lunes, 14 de octubre de 2019

Todo son facilidades para movilizarse


Efectivamente son muchas personas movilizadas, en huelga consentida, pagada y en manis y cortes de vías y carreteras, la mas importante el corte del aeropuerto. Los nombres ya no salen en primera línea la ANC y Onmium, hay que evitar la penalización legal si la hubiere, ahora mejor son otros nombres mas rimbombantes e indefinidos, para que nadie pueda ser acusado. Pero verán , si les viene a la memoria su recuerdo juvenil, no comparen estas movilizaciones de los antisistema, que son el sistema en Cataluña, no comparen con las del franquismo en las que te jugabas daños, cárcel, despidos... en las catalanas los que están en la calle son mayoritariamente parte del sistema, directa o indirectamente, son los que cobran y los que mandan, los que atemorizan tranquilamente a los no indepes en sus pueblos y trabajos, los que atacan a la ciudadanía que no se declara secesionista. Recuerden, en la cárcel están algunos líderes que alentaron la secesión y proclamaron una república apoyados en sus poderes territoriales y ninguno de los miles de activistas que se movilizan. Todo es volver y volver, esto escribí hace meses.

En Cataluña los antisistema son el sistema.

Si hablamos de cifras en las Diadas, parece claro que nunca se llegó al millón de personas. Ni en Cataluña, ni en Madrid en la Plaza de Oriente franquista, ni en la visita del Papa a Madrid, en la plaza Colón. Que tantos críticos salgan en cada manifestación española para desbrozar cifras de asistentes y que en las Diadas se haya tardado tanto en dar datos con cierta racionalidad, es un síntoma de miedo social, de miedo a los que te rodean y pueden marcarte y hacerte difícil la vida. Aceptar como fiables los datos facilitados por los convocantes directamente, o a través de la prensa local, pagada con anuncios y subvenciones de la Generalitat, o la Guardia urbana que forma parte del poder institucional, es confesar la extensión del miedo y el control que ostenta el movimiento indepe. Al tiempo refleja poca confianza en la racionalidad de contar los metros cuadrados ocupados por los asistentes y el número de personas con la posibilidad de moverse que podrían caber por metro cuadrado.

En 2010 vocearon la cifra de un millón de asistentes, mientras la empresa Lynce especializada en contar desde el aire, mediante fotografías sometidas a procesos de contado digital, daba menos de 80.000. Cada año las cifras se engordaban más y más, dos millones declaraban los organizadores y todos giraban a su alrededor, aunque ellos mismos reconocieran que solo hubiera 400.000 inscritos. Cifras superiores al millón en diferentes años son rebajadas por medios extranjeros a 300.000, por estadísticos de la UAB a 290.000, por El País a 160.000… La abundancia era justificación del mensaje y los objetivos, típico fascista. En todo caso siempre fueron muchas personas y concentraciones de masas importantes. Que el movimiento no haya tenido accidentes dignos de mención, tiene que ver con varias razones:

1) Por descontado el movimiento es amplio, numeroso, porque había gente independentista, tradicionalmente un 15% hacia 2010, al que se han sumado todos los descontentos con la crisis y la corrupción española, no la catalana, lo cual puede haber doblado el número de los secesionistas, a los que se agregan los nuevos conversos ante una ventana de oportunidad de cambios que abrió la debilidad institucional, tanto europea y española, como catalana.

2) Los organizadores de actuaciones masivas se han cuidado mucho de no practicar más violencia de la necesaria para intimidar, entre otras razones porque hubiera recortado considerablemente sus apoyos. Pero al mismo tiempo habría que destacar, la otra cara de la moneda, los otros no incordiaron ni se opusieron de ningún modo, las fuerzas contrarias a la secesión, al menos la mitad de los catalanes, o el Estado español, no puso en marcha medios represivos violentos, ni de ningún otro tipo. Cuando se critica por tantas cosas la democracia española, habría que reconocer que al mismo tiempo las altas dosis sociales e institucionales de tolerancia, no existen muchas experiencias actuales de este calibre permisivo en el resto de países del mundo.

3) Su carácter festivo también lo explica que este movimiento es a favor de la corriente, está impulsado y protegido por los gobernantes, apoyado, organizado y financiado por la Generalitat y los poderes catalanes, que lograron convencer de que el objetivo de la independencia resolvería SU corrupción, y todos los problemas que tuviera cualquier individuo catalán. Evidentemente el movimiento está arropado por una pléyade de funcionarios y responsables situados en altos niveles de instituciones y organizaciones de la sociedad civil catalanista, -con buenos sueldos oficiales u oficiosos, alto prestigio publicitado y difundido y cotas de poder permeables hacia arriba y abajo-, la mayoría de estos individuos forman parte de élites minoritarias respecto al conjunto de la población, abrumadoramente con apellidos catalanes, aunque la población en su inmensa mayoría cuenta con apellidos castellanos.

En las movilizaciones independentistas, han participado, participan fundamentalmente funcionarios públicos de la Administración del Estado, subsector catalán, empleados de oficinas institucionales, trabajadores de enseñanza y sanidad, periodistas y empleados de medios de comunicación, de servicios culturales y sociales… vinculados a los poderes fácticos en manos independentistas que totalitariamente dirigen Cataluña. Muchos jóvenes mostrados en multitud de fotos pueden asimilarse a clase media alta, pijos, que diría Marsé, proceden de universidades y colegios religiosos que aportan muchos de estos activistas.

La iglesia fue en el pasado un importante factor en el apoyo al carlismo, siendo hoy uno de los principales pilares independentistas, organiza, agita y moviliza, como lo hizo en Euskadi, utiliza los niños de escuelas infantiles como unidades de agitación y adoctrinados con prácticas similares al fascismo, además, en el pasado catalanista, igual que ahora, proveyó un potente armazón que actuó de soporte ideológico religioso al activismo nacionalista, como ya hizo en el pasado tradicionalista. A estos grupos se suman apoyos de derecha clásica y neoliberales, nacionalistas e independentistas, pequeña burguesía, y antiguos izquierdistas pasados al ultranacionalismo independentista. Además, suman importantes haces independentistas, por número y control municipal procedentes ruralismo interior, territorios que coinciden históricamente con los asentamientos de tradicionalistas-carlistas. ¿Y los obreros donde están?

Steven Forti, -Doctor en Historia por Universitat Autónoma Barcelona y Universidad de Bolonia-, establece la idea de la existencia de ‘6 pasarelas’ o causas principales que explicarían los trasvases que se produjeron antaño de militantes izquierdistas, anarcos, socialistas, comunistas, hacia posiciones fascistas, éstas serían: ‘ 1) el valor otorgado a la acción, al dinamismo, a la praxis. 2) El valor otorgado a las minorías, a las élites. 3) Fe indestructible en la revolución. 4) Enemigos comunes en la democracia liberal, el parlamentarismo, burguesía y capitalismo. 5) Una concepción del mundo antimaterialista, fuertemente idealista, y muchas veces religiosa. 6) Importancia de la nación.’ Steven Forti en ‘Tránsfugas. De la izquierda al fascismo en la Europa de entreguerras’. Documento de trabajo 2015/2, Seminario de historia. Universidad Complutenses de Madrid.

Forti plantea que el peso de la nación puede hacer cambiar el rumbo que tomaron  muchos individuos cuando comenzaron a andar para después llevarlos por las carreteras nacionalistas. Dejan de ser izquierdistas y pasan a ser de la izquierda reaccionaria o simplemente, nacionalistas, racistas, xenófobos… Las pasarelas de Forti indican unos rasgos generales del pasado que adaptados a hoy explican una parte considerable del impulso movilizador por presentar alta probabilidad de prender en la juventud, y madurez, proveniente de una aburrida democracia en la que se presentaron grandes problemas con las crisis. Los impulsos pudimos verlos en la indignación del 15-M, en el caso catalán, reorientados por la élite independentista hacia la secesión, al contar con un amplio abanico de recursos económicos, ideológicos, elaborada teorización. La capacidad movilizadora e ilusionante de construir algo propio y nuevo, poner en valor el activismo propio te puede hacerte ver como un elegido, un héroe formando parte de la élite que construye una nación nueva, sin mácula pasada, sin perder el tiempo en arreglar los problemas actuales, los cotidianos, con altos componentes idealizados de un pasado imaginario y fe en el paraíso, religioso.

‘Los castellanos, que los extranjeros designan en general con la denominación de españoles, son un pueblo en el que el carácter semítico es predominante; la sangre árabe y africana que las frecuentes invasiones de las gentes del Sur le han inoculado se revela en su modo de ser, de pensar, de sentir y en todas las manifestaciones de su vida pública y privada’. Prat de la Riba i Sarrà, ‘La question catalane: l’Espagne et la Catalogne’.

Los secesionistas han logrado el apoyo, no solo moral, también económico y activo cotidiano de mucha gente que defiende sus derechos, sin importarlos que al tiempo la otra cara del supremacismo pretende reducir derechos a los demás catalanes que critican su totalitarismo, o penaliza  a aquellos que simplemente quieren otras cosas. Este trabajo no se dirige a los independentistas históricos, quienes llevan toda la vida defendiendo sus ideas, haciendo su trabajo de raca, raca de acuerdo con su ideología, sin importarles los cambios reales de la antigua España centralista, a la actual España federal, en la que Cataluña, o País Vasco, tienen autogobierno igual o superior a regiones de países federales conocidos. Claro, claro, autogobierno no es soberanía absoluta, pero es que eso no existe, ningún país tiene soberanía absoluta, hoy todo es compartido; en Europa una gran parte de la política medioambiental, social, económica, exterior, militar… ¿Soberanía absoluta para Cataluña? Tendrán que aclararse, porque dentro de Europa es imposible, hasta la soberanía monetaria está cedida. Nadie debería perder tiempo en intentar convencer al Sr. Torra, salido de otro tiempo y otro lugar, sus palabras, sus  artículos, recuerdan mucho la verborrea de los años veinte, las florituras de los fascistas italianos, la poesía joseantoniana.

‘’Los almogávares en Grecia, los segadores para Corpus, los de Cardona por el asedio de 1711, los barceloneses y catalanes a las murallas de la capital de Cataluña en el último aliento de libertad de nuestro pueblo. La bandera negra está profundamente arraigada en la historia del país. Una bandera de combate, de lucha, de resistencia, de libertad. 
Hoy la bandera negra vuelve con la misma fuerza que en 1714. El combate sigue siendo el mismo: el de la libertad, la lucha que han llevado todos los pueblos del mundo que ha querido ser. 
yo añadiría, autonomía no es libertad. Cualquier hipótesis que busque un encaje en la Constitución es continuar promoviendo el provincialismo en su estado más puro y obsceno. La vía constitucional ha quedado, en Cataluña, sin relato, por más que los autodefinidos como moderados nos pinten un escenario futuro digno del Armagedón.
Hay que convencer que vamos a declarar la independencia y no a regular la pesca de la anchoa; debemos pensar fríamente, maquiavélicamente, para que la próxima jugada pueda ser jaque mate. La autonomía no se soberanía . Por eso, ahora es la hora, que pasa, inexcusablemente, por una manifestación histórica el próximo 11 de septiembre. Con la bandera, el firmamento y la bandera negra (y yo añadiría la de Santa Eulalia). Con todas las banderas y con toda la gente. Con la alegría de querer vencer la historia, de ganarnos el futuro.
Hasta el 9-N necesitamos una cadena ininterrumpida de éxitos. ’’
Quim Torra, 11/8/2014. Bandera Negra.
Las cuestiones de este trabajo se formulan, principalmente, pensando en antiguos antifranquistas que prestan su apoyo a la secesión y en todos aquellos que se sumaron al movimiento secesionista por lo que de encantador,  antisistema y rebelde parecía. A ellos les pregunto: ¿Recuerdan huelgas obreras, en fábricas o tajos que fueran financiadas por los gobiernos de turno? ¿Recuerdan saltos cortando calles o carreteras que fueran apoyados por los poderes públicos? En Cataluña huelgas y movilizaciones se impulsan y apoyan desde las instituciones, y desde muchas empresas. En la España franquista las manifestaciones de los ’40, ’50 y ‘60, fueron apoyadas, organizadas y pagadas, por instituciones del poder político, y económico, con la ayuda de  activistas comprometidos con la causa en todos los niveles de inserción social.

El movimiento independentista es una fiesta que cuenta con todas las ventajas para producirse, ya que se organiza y financia desde el núcleo del propio sistema: desde la Generalitat, poder político representación del Estado, al igual que el fascismo hacía, desde allí se dirigen fuerzas y consignas, objetivos y dinero, para el derrocamiento del sistema democrático y lograr la secesión. Desde los ayuntamientos y medios de comunicación oficiales se organiza y agita contra el Estado, desde las universidades, colegios e institutos parten acciones  impulsadas por rectores, directores y profesores, representantes del sistema, desde las élites de instituciones culturales, económicas y deportivas de la sociedad civil, que cobran sueldos directamente del sistema, se imparten consignas y propaganda y se coloniza al conjunto de la sociedad, desde empresas vinculadas directamente a la Generalitat, o bien, apoyadas en su producción por sus presupuestos que vinculan sus beneficios, o directamente subvencionadas, se pagan salarios a dirigentes independentistas, y a empresas privadas que a su vez, luego financian directa o indirectamente el movimiento independentista. Un caudal de fondos oficiales y de fuerzas del Estado lucha desde dentro para destruir ese Estado. Una parte del Estado, contra el Estado que le dio legitimidad y poderes.

Los cierres patronales no fueron nunca del agrado de las izquierdas, salvo aquí y ahora en Cataluña. Deberían descartar la idea romántica de lucha por la libertad en el caso catalán, cuando ésta resulta apoyada por los poderes territoriales. Y no, de ninguna manera las comparen a las luchas antifranquistas, en las que arriesgabas físico y trabajo, utilizando medios precarios de colectas en barrios y fábricas. Mucho menos son reflejos de las luchas por los derechos civiles de los negros en EEUU como han intentado vender, sin ningún pudor han tratado de engañar profundamente a la infancia y juventud catalana para hacerla creer que están en el lado bueno de la historia. Es un salvaje insulto a la dignidad de aquellas luchas por sentarse en los autobuses, utilizar baños, calles, barrios, bares…, que costaban palizas, secuestros, asesinatos.

¿Recuerdan durante la transición luchas callejeras por la democracia, amnistía y Estatut de autonomía? Al luchar contra el poder, se producían cargas brutales de la poli, coces de los caballos, porrazos, chorros de agua, carreras, pelotazos de goma y a veces balas de verdad… y detenciones, encarcelamientos y despidos y había que prestar atención a las agresiones de los fachas cuando realizabas una pintada o pegabas un cartel, cuando repartías panfletos o cortabas una calle mediante un salto. Pocos resultados parecidos en Cataluña en donde las revueltas son apoyadas y financiadas por los poderes autonómicos, los antisistema en Cataluña no tienen miedo, son el sistema, colocan propaganda en todo lugar público protegidos por sus escuadras y si llegara el caso por los mossos, quienes por el contrario identifican a quienes pongan una pegatina con la bandera española, o deteniendo a quienes quiten lazos amarillos, llegando a mantenerlos incomunicados en comisaría el máximo plazo que marca la ley para presentarlos ante el juez. No hemos visto que los mossos, -fuerza armada cercana a 20.000 personas bajo el mando de la Generalitat-, desmontaran cortes de tráfico en autopistas catalanas o grandes avenidas de Barcelona realizados por apenas una docena de personas, o pintadas y ocupaciones de edificios públicos… pueden ver aquí una muestra de colaboración mossos ocupantes de colegios referéndum del 1-O https://twitter.com/interviu/status/914528814058885120

Los fascismos tuvieron especial querencia por las fuerzas del orden, antes, durante y después de tomar el poder, al principio en su modus operandi se abrazaban lo suficiente como para lograr que sus acciones no fueran reprimidas, pasando a utilizarlos como guardianes de sus actos en las calles, para posteriormente ser ejecutantes de sus acciones. En Cataluña solo visibilizamos represión de la policía autonómica en actuaciones al margen de la secesión, en manifestaciones de movimientos sociales, de colectivos anti-desahucios, de mareas contra los recortes sanitarios, de la indignación del 15-M en Barcelona, vean el vídeo del desalojo de la Plaza Cataluña en 2011 por los mossos https://youtu.be/uH1Eqq4_J9o  o de la huelga general del 2012, entonces sí  visibilizamos represión de la policía catalana, dirigida por la actual élite independentista. Pero, los movimientos sociales de ese tipo, han sido absorbidos por el independentismo con el intento de hacerlos desaparecer, con la consigna fascista de la lucha de clases no existe, solo la lucha de la nación. Una de las resultantes de esta situación es que las fuerzas del sistema se consideran a salvo para saltarse la ley: ejemplos de corrupción son tantos y tan abundantes entre las élites catalanistas que no merece la pena reseñarlas, menos conocidas son las tropelías de los mossos con un historial de abusos e impunidad, como el recogido por Laura L. Caro.

‘La herencia, la gran conservadora de las repeticiones biológicas, ha reafirmado a cada generación en la disposición específica del registro, condenando al individuo y a la raza a comportarse intelectualmente de una manera determinada y sólo de ésta. Es por eso que el hombre cuando por su voluntad, o sin tener conciencia de ello, intelectualmente se separa de la raza, no es más que un triste imitador’ Pere Màrtir Rossell i Vilar ‘Diferències entre catalans i castellans’.

La base ideológica de los convocantes y organizadores de las movilizaciones, Ómnium, ANC, AMI, Colectivo Wilson… junto con las cientos de páginas web que realizan esa tarea, son independentistas, aunque quizás ese calificativo esconda otros menos populares, pero que están en la base fundamental de sus ideas, neoliberales, populistas, xenófobos... Como se puede apreciar en sus páginas y documentos publicados y de los que se enorgullecen por su amplia difusión, son seguidores y defensores, en general, de Valentín Almirall, Pompeu Gener, Sampere i Miquel, J.M. Batista i Roca,  Bonaventura Riera, Bartomeu Robert, Daniel Cardona, Martí i Juliá, Prat de la Riba, Joan Bardina, Rovira i Virgili, los hermanos Badia, Torras i Bages, Miquel Coll, Mossen Armengou, Bosch i Gimpera, Casas i Carbó, Pompeu Fabra, Angel Guimerá, Pi i Sunyer, Puig i Sais, Rosell i Vilar… buena pléyade de racistas y supremacistas, esa lista de catalanistas con otros crearon una doctrina racial, que es uno de los basamentos intelectuales de los secesionistas y que está en el fondo del movimiento por la secesión.

Muchos de los movilizados desconocen las teorías que elaboraron esos personajes, aunque sus libros y proclamas están difundidos por todos los rincones de Cataluña, bibliotecas, colegios, fundaciones, redes sociales, ayuntamientos, diputaciones, empresas, radios… lo mas que hacen muchos asistentes es escuchar la historia de esos que consideran sus héroes, que escribían cosas que fueron consideradas deleznables en muchos países del mundo, por toda persona ilustrada o progresista, eran las mismas que escribían Hitler, Mussolini, Ledesma Ramos… y sus acompañantes. Muchas personas no creerán lo que lean aquí, así que mejor y más documentado será leer las obras originales de esos autores, perfectamente accesibles, pero no alimenten más la coartada del desconocimiento para dejar tranquila su conciencia de estar colaborando en la banalización del fascismo.

 ‘Si por el contrario, la mezcla de razas persiste, se origina un conflicto tanto más grande cuanto más numerosos son aquéllas’, escribía Martí Rosell i Vilar, colega de Millet, trasladó hacer pruebas y estudios de mejora genética de animales a la población humana, recibió apoyos institucionales, sociales y gubernativos; Pompeu Fabra, Josep Maria Batista i Roca, Pi Sunyer, entre otros, firman el manifiesto por la mejora de la raza catalana, en 1934, impulsaron la creación de una Societat Catalana d’Eugènica, dependiente de la Generalitat, para mejorar la raza catalana y al tiempo demostrar lo dañino que resultarían sus mezclas con murcianos y resto de españoles, aquello era tan salvaje como los experimentos nazis dirigidos por el Dr. Mengele, y sí, este tipo de individuos se encuentran entre los ornamentos de los independentistas. Y sus nombres, hoy, adornan calles y plazas catalanas y son venerados por los indepes.

El racismo no fue común a todos los fascismos, por contra fue un rasgo que diferenciaba a varios fascismos europeos, pocos fueron tan elaboradamente racistas como los nazis, y los catalano-fascistas. Elaboraron teorías convertidas en doctrinas que encumbraban una raza sobre otras tratando de justificar así derechos de expansión sobre territorios y derechos de dominio sobre pueblos considerados inferiores vivieran dentro o fuera del territorio. En el caso español fue clara la diferente postura del fascismo castellano con el catalán, decía Falange en sus principios, ‘La Teoría de la Falange’, escrita por Julián Pemartín, Editoria Nacional, 1941: ‘No podemos caer en el error racista… España tuvo el acierto de unir en una misma gloria a muchas sangres distintas…no podemos aceptar la absoluta superioridad de una raza sobre otra’.

‘De una manera o de otra, los antropólogos reconocen que existe una diferencia entre la mayoría de los habitantes de lengua catalana y el centro de España, tanto si se trata de una raza diferente de la ibero-insular como de un grupo diferenciado de esta raza’. Josep A. Vandellòs i Solà. ‘La Immigració a Catalunya

‘Hechas estas ligeras disquisiciones con respecto a los distintivos de la raza castellana, pocos, por cierto, en comparación con el triste cuadro que podría presentarse con todos sus más pequeños detalles, vamos ahora a esbozar los caracteres del genio catalán, de este núcleo que forma parte de la península ibérica, creando para su lengua, costumbres y variedades étnicas una verdadera nacionalidad que fructificó con una vida tan pletórica y exuberante, como en la Edad Media ningún otro pueblo haya tenido en el transcurso de la Historia’. Joan Baptista Vilà i Estruch ‘Caràcters de les races ibèriques. II’
  
Son más de 200 años documentados con sus libros y cientos de revistas sobre el carácter bereber español, ‘moros más que os pese, contra los semitascastellanos repugnantes, vagos… murcianos y almerienses peligro gravísimo degenerados, españoles productos de razas inferiores…’ son demasiados rasgos racistas, xenófobos, fascistoides, formando cuerpo doctrinal, para poder mostrar desconocimiento, siempre estuvieron ahí, en sus bibliotecas e instituciones, los catalanes como los alemanes han guardado y documentado extensamente su trayectoria, ahora han decidido salir a la calle y las redes con total claridad y ostentación, al igual que siempre hicieron los fascismos, con la seguridad que da el supremacismo para marcar y apartar a los otros catalanes y para echar espumarajos contra los españoles.

En este trabajo se citan solamente unas pocas frases para contextualizar, de los muchos libros editados disponibles y de cientos de artículos de revistas que pueden obtenerse en ‘Arca revistas catalanas, y en los blogs indepes. La preparación de la última ofensiva secesionista se aplica desde los años 90, creando una realidad sufrida por muchos catalanes desde entonces. Ideología y comportamientos fascistoides unidos en un movimiento organizado, se puede caracterizar como fascista, de hecho muy pocos movimientos fascistas han tenido una elaboración teórica de su doctrina, ideas, ideología, tan extensa y elaborada, ello a pesar de que no todas las personas que luchen por la independencia lo sean, hoy. La cuestión es que las élites catalanistas definieron las bases ideológicas, los comportamientos, objetivos y organización, ellos han creado el movimiento independentista, que define a cuantos participan implantándoles sus rasgos.

‘’Nunca la verdadera bandera nacional de los catalanes pudo ser una bandera política. No. La bandera catalana no puede ser otra cosa que el espíritu de nuestra misma tierra. Es la canción del viento en medio del pinar; es el rumor de las olas en dulce coloquio con la tierra; es el parpadeo de las estrellas en las noches largas y serenas. Es el agua que baja precipicio abajo, que si alguien quisiese desviarla volvería a precipitarse por las mismas entrañas de la tierra. ¡Por eso todos los pueblos encarnan en su bandera todo el espíritu y toda el alma de la raza! Por eso una bandera chasqueando contra el viento, en medio del relampagueo de las bayonetas, mueve la voluntad de los ejércitos.
Nosotros no concebimos al patriota por el color de la camisa que lleva; nosotros queremos el patriota poseído de aquella dignidad y fortaleza nacional en la que se estrellen todos los embates del enemigo.
Fiel a esta tradición, y al recomenzar la lucha en este nuevo año que llega, renovamos bajos los pliegues sagrados la fe firme, la fe inconmovible, la fe milagrosa, de ser patriotas abnegados, de ser patriotas puros; y hacemos la promesa de sacarla para siempre de entre los cantos elegíacos y de las tablas electorales y llevarla a la victoria definitiva. Laus Catalonia’’.
Daniel Cardona i Civit. “La bandera”, La Tralla 15. 6 enero 1923.

Ninguno de los activistas o sus apoyos, se plantea, ni por lo más remoto, que su actitud y prácticas sean fascistas, neo o post ahora es secundario, hoy como entonces quienes están insertos en su movimiento asumen su activismo como creadores de una sociedad nueva enfrentados al resto de ciudadanos que no los secundan, que en Cataluña son más de la mitad. Una diferencia importante de cara a las conciencias, es que en aquellos momentos no fue posible contrastar su pasado, no tenían la posibilidad histórica de comprobar aquella retórica con los resultados. Hoy podemos estudiar el pasado, hechos y documentos, tenemos capacidad para comprender la ideología que los sustentaba y los comportamientos de aquellos movimientos, sabemos que ‘la distancia entre la grandilocuencia del mito y las realizaciones prácticas no borra el hecho de que el mito tuvo una influencia de inmenso relieve’. Hoy tenemos la posibilidad de constatar similitudes en las ideas grandilocuentes que condujeron a desastres humanitarios, y por tanto, podemos ver al movimiento independentista muy parecido con el pasado fascista.

Los fascismos nunca asumieron en todos los países la totalidad de rasgos comunes, no fueron todos iguales, mostraron rasgos diversos en el transcurso del tiempo, no fueron igual antes que después de la toma del poder, no fueron iguales en unos países que otros, en palabras de Ricardo Chueca: ‘cada país da vida al fascismo que necesita’. Naturalmente las similitudes ideológicas y comportamientos, hoy están acondicionadas al momento y lugar, adaptadas al mundo europeo actual conformado por sociedades muy desarrolladas económica y políticamente, sin guerras recientes en la memoria, u ocultadas como las de la antigua Yugoslavia, hoy los nuevos fascismos deben considerar el concepto democracia como valor asumido internacionalmente, al tiempo que es despreciado el concepto fascismo, banalizado en la rutina diaria por una parte de la población y reducido por otra a la última idea de brutalidad y cámaras de gas. Hoy para sumar adeptos, las ideas ultranacionalistas, racistas, xenófobas, totalitarias y supremacistas, se envolverán en celofán democrático para intentar hacerlas desaparecer de la representación como rasgos fascistas que fueron y son. 
DOMINGO, 23 DE JUNIO DE 2019


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