martes, 4 de febrero de 2014

Tormentas Emergentes. 4. Mundo cambiante y contradictorio


En los conflictos con los emergentes volvemos a vivir situaciones nada lineales, propias del complejo mundo actual que nos rodea. Las cuestiones contadas en los post anteriores, las dificultades y contradicciones que sufren esos países son conocidas con antelación por analistas y mercados, pero quedan contenidas por actuaciones previsoras que las descuentan –consideran o integran- en los precios de las transacciones, que irán subiendo a medida que aumente el riesgo. Durante meses mucho dinero fue saltando de países emergentes hacia Europa en busca de oportunidades con menor riesgo, -este hecho fue una de las señales de cambio de ciclo, tantas veces proclamadas, que detectaban el freno de la recesión española y europea-.

No todos los capitales se van al mismo tiempo, hay intereses distintos y además afrontan con criterios diferentes, realidades y análisis similares, ocurre que algunos fondos de inversión aguantan posiciones y asumen mayores riesgos por mayor rentabilidad, siempre pensando en llevarse la última ganancia antes de la caída. Hasta que de repente un día alguien toma una decisión brusca y el entramado se cae abruptamente porque todos los afectados, los gestores de fondos, quieren salir corriendo al mismo tiempo y todos juntos no caben por la puerta. Hay gente pa to.

La caída de las monedas emergentes supone una subida del euro, lo cual puede venir muy bien a la idea de moneda reserva competidora del dólar y ser de interés para alemanes y nórdicos, pero si ya estaba sobrevalorado para los intereses españoles y de países sureños, ahora empeorará, perjudicará las exportaciones españolas y en general las europeas hacia el resto del mundo, al encarecerlas y puesto que no tenemos el recurso nacional de devaluar la moneda para ajustar mejor la salida de la crisis volveremos a sentir presiones para devaluar salarios. Las ganancias de competitividad logradas anteriormente solo con rebajas salariales se han ido por el desagüe, la posible recuperación en ciernes, se puede estancar o malograr repentinamente.

Sumen a lo anterior que el turismo que vendría a España, ahora encontrará alicientes por precios más baratos en países con monedas devaluadas, por ejemplo Turquía. Sigan sumando efectos negativos, la caída latinoamericana afecta fuertemente a multinacionales españolas que hasta ahora habían capeado el temporal con los años de bonanza de los emergentes. –Ítem más el BBVA compró hace pocos meses el segundo banco turco, Garanti, por lo que se verá afectado negativamente, por el menor valor de sus activos, a lo cual deben sumar su alta vinculación Sudamericana-

Las relaciones capital-países mutan con rapidez, las interpretaciones sobre las acciones políticas y económicas pueden cambiar velozmente, porque los resultados pueden dar giros sorprendentes, incluso para la misma actuación dependerá de si es realizada en uno u otro momento; una bajada de tipos de interés hace 5 años puede ser óptima y hoy ser correcto lo contrario, dependerá del ascenso o caída de uno mismo y del entorno. Los resultados de una acción pueden ser diferentes incluso en el mismo instante para la misma actuación, dependerá de a quién beneficie y perjudique en cada momento.

Una devaluación beneficia a sectores exportadores, por abaratar contra el resto del mundo y perjudica importaciones por encarecerlas, una subida de tipos de interés fortalece la moneda, también limita la cantidad de dinero en circulación, frena la inflación, encarece el precio del capital para invertir, lo cual ralentizará el crecimiento, pero realizada ahora en EEUU, animará a muchos inversores a deshacer posiciones en el resto del planeta y tomar bonos del Tesoro americano, más seguros que los riesgos que quieren asumir en esos países emergentes, al fin y al cabo el dólar es la moneda de reserva mundial en un 65% por seguridad y estabilidad tradicionales de las últimas décadas. La segunda moneda de reserva es el euro, a gran distancia, con un 25%. Libra y Yen, a pesar del enorme poder británico y japonés, representan solo alrededor del 4% cada una. –Parece que el reminbi, o yuan chino, irá asumiendo algo de este papel todavía lejano-

Este es el mundo actual, complejo y cambiante, a pesar de lo cual no es lo mismo una cosa que otra, pero en el que una postura pétrea no garantiza nada, una posición mantenida inmóvil a lo largo del tiempo de poco sirve para explicar y resolver situaciones cambiantes y contradictorias. Los cambios de largo plazo, las tendencias principales nunca son lineales, dan bandazos constantes a los lados, lo normal es que produzcan grandes rupturas arriba y abajo, lo malo es quien no se adapte  a corto, y largo plazo y le pillen con el pie cambiado tanto a corto como a largo.

La salida de la crisis española tiene mucho que ver con estas reflexiones, nuestras élites no vieron la tendencia de largo que marcó el ascenso de los emergentes, y no prepararon el país para el tsunami que suponían las crisis, durante 20 años profundizaron ampliamente el capitalismo de amiguetes que nos ha acompañado hasta aquí, no modificaron comportamientos, instituciones, modelos productivos, etc. etc. Y los inútiles actuales creen que con bajar los salarios han resuelto el problema, torpes no entienden el cambio de tendencia de largo plazo que representan los mercados, la globalización y el ascenso de los emergentes, están convencidos de que es un cambio pasajero, pero nada más lejos de la realidad, porque los emergentes, aunque no todos son iguales, a pesar de sus problemas, que previsiblemente no les llevarán a controlar el mundo a medio plazo, -como algunos pensaban- pero tampoco les dejarán en la posición que tenían anteriormente en el siglo XX. Sobre el problema global vean ‘El poder de los mercados. Y los españoles’Manuel Herranz, 2013.

 -En 2012, según cálculos del Tesoro australiano la suma de las economías menos desarrolladas superó a las de países ricos… En los emergentes tienen sede unas 20.000 multinacionales emergentes, sus inversiones hacia otros países han pasado de 12.000 millones de $ en 1991 a 384.000 millones en 2011, los inversores emergentes fueron responsables de más del 40% de fusiones y adquisiciones globales… ‘El fin del poder’, Moisés Naím, editorial Debate.





No hay comentarios:

Publicar un comentario