martes, 21 de diciembre de 2010

'La política en la era de internet'

Tribulaciones del maduro blogger

He leído el libro de Ramón Cotarelo‘La política en la era de internet’. Merece la pena comprarlo y leerlo, sobre todo si usted quiere hacer política o si tiene vínculos con ella, por militancia, cercanía profesional, o intelectual.

El libro parece pequeño, pero ojo, su texto está concentrado, contiene un buen montón de datos, ejemplos, opiniones, disquisiciones, y en este sentido no tiene el estilo que muchos quieren difundir como de la red, (ligero, frases cortas), está escrito en el estilo de antes, por un intelectual de los de antes, persona culta y documentada que relaciona las actividades políticas, ampliamente expuestas, en el tiempo actual, con internet, acoplando, postulando y proponiendo.

Es un libro que se ajusta sobremanera al título, habla de la política hoy, en un mundo con internet instalado en nuestras vidas y está escrito por un experto observador y analista de realidades políticas, que al mismo tiempo entró en internet y nos descubre su potencial de cambios en muchos frentes que cita. No es un libro sobre internet, a pesar de estar bañado totalmente por ello, es un libro sobre política actividad que se transforma (o puede transformarse) revolucionariamente al iterar con internet.

Yo diría que precisamente uno de sus valores es que se apoya sobre los dos pies, uno de ellos la conexión con pasado y presente, tanto intelectual como material, el hecho de ser un libro como los de toda la vida lo prueba, el otro pie sobre el que se apoya es el presente y futuro, relacionando y abriendo puertas y caminos de interpretación. Esto lo hace en cada aspecto que desarrolla y no en un capítulo dedicado a una cosa y otro a la otra, todo el texto camina con ambos pies.

Son innumerables los ejemplos de aplicación que propone en múltiples campos de la política, para abaratar costes de servicios o de administración, para mejorar relaciones entre gobernantes y gobernados, para reducir tiempos de tramitación, para ejercitar mayores cotas de libertad, para mejorar controles democráticos, para aumentar vínculos entre militantes, entre líderes y liderados, entre portavoces y oyentes. Para poner la información y el saber universal en manos de cualquiera.
También opina sobre sus peligros y bajezas, pero es tal el entusiasmo regenerador, (revolucionario), que muestra el autor sobre internet, que en el texto destacan menos las miserias.

Yo difiero en algunas cuestiones, fundamentalmente soy menos generoso u optimista en valorar positivamente la red, veo mas aspectos oscuros o delicados que él, cuestiones que no me gustan nada y pesan en la valoración global que realizo de la red, rebajando puntos. Nada impide que se devore este libro, que insisto, planta muy bien ambos pies en el suelo.

Algunos de estos aspectos los voy colgando en esta serie de ‘Tribulaciones del maduro blogger’, por resumir son asuntos como la seguridad de las personas, creo que aumentó el peligro de ataques individuales a los más débiles, el problema del olvido de olvidar, o la acumulación de información permanente de cada uno en la red, la trivialización y vulgarización compartiendo escenario con el rigor y seriedad, la avalancha de información sin criba que llega a paralizar por incapacidad para tratarla y seleccionar, por entre las tuberías del exceso se descuelgan parálisis, nimiedades, mentiras y basura junto y al mismo nivel con informaciones altamente útiles.

No creo que, ‘los atípicos’ o disidentes de los partidos por salir a la red estén influyendo más ni que tengan efectos fulminantes en esos grupos, no doy tanta importancia a la blogosfera respecto a los efectos de cambio gubernamental, ni en China, Cuba, Venezuela, Irán, Arabia Saudí, Africa, o Asia, que influyan sí, que lleguen a derribar gobiernos o montar revoluciones, no.

Ni de broma estas posturas, que son mis tribulaciones, pueden contraponerse al enorme caudal de información, análisis y propuestas del libro citado, solo muestran la existencia de conflicto social en torno a internet, porque como dice el autor ‘la sociedad no es una familia bien avenida, sino un territorio de conflicto’.

Una recomendación hay que leer el libro hasta el final, en el último capítulo hay varios apartados relacionados por ejemplo con la guerra, feminismo, multiculturalismo…altamente interesantes.

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