miércoles, 26 de septiembre de 2018

Autonomía en políticos indepes, respecto a economía

Un aspecto que va apareciendo durante el proceso, es que los poderes catalanistas que lo iniciaron no está claro sean los finalmente vencedores entre los de su propio bando, las parcelas de autonomía del poder político sobre el económico se han hecho patentes en la dirección del proceso. Aquellos que crearon las bases, objetivos y tácticas para defender el derecho a la individualidad de los ricos, su dinero para ellos, su poder para sí solos, su territorio para los elegidos, que eran ellos, probablemente no serán quienes dirijan la parte final del proceso. 

Por el camino, como ocurre siempre, se han sumado otros protagonistas, líderes políticos que dirigen y mandan, aunque ninguno ni antes ni ahora haya citado nunca como objetivo de la secesión realizar grandes modificaciones sociales, ninguno de los protagonistas políticos que ejercen su autonomía respecto al apoyo del dinero se ha atrevido a marcar objetivos revolucionarios que produjeran movimientos en la propiedad, en la organización del trabajo en fábricas comercios y empresas, nadie plantea salirse o modificar la sociedad de mercado, o apartar a la iglesia de los principales lugares sociales, que tiene hoy asignados en el proceso…

Lo que ocurre en Cataluña va en dirección contraria a una revolución, ha barrido los movimientos sociales, y sometido a sus líderes, sus objetivos y formas de lucha al sueño exclusivo de independencia, objetivo que en la práctica se entiende, al igual que fe religiosa, como la Asunción católica, en que la secesión dará paso a una nueva sociedad, sin élites, sin paro, sin explotación, sin desahucios, sin precariedad, sin globalización, sin mercados, igualitaria, sin discriminaciones... Ha expulsado las clases en el sentido tradicional de lucha obrero-patrón, trabajo-capital, siendo Cataluña una de los mayores enclaves industriales de España no se producen huelgas fabriles, ni paros en el aparato productivo catalán, han desaparecido reivindicaciones sindicales sobre salarios, precarización, paro, derechos laborales, desaparecido las luchas de barrios tan grandes en la Barcelona de los setenta… el movimiento independentista parece ocupar el terreno por las clases medias, los empleados públicos y sus familias, por empleados de la sanidad, educación, medios de comunicación, empresas públicas, comerciantes, etc. Ni derechas ni izquierdas, típico del fascismo.

La dirección ideológica bebe en la larga tradición de autores catalanes que fueron escribiendo dando forma a la base nacionalista, racista y supremacista, - Francisco Caja, ‘La raza catalana. I y II. El núcleo doctrinal del catalanismo’ Ediciones Encuentro, 2009- la economía siempre estuvo cercana a defender el catalanismo, aunque presta a asociarse con el estado español para obtener subvenciones, aranceles, o la intervención armada para aplastar catalanes que atentaran contra su propiedad. La dirección política fue ejecutada por los nacionalistas durante los últimos 30 años desde los poderes catalanes instaurados tras la Transición. En 1990 se conoce un documento elaborado por Pujol y su equipo para ocupar puestos clave de la sociedad, se aprueba por Convergencia como ‘Programa 2000’, del que se hace eco ‘El País’ en artículo de José Antich, 28/10/1990 y ‘El Periódico de Catalunya, el 28/10/1990’.

 

         
Páginas 26 y 27 de ‘El Periódico’ del 28/10/1990

La actual dirección política soberanista incorpora nuevos elementos, continúa dirigiendo el enfrentamiento contra el Estado con movilizaciones teatralizadas, controladas y uniformadas, típicas del fascismo que vimos en la niñez  y como antaño apoyadas por los poderes, ahora catalanes, políticos, ideológicos y económicos, con derroche de medios logísticos. Naturalmente sus integrantes creen ser buena gente, respetables padres de familia, que nunca creerán estar realizando nada malo, ya que solo construyen su patria. Igual que en el pasado ninguno de aquellos lejanos manifestantes creían estar haciendo otra cosa que engrandecer su nación y abrir el camino a una nueva sociedad.

Las movilizaciones independentistas han sido principalmente de  funcionarios públicos, de oficinas institucionales, empleados de enseñanza y sanidad, periodistas y empleados de medios de comunicación, de servicios culturales y sociales… todos vinculados a los poderes fácticos en manos independentistas que totalitariamente dirigen Cataluña. Muchos jóvenes mostrados en miles de fotos pueden apreciarse como de clase media alta, pijos, que diría Marsé, proceden de universidades y colegios religiosos que aportan bastantes de estos activistas, -la iglesia fue en el pasado factor decisivo en la creación ideológica del tradicionalismo, carlismo, nacionalismo, siendo hoy uno de los principales focos independentistas, agitando y movilizando, como lo hizo en Euskadi, utilizando los niños de escuelas infantiles como unidades de agitación y adoctrinados con prácticas similares al fascismo. A estos grupos se suman los importantes haces independentistas procedentes del interior rural, territorios coincidentes históricamente con los de implantación de tradicionalistas-carlistas. ¿Y los obreros donde están?

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