Los sindicatos marcaron territorio. Cada uno conoce ya las intenciones del otro y las fortalezas y debilidades. A la manifestación sindical acudieron en un alto porcentaje la gente madura, la más sensibilizada por las jubilaciones, lógicamente, pero ello también fue indicativo de un grave problema sindical, la falta de jóvenes y parados tras sus pancartas.
Los sindicatos durante años han estado representando fundamentalmente a los activos contratados fijos, a los trabajadores vinculados a las administraciones públicas y a los de grandes empresas fabriles y de servicios que son los que en mayor proporción tienen contratos indefinidos. La situación de trabajo precario y temporal en altos porcentajes, que afectaba fundamentalmente a jóvenes ya los fue apartando de los vínculos sindicales, (y políticos), si añadimos ahora el paro actual que incide sobremanera en la juventud (un 40% de tasa de paro juvenil) y en la emigración agravamos la tendencia de alejamiento de multitud de personas fuera de la órbita sindical y política al no sentirse representados por las medidas y planes que escuchan de las grandes organizaciones conocidas.
Este es un tema muy serio y preocupante. El vacío no existe, así que tenderá a llenarse tarde o temprano, la cuestión es de qué forma se llenará, donde tomarán posiciones la emigración y la juventud que ahora no se ven representados, aparecerán en breve explosiones violentas, se arrimarán al populismo que algunos optarán por poner como listín de enganche, o agrandarán el fascismo que podría encontrar sitio en sectores desesperados?
Mientras tanto podemos seguir discutiendo de los derechos existentes, pero durante poco tiempo, porque habrá que discutir urgentemente de los derechos no existentes, partidos y sindicatos deben ponerse las pilas si no quieren perder definitivamente, (si ya no lo están), una generación de ciudadanos, es necesario generar expectativas rápidamente, y para ello es necesario crear contratos de trabajo factibles para crear 2 millones de puestos de trabajo (lo cual es prácticamente imposible, nunca se hizo antes en este país). Así que me parece que o todos cedemos algo de nuestros sueños o seguiremos cayendo en un largo túnel, o metemos racionalidad en el asunto y soltamos (supuesta) ideología o tendremos muy difícil y rara salida.
Con tu permiso, como siempre, voy a recomendar tu blog a mi alcorcon, que suele ser tambien bastabte "inquieto"
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