jueves, 1 de julio de 2010

Testimonio Manuel Tapial. 3

(Mi testimonio II) (3) Ataque a la Flotilla de la libertad, un ataque contra toda la humanidad

- Puerto de Ashdot

Tras alrededor de 12 horas navegando bajo un infernal calor hacia el puerto de Ashdot, conseguimos llegar a lo que sería nuestro primer contacto con territorio israelí.

De uno en uno nos fueron bajando del barco acompañados en todo momento en el recorrido por el interior del barco hasta la puerta de salida por dos soldados, y entregados a personas vestidas de civil que nos acompañaban hasta el interior de unas carpas que hacían de improvisadas oficinas de inmigración.

No recuerdo que hora era ya que perdí la noción del tiempo, pero estuvimos parados en el puerto de Ashdot no menos de ocho o diez horas antes de que pisase mi primer píe fuera del barco, de hecho, fui de los últimos en abandonar el barco ya que cuando me señalaron para bajar del barco, no quedarían en el salón del barco donde estábamos concentrados mas de 40 personas.

Me entraron en la carpa y lo primero que hicieron fue cachearme de arriba a abajo por delante y por detrás, y quitarnos el pasaporte.

Me encontraron una memoria USB en la que guardaba fotografías que había tomado dentro del barco y me preguntaron que había en ella a lo que conteste que nada importante. Al ver que en mi pasaporte tenía los visados de Líbano y Siria note que cambiaron el tono al dirigirse a mi, de manera amenazante me interrogaron de píe sobre mis viajes a estos países, quienes eran mis contactos, que relaciones tenía y que hacía en esos países cuando viaja allí. Me negué a responder y solicite la presencia de un representante de mi embajada y de un abogado y en ese momento dejaron de preguntarme. Me hicieron pasar por un arco detector de metales y me llevaron don chicos muy jóvenes hacia una mesa en la que me tomaron la filiación y me presentaron un documento en hebreo que me invitaron a firmar a lo que también me negué ya que no entendía lo que decía. El soldado que se encontraba al otro lado del improvisado escritorio llamo a un compañero suyo y en perfecto castellano (con acento argentino) me explico que el papel decía que había entrado ilegalmente en el país, asumía mi responsabilidad y aceptaba mi deportación voluntaria lo que me indigno sobre manera e hice notar mi enfado diciendo que yo había sido secuestrado en aguas internacionales, me habían trasladado a un territorio que ni por asomo deseaba pisar y encima querían que firmase un papel condenatorio en mi contra.

De este primer control, me llevaron a otro en que volvieron a coger mis datos. De ahí me hicieron pasar a una mesa donde una chica y un chico muy jóvenes me cogieron de nuevo mis datos antes de que un médico me hiciera una serie de preguntas sobre enfermedades que acarreaba conmigo o necesidades médicas.

Tras la breve visita medica me llevaron a otro punto de las carpas en donde una maquina recogió mis huellas digitales y una cámara tomo dos fotografías de mi cara. De este punto me llevaron a una especie de recinto acotado por vallas de metal en el que otros compañeros de la flotilla se encontraban. Poco a poco nos iban sacando uno a uno a otro espacio de las mismas características pero en el exterior del recinto en donde de píe, esperábamos que llegasen los autobuses que nos llevarían a la prisión de Beer Sheva.
En todo este tiempo que estuve en Ashdot no tuve ningún contacto con ningún representante de la Embajada de España en Israel aunque posteriormente me enteré por boca del representante consular que me visito en la prisión que él si estuvo allí pero que no le dejaron tener ningún tipo de contacto con nosotros.

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