viernes, 14 de enero de 2011

Se acerca la preparación de las elecciones

Aparecen ruidos de nombres para incluir en las listas y de propuestas que puedan conseguir todos los votos del mundo. La realidad será que habrá movimientos de personajes, algunas listas nuevas, dispersión de votos entre el mundo rojiverde, como siempre y aumento de la abstención provocada por la pérdida de votos del PSOE, algunos de los cuales engordarán otras alternativas pero la mayoría creo que se irán de vacaciones, por ahora. Así que veremos un cambio de color a predominantemente azul en los mapas de resultados.

La unidad de la derecha y dispersión de la izquierda, cuestiones antiguas discutidas ampliamente en el mundillo de la militancia, como también lo era la fidelidad ideológica en las votaciones, superior a la fuerza de los programas, ampliamente demostrado por las votaciones durante la Transición. Esta última idea la reincorporó al mundillo actual haciéndola famosa hace pocos años George Lakoff. Publicada en el librito ‘No pienses en un elefante’ aquí editado por Editorial Complutense.

El autor, profesor universitario en Berkeley, hizo una lista de cuestiones importantes de los republicanos en estos años y se encontró que encajaban en la visión de conjunto de vida conservadora y que al pensar en las demócratas, todas tenían contraposición. Eran dos visiones globales del mundo manifestadas en cada campo concreto.

Sintetizando viene a decir que a un grupo humano votante, le une fundamentalmente los valores y no los programas y que la inmensa mayoría de la gente no vota por intereses sino por valores, por su identidad, votan por aquellos con quienes se identifican. Lakoff mantiene que los valores morales son más importantes que todas las demás cuestiones y que las visiones del mundo viven en la mente de los votantes.

Yo aquí agregaría otra idea que me parece que el librito desarrolla muy poco y es la de transversalidad en la vida moderna, quiere decir que en todas partes los individuos mantenemos en general aspectos de unas teorías pero acompañados de otros retazos de otras diferentes. Gente ultra izquierdista en algunos aspectos puede ser tremendamente reaccionaria en otros y a la inversa.

Recuerdo un ejemplo en la serie ‘El Ala oeste de la Casa Blanca’, una conversación entre un consejero progre del presidente, con un congresista republicano, para convencerle de votar una ley a favor de los gais. El cruce de argumentos es genial y al final de la escena, le pregunta, ‘como es posible que estés en el partido republicano y además votes la ley en contra’ y le responde ‘has esperado mucho en hacerla, pero es que el conjunto de mi vida no gira en torno a mi forma de enfocar el sexo’. Evidente que el mundo gay vota también Gallardón, como que el mundo obrero vota PP, o izquierdistas votan nacionalismo, etc. Transversalidad.

Recordáis aquello de Anguita, programa, programa, programa, pues siempre pensé que era un error, error, error, porque pocos ciudadanos votan por programas sino que lo hacen por valores, por un conjunto de ideas o visión global de la vida. Por cierto en este sentido habría que preguntarse cuales y cuantas son las diferencias globales, entre PSOE e IU. La experiencia de Obama, en este tema es importante, en su campaña una gran parte de sus fuerzas fueron destinadas a hablar de valores, dejaba caer aspectos concretos, pero fundamentalmente arrastraba con ideas ilusionantes generales.

Ha sido extraordinariamente importante el error cometido por el PSOE de ZP (y otras fuerzas políticas) de no dotarse de un discurso coherente y global de formas de vida, con proyección futura, que enmarcara sus políticas en el discurso estratégico y señalara una dirección de marcha, una perspectiva de hacia donde vamos o podemos ir. Necesario, aunque no suficiente, debe ser acompañado de métodos de funcionamiento y movilización ampliamente democráticos y decisoriamente participativos, que impidan que un individuo dirija la nave hacia donde quiera y cambie de rumbo cuando le de la gana.

Una lista de cuestiones importantes no es una visión moral, dice Lakoff, un programa electoral o políticas concretas no son un marco global. Pero yo añado que son imprescindibles pero deben enmarcarse en un marco global. Lo que mantiene el autor es que cada individuo se dota de un marco global de interpretación del mundo, y todo lo enmarca en el, despreciando lo que no cuadra, el enmarcado tiene que ver con elegir el lenguaje que encaja en la visión del mundo.

¡Ojo!, yo añado, que la lista de cuestiones importantes son aquellas políticas concretas, (llámense ajustes, reformas, o…) pero que deben enmarcarse en una visión global del mundo, ideológica, ética, y que sin duda si no consiguen formar parte de la cosmovisión de la vida de cada cual, las medidas dejan de ser importantes. Una sucesión de decisiones inconexas por muchas que sean no forman un marco global, deben ser conectadas en un discurso con proyección, enmarcadas en un proyecto a realizar con perspectiva de futuro.

1 comentario:

  1. Para no meternos en tantas profundidades con lo cual no vamos a arreglar nunca nada, sugerimos tan solo empezar por nuestro barrio, nuestro pueblo, nuestra Ciudad de Alcorcón y esto no lo arreglará nadie, sino acudimos a buscar y trabajar en la auténtica Participación Ciudadana.

    http://iniciativavecinalindependiente.blogspot.com/

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