viernes, 8 de octubre de 2010

Es necesario hablar y criticar a los nuestros

No, no me gusta que dejemos de hablar de cuestiones que luego como nadie toca, se apropia la derecha. En los últimos días me he vuelto a encontrar con una teoría mantenida por varias personas respetables en diferentes medios, que se traduce en ‘mejor no airear cosas, no criticar, para no dar lugar a que los enemigos de… se aprovechen’. Esto lo he leído y escuchado en relación a los excesos de las administraciones públicas autonómicas, y en torno a los resultados de la huelga general y los sindicatos.

Como consecuencia de la crisis todas las administraciones tienen que apretarse el cinturón, pues bien si uno se refiere a las autonómicas, personas cercanas a nosotros, líderes de opinión y de partidos, dirán que tengamos cuidado, porque detrás se ocultan los enemigos del Estado de las Autonomías. Incluso a veces nos acusarán de ser anticonstitucionales por ello. Acaso pretenden que veamos, oigamos y callemos?.

No hombre, no, esto es un error, una metedura de pata, autocensurarnos para dejar el terreno libre a otros que campen a sus anchas y dentro de unos años nos arrepentiremos por no haber hablado. Autocensurarnos, implica que en las calles, bares, y parques de los barrios solo se escuchen argumentos de los medios de la derechona, como ocurre en la comunidad de Madrid.

Si criticas los excesos de asesores personales, de empresas públicas o semipúblicas, de gastos ostentosos y de representación, (alguien sabe cuántos coches públicos existen en España), de duplicidades administrativas o competenciales, despilfarros en mastodónticos proyectos, chanchullos en contrataciones y un inmenso etc., si criticamos estas cosas lo que hacemos es ejercer nuestro papel de ciudadanos y contribuir a mejorar la eficiencia de lo público. Por supuesto que habrá lobos dispuestos a despellejar todo lo que se mueva, pero callar conduce al desastre.

Es una vieja historia, la recomendación de lavar los trapos sucios en casa, pero resulta que la casa de la que hablamos la habitamos todos los españoles. No hablemos de la crisis porque es dar bazas a la derecha, y pasaron varios años y cada vez caímos mas en el pozo, sin escuchar sin debatir medidas que tomadas antes hubieran evitado la gravedad de las actuales. No seas derrotista porque le haces el juego a la derecha, total porque aumente la deuda y el paro, en todas partes es igual, (no, no es igual y aunque lo fuera, discutamos como buscar salidas) no hables de la falta de democracia interna de las fuerzas de izquierda, porque haces el juego…

Ahora el nuevo asunto es que no se critique a los sindicatos, porque son el objetivo de la derechona. Particularmente esto de salvar de la crítica a los nuestros me suena bastante mal, porque en resumidas cuentas lo que hacemos es autocensurarnos y dejar el terreno de la opinión y análisis solo en manos de los otros, y lo siento mucho pero eso me parece horrible, es reconocer la derrota sin disputar el partido.

Claro que los sindicatos tienen que reformarse, o reinventarse, no se le escapa a nadie, como lo tienen que hacer otras organizaciones, partidos, patronales, ecologistas, izquierdistas, instituciones, judiciales, religiosas, administraciones públicas, universidades, etc. la crisis nos obligará a repensar mucho de la organización social, política y económica, y solo podremos contribuir a que lo hagan en mejores condiciones si participamos, y una forma de hacerlo es opinar, debatir.

Dejar de hablar de los errores sindicales, o de los corruptos de tal o cual partido porque sean de los nuestros, me parece una forma de aceptar la injusticia dentro de nuestras filas. El problema como de costumbre es criticar y no insultar. Y hablar de lo concreto, dejar la martingala de lo abstracto y etéreo de que el capital explota.

Lo concreto es hablar de las ‘actuaciones durante la crisis’, o de las subvenciones a empresas, por ejemplo a las hidroeléctricas que disfrutan de concesiones centenarias realizadas por Franco para que utilicen prácticamente gratis el agua de todos, para producir electricidad por la que ganan 1.000 millones de Euros. O de la corrupción de las patronales apoyando a un líder que le regalan concesiones de autobuses en la Comunidad de Madrid, para beneficiarle en sus horas malas, o de las subvenciones de formación sindical y empresarial, etc.
Sí,’ los sindicatos son necesarios’, y los partidos también, y la Administración del Estado. Y nosotros.

2 comentarios:

  1. La crítica, la autocrítica, y la fiscalización de los "propios" nos hace libres y a ellos, mas responsables.

    saludos,

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  2. Tendremos que convencer de ello a gentes muy cercanas que hoy se descuelgan con, 'pero ojo mejor dejarlo porque hay muchos escondidos detrás de eso'.
    Todo porque los ultramedios se ceban con todo. Pero si lo van a seguir haciendo, porque siempre habrá cosas censurables. No podemos convertirnos en acríticos para no dar a los que se merecen las críticas.

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