miércoles, 22 de enero de 2020

LA CRISIS. Y LA IZQUIERDA


ANALISIS Y BUSQUEDA DE INFORMACIÓN

Este es un blog escrito desde la izquierda (simplifico en el concepto para entendernos) que se dirige a gentes de izquierdas, (rojos-verdes-malvas), con la intención de aportar algo de racionalidad a la comprensión de la realidad, para lo cual dedico una atención especial, aunque no única, a la crítica de este sector ideológico político, ello implica no pocas veces ir contracorriente en las aguas en las que quiero moverme, y me crea situaciones incómodas porque a nadie nos gusta que nos saquen las vergüenzas. (La crítica es perfectamente generalizable a otros colectivos diferentes)

He escrito en varias ocasiones, que resulta extraño que la mayor crisis que hemos conocido todos, haya merecido tan poco debate en los círculos de la izquierda, dejando durante mucho tiempo el terreno libre del lenguaje y explicaciones a la derecha, y a la derechona, que lo utilizaba básicamente para desgastar al gobierno. Por un lado existe responsabilidad del PSOE, Gobierno y dirigentes, por no verla venir, no prever su dimensión, incluso por miedo a plantear la situación para evitar pánico, lo que ha supuesto a veces, tratar de silenciar, mediante presiones, a los que denunciaban un día tras otro la situación y sus modificaciones, que nos conducirían al desastre. (Marc Vidal, Santiago Niño, Julio Rodríguez, Ricardo Vergés…)

En la responsabilidad del pobre ‘análisis concreto sobre la realidad concreta’ estamos incluidos todos aquellos izquierdistas, mas allá o acá del PSOE, fueran individuos o partidos políticos, enmudecidos durante años. Unos por omisión, no fueron capaces de ver el gran asunto de nuestras vidas, otros por ver el tema con aquella generalidad teórica de ‘modelo global capitalista’ desdeñosa del análisis concreto como sería la crisis en España. Otros que se contentan con utilizar dos o tres palabras desgastadas y creen con ello haberlo explicado todo, incluso los hay que creen que la crisis es una gran mentira. En todo caso habrá un antes y un después, producido por los recortes anunciados por el Gobierno, la percepción de gravedad empieza a calar socialmente y se comienza a hablar del asunto.

Todavía tardaremos mucho tiempo en salir del huracán en el que estamos por lo que sigue siendo necesario opinar sobre las simplezas (ideas simples) de gentes que se autoproclaman de izquierdas, y que quizás sentimentalmente lo sean, aunque no intelectualmente, personas que tratan los asuntos de la crisis, extremadamente complejos y cambiantes, con unos cuantos clichés que pretenden colocar ante cada situación. Individuos que por otra parte no se cortan un pelo a la hora de criticar e insultar a cualquiera que haya tratado de analizar los hechos. (Recuerdo haber leído insultos y descalificaciones personales sobre Niño y Vidal, pero no argumentos sobre lo que escribían)

Pretendo enfocar el asunto opinando sobre tres aspectos del tema, 1.-La construcción racional, 2.-Los deseos y 3.- Las decisiones. Aunque empezaré hablando en relación con la obtención de información sobre el tema, que cuando la busco en Internet, prensa o libros, entre lo que leo, de entrada establezco 2 grandes grupos:

1) Aquellos lugares o medios que me cuentan cosas útiles, sea información o análisis, que me sirven para comprender la realidad, que aportan una idea nueva, diferente a otras, que me acercan a entender mejor lo que está ocurriendo. ¿Por qué el gobierno toma tal o cual medida de recortes y no otras?, ¿por qué las ha tomado ahora y no antes?... Por supuesto en este grupo están las fundaciones, servicios de estudios, organismos nacionales e internacionales, además de periodistas, blogueros, analistas, economistas y el diario El País, donde columnistas y opinión están a gran distancia del resto de medios, por aporte de información, seriedad y rigor, a destacar también el salmón dominical de economía…

2) Aquellos otros, blogs, webs, o medios que también he visitado y que me resultan inútiles porque no aportan nada nuevo, repiten lo de todos, con las mismas frases. Individuos que utilizan ideas manidas, sobadas desde tiempo inmemorial, muchas conocidas desde hace 50 años cuando era jovencito, ideas y frases que utilizan tanto para explicar lo que ocurría en los sesenta, como las crisis del petróleo, o la reconversión industrial de los ochenta. Me quedo corto en esta apreciación, ya que en demasiadas ocasiones he leído lo mismo para distintas etapas aplicadas a España, como para explicar lo ocurrido en Vietnam, EEUU, Colombia, Argentina, Sudeste asiático, Oriente Medio o África.

LA CONSTRUCCIÓN RACIONAL

Explicar la realidad con sentido común, con racionalidad, es un reto que tenemos todos, al que poco favorece la pereza intelectual española. Militantes y gentes de izquierda, en la calle, blogs, revistas, se muestran cabreados por la situación y lo que es peor desorientados y están perdidos si se conforman con tratar de explicar lo que está ocurriendo con la frase de ‘lo malos que son los mercados’, cuando ni siquiera se molestan en definirlos y solo se limitan a establecer códigos morales para etiquetarlos.

Mis primeros escritos sobre el tema destacaban el hecho de que la gente buscaba culpables individuales para justificar el tremendo tsunami mundial y lo encontraron en el gobierno. Se mezclaban los intereses del PP, con la ignorancia y vaguería y probablemente la tradición cristiana esté por medio de intentos de personalizarlo todo, o dotar de condena moral a supuestos análisis políticos, como capitalismo malo, etc. Es el mismo o parecido tema de las conspiraciones, un ángel o demonio, la religión o Mr. X son los que mueven como marionetas a millones de individuos con intereses contrapuestos, porque buscar explicaciones razonables resulta cansado.

Para entender mejor los mercados financieros, prefiero imaginármelos como masas de dinero agrupadas en conjuntos de instituciones que controlan unos gestores que invierten y actúan en algún lugar con cierto orden. Masas de dinero, que aportan las grandes fortunas, los ricos y empresas, pero también millones de personas, jubilados británicos, estibadores alemanes, prejubilados españoles, obreros industriales franceses, etc. Todos ellos con intereses diversos, aportan ahorros para que los rentabilicen múltiples instituciones financieras, además de miles de bancos y compañías de seguros, con miles de fondos de inversión, (no solo de riesgo, los hay de variados tipos), instituciones distintas con intereses diferentes, que administran ingentes cantidades de dinero, que se reúnen y actúan en un lugar hoy planetario, la mayoría de veces, a través de bolsas.

Los intereses de millones de individuos están administrados por unos cientos, o miles de gestores, habitualmente jovencitos, en ocasiones funcionarios estatales (en fondos soberanos), que dirigen las decisiones sobre cientos de miles de millones de dólares y euros, o yuanes, todos con la finalidad de conseguir mayores réditos para sus operaciones, en función de los diferentes riesgos. Para altas rentabilidades especulan constantemente, al alza y a la baja, la esencia del mercado financiero, aumentando los riesgos no solo de los partícipes, también de monedas y países enteros.

Capitales y grupos de presión, son diversos con multiplicidad de intereses. No existen mercados sin especulación, como tampoco existen mercados con todos sus integrantes manteniendo iguales posiciones. Acepto que haya grupos de intereses con mucho poder, hasta el punto de en ocasiones modificar gobiernos o monedas, (Algunas grandes compañías de seguros, por sí solas pueden controlar en saldos de fondos el mismo importe del PIB español, 1 Billón de euros). Ahora bien, la idea de que una agrupación de unos cuantos privilegiados controla el mundo, me parece alejada de la realidad actual, sean éstos la Trilateral, el Club Bilderberg, la reunión cual, o la Iglesia Católica, uno de los más poderosos y antiguos lobbies político-económicos, junto con las familias monárquicas europeas, al menos desde hace 500 años.

Naturalmente existen dichos grupos y otros muchos, empresas gigantes, grandes corporaciones, grupos de empresas, ramas o sectores productivos, sindicatos empresariales, etc. que especulan y presionan, como existen gobiernos de uno u otro signo, o partidos políticos, lobbies en fin, que también presionan en los mercados, en la sociedad, pero no creo exista una conspiración universal que los una a todos, o dicho de otra forma, la pretensión de ver un comportamiento unidireccional del capital, con únicos e iguales intereses, es una idea intelectualmente absurda.

Sucede más bien lo contrario, luchan enfrentados entre sí para arrancarse cotas de poder, o para defender sus particulares y distintas parcelas de intereses. Unos grupos presionan para dar mayor firmeza al euro y otros para destruirlo, a unos les interesa un dólar fuerte y a otros que el fuerte sea el yuan, a unos les interesará dirigir inversiones al ladrillo y a otros a nuevas tecnologías, a unos el petróleo y a otros lo nuclear, etc. La diversidad de países, de zonas económicas, de sectores productivos, de políticas, de ideologías, de seres humanos, hace completamente impensable la unidad en un solo poder con un interés único. En las batallas el capital, el poder, se encuentra en ambos lados, lobbies y poderosos en ambas trincheras.

Hoy tenemos una multiplicidad de poderes como nunca antes existió en la historia de la humanidad, junto a grupos de presión antiguos, aparecen los distintos capitales, pero también ha entrado en escena un poder nuevo, la presencia de ciudadanos, que actúan como grupos humanos y eligen y derrocan gobiernos e influyen por tanto en las vidas de cientos de millones de personas. Los gobiernos alemán, francés, o británico, son poderes, que legislan, organizan, mandan, invierten, guerrean, corta pesan a otros poderes.

Uno de los mayores grupos de presión mundial en todas las esferas del planeta, incluidos los mercados financieros, es el gobierno chino, (como lo es el de EEUU) presionando el comercio mundial, de materias primas, incluidos gas y petróleo, o los mercados de divisas, manteniendo la baja cotización del yuan para intentar dominar el comercio de productos terminados, etc. Y a pocos de los que explican todo mediante conspiraciones, se los ocurre hablar de que el gobierno chino se haya reunido para, comprar o vender deuda pública de EEUU o para dejar de financiar a Europa, o para controlar fuentes de materias primas en África o Sudamérica y en todos los casos se enfrenta a otros poderosos intereses.

Y efectivamente, gobierno chino o club X, tanto a unos como a otros no los hemos elegido con nuestros votos, que le vamos a hacer, esa realidad es la que tenemos desde que hemos nacido, así que jugamos en ese tablero desde hace cientos de años, como para que ahora nos llame tanto la atención, y lo que es peor lo utilicemos como coartada para tratar de simplificar las explicaciones sobre la crisis y sus movimientos extremadamente complejos pretendiendo encerrarlos en una palabra como explotación o mercados.

Evitar simplificaciones y buscar explicaciones, es una bonita tarea. La explotación, los mercados y la Trilateral, ya estaban ahí hace 10 años y entonces no faltaba financiación, al contrario. ¿Cómo me explico ahora el derrumbe del crédito?, si antes estaban y no había crisis y ahora sí, ¿qué ha cambiado? sin descartar la implicación directa de los mercados financieros, deberíamos explicar cómo influyen, por lo menos deberíamos tener la inquietud de buscar explicaciones más completa sobre lo que está ocurriendo y modificando las vidas de cientos de millones de individuos.

Ítem mas, deberíamos inferir que esta crisis no es como otras, (es la primera crisis del euro) porque nada es igual visto de cerca, tiene particularidades que son las que tendríamos que encontrar, si de verdad me considero inquieto y pretendo juzgar qué salidas son posibles aquí y ahora. En muchos textos que leo por la blogosfera considero que ni siquiera tienen el problema de estar equivocados en sus planteamientos, simplemente no aclaran nada, solo etiquetan o adjetivan.

Por ejemplo, que ‘los pobres tienen las de perder y que los ricos viven mejor’, o que ‘la cuerda se rompe por su lado más débil’, o dicho con grandes palabras, ‘la culpa es del capitalismo’, igual que acusar a todos, políticos, economistas, de neoliberales, todo eso de poco me sirve para entender por qué la crisis en Europa tiene una dinámica y en EEUU otra, o por qué en los países emergentes ha calado menos que en los desarrollados, o mejor aún, ¿tendrá algo que ver el nivel de desarrollo económico (y financiero) con las manifestaciones de la crisis? O ¿por qué en España ha tomado una deriva diferente a Alemania o Francia? O ¿Por qué aquí tenemos doble paro que en el resto de Europa?, porque pobres, ricos, capitalismo y neoliberales hay en todas partes y no en todas se manifiestan las mismas cifras.

Las cosas miradas desde lejos parecen iguales aunque sean distintas y cada vez que nos distanciamos en altura, mas iguales parecen, seres humanos u hormigas, y si nos alejamos del planeta mas igual parecerá la vida, no podremos distinguir entre animales o plantas. Ahora bien si me acerco veré que las hormigas tienen sistemas de organización y cuanto más cerca miro mas diferencias aprecio. Este, creo yo, que es el papel de todo racionalista, buscar las diferencias, traspasar la apariencia y tratar de entrar en la esencia de las cuestiones y ver los diferentes intereses en cada asunto. Será difícil, cometeremos errores, pero deberemos intentarlo si queremos avanzar en comprensión.

En foros que visito parece que cierran los ojos ante nuestros problemas, ni siquiera muestran cuales son, por tanto difícilmente se describen las causas que los provocan. Si me quieren modificar las pensiones, será un problema serio, pero deberíamos exigir a quien escribe y habla, sean políticos, sindicalistas, periodistas, que tratara de explicar ¿el por qué de las cosas?, de lo contrario será muy difícil encontrar soluciones.

Ahora bien, si te sirve como respuesta la generalización de que el capital quiere explotar, lo siento por ti, porque con poco te conformas, el capitalismo lleva instalado en nuestra sociedad unos cuantos años y el recorte salarial o la congelación de pensiones se producen hoy en un entorno y circunstancias concretas. Al mismo tiempo te envidio, tienes suerte de que una sola frase te valga como respuesta a todos los problemas pasados y presentes. A mí no. Me gusta entender las posibles alternativas para salir de la situación, lo cual me lleva a entrar en muy diversas fuentes de información, fundaciones, servicios de estudios, organismos nacionales e internacionales, me gusta preguntarme qué está ocurriendo, y no dar todo por sabido y explicado con las opiniones de mi círculo de colegas.

Los problemas específicos de hoy, los que ven los mercados, los analistas, la prensa internacional parecen ser diferentes a lo que vemos nosotros. ¿Seremos capaces de verlos la izquierda? Sobre todos ellos gravita el corto y el largo plazo, la imperiosa necesidad hoy de frenar el gasto para intentar conseguir financiación que permita al Estado seguir funcionando, lo cual choca frontalmente con reactivar la economía, pero no habrá futuro si no hay presente. Gran dilema con opciones diferentes y contradictorias. Sintetizando estos pueden ser los problemas españoles del momento:

1) Tenemos una enorme deuda privada, de las mayores del mundo. Este aspecto que ven los mercados y asusta, aquí entre nosotros pasa casi desapercibido, y ojo porque muchos analistas no la ven totalmente separada de la pública, amparados en experiencias históricas.

2) Existe fuerte deuda pública y el déficit aumenta velozmente. Difícilmente financiable porque no nos prestan. No se fían que sea posible controlarlo.

3) La suma de ambas deudas es la mayor preocupación.

4) Los problemas en el sector financiero, exceso de riesgo inmobiliario e impagos en sus balances podrían hacerlo tambalear. Desde fuera se aprecia alta opacidad y desconfianza.

5) Inexistencia de crédito mundial, europeo y por ende español. Consecuencia y necesidad de la enorme burbuja de deuda, público-privada, en EEUU y Europa.

6) Construcción europea, en precario, falta de liderazgo. Ataques al euro, desde dentro y fuera de la UE. En cuanto nos afecta particularmente al estar dentro de obligaciones compartidas.

7) Recesión, paro, atonía económica, que impide reducir la deuda a medio plazo y limita sobremanera la posibilidad de alternativas.

8) Sistema productivo obsoleto. Reformas pendientes, energética, educativa, laboral, financiera, administración pública.

9) Crisis política interna, que resta fuerza y capacidad de decisión, tanto como credibilidad en las actuaciones y que abre la necesidad de un nuevo contrato social entre partidos, agentes sociales y ciudadanía. La crispación y poca unidad política dificulta la toma de decisiones, las ralentiza y las hace perder eficacia, lo cual mina la confianza internacional.

LA CRISIS. Y LA IZQUIERDA. MANUEL HERRANZ MONTERO.
Junio 2010. Desde ‘Arian seis’. 

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