martes, 24 de julio de 2012

Rescate. Mentiras, y cegueras visionarias. 7. En ambos lados


Recuerdan aquella comparecencia de Rajoy en Moncloa, comunicando el rescate bancario, y diciendo que nadie se lo había impuesto, era él, quien había presionado a la Comisión europea, al BCE y al FMI para conseguirlo, aquello no era un recate, sino una línea de crédito en inmejorables condiciones, que nunca tendría contrapartidas ni condicionantes, que nos saldría gratis a los españoles, etc. etc. al final de la comparecencia dijo ‘me voy al partido de España porque como ya está todo resuelto’.

Estos derechosos del PP y sus voceros no entendieron la tremenda complejidad del mundo actual y de las crisis que nos destrozan. Por desgracia no muy diferentes mimbres encontramos en el polo opuesto, los grupos de izquierdas, con la desventaja de no contar con medios de prensa potentes y una mayoría parlamentaria ni social, como muestra la concentración de poder central, autonómico, local, y de todas las instituciones del Estado en manos de las derechas. Bien, pues hoy estamos en la segunda estación del trayecto de intervención-rescate, en el camino hacia la tercera estación. Que calculo para el otoño. Si no se adelanta.

La realidad es tremendamente compleja e itera con lo interno y externo, por millones de fuerzas diferentes y contrapuestas, instituciones, clases, personas, grupos de intereses,… y requiere grandes esfuerzos de estudio y discusión para poder aprehenderla, lo cual está bastante alejado de simplezas y reduccionismos que invitan a lanzar contramedidas, que dejarán a la izquierda sin discurso durante mucho tiempo, cuando la ciudadanía compruebe que estar a la contra sin plantear posible salidas, no resuelve sus problemas. Y posibles salidas lo serán, si y solo si, cuentan con la fuerza suficiente para implantarlas y mejoran la calidad de vida de millones de personas.

Lo más grave que podría ocurrir no sería equivocar soluciones, con serlo, la cuestión empeora al no identificar, ni mostrar a la ciudadanía, los problemas complejos y concretos, la realidad soportada es escamoteada por la ceguera de visiones ideológicas que confunden los deseos con la realidad, lo cual impide a todas luces la búsqueda de soluciones. Ejemplos hay demasiados; la globalización no existe o simplemente, a nosotros no nos afecta la incorporación de 2.000 o 3.000 millones de nuevos trabajadores industriales; el euro es algo externo, una moneda que solo es un condicionante para nuestro desarrollo; el aumento de los déficit, comerciales, por cuenta corriente, fiscales, no indican nada relevante; el doble mercado de trabajo, el paro tradicional, no existieron nunca; el aumento de pensionistas, hasta doblar su cifra, que cobran durante más años sus pensiones no son problema; la pérdida de competitividad es un cuento, financiar hoy al Estado no es siquiera problema para mencionarlo…

Ni siquiera, a lo que se ve, los 6 millones de parados afectan. Hace poco leía sobre un nuevo proyecto político puesto en marcha por Anguita, una de las primeras medidas que proponía en el inicio de lo que sería un nuevo programa, consistía en subir el salario mínimo a 1.000 € y la pensión de jubilación mínima al mismo nivel. El texto no pasaría de ser una tontería más de las muchas que escribimos todos, si no fuera por la repercusión tan alta que tiene este hombre entre miles de admiradores, que por descontado se sumaban alegremente a la propuesta. Es un ejemplo de ceguera visionaria, que cuando se da a título individual, supongamos mi caso, poca importancia tiene, pero se convierte en significativo si miles de admiradores se suman a esos desvaríos tan poco serios para transformar la realidad, es imposible considerar mínimamente racional que ocurrencias como éstas sirvan para mejorar la calidad de vida de millones de personas en la España de hoy.

¿Proponer salario mínimo a 1.000?, ¿por qué no a 1.500?, si cuesta lo mismo decir una cosa que otra. Y dos huevos duros… La mayor crisis en 100 años, con un panorama de deuda descomunal que incluso el Sr. Anguita identifica como impagable; y seis millones de parados y un salario mínimo de 641 euros que congeló el PP, sin grandes movilizaciones. ¿El nuevo movimiento/frente cívico pretenden convencer de que subiendo el salario mínimo al doble conseguirá crear empleos?, ¿pretenden hacernos creer que desear un salario mínimo del doble, forzará a las empresas a pagarlo? Yo me pregunto, si caso de haber fuerzas para implantar tal conquista, ¿por qué no empezar mejor directamente por reducir el paro, y reducir los intereses de la deuda?...  o por garantizar las pensiones actuales que me temo recortarán en breve, o por aumentar la competitividad con otros medios que la reducción salarial… ¿quizás ustedes puedan imaginar hoy a seis millones de parados luchando por implantar en España un salario mínimo de 1.000 euros?

Está claro que existe un gran vacío para millones de personas que buscan, buscamos salidas, pero sin incorporar la racionalidad solo nos hundiremos más. Sobre la propuesta citada de Frente Cívico, a uno le entran dudas de que sus bondades no hayan sido implementadas en el PCE y/o IU, al provenir de un alto dirigente de ambas formaciones.

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