sábado, 8 de junio de 2019

FASCISMO CATALÁN: Grandes movilizaciones de masas (VI)

Fascismo y  movilizaciones de masas en Cataluña

Es sorprendente, pero a mucha gente que proviene de la lucha antifranquista, ‘se le hace el culo agua’ cuando ve ‘las masas en las calles, esto es un pueblo en lucha por su independencia’, dicen. Al margen de las cifras, que muestran en Cataluña que eso es una parte de medio pueblo, las masas en las calles envueltas en banderas y chillando consignas, es una película que se parece bastante a lo que veíamos en el franquismo, son imágenes que antes difundieron todos los fascismos, grandes maestros en mover y organizar gente. Se equivocan quienes pretendan entender el fascimo considerándolo como si fuera un partido derechoso, su ideología, teoría y práctica es contradictoria y ambivalente, y contiene muchos elementos de organización, lucha, agitación y propaganda de movimientos sociales diversos.

Uno de los rasgos característicos de los fascismos fueron las movilizaciones en las calles, acompañadas de gran proliferación de símbolos, banderas, chapas, papeles y colores, el azulón de Falange, naranja de Bulgaria, verdes Rumanos y ‘escamots’ -de los Jerec y GCR de la época Maciá-, camisas pardas de las S.A., negras de los italianos, amarillo… El fascio italiano sabía de la importancia de las manifestaciones y la liturgia militar para encuadrar, dirigir y organizar masas y así mostrar su fuerza al mundo, encuadrar a miles de personas concentra emociones en el colectivo, e imprime un carácter militarista, de fuerza, al uniformar a los propios, y como consecuencia marcar a los ajenos y atemorizarlos, lo cual genera a los movilizados sensaciones de poder, y de unidad al estar acompañados por la totalidad del pueblo.

A quienes apoyan las movilizaciones por la independencia no se los ocurre pensar que el movimiento tenga demasiados paralelismos con los fascismos europeos del primer tercio del siglo XX, ven gente moviéndose, bien encuadrada, enarbolando banderas, e interpretan como única posibilidad la deseada por sus mentes, aquello que tienen marcado como sueño mitológico tintado de paraíso, creen que ‘luchan por la revolución, contra los poderes establecidos’. Ilusos, iletrados. No conocen la historia de Europa, ni del mundo; los movimientos sociales tienen muchos objetivos posibles, incluso aunque coincidieran en algunas formas, su dirección y finalidad puede ser diversa, los fascismos contenían muchos aspectos del sindicalismo de finales y principios de siglo, tenían grandes discursos de pretendido espíritu revolucionario,  Profundamente endeudados, los creadores de valores en el taller, la fábrica y la oficina perciben un mísero salario. Toda ganancia del trabajo fluye a los bolsillos del poder monetario anónimo en forma de interés y dividendo’, este párrafo que procede de El NSDAP y sus concepciones doctrinarias fundamentales’, puede ser uno entre muchos ejemplos. Millones de personas no pensaban que fueran seres malignos, al contrario, creyeron ser los elegidos en la construcción de una república social nueva.

Se equivocan profundamente aquellas personas que solo miran la apariencia de concentraciones y discursos independentistas, creyéndolas exclusivamente como favorables progresos sociales, sin pararse a estudiar la esencia de las mismas. En las experiencias fascistas destaca sobremanera su contradictorio lenguaje verbal y simbólico, respecto a sus realizaciones prácticas. Ante cualquier movilización, para caracterizarla y saber algo útil sobre ella deberíamos preguntarnos ¿quien ejerce la dirección, que objetivos pretende, sobre qué bases teóricas se apoya, en que filosofía, puntos de vista e ideas se sustenta el movimiento, que opiniones difunde, propaganda y agitación, cual es su comportamiento con la gente, con qué métodos organiza y hace proselitismo, como intenta convencer y de qué forma lucha, contra qué y contra quien se enfrenta, a qué y quienes considera enemigos, a quienes aliados, y quienes son amigos, a quien favorece sacar las gentes a la calle y los objetivos que pretenden lograr a quienes perjudican?…

‘Por nada de esto, pues, y por todo esto ha llegado el catalanismo; su tarea a hacer es la restauración de toda una época, es la reanimación de una edad que regresa, es hacer rebrotar el árbol de la patria que no está muerto, sino que vive colgado como el fuego bajo las cenizas, es el alzamiento de todo un pueblo, de toda una raza, que recobra la conciencia de su personalidad; es el aliento vivificador que quiere hacer que nuestra Cataluña vuelva a ser como tal y como era antes y tal y como mañana ha de ser sin artificialísmos de ningún tipo, sin postizos que no le sientan bien, sin caminadores que la entorpezcan’. Francesc Cambó i Batlle. “Tradició y catalanisme”, La Veu de Catalunya,  1899.

El partido nazi, el NSDAP, presentará en 1920, en Munich, su programa de 25 puntos que mantendrá con la condición de inalterables, -Falange Española adoptaría un Programa con 26 puntos-; dice el partido nazi en el punto 1): ‘Exigimos la unión de todos los alemanes para constituir una gran Alemania fundada en el derecho de la independencia de que gozan las naciones’.Derecho a la Independencia en los Países Catalanes’, gritan como consigna los independentistas, fondo y forma similares. En 1926 en el congreso de los nazis en Weimar, fue aprobada la primera edición de El NSDAP y sus concepciones doctrinarias fundamentales’  bajo la dirección de Gottfried Feder, importantísimo consejero de Adolf Hitler, al que éste encargó la tarea de elaborar los cuadernos de adoctrinamiento interno del partido nazi, reeditados varias veces, con prólogos de Hitler y ligeras modificaciones y ampliaciones, a pesar de su expresa mención a su inalterabilidad en la Asamblea del 22 de mayo de 1926 y en varias ocasiones posteriores, Hitler escribirá ‘el programa es invariable’. “Las cuestiones programáticas no ocupan la atención del Congreso de Dirigentes: el programa está fijado y no toleraré jamás que se sacudan los fundamentos doctrinarios del movimiento.”

En 1941, aquí en España,  la Editora Nacional de Madrid, edita ‘La Teoría de la Falange’, escrita por Julián Pemartín, pretende ser uno de los textos oficiales, explicativos del fascismo español, al modo en que los nazis publicaron los suyos, anteriormente citados. En dicho texto falangista escriben lo siguiente: ‘‘…la camisa de nuestro uniforme tiene el mismo color que el uniforme de nuestros obreros: azul mahón… Falange tiene que realizar una revolución económica en España… como el Fascismo se propone una salvadora Revolución Nacional… el antiguo movimiento sindicalista de España, el anarco sindicalismo, se proponía, por medio de una revolución social una estructura sindical que consiguiera el mejoramiento de las clases obreras, pero preconizaba esa revolución contra la idea de Patria valor espiritual que había que negar y destruir. El anarcosindicalismo tenía como bandera de combate la bandera rojinegra…’’.  Falange, el fascismo, ¿bebiendo en el anarco sindicalismo? le extrañará a mucha gente, pero es una de sus características.

En el mismo texto citado antes, ‘La Teoría de la Falange’, escriben respecto a lo que consideran sus conceptos fundamentales: ‘’Las Patrias son, más que divisiones geográficas o raciales, entidades históricas a quienes Dios asignó misiones que cumplir en la Historia Universal, Y el cumplimiento de esa misión es lo que determina y justifica la formación y persistencia de una Patria, el ascenso de un pueblo o Nación. Un agregado de hombres sobre un trozo de tierra, solo es nación si lo es en función de universalidad, si cumple un destino propio en la Historia. ’’ Ideas muy similares las encontramos en el catalanismo independentista.

‘’En los momentos actuales esto último ni tan sólo necesita ser explicado: tanta es la evidencia con que se impone a los ojos de todos el carácter doblemente étnico de nuestra política; tal es la razón de que toda ella se dirija al reconocimiento de la personalidad de Cataluña y en que está hecha de una manera tan esencialmente catalana, por grupos que sienten vibrar en su alma, condensada y quintaesenciada, la de toda la Raza’’.  Miquel d’Esplugues. Nostra Senyora de la Mercè. Estudi de psicologia ètnico-religiosa de Catalunya, Ibérica, Barcelona, 1916.

Históricamente los fascistas utilizaron movimientos de masas espectaculares, en general transversales en su composición, con gran componente de obreros en Alemania, o en otros países tras tomar el poder. Las permanentes movilizaciones fueron un recurso utilizado para mantener viva la efervescencia y el empuje, ‘’solo es verdadero falangista el que consigue un permanente modo de ser ardiente... permanente modo de ser, ardiente y riguroso a un tiempo, caracteriza a los falangistas verdaderos’’. Estrategia y pretensión similar sigue el movimiento independentista, la constante movilización les resulta vital para mantener viva la llama de la ilusión del paraíso, evitan parar, tomar aire, lo cual dificulta la reflexión individual, entorpece la crítica a objetivos y acciones pasadas, y el desacuerdo está prohibido entre las filas indepes, -la extendida idea de traidor, se pone en marcha con grandes nombres, Marsé, Serrat, Coixet, y con políticos que se apartan del secesionismo,  y con vecinos y madres que no secundan ciegamente sus proclamas en colegios, calles, comercios-. El desacuerdo, propio de esta sociedad moderna, es un signo de diversidad en un colectivo totalitario que la ataca, intrusos fuera, extranjeros fuera, son algunas de sus máximas. Así la movilización era/es una forma de sentirse juntos los iguales  y emocionados en pos del objetivo de construcción de la nueva sociedad, la movilización es un mecanismo de adoctrinamiento que toma el sentido ritual de las religiones, la creencia en la fe, siempre más sencilla de inculcar colectivamente durante la celebración de la misa, en la concentración.

Masas organizadas y transportadas para realizar espectaculares acontecimientos, tenían como uno de sus objetivos dotar de mayor legitimidad a los poderes políticos, por encima de la prestada por la legalidad democrática representada por el voto. Otro objetivo era imponer respeto a los otros, a los no adeptos, a los adversarios y enemigos. También pretendían fomentar la emoción de unidad familiar en torno a los jefes locales que les asignan sector, horario, movimientos, -lleva tal color, viste de tal manera, porta tal bandera, forma agrupado por este lado, al sonido del pito subes un cartel, si el cabecilla salta, das un paso,…- además fomentan la sensación emocionante de estar construyendo una nueva patria, un ideal que resolverá todos sus problemas con el que dará sentido a su vida. Normalmente utilizaban música generadora de emociones en la organización y así fomentar el encuadramiento paramilitar, la integración familiar, sectorial, local... En Italia y Alemania fueron maestros, en España las manifestaciones del franquismo en la postguerra, eran apoyadas, organizadas, y pagadas, por instancias del poder político y económico, con formas de organización similares.

Movilizar colectivos reduce el papel del individuo, intencionadamente realizan el encuadramiento de familias en barrios y pueblos, dirigidos por líderes locales que estarán en la puerta de casa, en la plaza del pueblo, en los ayuntamientos, o en los colegios e institutos, dirigen a los autobuses y trenes, apoyados por fuerzas del orden, si fuera preciso, en este caso los mossos, alentados desde la prensa, radio, televisión… ello contribuye a reducir el espíritu crítico, la posibilidad de racionalidad, es una forma de combate contra la ilustración, ciudadanía, liberalismo, individuo, secularización,… el peligro de disentir supone la expulsión de la tribu, supone quedar marginado de la sociedad.  Conceder importancia al encuadramiento, situar al grupo por encima del individuo, mantener el ánimo alto de los haces, se corresponde con valorar el colectivo, el Estado, por encima del individuo, ello fue una constante de los fascismos. El programa del partido nazi decía en el punto 10. ‘El primer deber de todo ciudadano debe ser producir, espiritual ó corporalmente. La actividad del individuo no ha de contravenir los intereses de la colectividad, sino que ha de desarrollarse dentro del marco comunitario y en provecho de todos’.

Mientras unos, los secesionistas, se organizaban y movilizaban, los otros unionistas o constitucionalistas, miraban, consentían y callaban; en ese otro grupo estaban, al menos, la mitad de los catalanes, el Gobierno de la nación, millones de españoles, entre ellos miles de intelectuales, escritores, filósofos, sociólogos, catedráticos, profesores, miles de empresas, decenas de partidos y sindicatos, fundaciones, etc. etc. y muchos de los auto-considerados antifranquistas. Muy poca gente en este país ha contra-argumentado a los secesionistas, a sus teorías y a sus prácticas, no conviene enredar, mejor no provocar, decían, mientras tanto las mentiras se extendían, la ideología prefascista se iba asentando y sumaban gente que no era independentista, pero se unía al apoyo al proceso de secesión. Así engordaba el movimiento a favor de la independencia recogiendo todo lo contra, lo antisistema, la indignación y desesperación anticrisis, los movimientos sociales catalanes desaparecieron, fueron engullidos por el movimiento secesionista,…
¿Alguien imagina hoy en la puerta del Congreso una foto de altos cargos del PP y PSOE arropados por cientos de alcaldes enarbolando sus bastones de mando alrededor de Rato para apoyarle por sus problemas con la justicia? ¿Ustedes creen que aquí, o en cualquier otro país, podríamos ver sin escandalizarnos manifestaciones de apoyo a los presidentes y altos cargos de la Comunidad de Madrid y Valencia, actualmente encarcelados o en procesos judiciales? Las fotos de alcaldes independentistas apoyando corruptos, y/o imputados que acuden a los juzgados catalanes, las vemos a menudo,  incluso los paseos por la calle de condenados por corrupción, Pujol, liberados por la Generalitat, publicadas en los medios de prensa son poco comentadas en redes de apoyos indepes, ¿para no provocar? La entrevista del ex ministro Rodrigo Rato con el Ministro del Interior, llenó las redes de comentarios, la de Mas con Pujol pocos días antes de una inspección a su familia y a las sedes de CiU, solo recogió la negativa de Mas a informar de ella, por ‘carecer de interés’, según sus palabras aceptadas sin más por la sociedad catalana. Serán unos cabrones, pero la mitad de los catalanes sienten que son sus cabrones.

‘Creyém que'l nostre poble es d'una rassa superior á la de la majoria dels que forman la Espanya. Sabóm per la ciencia que som Arias. ja pels autoctens  eltas; ja pels Grechs. Romans, Visigots, Ostrogots, Franchs y d'altres qu^qui vingueren; y per tant, volém ser dignes descendents de rassas tan nobles, y volím marxar d'acort ab els demés pobles lliures d'liuropa, y com el que més, anar al devant de la civilisació; y per civilisació no enleném sols la part mecánica: carrils, Iramwais, telégrafos, llums, etc., etc., sinó'ls avensos de la pensa, del sentiment y de la conciencia, això que millora la especie y la ennobleix...’  Así escribía la redacción de Revista Joventut, en su presentación el 15 febrero 1900, la revista representaba a Unión Catalanista, presidida por Martí i Juliá.

‘Y viajando por Suiza y por Alemania comprendimos aquellas consideraciones como aglomerados de Estados de hombres a los que sólo separan pequeñas diferencias de raza, pero todos, al fin y al cabo, Arios’. Pompeyo Gener. Recorts y esperances. Joventut 12-01-1905

‘La abolición de las fronteras, la fusión de las razas en una sola y única y la igualdad humana absoluta, es el sueño atávico de los llamados progresivos,…’
La prehistoria y la historia muestran que la sangre y la vida de las razas no ha dejado de ir de un lado a otro del mundo, inundando razas y pueblos, determinando efectos transitorios y perdurables, pero sin poder modificar esencialmente los caracteres étnicos y antropológicos locales. Domènec Martí i Julià, ‘Utopias’, La Renaixensa, 1901.

Aunque muchos no lo sepan, los independentistas se están comportando de parecida forma a como lo hacían los fascistas italianos, los nazis alemanes, o los falangistas jonsistas españoles, con similar organización, el mismo o superior pegamento de odio a los otros, parecidos sistemas de propaganda, adoctrinamiento y movilización, similares patrones de heroicidad juvenil, comparables sueños futuristas, semejantes prácticas de matonismo, insertados en similares grupos sociales que antaño… como aquellos fascistas italianos del primer tercio de siglo XX, como los fascistas españoles de los años treinta, o como los franquistas de postguerra. Si además basan su actuación en una ideología que prima elementos diferenciadores respecto a los demás individuos, como nacionalismo excluyente, identidad cultural excluyente, religiosidad y tradicionalismo en el que buscan signos identitarios de diferencias… si además se consideran superiores a quienes no comparten tales elementos, si su ideología y comportamiento son fascistoides, seguro que lo serán. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario