martes, 17 de septiembre de 2019

Fuera del sistema. Ojo a las consecuencias

Decíamos ayer: Un ejemplo: en Madrid las elecciones de 2019 las perdieron las izquierdas, tanto en la Capital como en la Comunidad. Barrios obreros de la capital, en la zona sur, tales como Carabanchel o Vallecas, dieron cifras altísimas de abstencionistas, en muchos colegios electorales superaron el 40% de abstención, en varios se acercaron al 60%. Era gente que se sintió abandonada, probablemente no entendió la labor del gobierno municipal al reducir deuda, o la disminución de contaminación en Madrid Central, o la política cultural del Matadero, etc. El hecho es que decenas de miles de votantes en barrios obreros, dejaron de votar porque no se sintieron bien tratados por los equipos de izquierdas que gobernaron Madrid bajo la batuta de Carmena. Tampoco fueron capaces de distinguir en la Comunidad las diferencias entre unos y otros. Nadie les explicó allí, en sus barrios y lugares de trabajo, la historia y como les afectan los resultados diferentes que se producen entre aplicar las políticas de las derechas o las izquierdas. Por el contrario les ofrecieron hasta una docena de candidaturas para elegir en la Capital o una decena en la Comunidad.

Quizás esos abstencionistas escucharon ideas sembradas por algunos izquierdistas, de que todos son lo mismo, por tanto, lo único útil es derribar el sistema. Los electores no se vieron con fuerzas para ello, después de trabajar 10 o 12 horas en varios trabajos de mierda y consumir tiempo y tiempo en transportes de allá para acá, no quedan fuerzas para derribar el sistema y construir otro inmediatamente. Nadie les explicó qué hacer mientras se logra derribar y poner otra cosa en su lugar, ni cómo resolver entre tanto la comida, vestido y alojamiento, ni lo que costaría y a quien se enfrentarían. Mientras, crece entre los menos pudientes, desolación, desidia y pocas ganas de votar, lo cual facilita el gobierno a la derecha. Cifras tan altas de abstención como se vieron en Madrid, y en Andalucía, hacen sospechar que ha calado fuerte el alejamiento de la política y la desconfianza en que el sistema pueda mejorar sus condiciones de vida.

Así, luchar contra el sistema hasta que desaparezca, alejándose de la política, no parece ser una buena consigna, al contrario, sus resultados adormecen más que despiertan, apartan gente de la lucha en vez de incorporarla. Y vivir fuera del sistema hasta construir otro no parece posible, al menos aquí en Europa, en el mejor de los casos pasarían demasiados años y para entonces ‘todos muertos’. Por otra parte nunca antes existió, ni ahora, ni en el futuro existirá un sistema sin problemas, quien crea en el paraíso mejor retírese a un monasterio a rezar. Toda sociedad genera problemas, tensiones, desigualdad, desastres ecológicos, represión y muertes… el asunto es si más o menos que antes, si mejora o empeora la vida de la gente, la cuestión es si posibilita encontrar formas para resolver o minorar los elementos perniciosos. Acaso el sistema esclavista, o el sistema feudal pueden compararse con la actualidad en el respeto a la vida, en derechos y libertades, cuidados de salud, satisfacción de necesidades materiales e intelectuales…

Vivir fuera del sistema, dicen, lo cual queda en mera frase vacía, porque vivir fuera significa prescindir de artilugios de las Facebook, Amazón, Microsoft, Appel, Google,… que son representación del sistema, significa prescindir de comprar comida, para comerte la que hayas cultivado -decenas de miles de kilos de comida entran en Madrid diariamente, lo cual requiere una organización y control sistematizada entre miles de personas, para su producción, infraestructuras, transportes, mercados, transacciones, controles…-, los enseres de droguería, cuidados y limpieza también son industriales, algunos producidos a gran distancia de tu casa, o ropa, que el sistema suministra desde vaya usted a saber qué países y compañías. Vivir fuera del sistema implica no viajar, o hacerlo andando, porque infraestructuras carreteras, vías, puentes, túneles, aeropuertos y medios de comunicación, coches, trenes, aviones… forman parte del sistema, planeadas y realizadas mediante grandes inversiones públicas y privadas, constituyen parte importante del sistema.

Quizás habría que explicar que en el planeta Tierra, los que viven fuera del sistema son minorías, algunas tribus del Amazonas, quizás los esquimales, algunas poblaciones de África y algunas de Asia,… esos grupos humanos se entiende que viven fuera del sistema porque logran directamente con sus manos, su comida, sacada de la tierra, pesca o caza, elaboran su vestimenta con pieles de los animales que matan, o con fibras de las plantas, construyen ellos mismos su alojamiento con ramas, hielos, barro, etc., no esperan que nadie ajeno a su familiar les proteja la vida, les cuide cuando estén enfermos, o en la vejez. Ellos hacen los caminos por donde transitan y construyen sus medios de transporte con los materiales que les brinda la  naturaleza, etc. Ni siquiera saben lo que es el sistema, solo quienes lo saben y viven dentro de él, se pueden autoproclamar outsiders.

Aquí en Europa, España y en gran parte del mundo, la mayoría de la gente vive dentro del sistema, la comida, vestido, transporte, también los cuidados sanitarios, la infraestructura educativa, la organización social, derechos y libertades individuales y colectivos, cuidados a los no activos y en la vejez, etc. etc. forman parte del sistema, gobiernen estos o aquellos, aunque el sistema no es neutral, ya que favorecerá mas a unos que a otros, dependiendo de quienes gobiernen, así que quizás mejor apostar porque ganen el gobierno, municipal o central, los más cercanos a tus intereses, porque el sistema será quien limpiará las calles, quien dotará de mejores transportes los barrios del centro o los periféricos, pondrá autobuses y metro con mayor frecuencia y limpieza, es el sistema quien dota de mejores colegios públicos a esos barrios, o desvía el dinero público a los colegios concertados religiosos de zonas ricas para crear las futuras élites entre los alumnos seleccionados dejando fuera a los más necesitados. Desde los gobiernos se dota de mayores recursos sanitarios a compañías privadas, o al sector público, consultas y ambulatorios atendidos por más médicas y enfermeros, con mejores contratos, desde los gobiernos también apuestan por mayor seguridad privada o pueden dedicar recursos a proteger tu vida.

En gran parte del Planeta, el trabajo y la comida, el vestido y el alojamiento, la seguridad de los cuidados sanitarios, pensiones o subsidios, infraestructuras de comunicaciones y transportes… hasta la propia vida, aquí y ahora solo se logra dentro del sistema. Los partidos políticos intentan ganar elecciones, porque desde el gobierno pueden modificar algunas cuestiones que afectan a la vida de millones de personas, eso muestra la evidencia empírica. En la misma contienda electoral madrileña citada arriba, en los barrios del centro y norte de Madrid, tradicionalmente de votantes derechistas, su participación electoral fue bastante superior a la de anteriores elecciones, esa gente, si parece conocer las diferencias entre que gobiernen unos u otros, porque las mejoras nunca son para todos.

Así que seguir indicaciones de quedarse al margen de la contienda electoral provoca erróneas relaciones entre los desfavorecidos y la política, - partidos, gobiernos, instituciones, organizaciones… el sistema- relaciones erróneas en cuanto que no producen resultados positivos, no mejoran la calidad de vida de la gente. Dejar como principal actitud ir a la contra de todo, es poco útil políticamente para resolver problemas. Se presume y jalean mensajes de guerreros de película, confusos o inadecuados para mejorar realidades colectivas, fundamentalmente potencian el papel de perdedor marginal, muchas veces, simplemente, crean posturas para los amiguetes,  que muy poco sirven para la gente. Poco ayudan a remediar el desconocimiento de las propias fuerzas y de las adversarias imprescindible para cambiar algo de la realidad.  Por contra a esa actitud, se extienden ideas que van calando sin gran oposición, las derechosas, más fáciles, menos racionales, más emocionales, exigen poco esfuerzo para seguirlas, no se preocupen ellos lo resolverán a su aire.

PD: Podemos, o el Movimiento 5 estrellas, forman parte de gobiernos y parlamentos, son parte del sistema, aunque dentro de esos grupos haya mucho antisistema, lo cual es una de las razones que provoca tanta confusión en sus estrategias.

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