miércoles, 4 de agosto de 2010
martes, 3 de agosto de 2010
Mal, lo del PSOE en Madrid, todo un síntoma
Supongamos que Tomás Gómez no sea un buen líder para los socialistas madrileños, lo normal sería que ellos lo quitaran, porque si no dejamos andar a los niños, nunca se harán hombres. Las encuestas en Madrid dan mal para el PSOE y bien para el PP, pero sucede desde hace muchos años y no parece que lo resuelva un candidato nombrado a dedo, quizás merezca reflexiones mas profundas, que siempre se tapan con estos mamoneos.
Lo que nos encontramos en Madrid, es una forma nefasta de hacer política, que en vez de colectiva y potenciar implicación de la militancia, se torna individualista y salvadora, paralizadora de ánimos y complicidades, en vez de potenciar el debate y la discusión, los mandamases maniobran por detrás con supuestas soluciones, en vez de definir unos objetivos, una línea y trabajar por ella con constancia durante tiempo, nos encontramos el síndrome del Real Madrid, un entrenador cada temporada.
Así se conduce por el camino de la derrota profunda, aquella que no solo quita votos, sino que quita militancia e ilusiones, aquella que cansa de tanto mangoneo y aparta a la gente, que en el mejor de los casos se lo pensará, en el peor los mandará a paseo para siempre.
Ahora pongo a Sebastián, luego lo quito, ahora quito a Simancas y pongo a Tomás Gómez, luego lo quito, empujo a Trinidad, luego me la llevo. Si miramos mas lejos veremos que el Sr. Zapatero aplica la misma historia que con Marín, Presidente del Congreso en el ejercicio de su cargo, una de las mayores autoridades de España, que deberían nombrar los parlamentarios después de unas elecciones. Pues nada, a él (ZP) se le ocurrió meses antes quitarle y nombrar sucesor para el puesto y luego ya se lo contaría a los parlamentarios. Y lo mismo para el cargo del Sr. Dívar, (vaya elección) no era él el encargado de nombrarle.
En estos casos me pregunto donde estarán los militantes y líderes del PSOE que no le impiden actuar de dicha forma, porque de poco sirve tener horas y horas de discusión en programas si luego todo queda reducido a que se actúa como y cuando quiere el jefe. Ya ni siquiera hablamos de modificar la ley electoral y hacerla mas justa, de abrir las listas para que los ciudadanos podamos elegir de entre los candidatos de un mismo partido, ni siquiera hablamos de que las comisiones parlamentarias tengan mayor peso público y de que los elegidos por el pueblo estén mas cerca de escuchar y hablar con el pueblo. Hablamos de cuestiones elementales de respeto democrático, de no saltarse las normas internas que se dan asimismo las instituciones.
Ah, que el PP hace lo mismo? Pues será igual de condenable porque son prácticas deplorables que atentan contra el sistema y las instituciones.
Lo que nos encontramos en Madrid, es una forma nefasta de hacer política, que en vez de colectiva y potenciar implicación de la militancia, se torna individualista y salvadora, paralizadora de ánimos y complicidades, en vez de potenciar el debate y la discusión, los mandamases maniobran por detrás con supuestas soluciones, en vez de definir unos objetivos, una línea y trabajar por ella con constancia durante tiempo, nos encontramos el síndrome del Real Madrid, un entrenador cada temporada.
Así se conduce por el camino de la derrota profunda, aquella que no solo quita votos, sino que quita militancia e ilusiones, aquella que cansa de tanto mangoneo y aparta a la gente, que en el mejor de los casos se lo pensará, en el peor los mandará a paseo para siempre.
Ahora pongo a Sebastián, luego lo quito, ahora quito a Simancas y pongo a Tomás Gómez, luego lo quito, empujo a Trinidad, luego me la llevo. Si miramos mas lejos veremos que el Sr. Zapatero aplica la misma historia que con Marín, Presidente del Congreso en el ejercicio de su cargo, una de las mayores autoridades de España, que deberían nombrar los parlamentarios después de unas elecciones. Pues nada, a él (ZP) se le ocurrió meses antes quitarle y nombrar sucesor para el puesto y luego ya se lo contaría a los parlamentarios. Y lo mismo para el cargo del Sr. Dívar, (vaya elección) no era él el encargado de nombrarle.
En estos casos me pregunto donde estarán los militantes y líderes del PSOE que no le impiden actuar de dicha forma, porque de poco sirve tener horas y horas de discusión en programas si luego todo queda reducido a que se actúa como y cuando quiere el jefe. Ya ni siquiera hablamos de modificar la ley electoral y hacerla mas justa, de abrir las listas para que los ciudadanos podamos elegir de entre los candidatos de un mismo partido, ni siquiera hablamos de que las comisiones parlamentarias tengan mayor peso público y de que los elegidos por el pueblo estén mas cerca de escuchar y hablar con el pueblo. Hablamos de cuestiones elementales de respeto democrático, de no saltarse las normas internas que se dan asimismo las instituciones.
Ah, que el PP hace lo mismo? Pues será igual de condenable porque son prácticas deplorables que atentan contra el sistema y las instituciones.
lunes, 2 de agosto de 2010
Que pesadez de televisión
Que tostón de programas para contar como vive Pepi, o las novias que ha tenido Juan, o por qué se separan uno y otra, o la vida de sus padres y primos y de aquel amigo del sobrino y siempre de los mismos, que aburrimiento, y sin embargo siguen en antena y calan y atraen… El formato de contar la vida de alrededor, se ha extendido a los programas deportivos, que llenan la semana, también en todas partes, hablando de sandeces y ni siquiera de deportes.
Es vergonzosa la existencia de tantos programas en tantas cadenas con las mismas cosas y los mismos individuos. Sin entrar en el desperdicio de las TDT sus concursos de letras y pitonisas y anuncios incesantes. Todos sabemos que dicen que la audiencia manda, pero los directivos de las teles son un poco ‘cortos’ e incultos si enfocan de esta manera el interés de la ciudadanía por la vida de la gente cercana.
Si hay que poner nota, será más desfavorable para TV1 por su carácter público, que por tanto debería cuidar con mayor motivo la programación y hacer desaparecer de su parrilla ese tipo de programas, porque estas cosas influyen, los jóvenes y menos jóvenes ven que cualquier chica o chico, llegan a ser famosos por acostarse, por contar miserias familiares o posar delante de esos lugares infames con paredes llenas de feos anuncios, (todas y todos de igual forma parecen la misma foto) y cuando esos programas pasan una y otra vez, constantemente, ‘generan modelo’, hacen creer a la gente que eso es lo ‘guay’, que eso es lo importante (por algo se presta tanta atención) y hay mucha gente entonces que vierte sus sueños en ser como ese mundillo. Que desperdicio de medios.
Se me ocurren cien ideas diferentes de programas de televisión que aprovechen el formato del interés por la vida de la vecina de al lado y del hijo del portero, para dirigir el interés y la importancia social hacia otros comportamientos, aquí solo unos pocos ejemplos:
La vida de cualquier estudiante, trabajador de banca, dependienta, albañil, fontanero, mecánico, trabajador en central eléctrica, o en el metro, sus dificultades diarias, viajes, clases, problemas con los hijos, con los padres...
La tele tiene que entrar de una vez en la universidad y filmar profesores, catedráticos, alumnos, clases, de economía, de ciencia, de matemáticas, de arte, de biología... La tele puede contar como se investiga o entrar directamente a un debate en una clase o en un círculo de profesores e intelectuales, o entrar en conferencias…
La tele puede entrar en las fábricas y filmar como se organiza y trabaja, como se construyen las cosas, como se hacen las puertas o los platos y vajilla, como se hacen los ordenadores y los muebles, los vestidos y el calzado…
Las fábricas de coches y motos llamarían la atención, la construcción de aviones y trenes y barcos. Meter las cámaras en el trabajo, directamente en las fábricas y astilleros enseñarían muchas cosas, potenciarían otros valores, a otros individuos.
Muchos no saben como se construye una casa y la necesidad de sus múltiples oficios y coordinación necesaria, como se urbaniza un territorio, y como podrían ser mas eficientes energéticamente y mas sostenibles.
Interesa conocer y potenciar la vida de los emprendedores, la de los agricultores, las de aquellos que se esfuerzan en cuidar personas, o descubrir remedios y soluciones para problemas…
Mantener una ciudad requiere un gran esfuerzo, es necesario el trabajo de mucha gente para hacer funcionar un barrio, barrenderos, jardineros, carniceros, fruteros, carteros, profesores, transportistas, panaderos…
Programas educativos sobre las consecuencias de la educación cívica, de la urbanidad, ejemplos de cómo se mancha un asiento público si te subes en él, y como el viajero siguiente puede ser tu abuela. O como dejando la calle llena de desperdicios luego llegará tu hijo y se infectará, o como tirando a la basura de todo, el planeta se agota, o como gastando electricidad o agua no hay recursos suficientes, o como las normas de tráfico nos protegen en general, o…
Las vidas de los deportistas son muy interesantes, no las de los craks, los esfuerzos de los padres para acompañarlos de niños, las dificultades para entrenar y estudiar, la superación de las dificultades, lo colectivo del deporte, la importancia de la alimentación, de las ayudas, de los espacios para practicar deportes.
Ni que decir tiene que hay cientos de personas importantes a nuestro alrededor diariamente y de las que podrían hacer mejores reportajes que los que vemos de las vacaciones de A o B, sobre su actividad diaria, siempre que se olvidaran de potenciar gritos, hablar todos a la vez, insultos y demás elementos del circo que tenemos ahora.
PD. Si quieres ver fotos de la cantidad de gente que trabaja en un barrio te invito a que veas mi blog ‘en mi barrio’ o mires los álbumes que aquí a la derecha te enlazo.
PD 2. Son las 22,05, del lunes 2 de agosto, termino de ver una de esas maravillas con las que se descuelga tve de vez en cuando,un informe semanal, sobre la emigración interna en la posguerra, los asentamientos a las afueras de Bilbao, Barcelona y Madrid. Aquellos millones de españoles que salían de sus pueblos para llegar a las chavolas que ellos mismos tenían que construir en muchos casos en los arravales de esas grandes ciudades y que tanto contribuyeron al desarrollo de esas CCAA. Entrevistas y opiniones de aquellos españoles que fueron niños y hoy mayores contando con firmeza su vida y la de este país.
Es vergonzosa la existencia de tantos programas en tantas cadenas con las mismas cosas y los mismos individuos. Sin entrar en el desperdicio de las TDT sus concursos de letras y pitonisas y anuncios incesantes. Todos sabemos que dicen que la audiencia manda, pero los directivos de las teles son un poco ‘cortos’ e incultos si enfocan de esta manera el interés de la ciudadanía por la vida de la gente cercana.
Si hay que poner nota, será más desfavorable para TV1 por su carácter público, que por tanto debería cuidar con mayor motivo la programación y hacer desaparecer de su parrilla ese tipo de programas, porque estas cosas influyen, los jóvenes y menos jóvenes ven que cualquier chica o chico, llegan a ser famosos por acostarse, por contar miserias familiares o posar delante de esos lugares infames con paredes llenas de feos anuncios, (todas y todos de igual forma parecen la misma foto) y cuando esos programas pasan una y otra vez, constantemente, ‘generan modelo’, hacen creer a la gente que eso es lo ‘guay’, que eso es lo importante (por algo se presta tanta atención) y hay mucha gente entonces que vierte sus sueños en ser como ese mundillo. Que desperdicio de medios.
Se me ocurren cien ideas diferentes de programas de televisión que aprovechen el formato del interés por la vida de la vecina de al lado y del hijo del portero, para dirigir el interés y la importancia social hacia otros comportamientos, aquí solo unos pocos ejemplos:
La vida de cualquier estudiante, trabajador de banca, dependienta, albañil, fontanero, mecánico, trabajador en central eléctrica, o en el metro, sus dificultades diarias, viajes, clases, problemas con los hijos, con los padres...
La tele tiene que entrar de una vez en la universidad y filmar profesores, catedráticos, alumnos, clases, de economía, de ciencia, de matemáticas, de arte, de biología... La tele puede contar como se investiga o entrar directamente a un debate en una clase o en un círculo de profesores e intelectuales, o entrar en conferencias…
La tele puede entrar en las fábricas y filmar como se organiza y trabaja, como se construyen las cosas, como se hacen las puertas o los platos y vajilla, como se hacen los ordenadores y los muebles, los vestidos y el calzado…
Las fábricas de coches y motos llamarían la atención, la construcción de aviones y trenes y barcos. Meter las cámaras en el trabajo, directamente en las fábricas y astilleros enseñarían muchas cosas, potenciarían otros valores, a otros individuos.
Muchos no saben como se construye una casa y la necesidad de sus múltiples oficios y coordinación necesaria, como se urbaniza un territorio, y como podrían ser mas eficientes energéticamente y mas sostenibles.
Interesa conocer y potenciar la vida de los emprendedores, la de los agricultores, las de aquellos que se esfuerzan en cuidar personas, o descubrir remedios y soluciones para problemas…
Mantener una ciudad requiere un gran esfuerzo, es necesario el trabajo de mucha gente para hacer funcionar un barrio, barrenderos, jardineros, carniceros, fruteros, carteros, profesores, transportistas, panaderos…
Programas educativos sobre las consecuencias de la educación cívica, de la urbanidad, ejemplos de cómo se mancha un asiento público si te subes en él, y como el viajero siguiente puede ser tu abuela. O como dejando la calle llena de desperdicios luego llegará tu hijo y se infectará, o como tirando a la basura de todo, el planeta se agota, o como gastando electricidad o agua no hay recursos suficientes, o como las normas de tráfico nos protegen en general, o…
Las vidas de los deportistas son muy interesantes, no las de los craks, los esfuerzos de los padres para acompañarlos de niños, las dificultades para entrenar y estudiar, la superación de las dificultades, lo colectivo del deporte, la importancia de la alimentación, de las ayudas, de los espacios para practicar deportes.
Ni que decir tiene que hay cientos de personas importantes a nuestro alrededor diariamente y de las que podrían hacer mejores reportajes que los que vemos de las vacaciones de A o B, sobre su actividad diaria, siempre que se olvidaran de potenciar gritos, hablar todos a la vez, insultos y demás elementos del circo que tenemos ahora.
PD. Si quieres ver fotos de la cantidad de gente que trabaja en un barrio te invito a que veas mi blog ‘en mi barrio’ o mires los álbumes que aquí a la derecha te enlazo.
PD 2. Son las 22,05, del lunes 2 de agosto, termino de ver una de esas maravillas con las que se descuelga tve de vez en cuando,un informe semanal, sobre la emigración interna en la posguerra, los asentamientos a las afueras de Bilbao, Barcelona y Madrid. Aquellos millones de españoles que salían de sus pueblos para llegar a las chavolas que ellos mismos tenían que construir en muchos casos en los arravales de esas grandes ciudades y que tanto contribuyeron al desarrollo de esas CCAA. Entrevistas y opiniones de aquellos españoles que fueron niños y hoy mayores contando con firmeza su vida y la de este país.
domingo, 1 de agosto de 2010
Batallitas del abuelo Cebolleta. Cristal de la comoda 1.971
Los recuerdos de ‘lalo’ son episodios singulares de mi vida que recuerdo mejor que otros.
El cristal de la cómoda de la entrada.
Eran tiempos franquistas, de miedo, de mucho miedo, año 1.971. Vivíamos en un piso en la calle Rodas, donde nacieron nuestros primeros hijos con días de diferencia, (nuestros segundos también se llevarían poco tiempo), los de los dos matrimonios que vivíamos allí. Los embarazos fueron buenos y distintos, mientras la mía tropezaba con todo y se caía al suelo, ‘ten cuidado con eso, no estoy ciega ya lo veo’ y plas al suelo, una vez cayó rodando por las escaleras de casa de sus padres. La otra se le caía todo de las manos, ‘pongo un café’ adiós tazas, vasos o platos lo que estuviera en sus manos terminaba en el suelo.
Ismael y yo habíamos vivido antes en una residencia con varias decenas de jóvenes y posteriormente en un piso de solteros que compartimos con Pepe, Antonio, Abelico y nosotros dos, para terminar viviendo casados en el piso del Rastro. Las vecinas alucinaban, los cuatro éramos jóvenes veintimuypoquitos años y eran tiempos de diferenciación profunda en la vestimenta y pelo con respecto a generaciones anteriores.
Recuerdo el día que nació mi primer hijo, el padre de mi nieta. Llegaba de trabajar hacia las 15,30 y me encontré a las dos en plena batalla, tuvimos que salir pitando en un taxi a Nuevo Parque, la maleta estaba preparada y llevaban toda la mañana esperando. Llegamos a la clínica y nada mas verla en recepción, tal cual estaba la llevaron al paritorio, sin habitación ni nada. Claro está, la maleta se quedó en el taxi. Más tarde la recuperamos. Al ratito, mi hijo llegaba al mundo, habían estado esperándome a que saliera del trabajo.
Por aquel piso pasarían compañeros de mi trabajo, como me recordaron no hace mucho, para tomar café o discutir a la Harnecker y comprar libros rojos. Y desde el piso, veinte segundos a la Ribera Curtidores, en las mañanas de domingo pudimos vivir algunos paseos por el Rastro, que se tornaban peligros en ocasiones por las avalanchas provocadas cuando la poli actuaba en Cascorro.
En 1.971, Ortiz ya nos había pescado para ‘Octubre’ y los papeles que había que leer y discutir teníamos que esconderlos en alguna parte, eran tiempos de formación marxista y discusión de la línea política, mucha discusión. Esconder papeles, tamaño folio y cuartilla, pero ¿donde?, recordábamos pelis, pero en ellas escondían dinero, que era mas pequeño, en botes, depósitos y escondites en techo o suelo, tablas o huecos, pero en aquella casa antigua, primer piso de alquiler con muebles viejos, no podíamos hacer agujeros en paredes o suelos.
Así que la solución que adoptamos fue meterlos por detrás de un espejo de una cómoda que estaba en la entrada. Claro al engordar el grueso de los papeles, el espejo reventó. Susto.
Más tarde aprendimos muchas cosas, y que los sitios donde se esconden los secretos y el dinero, son los mismos en todas las casas, y siempre buscan en ellos los polis y los ladrones, todo está inventado. A pesar de lo cual los libros sobre experiencias revolucionarias ‘Lo que todo revolucionario debe saber sobre los métodos de represión’ o varios similares, pueden resultar interesantes, novelas y biografías aportan en ocasiones ideas particulares a copiar. Pero siempre recordando que el mejor lugar para esconder un árbol es en el bosque.
El cristal de la cómoda de la entrada.
Eran tiempos franquistas, de miedo, de mucho miedo, año 1.971. Vivíamos en un piso en la calle Rodas, donde nacieron nuestros primeros hijos con días de diferencia, (nuestros segundos también se llevarían poco tiempo), los de los dos matrimonios que vivíamos allí. Los embarazos fueron buenos y distintos, mientras la mía tropezaba con todo y se caía al suelo, ‘ten cuidado con eso, no estoy ciega ya lo veo’ y plas al suelo, una vez cayó rodando por las escaleras de casa de sus padres. La otra se le caía todo de las manos, ‘pongo un café’ adiós tazas, vasos o platos lo que estuviera en sus manos terminaba en el suelo.
Ismael y yo habíamos vivido antes en una residencia con varias decenas de jóvenes y posteriormente en un piso de solteros que compartimos con Pepe, Antonio, Abelico y nosotros dos, para terminar viviendo casados en el piso del Rastro. Las vecinas alucinaban, los cuatro éramos jóvenes veintimuypoquitos años y eran tiempos de diferenciación profunda en la vestimenta y pelo con respecto a generaciones anteriores.
Recuerdo el día que nació mi primer hijo, el padre de mi nieta. Llegaba de trabajar hacia las 15,30 y me encontré a las dos en plena batalla, tuvimos que salir pitando en un taxi a Nuevo Parque, la maleta estaba preparada y llevaban toda la mañana esperando. Llegamos a la clínica y nada mas verla en recepción, tal cual estaba la llevaron al paritorio, sin habitación ni nada. Claro está, la maleta se quedó en el taxi. Más tarde la recuperamos. Al ratito, mi hijo llegaba al mundo, habían estado esperándome a que saliera del trabajo.
Por aquel piso pasarían compañeros de mi trabajo, como me recordaron no hace mucho, para tomar café o discutir a la Harnecker y comprar libros rojos. Y desde el piso, veinte segundos a la Ribera Curtidores, en las mañanas de domingo pudimos vivir algunos paseos por el Rastro, que se tornaban peligros en ocasiones por las avalanchas provocadas cuando la poli actuaba en Cascorro.
En 1.971, Ortiz ya nos había pescado para ‘Octubre’ y los papeles que había que leer y discutir teníamos que esconderlos en alguna parte, eran tiempos de formación marxista y discusión de la línea política, mucha discusión. Esconder papeles, tamaño folio y cuartilla, pero ¿donde?, recordábamos pelis, pero en ellas escondían dinero, que era mas pequeño, en botes, depósitos y escondites en techo o suelo, tablas o huecos, pero en aquella casa antigua, primer piso de alquiler con muebles viejos, no podíamos hacer agujeros en paredes o suelos.
Así que la solución que adoptamos fue meterlos por detrás de un espejo de una cómoda que estaba en la entrada. Claro al engordar el grueso de los papeles, el espejo reventó. Susto.
Más tarde aprendimos muchas cosas, y que los sitios donde se esconden los secretos y el dinero, son los mismos en todas las casas, y siempre buscan en ellos los polis y los ladrones, todo está inventado. A pesar de lo cual los libros sobre experiencias revolucionarias ‘Lo que todo revolucionario debe saber sobre los métodos de represión’ o varios similares, pueden resultar interesantes, novelas y biografías aportan en ocasiones ideas particulares a copiar. Pero siempre recordando que el mejor lugar para esconder un árbol es en el bosque.
Labels:
batallitas_del_abuelo,
HISTORIA,
Los_70,
Octubre-UCCO
Suscribirse a:
Entradas (Atom)