miércoles, 20 de junio de 2018

Migrantes. Aquarius, Trump, familiares y vecinos


Los seiscientos y pico migrantes/refugiados del Aquarius, son el tema de discusión del momento, pocas personas manifiestan su posición contraria  a darlos cobijo en España. Pero, pero… muchas personas, sean familiares o vecinos, en supermercados o tertulias… se hartan de poner pegas xenofóbicas, disfrazadas de lo que sea.

El sí pero, pone acentos en la decisión como imagen, en el mundo actual todas las decisiones tienen un componente de imagen, todas; el problema no se resuelve así, abriendo las fronteras a todo el mundo, como si la decisión sobre el Aquarius fuera abrir las fronteras comunitarias que seguirán cerradas… Todos los gobernantes de la Unión Europea, saben que la frontera con África es una de las de mayor distancia en renta del mundo, por tanto el problemón entre los dos continentes todos saben que es dificilísimo de resolver. Igual que saben que la otra frontera de la UE con el  Oriente es otra de las más conflictivas del mundo, no solo por la diferencia de rentas, sino por la diferencia de libertades respecto a las zonas de guerras y conflictos.

Una de las pegas que más he oído en esta ocasión es la referente a la pérdida de seguridad. Por las razones que sean, ideas fuerza lanzadas por los xenófobos tertulianos y políticos, transmiten la idea de que pueden entrar terroristas camuflados entre los refugiados, lo cual como posibilidad es verdad. Tan verdad como que pueden entrar camuflados entre los ochenta millones de turistas que entran anualmente y a nadie se le ocurre impedir su entrada.

Una idea común en las charlas de barrio es creer que los migrantes entran por las pateras, fundamentalmente, cuando la realidad dice que muchos más entran por los aeropuertos. La mayoría del tráfico de personas entrante a España utiliza, aeropuertos, puertos, ferrocarril y carreteras… y muy poquitas personas, en relación al conjunto de entrantes, utilizan pateras.

Los terroristas pueden entrar vestidos de refugiados, o vestidos de turistas, o vestidos de hombres de negocios, de hecho las pasta, el dinero que se genera y/o esconde del tráfico de armas, del narcotráfico, de las tratas de personas, etc. suele entrar y moverse disfrazado con traje y corbata, movido por bancos y fondos de inversión, por empresas inmobiliarias, por importadoras y exportadoras… y poquísimo o nada, mediante migrantes de pateras.

El por qué los familiares, vecinos o la gente de baretos y mercados ponen el punto de mira en los pobres y desgraciados, solo puede tener explicación en las fuentes que generan el odio y la xenofobia, tertulianos de radio y tele fundamentalmente, que sacan la cortina de la desgracia para tapar con ella a los verdaderos traficantes desgraciados.

Trump está separando a los pequeños menores de sus padres migrantes, centenares de niños son encarcelados sin familiares al entrar a EEUU, escuchen la grabación de dos minutos de los niños entre dos y ocho años, llorando implorando la llegada de sus familiares. A continuación escuchen la grabación del discurso de Trump tratando de justificarlo con la idea de que esos niños forman bandas que asesinan a sus hijos. Sin comentarios. Oigan las grabaciones por favor.

En el fondo, el miedo a los otros, corre por nuestras venas. El miedo a que nos quiten lo que es nuestro, dicen. Pero España es un país despoblado, con una densidad de población de las menores de Europa, deberíamos querer que entrase población y ocupase las enormes extensiones de suelo despoblado que tenemos. Razones humanitarias no son suficientes para aceptar millones de migrantes, los españoles pueblo migrante pronto olvidan su diáspora, quizás lo humanitario unido a razones económicas sí fueran argumentos suficientes para cambiar ideas.

Por descontado la única solución a problemas de envergadura, son soluciones de envergadura, reducir la brecha existente entre las formas de vida y calidad entre Europa y África, la disparidad de rentas, las desigualdades entre el norte y el sur de esas fronteras son la causa profunda del problema. Si el desarrollo se instalara en África la presión migratoria se reduciría, si desapareciera la enorme violencia, la tremenda desigualdad africana…

Mientras tanto, convenzan a sus familiares y vecinos de que los españoles actuales necesitamos, al menos, 10 millones más de migrantes en España. Pueblos enteros deberían ser regalados a tanta gente dispuesta a trabajar la tierra, gente joven fuerte y valiente que entra procedente de África. Esa gente no solo no nos quitaría nada, podría elevar la renta, esa gente aumentaría la riqueza de este país, más demanda interna reduciría costes de producción de cualquier producto, esos migrantes podrían salvar las jubilaciones futuras, esos migrantes aportarían mucho más a nosotros de lo que nos costarían.

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