Esta mañana por las calles de mi barrio, junto al mercado, lugar público y diverso, me encontré con militantes del PP, recogían firmas contra la subida del IVA en una mesita de esas de merienda de campo. Por los alrededores, militantes y votantes insultando al presidente del gobierno, (no así en la mesa), mas agresivas las señoras.
Realmente uno siente intranquilidad, porque los insultos son agresivos, son como escupitajos, son epítetos lanzados contra los que pasamos por allí y mas duros si hacemos algún comentario diferente al insulto institucional, o si pensamos que los impuestos son parte fundamental del Estado.
Los impuestos son un ingrediente imprescindible de los estados modernos, de aquellos que se dedican a mantener un estado de bienestar, salud, educación, pensiones, dependencia, que quiere llegar a toda la población. Se ha jugado demasiado con el tema fiscal, con bajadas y/o retiradas de impuestos.
Los impuestos en España no pueden hacer sino subir y cualquier partido (PP) está loco o juega con el fuego del populismo si defiende bajarlos. A casi todo el mundo preguntes si quiere pagar menos o mas, dirá que menos, o que no quiere pagar, es sencillo conseguir firmas contra los impuestos, pero ¿que hacemos con la sanidad, la educación o las pensiones? ¿Que hacemos con el sueldo de los políticos que piden rebajas de impuestos y al mismo tiempo piden al Estado central mayores recursos, como la Sra. Aguirre? ¿cómo aplicamos la ley de dependencia, boicoteada en las comunidades gobernadas por el PP, si no es con los impuestos? Otra vez los políticos peperos practican el filibusterismo político al que nos tienen tan acostumbrados.
En España todas las administraciones públicas, sean gobernadas por unos u otros, sean la central, autonómica o municipal, padecen los mismos problemas de déficit públicos, es imposible distinguir que las gobernadas por el PP tengan menores deudas, gasten menos, o generen menores déficit. Como tampoco vemos que las cajas de ahorros de las autonomías peperas estén en mejores condiciones, o tengan los riesgos menos concentrados, que las cajas de otras comunidades.
La deuda española y el déficit que crece velozmente nos pueden llevar a situaciones durísimas y para recortarlos solo es posible reducir gastos y aumentar ingresos, como la economía no va a tirar, los ingresos solo subirán al subir impuestos y si rehabilitamos o fabricamos nuevos impuestos que graven mas a los que mas tienen, mejor que mejor, por ejemplo tipo tasa Tobín, impuestos que graven determinadas prácticas financieras. Otra vez tenemos que recordar que el crecimiento de la deuda pública y el déficit lo es como consecuencia de la crisis a que nos llevaron la especulación financiera internacional y la burbuja inmobiliaria española.
Burbuja inmobiliaria que el gobierno PSOE no atajó, pero que fue promovida por el gobierno Aznar que la promocionó y apoyó con leyes y políticas y alimentada y financiada por el sector privado. Los banqueros prestaban sin ton ni son a familias, inmobiliarias y constructoras aumentando los riesgos de forma irresponsable y peligrosamente como nunca antes hicieron, lo cual ha acumulado una de las mayores deudas privadas mundiales. Recordemos que luego el Estado español ha utilizado ingentes cantidades de dinero (y avales) para apuntalar el sector excesivamente expuesto y con él todo el entramado productivo, recursos que han engordado el déficit público que habrá que reducir con los impuestos.
Recordaremos que en el Reino Unido los recursos puestos a disposición de los principales bancos se utilizaron para comprarlos, fueron nacionalizados, lo cual también se hizo posteriormente en EEUU.
Habrá que recordar que España es uno de los estados europeos con menores impuestos, incluido el IVA, de los mas bajos de Europa.
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