lunes, 21 de febrero de 2011

Batalla de la comunicación. El mensaje perdido, 2

La izquierda pierde la batalla de la comunicación,6
Hay muchas cuestiones a plantear en torno a este asunto, referido aquí, en España y ahora. Podemos empezar por éstas afirmaciones formuladas como preguntas, que tomo prestadas de un colega por su carga polémica (gracias):
¿El mensaje de la izquierda ha dejado de ser creíble?
¿No se diferencia del mensaje de la derecha?
¿La izquierda no tiene mensaje porque no tiene nada que ofrecer?
¿La izquierda se ha hecho socialdemócrata?
¿La izquierda se diferencia poco de la democracia cristiana?
¿La única salvación pasa por los movimientos sociales, por ejemplo ecologistas?

Se suponen referidas al PSOE porque pierde votos, pero extensibles a IU u otras formaciones de izquierdas. Quiere ello decir que ¿todo el mensaje de izquierdas ha dejado de ser creíble? El problema afecta a todas las izquierdas.

No comparto la idea de que haya dejado de ser creíble el mensaje de izquierdas, porque para empezar habría que definirlo, concretarlo, emitirlo y difundirlo. Solo después de ello podríamos determinar qué partes no son creíbles. Mi opinión va por la idea de que no ha existido tal mensaje desde hace tiempo, (mas tarde veremos algunos ejemplos de lo que mantengo), creo que hemos vivido instalados en una postura ‘acomodaticia’ por haber logrado una posición supuestamente inalterable, posición que comportaba increíbles mejoras respecto a otras épocas y lugares del mundo y que fue apreciada mayoritariamente por generaciones de españoles que vivieron el pasado. Al mismo tiempo, esa posición, fue levemente defendida colectivamente y poco apreciada de forma mayoritaria por generaciones nuevas que daban por hecho inmutable y universal el punto de partida que aquí tenía el Estado de Bienestar.

Es cierto que en demasiadas ocasiones, el mensaje se hace coincidente con el de otras opciones políticas de la derecha, pero entonces ¿por qué no recoge votos de esa zona o del centro, por qué no suma y sí resta? ¿Creemos que existen amplias mayorías de izquierdas que quieren mensajes revolucionarios? Yo no lo creo, pero hay opiniones que parecen indicarlo así. Aquí un paréntesis. En muchas ocasiones damos excesiva importancia a opiniones y tendencias que vemos escritas, porque son adecuadas para trabajar con ellas, pero deberíamos acostumbrarnos a no asimilar la importancia de lo publicado con su incidencia y representatividad social.En las votaciones no se refleja esa pretendida acogida del mensaje revolucionario.

¿Por qué ha dejado de ser creíble? es una buena pregunta a la que todos deberíamos responder. Supuesto que fuera verdad que el mensaje de la izquierda ha dejado de ser creíble, desde cuándo y por qué, se supone que lo sería por algo: por viejo y anticuado, porque no se dirige a su base social, porque dice pero no hace…

Mientras tanto el mensaje de la derecha no ha dejado de ser creíble, no se desgasta en la misma medida y podríamos decir que viene siendo utilizado desde la misma época, incluso aunque alguna de sus partes tiene la misma antigüedad, hay otros aspectos del mensaje de la derecha española que son los más viejos del mundo, procedentes de la religión católica, anclados en el egoísmo humano, el mito de la superioridad del hombre sobre la mujer, como recoge la Biblia en múltiples versículos e historias, aspectos del franquismo, etc. todos ellos con sobrada vejez respecto a las ideas socialdemócratas.

La base social de la derecha, o su cuerpo electoral es prácticamente el mismo en todo momento y lugar, nuevas generaciones se incorporan cubriendo el lugar dejado vacío por las viejas, lo cual implica que no disminuye su público. Siguen creyendo que el mensaje del PP en este caso representa bastante fielmente sus valores y concepción del mundo, como asimismo sus intereses concretos. Pero de mayor importancia aún para responder a la pregunta, es que tampoco suma, se mantiene, pero no aumenta. Si este mensaje se hubiera constituido más creíble, moderno, y captador, etc. aumentaría el colectivo de votantes y no lo hace en España. Sus mayorías conseguidas en resultados o reflejadas en encuestas lo son por disminución de votos a la izquierda, no por sumas de apoyos sociales al mensaje de la derecha.

Lo anterior vale también como argumento para demostrar que no parecen ser dos mensajes parecidos que tiendan a identificarse, izquierda y derecha, puesto que si así fuera se produciría permeabilidad de uno a otro fácilmente y no parece que esto sea así, y menos aún que se identifique socialdemocracia con democracia cristiana, una parte pequeña de la derecha hoy dentro del PP en su entorno más derechista, (Mayor Oreja). La igualdad del mensaje se utiliza mas como argumento crítico en la izquierda que en la derecha, cuyos votantes tienen meridianamente claro que el mensaje que les representa no está en el PSOE, ni mucho menos, más allá.

La izquierda española se hizo socialdemócrata en la Transición, como indicaba en páginas anteriores, con retraso respecto a la izquierda europea, y como tal socialdemocracia comenzó a construir el Estado de Bienestar en España desde los años 80, lo cual entre otras cosas fue seguido y apoyado mayoritariamente por el pueblo español. Pero son los colectivos de izquierdas quienes no están a gusto con el mensaje de izquierdas, somos nosotros quienes ganamos y perdemos con nuestro voto y nuestra abstención, no son ellos quienes ganan por abrumadoras mayorías, son las izquierdas españolas quienes no se encuentran cómodas con el papel de socialdemócratas.

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