miércoles, 18 de noviembre de 2015

Terrorismo. París. Y alguna simpleza

Todo tiene su tiempo para manifestarse, el llanto y la alegría, también la protesta, y la política. Una cuestión, una argumentación, una acción política fuera de su momento, pierde eficacia, no vale, emponzoña la realidad y vuelve todo más difícil de comprender.

El comercio de armas es una actividad denigrante, asesina por cuanto facilita instrumentos de muerte en cualquier conflicto que exista, a cambio de dinero, y si no hay conflicto al negocio le viene bien montarlo o trabajar para impulsarlo, seguro que es una actividad junto con el tráfico de armas, parecido pero no exactamente igual, a denunciar y perseguir y sobre todo a debatir en el marco y momento adecuados, porque de lo contrario confunde y oscurece la realidad del terrorismo yihadista. Y todo lo que confunde se aleja del pensamiento progresista.

¿Acaso un comentario como el de la foto pretende aclarar el terrorismo yihadista? O peor aún justificar y/o redirigir responsabilidades atribuyéndole al imperialismo, al capitalismo, etc. la responsabilidad concreta y real de los terroristas que algo habrán bebido del islamismo, que a su vez, sin que sea lo mismo, algo estará relacionado con el islam más que con el mundo occidental ¿Qué sentido tiene el cartel de arriba, difundido en Facebook como respuesta a los atentados terroristas de París? ¿Rebajar o diluir la responsabilidad de la yihad?

Los yihadistas para realizar su actividad terrorista NO necesitan comprar armamento a través del comercio de armas con responsabilidad de empresas españolas. No se dan cuenta de que los yihadistas para actuar en Europa –otra cuestión es para combatir en Siria- no necesitan recurrir demasiado al comercio mundial de armas que destina preferentemente su armamento a las guerras locales, regionales, globales, etc. y también por supuesto a los grupos narcos, fuerzas de seguridad privadas, ejércitos privados, etc.

Veamos. En la masacre cometida en el Metro de Madrid en 2004, -en el que asesinaron a 200 trabajadores que se dirigían a sus trabajos- los terroristas yihadistas utilizaron explosivo robado en una mina, lo cual estaba sin ninguna duda fuera de los circuitos del comercio de armas.

En relación a los atentados terroristas de París, los fusiles de asalto utilizados, al igual que en muchos lugares del planeta son los Kalashnikov, automáticos y durísimos, de fabricación rusa, no española, suelen proceder de países del Este, dicen que los compran en origen por pocas decenas de euros, y que llegan a venderlos por 2.000 € en el mercado negro, en Bélgica por ejemplo. Los explosivos no parece que fueran militares.

Tampoco las referencias españolas que conocemos en los últimos 40 años utilizaron demasiado el comercio de armas; ETA, GRAPO, FRAP, utilizaban armas robadas a policías y militares, asaltaban almacenes de empresas fabricantes, o polvorines militares y policiales. Los explosivos que utilizaban parece que eran robados en minas y canteras, en empresas constructoras, o fabricados con componentes de uso industrial y/o agrario.

Tanto si actuaran como lobos solitarios, como si lo hicieran como células organizadas o grupos de comandos, los terroristas cuando actúan en Europa, o Norte de África, o países musulmanes asiáticos, no precisan entrar en el comercio internacional de armas previamente, no son necesarios demasiados recursos para sembrar el pánico entre la población occidental agrupada en transportes, estadios, etc. Su mayor arma son ellos mismos, los individuos fanatizados cargados de odio hacia lo laico y occidental, de ahí la necesidad de otras formas de lucha distinta a la militar, para incidir en lo social, cultural, económico, individual, policial...  

En algunos sectores parece que no aceptan la realidad de la yihad, pero existe autónomamente, con independencia del capitalismo, que sin duda influye, pero no determina su existencia, no es lo esencial para plantear como objetivo destruir occidente, o conquistar Al Andalus. Tomo de Felix Ovejero los siguientes párrafos colgados en su Facebook:


Durante su sermón en Montepellier, el imam Mohamed Khattabi, incitó a su público sugiriendo que "los occidentales no ven a los musulmanes como seres humanos", mientras les urgió que rechacen cualquier afiliación o lealtad hacia la república francesa.
Acusó al gobierno de Francia de querer imponer una bandera francesa en la mezquita para "controlar a los musulmanes franceses".
"Francia y otras naciones occidentales buscan controlar a los musulmanes porque somos los gigantes dormidos, que se despertarán para restaurar la gloria a la humanidad", dijo y remarcó de nuevo como "los sistemas legales de occidente son confabulaciones sionistas".
"De acuerdo con las estadísticas científicas todas las instituciones a cargo de los derechos humanos son sionistas", informó a su audiencia.

Para terminar su discurso, Khattabi habló del deseo de los musulmanes de controlar Europa, de acuerdo con la ley islámica. "Queremos que nuestros hijos penetren la esfera política de occidente", concluyó. Reuters

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