rizados y color de la piel más oscuro y que es debido a mayor poder pigmentario y no al sol), además el ángulo anterior mandibular es inferior al del catalán.

Se puede considerar al espanyol como un elemento de la raza blanca en franca evolución hacia el componente racial africano-semítico (árabe). El coeficiente de inteligencia de un espanyol y un catalán según las estadísticas publicadas por el Ministerio de Educación y Ciencia espanyol da una clara ventaja a los catalanes.

La progresiva degradación racial española puede contagiarse a los catalanes debido a la fuerte inmigración, los frutos se pueden ver si observamos la diferencia caracteriológica entre el hombre del campo, no contaminado por el linaje espanyol, y el de las ciudades.

El carácter trabajador y europeo del catalán es un factor anímico bien contrario al gandul y pro-africano espanyol.

Por todo esto tenemos que considerar que la configuración racial catalana es más puramente blanca que la espanyola y por tanto el catalán es superior al espanyol en el aspecto racial “.

La lectura anterior, racista, procede de ‘Quaderns del Separatisme’ nº 2, ¡de ‘Nosaltres sols! es una pequeña muestra del catalano fascismo. –La nº 1 y 2 aquí mostrada están enlazadas en la UAB Universidad Autónoma de Barcelona. En Arca revistas catalanas tienen la original ‘Nosaltres sols!’ publicada entre 1931/1934 por Unión Catalanista-. No crean que es una manifestación solo del pasado, en la actualidad tiene vigencia entre los dirigentes del procés, siendo una de las ramas ideológicas que sustentan el movimiento secesionista en Cataluña, admirada por muchos activistas y líderes independentistas, entre otros por Quim Torra, actual presidente de la Generalitat de Cataluña en 2018, que fuera anteriormente en 2011, miembro del Consejo Permanente de la Asamblea Nacional Catalana, vicepresidente de Ónmiun Cultural, en 2012, director del Born Centro Cultural, tres importantes focos de dirección del secesionismo; el Sr. Torra escribía el 27-01-2014 en ‘Punt Avui’, una glosa a Daniel Cardona:

 

‘’Hace un par de semanas se inauguraba en Barcelona la plaza dedicada a Albert V. Ballester, el creador de la estelada. En el mes de marzo se hará un homenaje a Daniel Cardona, fundador de Estado Catalán y de Nosotros Soles. Cada año aparecen nuevos estudios sobre el pensamiento político y los orígenes del independentismo. Hoy volvemos la vista atrás y reconocemos en todos estos nombres los pioneros de la independencia… Los viejos independentistas nunca mueren, no pueden morir, porque sencillamente todavía necesitamos su esperanza, su ilusión y su juventud. Ya no están solos. Las líneas paralelas del independentismo y el catalanismo se han fundido en una sola, más recta, más gruesa, más imparable.’ Quim Torra.      


La doctrina racista conlleva una idea de superioridad sobre el resto de individuos, y esto se encuentra en el fondo del nacionalismo catalán. Nadie prestaría atención a determinar la existencia de una raza catalana, diferenciada del resto de supuestas razas españolas, dedicando cientos de horas, para demostrar que es igual o inferior a otros, los esfuerzos catalanistas por diferenciarse encuentran sentido en la intención de destacarse por encima, elaboraron teorías supremacistas similares a los nazis.  Ellos, los catalanistas, se creen super hombres comparados con otros españoles, pretenden tener mayor altura moral para juzgar y despreciar, dicho aspecto subyace en el nazismo y otros fascismos. 

‘’La raza, como elemento de la Nación, es el compuesto histórico formado por las mezclas étnicas y por las influencias del territorio y que tiene, además, un espíritu propio. Por eso es ridículo e incongruente que se combata la teoría de las nacionalidades negando la existencia actual de pueblos de raza pura en el sentido antropológico de la palabra’’. Antoni Rovira i Virgili, ‘El principi de les nacionalitats’. 1932.

 

El camino que lleva al supremacismo pasa por el nacionalismo, el cual buscará a todas horas diferencias con los otros que les doten de una identidad común especial, dedicará enormes esfuerzos a la doctrina racista para justificar considerarse a sí mismos, superiores, lo cual debería llevarlos a gobernar el estado y el mundo pancatalán, y como la realidad no refleja ese sueño, serán históricos los lamentos que provoca el dominio de los españoles semitas. Muchos autores catalanes dedicaron durante ciento cincuenta años enormes esfuerzos para teorizar la doctrina racial y la xenofobia constante que provocaba la emigración, buscando con ello siempre justificaciones de por qué se les debe conferir mayores derechos que a los otros. La creencia en una superioridad moral de los secesionistas los lleva a creerse con más razones en lo que dicen y hacen, y, por tanto, tratar de imponerlo a la gente que les rodea, o expulsar a quienes se opongan…

‘’Los castellanos, que los extranjeros designan en general con la denominación de españoles, son un pueblo en el que el carácter semítico es predominante; la sangre árabe y africana que las frecuentes invasiones de las gentes del Sur le han inoculado se revela en su modo de ser, de pensar, de sentir y en todas las manifestaciones de su vida pública y privada. Es por eso que inspira tanta atracción a los extranjeros que rebuscan todo lo que es característico, es por eso también que los pueblos civilizados de Europa, tienen tanta dificultad para comprender su manera de actuar’’. Enric Prat de la Riba. ‘La question catalane: l’Espagne et la Catalogne’.

 La preocupación por la raza no fue solo algo pasado, forma parte muy importante del sentir catalanista e influye poderosamente en el procés actualmente, esa doctrina no solo procedería de las fuentes históricas del catalanismo como pasado romántico, dirigentes políticos del presente siguen preocupados por encontrar diferencias de la raza catalana que sirvan como apoyo para manifestar su superioridad. Muchos son los escritos de líderes actuales, cargos gubernamentales y parlamentarios, escritos de Jordi Pujol desde mitad de siglo XX, con abundantes muestras de misticismo católico, nacionalismo extremo, búsqueda de las diferencias raciales, preocupación por integrar la emigración y desprecio por ella, etc. Un amplio abanico de las élites independentistas y miles de activistas publican sus diatribas racistas y xenófobas y difunden las de los catalanistas clásicos, lo cual está conformando actitudes y comportamientos sociales fascistas.

No existe cuerpo doctrinal fascista formulado en libros específicos al estilo del marxismo, esas decenas de libros de Marx, Lenin o Mao no tienen equivalencia en el campo fascista, las bases teóricas del fascismo están recogidas en unos pocos textos, mítines, slogans, consignas, discursos, pautas de actuación y programas políticos, aunque éstos últimos extremadamente contradictorios e incoherentes en sus postulados, lo cual es uno de sus signos. La cuestión es que muchos de los aspectos teóricos de las formaciones, las ideas que expusieron los partidos y sus líderes y bastantes de sus comportamientos, definen a los fascismos que han sido, en muchos casos auto-reconocidos sobre todo en la primera mitad del siglo XX.  Sin embargo, hay que considerar un aspecto esencial de la cuestión, destacado por una de las corrientes de estudio sobre los fascismos, -por ejemplo Sternhell- la cual define las bases de su ideología insertada dentro del cuerpo teórico de la rebelión cultural europea expresada contra la Ilustración, contra el marxismo y la Revolución francesa, -simplificada en Kant, Marx y Rosseau- desde la mitad del siglo XIX, en este sentido la ideología fascista, el cuerpo doctrinal o teórico sobre el que se apoyan los movimientos fascistas es tan amplio y extenso como el de cualquier otra corriente, decenas de intelectuales de diverso tipo han escrito desde la mitad del XIX muchos textos que sirvieron de apoyo a los movimientos fascistas.

Posteriormente y debido a las atrocidades de la II Guerra Mundial los fascismos han vivido en la penumbra, los intelectuales que les sirvieron de apoyo básico ideológico se retiraron tras su derrota, así los grupos existieron semiclandestinos, entre otras razones no reconocidos porque no aceptaban en su nombre o título la denominación que les definía. Por supuesto la base ideológica que le dio soporte no puede ser destruida, las ideas fascistas existían en amplias capas de gente, como mostraron los trabajos estadísticos norteamericanos en la Alemania derrotada, algunos recogidos por Tony Jud, otros en las polémicas de Adorno, trabajos que abren enigmas sobre la asunción de responsabilidad de los individuos en los horrores colectivos. En la actualidad, tras el estallido de la crisis de 2008, la mayoría de los nuevos fascismos muestran nombres que no les vinculan directamente a los antiguos, incluso muchos activistas desprecian el concepto, aún defendiendo y practicando doctrinas racistas, totalitarismos y múltiples comportamientos similares a los antiguos fascismos. 

A lo largo de este trabajo se expondrán características que tuvieron los fascismos, muchas de las cuales fueron comunes a bastantes de ellos, pero no en todos los países tuvieron el mismo catálogo completo de comportamientos y teorías, las particularidades locales e históricas existieron, también las temporales, fueron diferentes actitudes tras la I Guerra 1914/18, primeros años veinte a las mostradas después, finales de los veinte y años treinta, distintos comportamientos mostraron antes de controlar los aparatos del estado, o después una vez logrado el poder absoluto. Ejemplos de diferencias son el mayor racismo nazi y su antisemitismo, contrasta con la permisividad del fascismo español, e italiano, quien inicialmente integró a sectores judíos, hasta la II Guerra Mundial, en la que Hitler forzó su persecución también en Italia, en Francia no hizo falta ya que el fascismo francés también fue racista, antisemita; otra particularidad destacable fue la alta asimilación de la clase obrera alemana dentro de las filas nazis, bastante superior a la integración obrera en el fascio italiano. 

Quienes hoy se comportan como aquellos fascistas del primer tercio de siglo XX, italianos, austriacos, noruegos, holandeses, franceses, alemanes, polacos, húngaros, españoles, portugueses, checoslovacos… deberán ser considerados fascistas si actúan como tales, con sus rasgos característicos: movilizaciones masivas,  abuso de emociones y abandono de la racionalidad,  utilización permanente de símbolos y colores de uniformidad, intolerancia a otros comportamientos, pretensión de totalitarismo en las ideas, objetivos e identidad, desprecio por la democracia, proclamas de promesas y mas promesas, asalto al lenguaje para cambiar significados, apoyo en un ideal de pueblo homogéneo, prioridad de la nación sobre el individuo, utilización masiva de propaganda, señalamiento y marginación del diferente, culto a la sangre y la tierra como base del pueblo y la nación, reconstrucción de un pasado idílico, interclasismo, ni de izquierdas ni derechas, contra el marxismo y el capitalismo, así escribía Camil Bofill i Torrents en “Raça i familia”, en 1934: ‘’El espíritu de raza, hoy debilitado por la influencia marxista, es el fundamento de la prosperidad de los pueblos…’’. 

La base ideológica de una parte de la cultura europea en la que se apoyaron los fascismos, tomó una forma particular en Cataluña con decenas de intelectuales catalanistas que desarrollaron su doctrina racista, supremacista y xenófoba, la cual se irá mostrando en este trabajo. Dicha doctrina hoy está plenamente asumida, concretada y desarrollada por el movimiento independentista y su militancia que los considera sus referencias y héroes sin discusión a todos ellos con los que nombra sus calles y plazas, edificios y lugares, universidades y colegios, centros deportivos, culturales, o estaciones de metro. Ni izquierdas ni derechas, dijeron siempre los fascismos y nacionalismos, se manifiestan contra las ideas progresistas.

‘’ La abolición de las fronteras, la fusión de las razas en una sola y única y la igualdad humana absoluta, es el sueño atávico de los llamados progresivos, que no se dan cuenta de que siguen anhelantes la regresión social y que se creen reformadores tan sólo porque su espíritu misoneísta y de consciencia restringida no puede adaptarse a las actividades biológicas y sociales de progresiva diferenciación, que son la expresión positiva de la vida. ‘’ Domènec Martí i Julià, “Utopias”, ‘La Renaixensa’, 1901

Aprovechan de forma populista las crisis económicas, son generadores de odio hacia los otros, según ellos merecedores de menos derechos, son polarizadores y maniqueos para deshumanizar a los que no comparten su visión del mundo, además son víctimas de supuestas agresiones sufridas hace cientos de años, que homologan a decisiones actuales que no les sean totalmente favorables, son agitadores de crispación constante que necesitan para mantener en tensión la movilización popular, proclaman heroísmos imaginados realizados cientos de años atrás, o enaltecen a mártires católicos, desde las instancias de poder practican un control económico, educativo, ideológico, político, etc. Bastantes de los activistas por la independencia acumulan un conjunto de rasgos anteriores y así logran caracterizar el movimiento secesionista en su conjunto. A tenor de sus actos, dicho movimiento por la independencia queda impregnado con bastantes componentes fascistas. 

‘En los momentos actuales esto último ni tan sólo necesita ser explicado: tanta es la evidencia con que se impone a los ojos de todo el carácter doblemente étnico de nuestra política; tal es la razón de que toda ella se dirija al reconocimiento de la personalidad de Cataluña y en que está hecha de una manera tan esencialmente catalana, por grupos que sienten vibrar en su alma, condensada y quintaesenciada, la de toda la Raza’. Miquel d’Esplugues. ‘Nostra Senyora de la Mercè. Estudi de psicologia ètnico-religiosa de Catalunya’. 1916. 

‘…Ahora miras a tu país y vuelves a ver hablar las bestias. Pero son de otro tipo. Carroñeros, víboras, hienas. Bestias con forma humana, sin embargo, que destilan odio. Un odio perturbado, nauseabundo, como de dentadura postiza con moho, contra todo lo que representa la lengua. Están aquí, entre nosotros. Los repugna cualquier expresión de catalanidad. Es una fobia enfermiza. Hay algo freudiana en estas bestias. O un pequeño bache en su cadena de ADN. ¡Pobres individuos!... La bestia, automáticamente, segregó en su boca agua rabiosa. Un hedor de cloaca salía de su asiento. Se removía, inquieta, desesperada, horrorizada por oír cuatro palabras en catalán. No tenía escapatoria. Un sudor mucoso, como de sapo resfriado, le manaba de las axilas. Hay que imaginarse a la bestia, ¡después de tanto tiempo!, ellas que pueden vivir en su mundo español… Quim Torra, ‘La lengua y las bestias’ El Món. 9/12/2012.

Cartel de estos días de junio 2021



domingo, 6 de junio de 2021

Independentismo catalán. Una forma de neoliberalismo

El secesionismo es una enfermedad de ricos. Ricos que se quieren separar para no contribuir, quieren dejar de pagar impuestos para el conjunto, quieren autodeterminarse, autogobernarse, salirse de un pacto común de ciudadanía como los iniciados tras la Ilustración y revolución francesa; en palabras de Felix Ovejero ‘’El ideal ciudadano que inspiró revoluciones contra privilegios señoriales y, en general, contra cualquier desigualdad o privilegio de origen (color de la piel, sexo, etc.)’’ ‘Secesionismo y democracia. Página Indómita, 2021.

¿El retorno de impuestos a los mismos territorios? pero, ¿por qué tiene que haber retorno a los que pagaron impuestos? Qué rápido se rompe el criterio de solidaridad interregional y el europeo, de repente a alguien se le ocurre la feliz idea de denunciar que los impuestos son una carga, es dinero de nuestros bolsillos que nos obliga a pagar el Estado, o los políticos dirán otros, pagamos sin obtener nada a cambio, gritan los pagadores y parece que el pasado queda oculto y olvidado. Las luchas históricas del movimiento obrero por recuperar una parte de la plusvalía que le arrebataron, quedan ocultadas, la historia de conquistas posteriores a la II guerra Mundial, con millones de obreros armados, derrotados los fascismos y con un sistema comunista, que hacía competencia al capitalismo, aconsejaban desviar parte de la plusvalía, que era recaudada vía impuestos por el Estado, que se encargaba de redistribuirla hacia los más necesitados pagando un salario social como forma de asegurar unas mínimas condiciones de vida que garantizaran sanidad y mantenimiento en los días de imposibilidad de trabajar, por paro, enfermedad o vejez. 

En Europa se formalizó un contrato social que tomó el nombre de Estado de bienestar, que dura hasta hoy en el que, tras la globalización, la derrota de sistemas comunistas y la interconexión de mercados productivos y financieros, los ricos del planeta creen llegado el momento de eliminar los impuestos, esa contribución que hacían para garantizar la seguridad y el equilibrio de una sociedad. Lo empezaron formulando en la época de Reagan y Thacher, entonces bajo la teoría de dejar los impuestos en manos de los ricos, porque ellos eran los que generaban actividad económica y así caerían las migajas al resto, posteriormente trasladando la producción industrial a los países emergentes con ínfimas condiciones laborales y mínimos derechos evitaban los pagos de salarios occidentales mientras su dinero volaba de un país a otro. Se extendieron por todos los rincones paraísos fiscales y leyes con subvenciones, exenciones, y puertas abiertas a toda treta fiscal… y ahora, nos quieren convencer los independentistas de que los impuestos deben quedarse en la casa de quien los paga, que suena realmente a que alguien les distó que los impuestos son para quien los paga. 

Según su argumento, ¿tendremos que devolver los españoles, miles de millones de ayuda comunitaria que hemos recibido de la UE? Durante estos años hemos sido uno de los países del mundo que mayor volumen de ayuda haya recibido nunca, en cifra superior a lo que representó en la posguerra mundial el Plan Marshall estadounidense en Europa. También recibió ayudas, Cataluña. Un principio de política europea con el que manifiestan disconformidad los independentistas catalanes, mala tarjeta de presentación para solicitar la entrada en un club que tiene establecida como una de sus reglas obligadas, la contribución solidaria de las regiones ricas hacia las regiones pobres, porque ¿alguien duda de que una supuesta Cataluña europea tendría que contribuir a la UE? La contradicción de postulados políticos es permanente apoyados en sus datos económicos, para convencer a la audiencia los argumentos de potencia económica son los más utilizados, precisamente dichos argumentos de potencialidad económica justifican su contribución solidaria, en España y en Europa. 

En el imaginario nacionalista no existe la redistribución transversal, uno de los aspectos más importantes del estado moderno se hace desaparecer, precisamente el más cercano a las izquierdas. La filosofía contenida en el párrafo anterior, -razón 33- es abiertamente neoliberal, dice, los impuestos para quien los paga. Por ejemplo, los impuestos que paguen aquellos que viven en La Moraleja, el barrio Salamanca de Madrid, Pedralbes o las Tres Torres en Barcelona, tienen que retornar a esas personas que pagaron, pero entonces ¿por qué pagarlos, para qué hacer la pantomima y el gasto de recaudar para devolvérselo a  los mismos? si se acepta que lo normal es retornarlos a su origen, estamos aceptando el criterio de que se queden en sus empresas y propios bolsillos, que es realmente lo que dicen todos los ricos del mundo y los defensores del neoliberalismo, porque desde sus bolsillos podrá crecer la economía y eso dejará las migajas a los pobres. 

Supuesto que el cuadro inicial fuera cierto, -lo cual hay que poner en duda por la experiencia repetida de manipulación catalanista- la idea que transmite la propaganda es lo esencial, la solución que proponen parte de la filosofía neoliberal y aplica modernas técnicas xenófobas, la culpa de todos los males la tienen los extranjeros, los otros nos roban nuestras riquezas, nos quitan nuestro trabajo, ellos se llevan las ayudas sociales, los otros… siempre que los otros de fuera, sean pobres. Están diciendo ‘dejemos de pagar sus vicios con nuestro dinero, porque ya se sabe, son vagos, que no quieren trabajar’… los recortes en Cataluña son culpa de ellos, porque se llevan nuestro dinero los vagos andaluces. Lo increíble, lo peligroso, es que esta argumentación se haya extendido como la espuma entre los trabajadores. 

O no es tan raro, porque situaciones similares confirman las encuestas últimas sobre las bases sociales de apoyo de los partidos de extrema derecha, y xenófobos en Europa. Llevan al simplismo de meter en un saco a los españoles y en otro a los catalanes. Dos grupos en el que todos sus integrantes se hacen aparecer como iguales para fabricarse un enemigo fácil de identificar, simplifican la realidad para auto posicionarse cómodamente cada uno en el bando de los buenos, lo cual es una insensatez cuando se realiza con grupos que se agranda cuando los conjuntos son pueblos, aunque es el criterio utilizado típicamente por los xenófobos, aquellos que tienen miedo, hostilidad, rechazo hacia los otros, hacia los extranjeros, los diferentes, a pesar de las diferencias que encontraremos dentro de cada grupo social. 

Cansa el reduccionismo que lleva a definir a los españoles como extremistas, nazis, corruptos, vagos, ladrones, explotadores, colonialistas… y a los catalanes –en este caso; en otros se invierten los términos. - como abanderados de la libertad, modernidad, trabajo y la justicia. Y lo peor es que el mensaje cala y resulta creíble para demasiada gente, lo demuestran las redes repletas de adjetivos insultantes contra los españoles, por parte de los defensores del independentismo. En esta dinámica que Chacón declare que está en contra de la independencia, es lo mínimo que se espera de alguien que se postula como secretaria general del PSOE, ahora falta que trabaje para difundir muchas cuestiones sin dejar el terreno expedito al soberanismo. El extendido argumento entre los defensores de la secesión, de que los españoles expolian a los catalanes, es tremendo, -hay que tener cara dura para decir que, a los ricos burgueses les explotan sus trabajadores- pero una eficaz mentira para sus intereses, que conviene aclarar una y otra vez. 

Limitar el problema de la secesión catalana a un sentimiento identitario oprimido, es estar ciegos ante la importancia de los aspectos económicos en el impulso que ha dado ERC/CiU y en la toma de decisión por parte de las élites catalanas a favor de la independencia. Ambos aspectos –identidad y economía- influyen poderosamente en la cuestión en la propaganda y en la captación de voluntades. Y ambos aspectos requieren pacientes explicaciones, si pretenden convencer de algo, y menos amenazas e insultos, que buscan vencer, lo cual implica aceptar el enfrentamiento que está en la base de la idea nacionalista de exclusión. Esta es una secesión liderada por ricos que se quieren largar, llevándose sus pertenencias, con gran aparato populista, y por supuesto apoyados en sentimientos catalanistas reales, ya que toda coartada necesita partes de verdad para ser realmente creíble. Los privilegiados, las élites económicas, se dicen ‘hasta aquí me sirvieron los españoles, a partir de ahora, en un mundo globalizado de poco me sirven los mercados nacionales y menos en una Europa comunitaria’, además piensan pagar menos impuestos –públicamente anunciado- en un estado nacional hecho a su medida, lo cual significará menor redistribución a los desfavorecidos.  

Anuncian la reducción del salario social, del estado de bienestar, como forma de abaratar costes, porque de lo contrario, ya me dirán cómo es posible con una deuda superior a 40.000 millones de euros. Piensan en tener menos regulaciones y mayor facilidad para saltárselas, consideran que es mejor que los capitales sean globales, hoy más sencillo que antes, y las cortapisas para ellos, siguen siendo españolas.  Su objetivo de sociedad parece similar a la americana, menores impuestos, menor gasto social y mayores diferencias, alejándose de la sociedad europea que conocemos. El independentismo es una forma de neoliberalismo apoyado en el dejar hacer, dicen los ricos y corporaciones: dejarnos ser libres, aquello que me impida hacer lo que quiero no es bueno, que nadie me obligue a pagar impuestos, lo democrático es hacer lo que quiero. Están convencidos de que su importancia económica, en medio de mercados financieros globalizados, les posicionará con el norte junto a los privilegiados de Europa, -interesante opinión norte sur de Gil Calvo- y encontrará mejor financiación e integración separada de los pobrecitos españoles. Lo cual es una contradicción entre lo que piensan las élites, y lo que escriben y difunden al pueblo independentista, el mensaje hacia fuera, habla de una Cataluña rica y próspera, mientras que el difundido al pueblo es el de una Cataluña empobrecida por la explotación española. Por supuesto nunca aparecen culpables catalanes de corrupción y prebendas, de la enorme deuda de Cataluña, de las políticas de recortes similares a las del PP...

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 Antonio Muñoz Molina narra en ‘Todo lo que era sólido’, Seix Barral, 2013, la experiencia directa de su detención y encierro en la D.G.S. en 1974, motivada por las luchas en contra de la ejecución de Puig Antich, en los estertores del franquismo, aquellas movilizaciones de Granada, Madrid y toda España habían desaparecido. Cuenta la extraña sensación que le produjo ver la película que se hizo sobre ello en el 2006, un ejemplo de la manipulación a la que someten los hechos los nacionalistas, útil para pensar como se hizo en el pasado más allá de nuestra memoria, y esclarecedor de cómo se fabrican las identidades. 

‘Las únicas protestas que aparecían pasaban en Cataluña. Las víctimas, los buenos, eran catalanes y hablaban en catalán. Los policías, los militares, los ejecutores, hablaban en español. No era una historia de fascismo y antifascismo, sino de españoles contra catalanes. O más exactamente: ser español y ser fascista era tan congénito como ser catalán y estar limpio de complicidad con la dictadura. Nadie que no fuera ostensiblemente catalán mostraba la menor humanidad…Los manifestantes que gritábamos y corríamos en Madrid perseguidos por los caballos y vigilados por los helicópteros de la policía no habíamos existido…Los carceleros, los policías que interrogaban y torturaban a Puig Antich, tenían en la película un acento andaluz de caricatura.’…

‘Primero se hizo compatible ser de izquierdas y ser nacionalista. Después se hizo obligatorio. A continuación, declararse no nacionalista se convirtió en la prueba de que uno era de derechas. Y en el gradual abaratamiento y envilecimiento de las palabras bastó sugerir educadamente alguna objeción al nacionalismo ya hegemónico para que a uno lo llamaran facha o fascista.’

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Manuel Herranz Montero. 2013. Publicado en

‘Catalunya. Camino a la secesión