En los últimos tiempos parece que algo se mueve entre los verdes, en la dirección de lograr una sola etiqueta electoral, que agrupara los votos dispersos y diera fuerza a la suma global de los votos recibidos, ya que juntos todos ellos en una sola formación pueden tener un valor muy superior al logrado por la suma de varias listas. La ley electoral española fuerza sobremanera los grandes agrupamientos, al menos en localizaciones geográficas determinadas, ya que de lo contrario penaliza en exceso la dispersión de votos. El caso de IU es paradigmático, gran perdedora por número de diputados respecto a su tercer puesto de votos estatales.
Aparecen dos experimentados líderes con intenciones claras, aunque en otras ocasiones también los hubo, recuerdo la última intentona en los primeros años de los 2000 hasta las elecciones de 2.004, personificado en Mendiluce, y su fracaso posterior. La dificultad es grande y las fórmulas tendrán que tener en cuenta la posible agrupación electoral, permitiendo asociaciones que mantengan la independencia, al menos al principio de la andadura para no estropear posibilidades de comprobar en estas próximas municipales y autonómicas, y posteriormente generales, donde se medirá la verdadera alternativa, junto con las europeas. Sus caladeros de votos podrían estar entre los de la izquierda, PSOE, IU, desanimados, abstencionistas, la nueva UPyD y en menor medida en la derecha.
El objetivo que se estén planteando quizás podría ser conseguir una fuerte organización estatal como muestran otros países europeos, en un momento en el que probablemente ya exista una base social española amplia y diferenciada de los clásicos de izquierda, como muestran tantos grupos en tantos lugares. Al tiempo que existe un vacío dejado por el PSOE desde la defenestración de Cristina Narbona y la no ocupación clara del espacio verde por parte de IU.
Las dificultades surgirán por la necesidad de integrar la diversidad existente, teniendo en cuenta la gran dispersión de grupos y grupúsculos y su diferente localización geográfica, la disparidad de fuerzas de cada uno de ellos, sus diferentes tácticas e ideas estratégicas, intenciones, formas organizativas, programas y medidas a plantear, incluso seriedad. La dificultad aumentará por 2 aspectos esenciales: uno si la exigencia integradora fuera tal que conllevara la obligada desaparición de lo existente en cada lugar y dos, si los programas fueran mas amplios que la dinámica verde, que provocaran tales discusiones que hicieran imposible la unidad, me refiero a temas tales como: cuestiones laborales, la cuestión nacional y organización territorial, cuestiones productivas, fiscales y de gasto social, de Seguridad social y pensiones, etc.
En el mundo verde, al igual que en las izquierdas, hay tremendas dificultades para conseguir agrupar tanta diversidad e individualismo en grandes organizaciones, en las cuales los individuos deben ceder parte de sus pretensiones, ideales y sueños, para conseguir formar agrupamientos con mayor fuerza que sume mínimos comunes colectivos. Las experiencias izquierdistas son numerosas en este sentido de intentar unir y reconstruir constantemente lo que por otro lado se fuerza a la escisión, y las de los verdes, con menor historia, no le van a la zaga. Así que lo que se vislumbra en el nuevo intento es la posibilidad de que muchos se quedarán por el camino, pero probablemente se vaya conformando una fuerte agrupación electoral, que mantuviera vivos algunos de los grupos importantes que también podrían funcionar al margen de la misma.
Buenos días, Sr. Manuel. Tema es éste que me interesa por las probabilidades para los ciudadanos de ganar en opciones electorales que permitan fragmentar el terrible bipartidismo. Se palpa la inquietud ante la posible dispersión del voto, aunque en mi caso no es lo que más me preocupa. Creo que hay soluciones para ese problema, que por otra parte es real, porque la ley electoral está hecha (y mantenida) no sé sabe bien si con los pies o con las astas.
ResponderEliminarLlevo un espacio, "hijo" de Ciudadano Público, dedicado especialmente a la necesaria reforma de la Ley Electoral para que cumpla adecuadamente con la Constitución y todos los votos valgan los mismos asientos o escaños. Fue el primer asunto que toqué en mis publicaciones en la Red.
Me pregunto si me permitiría reproducir este escrito suyo allí. El blog enlazado es la sección de "noticias, análisis y opinión" de un estudio que presenté.
Cordialmente,
Sr. M, Usted puede hacer con mis escritos lo que crea conveniente, no le voy a decir que sea un honor su interés, para no ser pedante, pero me agrada, que una de las personas mas serias y rigurosas de este mundo de blogueros esté cerca.
ResponderEliminarSeguiremos en contacto cuando me incorpore plenamente de estos cortos y reiterados periodos vacacionales.
Muchas gracias :-)
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