A la derechona no le ha sentado nada bien la creación de la Fundación Confianza, formada por un grupo de 15 grandes y muy significativas empresas españolas, que han dotado con un presupuesto cercano a 5 millones y apoyada por un grupo de personalidades experimentadas y personajes públicos. Los ultramedios interpretan que la fundación ayudará a Zapatero a salir de la crisis, porque para ellos, la crisis es del gobierno y no la tenemos los españoles, o España.
Al margen de lo anterior, interesa comentar la iniciativa y lo que representa hoy, habrá otros momentos en el futuro, para ver su repercusión en la sociedad española, aunque de entrada su creación ya es positiva, por lo que representa de preocupación y movilización de una parcela de sociedad civil para generar confianza social, apoyándose en la potencia económica y social de las empresas que la componen y en la capacidad de movilización de los personajes que apoyan, que previsiblemente irán en aumento, como positivo es hacer públicas experiencias de esfuerzo, iniciativa y trabajo, que harán a través de su página ‘esto lo arreglamos entre todos’ .
Sale a la palestra para generar confianza, uno de los intangibles mas preciados en esta economía, en cualquier sociedad, como lo prueba que es uno de los indicadores estadísticos mas preciado por los analistas. Para estas empresas, y para mucha gente mas, está bastante claro que una gran pérdida de confianza social, (mayor que la actual), podría tener repercusiones extremadamente negativas para ellas y para el conjunto de la sociedad española.
Esta sociedad, que algunos llaman capitalista, en la que vivimos, está soportada en gran medida en la confianza de unos hacia otros. No me voy a referir a casos socialmente representativos, como por ejemplo médicos, maestros, mecánicos, arquitectos, pilotos, etc. en los que depositamos nuestra confianza extrema para que nos ‘arreglen’ a nosotros mismos a nuestros hijos o madres, a nuestras propiedades o cosas, etc.
Me quiero referir a la confianza económica, aquella que, por ejemplo, hace que entreguemos nuestro dinero a los bancos para que nos sea devuelto cuando lo pidamos, pero que entre que lo metemos en el banco y lo sacamos, media un tiempo en el cual los banqueros hacen uso de el para prestarlo a otros y cobrar intereses por ello. Legalmente la banca solo tienen en caja una pequeñísima parte del dinero que le hemos entregado todos (el coeficiente de caja, menor a un 3%), el resto lo presta a otras personas físicas o jurídicas.
Solo si tenemos confianza suficiente en la sociedad, en la economía, no iremos todos al mismo tiempo a sacar nuestro dinero del banco, lo cual llevaría a una situación increíblemente desastrosa, porque ningún banco de ningún país del mundo por muy bueno, solvente, sano, etc., que fuera, puede devolver el dinero masivamente. Estas cuestiones son muy bien conocidas por los integrantes de la Fundación Confianza, y explican un poco la preocupación de esas grandes empresas para poner en marcha el proyecto, porque piensan que la crisis se puede llevar por delante al presidente del gobierno, pero mas duro para ellos, y muchos mas, sería que se llevara por delante su entramado empresarial.
Bien y esto que tienen que ver con la situación actual, porque no parece que estemos en la gran depresión, pero tampoco en una situación estable, de aquí no pasa nada. Lo que está pasando es bastante preocupante y solo saldremos de ello si antes aceptamos que la situación es grave y requiere enormes esfuerzos de todos para salir adelante. Por eso bienvenida sea cualquier iniciativa que aumente la confianza y la moral. Y también, bienvenida sea toda iniciativa que cuente y explique lo que ocurrió desde nuestra entrada al euro, la precrisis, la crisis actual, las posibilidades y debilidades que tenemos y el futuro que nos espera.
El 'aquí no ocurre nada grave' de estos 2 años anteriores, ha servido para poco positivo y ha dejado en manos de la derecha y la derechona el lenguaje de la crisis durante demasiado tiempo. El ‘todo se va arreglar’ sin saber lo que se estropeó no es posible. La realidad no está siendo asumida por la población, ni por los políticos, en general. La crisis se está notando en algunos lugares, en algunos barrios, en zonas obreras e inmigrantes, en zonas marginales, pero también hay sectores de población que han notado mejoría, salarios fijos que con la bajada de inflación durante muchos meses y mayores oportunidades de compra no han experimentado la crisis, este es uno de los aspectos de la sudamericanización que se está produciendo en la sociedad española, la polarización social.
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