lunes, 10 de febrero de 2020

Corrupción. (4). Comparativa. Economía sumergida

Economía sumergida, oculta, no declarada, subterránea…

En la presentación del libro ‘C de España’, se contó la anécdota de los inspectores italianos que esperaban a la salida de los bares, tiendas y comercios en general, para reclamar a los clientes el tique del gasto efectuado por la consumición o compra. El gobierno italiano trataba de controlar el cobro del IVA y por tanto los ingresos al Estado procedentes de ese impuesto. Italia, junto con los otros países del sur de Europa tenía tradición de evasión generalizada de impuestos. La medida fue tomada porque en aquellos momentos la Comunidad Europea exigía una mayor contribución a sus presupuestos comunitarios procedente de Italia, dada su alta potencia económica no se traducía ello en ingresos comunitarios. De esa exigencia nacieron los controles a pie de calle.

En la misma presentación del susodicho libro, se comentó como caso de corrupción extendido aceptado popularmente, el de la evasión del IVA de las facturas por chapuzas de albañiles o fontaneros realizadas en casa. Ambos ejemplos sitúan la corrupción en el nivel popular, en general, y parecerían dar la razón a quienes sostienen, los autores del libro, que países que tuvieron problemas de alfabetización desde 1850, desarrollan mayor aceptación a la corrupción hoy. Como ejemplos anecdóticos podían tener cierta importancia en el pasado, como realidad actual pierde importancia hasta convertir en un error seguirle concediendo gran peso en el mundo actual del capitalismo del siglo XXI.

No es posible comparar el nivel de corrupción que producen las facturas sin IVA de las chapuzas realizadas en casa, con el peso de la economía del narcotráfico. Bajo ningún concepto debe igualarse al nivel de corrupción que comporta el blanqueo de capitales de los tráficos de armas, o personas. De ninguna manera se puede igualar las facturas sin IVA a la corrupción generada por las guerras locales, tanto en los países donde se matan o en los países suministradores de conflictos, medicinas y armamento. Ambos procedimientos, servicios, comercios o relaciones productivas, están dentro del concepto de economía sumergida, o economía en la sombra, al no ser contabilizados sus movimientos dentro de la economía nacional y por tanto evadir los impuestos correspondientes. Antonio Gutierrez Secretario General de Naciones Unidas dijo: “La corrupción está presente en todos los países: ricos y pobres, del norte y del sur, desarrollados y en vía de desarrollo". Continuó Guterres: "Encuestas de corrupción a gran escala realizadas por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito  encontraron que el soborno de funcionarios públicos fue particularmente alto en áreas afectadas por conflictos".
Ambos son susceptibles de ser considerados corrupción, pero se lucha más contra el que resulta más fácil de identificar, el impago del IVA, que contra el caudal de dinero que mueven los delitos de tráficos, muchísimo más difícil de cuantificar e identificar responsables. Y mucho más peligrosos de denunciar públicamente. También conviene a los poderosos expandir fácilmente el sentimiento de culpa popular en los países atrasados, en este caso los del Sur de Europa, dejando al margen tras las cortinas el peligroso y mucho más potente económicamente, cuya fuente de operaciones normalmente coincide con países más desarrollados actualmente y desde hace 200 años. 

Economía irregular, paralela, … (2012)


La economía sumergida puede ser una de las explicaciones al contrate que muestran nuestras estadísticas oficiales de paro, cuando se comparan con las de otros países europeos. Es difícil cuantificar su peso, que pueden situar entre 15% a 25 % variando en las últimas décadas, en los resultados de múltiples estudios y sistemas que existen para estudiar el fenómeno.

En todos los países existe una parte de economía oculta, el asunto es determinar cuánto. Las estimaciones que se realizan para Europa la calculan alrededor del 10% en algunos países del norte y en el entorno del 20/25% en España, Italia, Portugal, Grecia, Bélgica… EEUU, Reino Unido, son dos países que arrojan cifras muy contradictorias en distintos estudios sobre el tema, llevándolos unos al primer grupo –alrededor del 10%- y otros al segundo –rodeando el 20%-. Gobiernos e Instituciones pretenden sumar al PIB, dentro de 5 años, la economía ilegal, (prostitución, droga…) entonces veremos si las cifras se hacen más fiables ya que habrá mayor atención a estudios y trabajos sobre el asunto.
                           
El fenómeno es viejo en España, por ceñirnos a etapas recientes, es conocido desde la posguerra –otra cuestión es cuantificarlo- pero la producción de mercancías y servicios cuyas actividades no pagaban impuestos tiene amplia tradición en el franquismo; Sectores tradicionales de producción hace 30 años fueron el calzado, juguetes y textil, -con gran peso en Galicia y Levante, donde fue estudiado, realizado en casas o locales no registrados-.

El concepto de ‘economía sumergida’, puede integrar situaciones muy distintas, incluso en la utilización de los nombres, –economía oculta, en la sombra, irregular, no declarada, etc.- ya que las realidades que definen pueden ser muy diferentes y los grupos sociales afectados no son solamente trabajadores o autónomos como en ocasiones quieren hacer creer desde los ultramedios. Podemos diferenciar distintos grupos del fenómeno:

1.- El dinero/ocupación que mueven mafias o individuos en las actividades ilegales, perseguidas, o delictivas, como las vinculadas a contrabandos, drogas, prostitución, tráficos de personas, armas, animales o productos, extorsión, seguridad...

2.- La economía sumergida, la relacionada con la ocultación al fisco, a la Seguridad Social, al Ministerio de Trabajo, etc. integra empresas de todas dimensiones y sectores productivos que declaran menos de la realidad que manejan, por supuesto hay grandes corporaciones, empresas medianas y pequeñas que desarrollan actividades lícitas, pero realizadas en parte ilegalmente, sin declarar al Estado. Incluye evasiones, subcontratas, sacar parte de la actividad fuera de balances, ocultación de ingresos/beneficios –por tanto cotizables- que se derivan a gastos de la empresa, por ejemplo de vacaciones disfrazados de cursos de formación, de consumos de lujo tales como propiedades, fincas, coches, aviones o barcos, viajes, comidas… Ello no ocurre solo en las grandes compañías, también en muchos talleres o empresas medianas y pequeñas se realizan trabajos de los que se declara solo una parte, en donde pueden convivir una parte de trabajadores dados de alta con otra parte ocultos…

3.- Como en el grupo anterior dentro de la actividad no delictiva, pero realizada sin controles legales, ni declarada, existen múltiples actividades conocidas por el común de los mortales, por ejemplo el trabajo doméstico y/o familiar no considerado como producción económica a efectos de PIB, o la ocasional de temporeros, los clubs de trueque –importantes en EEUU, o aquí en zonas rurales y novedosos en algunos barrios- trabajos con inmigrantes, horas extras no declaradas, jornadas completas cotizadas como parciales, pagos en metálico sin control, becarios, y/o en prácticas con trabajo total…

Siempre hubo y aún hoy existen grupos de trabajadores que producen fuera de control fiscal en sectores tradicionales en la agricultura, ganadería y pesca; hay miles de ‘chapuzas’ dedicados a rehabilitación y arreglos de viviendas, en oficios clásicos de fontanería, electricidad, carpintería, albañilería, pintura… hay por los extrarradios de las grandes urbes y ciudades alejadas, profusión de talleres y trabajos de mecánicos de autos, de arreglo de electrodomésticos, de nuevas tecnologías e informática tanto en maquinaria como programación, adecuación mantenimiento y montajes, transporte de personas y mercancías, carga y descarga; venta ambulante, compraventa de chatarras y artículos dudosos; además de labores en hostelería y alimentación; servicios diversos de asistencia y limpieza, de cuidados personales, docencia, arreglos de textil y calzado, teletrabajo diverso, vigilancia y seguridad,… como vemos la lista puede tocar todas las necesidades humanas que podamos imaginar.

Muchos obreros autónomos y pequeños talleres de las actividades citadas anteriormente, son en bastantes ocasiones los despedidos de empresas dedicadas a esas tareas y que desde fuera siguen con una actividad similar, aunque sin control fiscal. Y lo que es más importante, sin derechos, ni seguridad laboral, ni vivencial, sin cotización social para su futuro, así el país pierde, ellos pierden, la sociedad pierde. De esta manera se construye la fábrica social de sudamericanización -o precarización- aumentando las diferencias sociales y polarizando a los individuos en dos grandes grupos, los que tienen derechos y los que no.

Hay muchos trabajos disponibles sobre el tema en cuestión. El último de ellos, publicado recientemente por FUNCAS, cifraba su peso en un 22% entre 2005/2008, con unos costes de impuestos no declarados al fisco de alrededor de 70.000 millones de euros –cifra similar al déficit del Estado-, estimando en cuatro millones y cuarto los puestos de trabajos existentes bajo estas condiciones. Naturalmente habrá que pensar que no todos los empleos serían de jornada completa además de algunos compartidos con otros trabajos, pluriempleo. Un matiz importante a considerar, es que este tipo de economía también se ve afectado por una recesión, y aquí y ahora se detectan signos de caída, de pérdida de actividad debido a la depresión en la que estamos sumidos.

Como vemos, supuesto que fueran completamente ciertas estas estimaciones, y considerando solamente su aplicación legal en la mitad de las mismas, de repente las cifras del paro se homologarían con las del resto de países de la UE17 o mejorarían respecto de ellas, lo cual marca como una tarea preferente de cualquier gobierno su afloramiento a mecanismos legales de control fiscal. El problema, como de costumbre, es que los esfuerzos se gasten en perseguir el eslabón débil dejando, sin control, una vez más, al eslabón fuerte de la cadena, grandes y medianas empresas, las subcontrataciones y la ingeniería contable y fiscal, y la corrupción...

Gastar 200 cuando se declaran 100 de ingresos, es una de las muestras de la economía oculta, y más en los más grandes. El paseo por ciudades costeras españolas ofrece a la vista decenas de puertos repletos de embarcaciones de recreo, yates de diverso calado, de particulares y empresas, muestra parte de lo oculto al fisco, al igual que una visita por los polígonos industriales que rodean Madrid –supongo que por otros será parecido- les mostrará flotas increíbles de cochazos de lujo en las puertas de empresas industriales pequeñas –entre 10 y 20 trabajadores-, con varios restaurantes de alto nivel por la zona; también se pueden vislumbrar resultados del comercio de arte, lujo y antigüedades. Al mismo tiempo que todos recordaremos amigos o conocidos de los anteriores, que tienen dos pisos en la costa, la mansión en el pueblo, el adosado o buen piso por la ciudad, los dos pisos para los hijos, - la burbuja inmobiliaria entre otras cosas era una forma común de invertir lo opaco fiscalmente… todo ello convenientemente puesto a nombre de la suegra, primo o cualquier testaferro.

Esta realidad oculta que puede representar en valor, la cuarta parte del PIB, supone que hay millones de trabajadores que ‘trapichean’ en la economía sumergida y carecen de los derechos del conjunto de la población, no cotizan a la Seguridad Social, no pagan los mismos impuestos que el resto, por tanto con los trabajadores sumergidos, aparecen al menos dos problemas:

1) Las discusiones en cuanto al tiempo o cuantificación de pensiones o edad de jubilación les afectan poco, al igual que la seguridad en el empleo y prestaciones por despido, etc. Su seguridad laboral no tiene nada que ver con la defendida para los fijos, ni con la teórica que nos gustaría a todos. Mientras tanto son carne de cañón de la que se aprovecha el sistema, con pocos apoyos políticos y sindicales.

2) Parte del sostén lo ofrece el salario social, sanidad, educación, prestaciones por desempleo, rentas de ayuda e inserción…componentes del estado de bienestar que cada día encuentra menores contribuyentes, muchos de ellos sumergidos, por lo que irá disminuyendo su peso y posibilidad de contribuciones sociales. (Una pescadilla que se muerde la cola)

Economía negra, invisible, clandestina… (2014)

Por los estragos de la crisis y a raíz de un informe reciente sobre la economía sumergida elaborado por Gestha, -los técnicos del ministerio de Hacienda- se ha vuelto a reabrir en la prensa el debate sobre la pérdida de potencia fiscal, minoración de ingresos del Estado, que comporta esta práctica en España. El informe de GESTHA afirma muchas cosas útiles para tomar decisiones políticas, y asevera algunas otras discutibles, discutidas, como que la economía sumergida crece durante la crisis; grandes expertos mundiales en el tema, como Schneider, autor de numerosos trabajos muchos de los cuales son patrocinados por organismos internacionales, afirman que decrece, y que el fenómeno sigue la senda de los ciclos económicos de crecimiento y recesión. Hay teorías que afirman que algunos apartados de la economía subterránea siguen el ciclo –son procíclicos- mientras otras teorías afirman lo contario, que son contra cíclicos, van en sentido contrario al ciclo.

Lejos de ser algo extraño, lo que ocurre es normal en fenómenos como éste, sometido a estimaciones variables al no existir cifras contables, precisamente por ello se denomina economía en la sombra, por su falta de claridad, apreciaciones que dependerán de los modelos de investigación y además del concepto que se utilice para definir el fenómeno, puede variar sensiblemente dependiendo de si incluye todas o unas cuantas de las actividades ilícitas o ilegales, en donde la evasión fiscal a gran escala en paraísos fiscales – muy vinculada al comercio exterior- tiene un peso muy superior sobre la economía sumergida basada en facturas sin IVA y chapuzas, como muestran los trabajos de Tax Justice Network, y Richard Murphy, o la enormidad de la economía delictiva vinculada a la droga, armas, prostitución...  


A las opiniones vertidas anteriormente añado algunos aspectos aclaratorios.

1.- La economía subterránea, la oculta, precisamente por serlo, no está cuantificada con precisión, por lo que las cifras de cualquier estudio son estimaciones más o menos acertadas, pero las cifras no tienen el mismo rango de veracidad que las de la Contabilidad Nacional. Sin entender por ello que unas son malas y las otras fetén, pero sí, que unas cifras estarán menos contrastadas que otras. A considerar un matiz importante, en plena globalización y con la expansión de los mercados financieros, los delitos de la economía clandestina son más difíciles de cuantificar y perseguir en los países altamente desarrollados al contar con mayores posibilidades de movimientos evasión y deslocalización física del dinero, por consiguiente, habría que aceptar un sesgo negativo en los estudios hacia los países de menor desarrollo.

2.- Diversos estudios sobre economía sumergida sugieren que en España a mayor actividad económica mayor economía sumergida, sobre todo cuando esa actividad como ha sido el caso estaba producida en sectores como turismo, hostelería y construcción. Situada entre un 20% o 25%, sea cual sea su medida, es clara su importancia sobre la economía española, un cuarto o un quinto de la misma no cotiza fiscalmente. En otros países europeos del sur más Bélgica, tiene ponderaciones similares y en los del norte queda situada en el entorno del 15%. Matiz que sugiere pregunta, si a mayor actividad económica, mayor economía sumergida, los países más desarrollados económicamente ¿por qué aparecen con datos de menor economía oculta? En cualquier caso, los estudios conocidos sitúan a España entre los países del Sur de Europa, más Bélgica, por detrás de los del norte, pero España queda lejos de países del Este de Europa, de África, Asia, Sudamérica y Centroamérica.

3.- De lo anterior se puede deducir que hoy en plena crisis, la economía oculta no tendría por qué haber aumentado en España. Por un lado, hay muchos aspectos y anécdotas individuales que podrían citarse en relación al IVA y las cotizaciones a la S.S., que inclinan a pensar en aumentos de ocultación al fisco para conseguir subsistir, pero, por ejemplo, serían necesarios la suma de millones de parados que cobren subsidio y realicen alguna chapuza, para llegar al dinero negro en un solo caso de corrupción urbanística durante la burbuja. La gran caída de demanda tiene un peso considerable que afecta a todos los sectores sociales y productivos, particularmente al de construcción sector muy vinculado a la corrupción fiscal. Las cifras de caídas en actividades comerciales internas e importadoras hacen notoria la reducción del gasto y consumo de familias y empresas en todos los sectores.

4.- Respecto a uno de los indicadores que se utilizan para medir sus efectos, la circulación de metálico, puede ser medido por el trasiego de los billetes grandes, hay autores que hablan de una considerable reducción de la circulación de los de 500 € por España, aun siendo todavía el país de la eurozona por donde más circulan. Diversos estudios sostienen que países con una mayor utilización de dinero electrónico presentan menores datos de economía en la sombra, en este sentido en España en los últimos años aparecen datos que reflejan se ha reducido el metálico y aumentado el % de transacciones de dinero electrónico, 2007/2011 en cinco años un aumento superior a 5 puntos.

5.- La economía sumergida es un antiguo fenómeno que se mantiene en el tiempo, con variada incidencia económica influida por hábitos fiscales históricos, y por profundos cambios recientes. Durante el franquismo existió poca práctica de pago de impuestos, se acrecienta en la democracia que concede mucha importancia a la recaudación fiscal, tanto para crear el estado de bienestar cuanto para contribuir a la caja común europea obligados por su legislación. Con el impulso de la globalización en la transición del siglo XX se produce una ruptura en las prácticas de evasión fiscal ya que los mercados globales posibilitan realizarlo a gran escala, enormes masas de dinero pueden circular con mayor libertad y velocidad por todo el planeta escapando de los controles gubernamentales. Así la economía sumergida, vinculada a comercio exterior y mercados de divisas toma otra dimensión, que, unida a la creciente importancia de los mercados de droga, armas, etc. marca fracturas y nuevas líneas de estudio de la economía en la sombra.

6.- Existen segmentos de corrupción económica sobre los que actuar para blanquear grandes sumas de dinero de fraude y evasión fiscal que podrían reducir el déficit del Estado si consiguieran aumentar ingresos fiscales, aunque solo fuera en una cuarta parte de lo estimado. Hoy parece claro que los nichos de economía subterránea no solamente son los relacionados con la chapucería, facturas con o sin IVA, -una chapuza de fontanería casera de 50 € supondrá con un IVA del 21% una contribución impositiva de 10,5 €, que al lado de la evasión fiscal de una gran corporación resulta ridícula, con ser problemática, al igual que los arreglos de las ferias, tampoco serán el mayor problema la producción de calzado en el hogar o la textil clandestina en garajes, ambas fuera de cotizaciones sociales, comparada con las gigantescas cifras vinculadas al comercio exterior, a la droga, prostitución, armas… 

La conclusión que podemos obtener de una comparativa internacional es que España tiene mucha corrupción, pero no es de los países más corruptos del mundo. Los españoles no somos tan extraordinarios, ni para lo bueno ni para lo malo, como nos quisieron hacer creer. No somos únicos entre los europeos, ni tenemos un mejor o peor pasado o naturaleza genética, los estudios históricos, los datos actuales, las comparativas de muchos tipos, no nos alejan como bichos raros de los europeos. Como hemos visto hasta ahora y seguiremos viendo más adelante estamos situados entre los eslabones delanteros de la cadena mundial en muchos e importantes aspectos. 



Una vez más debo insistir en que no se trata de minusvalorar la corrupción española, es mucha y debe ponerse remedio, denunciarse y aplicar medidas inmediatas, pero no utilizarla con la finalidad de derribar todo el edificio, si entrara en la dinámica de lucha por democracia o asalto a los cielos estaríamos falseando su importancia, tapando graves caminos de corrupción que se abren en el mundo globalizado, de los que no está exento ningún país, ninguno de los actuales, ni de los antiguos utópicamente futuros. Todos los sistemas prometen bondades, pero vemos que ningún sistema garantiza mejores resultados. Sin pruebas de ello y sí de lo contrario, tanto Rusia como China, se han constituido hoy en dos de los grandes focos de la corrupción mundial.

… el propósito de este libro ‘C de España’ es análogo al estudio de Uslaner y Rothstein en cuanto a relacionar determinadas cuestiones de la época contemporánea española con los problemas actuales.
Creemos que la falta de libertades del siglo XIX, los bajos niveles de alfabetización, la enorme desigualdad…están fuertemente relacionadas con los altos niveles de corrupción actuales y la baja calidad de la democracia. Eso nos lleva a pensar que la solución a muchos de estos problemas, y en concreto a la corrupción, no pasa por anunciar y publicar el enésimo código ético o ley anticorrupción, sino por transformar la sociedad…
‘C de España’ pág 276
  
En la comparativa internacional de corrupción mostrada anteriormente se ha pretendido destacar algunos aspectos de las nuevas formas que toma la corrupción en el capitalismo del siglo XXI, globalización y mercados financieros, por su velocidad y capacidad de mover ingentes sumas de dinero, son aspectos totalmente nuevos respecto a la corrupción del siglo XIX y la del franquismo, incluso respecto a la de la democracia de los primeros años, por tanto tiene poco rigor la idea de transmisión desde hace 200 años de corrupción española circulando como un torrente determinista que nos condicionara a los españoles hasta la propia existencia de la democracia actual.

La idea que toman los autores de ‘C de España’ de Uslaner y Rothstein, respecto a la correlación entre los bajos niveles de alfabetización de 1870 y la corrupción actual, no parece sea generalizable a todo país y momento. Y no a España. En los aspectos comparados anteriormente, respecto a los mercados financieros, evasión fiscal y economía sumergida, principalmente relativo a blanqueo de capitales en tráficos de drogas, armas, medicamentos y personas, muchos de los países implicados son occidentales altamente desarrollados, precisamente aquellos que tienen infraestructuras poderosas y personal altamente cualificado para dedicarse a esas tareas de ocultación de capitales y de realización de rápidos movimientos ilegales, son aquellos países que tuvieron fuerte desarrollo de alfabetización a mediados del siglo XIX. Reitero la manifestación expresada por Joel Slemrod, de la Universidad de Michigan, quien menciona un estudio que muestra que el 0,01% más rico de los países escandinavos evade el 30% de su renta y riqueza, supuestamente los países con menor percepción de corruptos según criterios de Uslaner y Rothstein.

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