Antigüedad y Edad Media peninsulares.
Aparición de Catalunya
Sabemos que en la Península vivieron pobladores de procedencias distintas
desde hace 3.000 años, -Si miramos Atapuerca desde mucho más atrás- J. Vicens Vives en Aproximación a la
Historia de España, 7ª edición de 1970, reseña la cohabitación de pueblos:
indoeuropeos, argáricos, fenicios, -tartesios-, helenos, iberos, celtas,
celtíberos, cartagineses; y romanos que durante cientos de años compartieron
con pueblos germanos; francos, suevos, alanos, visigodos. Y naturalmente,
árabes –con sirios y bereberes- y godos; musulmanes y cristianos, y sus mezclas
mozárabes, convivieron cientos de años.
Cataluña se configura como núcleo
poblacional con cierta entidad, entre la presión carolingia por el norte y la
musulmana por el sur, como otros núcleos en el entorno pirenaico, cuya
orografía dotaba de frontera y protección natural. En el caso de Cataluña con
mayor influencia romanista que el resto dado la potente base romana de
Tarragona que le aproxima a la historia colectiva española. En el 752, los
primitivos catalanes se designaron como gothi mientras que para los franceses eran hispani, los condes godos rehusaron
obediencia al wadi musulmán y se
entregaron al rey carolingio de los
francos, Pipino el Breve. En el 785 los
carolingios conquistaron Gerona y en 801 Barcelona. Tendencia generalizada en
toda Hispania es vincularse a los godos, probablemente como elemento
diferenciador de la época, cristianismo-islam.
A partir del S-IX los franceses
introducen el término de Marca Hispánica, o Marca Gótica, como frontera
geográfica entre la Galia y al-Ándalus. Las unidades administrativas en ese
territorio fueron los condados. A finales del S-IX, Wifredo el Velloso, conde
de Barcelona une bajo su autoridad los condados catalanes y crea la dinastía
condal. En el 985 Almanzor saquea e incendia Barcelona, sin que los francos
pudieran garantizar su protección e independencia, recuperada por Borrell II
sin apoyo francés, dotará de cierta autonomía a Catalunya, para qué rendir
vasallaje a monarcas que no protegen, -será útil en el mito de la
autoliberación catalana, contrapuesto a otro mito de vínculos de sangre
carolingia, ambos son usados-, en 1010
montan una expedición contra Córdoba en la que se unieron varios condes y
obispos catalanes, -poder político y religioso conformaban el poder en la Edad
Media- dicha acción puede considerarse el primer acto de afirmación colectiva
de Cataluña autónoma respecto al poder carolingio.
Las
crónicas catalanas más tempranas son la Gesta Comitum Barcinonensium et Regum
Aragonia, redactadas en el monasterio de Ripoll en diversas fases entre el XII
y XIV. Es característico de estos relatos prescindir de la Hispania prerromana
y romana e incluso dejar en segundo plano la visigoda…La inicial liberación de
las tierras catalanas… había corrido a cargo de Carlomagno. La propia dinastía
de los condes de Barcelona, en vez de intentar emparentar con el linaje godo,
hacía descender su sangre de la imperial de los carolingios. ‘Historia de la
nación y del nacionalismo español’ VVAA. Galaxia Gutenberg.
Lo
que se conoce del Medievo es su inestabilidad, entorno indefinido donde se
mueven colaboración y lucha, entre árabes y godos, o cristianos y entre unos y
otros dentro de cada grupo que no puede considerarse colectivo compacto.
Alianzas cambiantes y cruzadas, provocan cambios en reglas de convivencia,
normas, cultura, religión,… lo cual facilitará en el futuro que cada
historiador pueda tomar referencias diversas y hechos supuestamente ciertos que
defiendan una u otra postura adecuados para desarrollar su particular teoría. Y
si no, se inventan para justificar legitimidades a la carta, glorias, e
historias.
El nombre de Cataluña aparece a
finales del S-XI, en 1114 los pisanos denominaron a Ramón Berenguer III Dux Catalanensis, Rector Catalanicus o Catalanicus
Heros, y al país Catalonia. La palabra Castilla –inicialmente un terreno
entre Burgos y Álava- aparece por primera vez escrita por el monje Vitulo en el
800, aunque la formación de la Corona de Castilla nace del núcleo resistente
asturiano leonés. En el S-IX aparece en una crónica literaria, la Crónica
Albeldense. Los primeros textos literarios en catalán datan del S-XII y el
romance castellano más arcaico, Glosas
Emilianenses data del S-X, en castellano, latín y euskera, ilustraba los
sermones de San Agustín.
En 1137 pactarán matrimonio Ramón
Berenguer IV de Catalunya, con Petronila, hija de Ramiro II de Aragón, punto de
partida de la futura Corona de Aragón. Conquistan Lérida y Tortosa en 1153 y
termina la presencia musulmana en Cataluña, apareciendo entonces el mito de la
cuatribarrada. El siguiente mito es Jaime I, nacido en Francia en 1208 y
artífice de bodas y casamientos varios para urdir alianzas –en todos los reinos
y territorios, el pueblo estaba al margen- Conquistan Baleares en 1229 y
Sicilia en 1282 por el rey de Aragón. Posteriormente en 1412, en el Compromiso
de Caspe, los reinos de Aragón y Valencia y principado de Cataluña, discuten la
sucesión de la Corona aragonesa y vincularán la dinastía Trastámara,
castellana, con la Corona de Aragón, al entronizar a Fernando I. Aquí Cataluña
se integra en el marco global español.
Cataluña
se incorpora tarde a la Reconquista en contraste con Castilla, pero la
europeización no es un fenómeno catalán. Ahí está el Camino de Santiago como
fuente de relaciones europeas para Castilla. La vocación marítima de Cataluña,
con su extraordinaria proyección mediterránea, no puede hacernos olvidar la
proyección marítima de Castilla, que en 1262 llega ya al Atlántico con la
reconquista de Cádiz. Ricardo García Cárcel, ‘La herencia del pasado’.
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