Jorge Semprún. Rojo español, y luchador antinazi y mucho más que eso. Un individuo culto, crítico e inteligente, (son valores que requieren del esfuerzo de la perseverancia) noble y comprometido con la vida y con la sociedad de su tiempo, difícilmente encasillable y reducible a mero comparsa de algo, un mito de la resistencia, contra toda barbarie humana, luchador por la libertad de los menos favorecidos y defensor de libertades individuales concretas, orgánicas, intelectual de envergadura, pensador, fabulador, guionista, escritor, militante comunista cuando era tremendamente difícil luchar contra el nazismo y la barbarie, y luchador comprometido con la libertad de pensamiento y de ejercicio demócrata, europeísta y Ministro de Cultura del Gobierno de España…
Nos cuesta a las izquierdas aceptar a nuestros héroes, por una u otra causa nos quedamos sin iconos personales porque pretendemos santos y no personas, queremos ilusiones totales, tienen que tener carácter de absolutos, milagreros, gente perfecta, dioses y vírgenes. Cualquier error, enseguida es agigantado comparándolo con… ¿Con quién?, quien es el modelo de tanto ultra o farsante que parecen mirar al Dios cristiano de su niñez. (Que dicho sea de paso, era todo mentira)
Cuantas personas excepcionales hemos ido tirando por el camino, que pronto nos cansamos de los nuestros, con el cuento de que nos han fallado en tal ocasión porque no hicieron lo que nos hubiera gustado que otros hicieran por nosotros.
Semprún, como tantos otros, comunistas, prorusos, prochinos, extremaizquierdosos, rojos y antifranquistas, encontraron acomodo en los ochenta en aquella estructura organizativa llamada PSOE para pegar un tirón a la España franquista, en formato socialdemócrata claro.
¿Ustedes habrían hecho otra cosa?
¿y por qué no la hicieron?
PD. Si usted no ha leído a Semprún, aproveche a leer la ‘Autobiografía de Federico Sánchez’ y sus recuerdos del campo de exterminio, ‘El largo viaje’, ‘Viviré con su nombre morirá con el mío’. Y aproveche, de paso, también para leer a Claudín, compañero de salida del PCE a mediados de los sesenta, en aquella magnífica obra ‘La crisis del movimiento comunista’, editada por Ruedo Ibérico.
Varias reseñas sobre Jorge Semprún
Un gran hombre y apasionante su lectura.
ResponderEliminarTienes razón nos preocupamos y trabajamos buscando Líderes Perfectos y ... no alcanzamos a ver lo que tenemos al lado tan perfecto como lo ansiado.
Saludos. Nieves.
Nieves, el problema es que por no valorar lo que tenemos, terminamos perdiendolo.
ResponderEliminarCuanta gente conozco que hemos puesto verde desde los 60, acusadas de traidoras, vendidas, eran maravillosas personas, al menos tan maravillosas como nosotros mismos y en muchos casos, como Semprún, extraordinariamente maravillosas, despiertas, buscadoras incansables y trabajadoras que han aportado transformaciones sociales.
Cuantos iconos tenemos, muertos de viejo, aceptados por mayorías de izquierdas. Muy pocos. Nuestros heroes queremos que sean santos, y de eso no existe.
Felipe González —para mi gusto— tuvo un acierto grandísimo permitiéndole llegar hasta un gobierno socialista en España.
ResponderEliminarFue una medalla muy merecida para Jorge Federico Semprún Sánchez, llegar a ser ministro de cultura de una democracia por la que él luchó heróicamente y dio lo mejor de sus años jóvenes.
Nada más ni nada menos, que luego, cuando alguien se muere, la tontería humana, colectiva y universalmente repartida, termina haciéndonos decir por nuestras bocas que si era muy buena persona, que si era tan simpático que daba los 'buenos días' cuando se cruzaba con alguien en la escalera o en el ascensor, que se van los mejores, que si patatín, que si patatán...
Salú y república pronto,
¿Sabes una cosa? para mí nuestra propia autocrítica ... me refiero a los que nos decimos de izquierdas ... nos mata... siemrpe es destructiva y siempre es personal... contra alguien ... y así no vamos bien ...
ResponderEliminarLuego cuando criticamos ... siempre lo hacemos partiendo de la base de que los demás somos perfectos ... y yo me hago la siguiente pregunta... ¿quién lo es? ...
Para terminar te diré ... que siempre nos olvidamos "que es muy fácil torear el toro desde la barrera" ...
Salud y sed felices. Nieves.
FUERZA Y HONOR.
HASTA LA VICTORIA SIEMPRE.
Lo penoso de este país es que tenga que morirse uno para que hablen bien de él...
ResponderEliminarSaludos