jueves, 13 de diciembre de 2018

NACIONALISMO, RACISMO, xenofobia, fascismo. (IV)


Nacionalismo, racismo, xenofobia, secesión, fascismo

‘’Si la nacionalidad reaparece al encontrar un lugar y tiempo favorables, ya se ha dicho que es debido a que no ha muerto el pueblo que la forma. Si hubiese muerto el pueblo, habría muerto la raza aborigen: en este caso, la nacionalidad no habría renacido, pues habría faltado el elemento diferencial. 
La raza catalana, pues, perfectamente conocida hoy por nosotros, atravesó sin desfallecimiento a través de romanos y godos, elementos del todo extraños a su temperamento aborigen y a las razas similares que vinieron después a darle forma. 
Hay, pues, una raza catalana, hay, pues, un pueblo catalán. ’’ 

Nacionalismo, secesión, fascismo: Conceptos más unidos de lo que el común de los mortales imaginaba. Más allá de los insultos repetidos hasta la saciedad que dedican los independentistas, sean viejos, mayores, jóvenes o niños, llamando fascistas a cualquier persona que no se incline ante su comportamiento, el concepto fascista tiene un significado político e histórico, y puede aplicarse, a quienes basan sus ideas en la ideología fascista y desarrollan en su práctica social un comportamiento fascistoide, lo sepan ellos mismos o no.  
La exaltación de lo nacional tiene sentido como elemento para aglutinar y diferenciar, busca e inventa historias y mitos del pasado que conformen unidad en una identidad diferente a la de otros, busca lograr un plus moral de superioridad ya que nadie pretendería diferenciarse para justificar demostrarse inferior a otros. Hablar de nación e identidad conducirá a buscar diferencias profundas, llegarán a la raza como pretendida fuente de diferencias esenciales que justifiquen superioridad y derechos distintos a otros que serán convertidos en los causantes de todos los males a quienes se profesará odio que habrá que alimentar constantemente. Odio y desprecio para intentar convertirlos en bestias, deshumanizarlos, una pretensión de todo fascismo para justificar marginarlos, marcarlos, atacarlos, privarlos de derechos…


‘’Cuando el viajante fenicio que Avieno copió, reseguía, quinientos años antes de J.C., las costas del mar Sardo, se encontró con el etnos ibérico, la nacionalidad íbera, extendida desde Murcia hasta el Ródano, esto es, desde las gentes líbico-fenicias de la Andalucía oriental hasta los ligures de Provenza. Aquellas gentes son nuestros antepasados, aquel etnos ibérico, la primera anilla que la historia nos deja ver de la cadena de generaciones que han forjado el alma catalana…
Pero bajo el peso de la dominación romana, el espíritu de las viejas nacionalidades palpitaba con fuerza… y el viejo etnos ibérico, el primero, hizo resonar los acentos de la lengua catalana desde Murcia hacia Provenza, desde el Mediterráneo hacia el mar de Aquitania, ligures gaélicos y tartesios, griegos y fenicios, cartagineses y romanos no habían hecho retroceder ni un palmo de tierra a nuestro pueblo. Las fronteras de la lengua catalana eran las mismas que daba al etnos ibérico el más antiguo de los exploradores-historiadores. ’’ 
Enric Prat de la Riva y Martí i Juliá: Iberisme, Socialisme. Fonaments psico-biologics del socialisme i del nacionalisme. La Novel·la Nova, II/68, 1918: Tomado de ‘Racismo y xenofobia en el nacionalismo catalán’, edición a cargo de César Guarde, de ‘Argón, Grupo de Estudios Filosóficos’,2016.

El fascismo encuentra su acomodo en el ultranacionalismo. Todos los fascismos son fuertemente nacionalistas, empeñados en poner fronteras y buscar elementos diferenciales respecto a otros, necesitado de culpar de sus males a enemigos internos y externos para lograr la unidad en la identidad, los otros, españoles, murcianos, almerienses, andaluces, extranjeros… son culpables de todos los males, pasados, presentes y futuros, los nacionalistas se reservan para sí la consideración de pueblo elegido, vivirían mejor si dominaran, gobernando sobre el resto de pueblos, diferenciado y enfrentado contra una única identidad portada por cada individuo, sea biológica o cultural, sea raza, religión, cultura, lengua... el nacionalismo sueña y busca una diferencia de pureza que defenderá contra las impurezas de los otros, emigrantes, refugiados, españoles de otros lugares, no aceptará mezclas, ni igualdad de condiciones y derechos.

El ultra nacionalismo, sitúa la nación por encima del individuo, aunque no todo nacionalismo es fascista, sí todo fascismo es altamente nacionalista. Luchan por definir una identidad nacional única y diferenciada de los demás, sin mezclas, y exaltan los elementos diferenciales que siempre existirán, -igual que entre los pueblos  Villarriba y Villabajo- exaltar lo diferente lleva a ocultar experiencias  históricas y elementos culturales comunes. Recurrirán a mitificar hechos, reinventándolos, se proclamarán víctimas históricas de sus enemigos, inventarán penalidades y sufrimientos presentes y pasados para fomentar la imagen de un pueblo homogéneo humillado, llevado al sufrimiento por un enemigo externo, lo cual utilizarán como exculpación de cualquier tropelía individual o colectiva actual, siempre realizada contra el enemigo común, real o imaginario, definido por los líderes del movimiento y contra el que desahogar toda indignación y agresividad. La relación entre raza y nación la dejamos aquí explicada por el catalanista Jaume Antón Aiguader i Cortés:

‘’Raza y Nación son dos conceptos inseparables: el primer nombre significa un complejo de características fisicopsíquicas parecidas que presenta un grupo de hombres; el segundo nombre significa la unidad de este grupo de hombres…
La Nación representa un deseo de poder: la Raza, un deseo de reproducción y de expansión. Hay un sentimiento que las une, pues: el sentimiento del imperium. … son dos sistemas útiles e inseparables.
Las razas, en cambio, no pueden nunca desaparecer del todo: pueden estar como en letargo durante siglos, pueden perder la consciencia de ellas mismas, pero en cuanto se dan unas circunstancias favorables, rebrotan con nuevas energías. Es la misma raza, no la misma nación: tiene otro espíritu, otra fuerza, incluso, a veces, otra lengua; las nuevas familias dirigentes ocupan el lugar de la antigua clase patricia degradada: nuevas tradiciones han aparecido. El individuo y la raza son eternos a través del soma, que pasa de padres a hijos y no muere: el uno y la otra perduran mientras evolucionan indefinidamente. Esta eternidad del individuo y de la raza tan sólo puede ser frustrada por un cataclismo. ’’

Nacionalismo, racismo, xenofobia, conceptos con significados diferentes pero relacionados, buscan diferenciar, separar a los otros, alientan la adscripción a bandos, amigos y enemigos, potencian tratar a unos como acreedores de derechos superiores, de manera distinta a los otros. Nacionalismo no es fascismo, pero todo fascismo es nacionalista, nacionalismo llevará a racismo y supremacismo. Los héroes catalanistas establecen jerarquías entre las razas, que por supuesto, siempre les favorezcan, los catalanistas se definirán como arios, europeos, de color más claro y puro que el color más oscuro de los semitas y bereberes, como definirán a los españoles, cuya procedencia sería África. Escribió en 1905 Pompeu Gener en la revista ‘Joventut’: ‘’Y viajando por Suiza y por Alemania comprendimos aquellas consideraciones como aglomerados de Estados de hombres a los que sólo separan pequeñas diferencias de raza, pero todos, al fin y al cabo, Arios. En la presentación de la revista Joventut leemos: ‘’Creemos que nuestro pueblo es de una raza superior a la de la mayoría de los que forman España. Sabemos por la ciencia que somos Arios; bien por los autóctonos Celtas; bien por los Griegos, Romanos, Visigodos, Ostrogodos, Francos y otros que vinieron; y por tanto, queremos ser dignos descendientes de razas tan nobles. ’’
Los arios tendrían cráneos más grandes y desarrollados, lo que supone que serían superiores y hasta por sus mejores cejas, se podría valorar su superioridad racial, como escribe Pere Mártir Rosell i Vilar, llegó a ser diputado de ERC en el Parlament y escribía: “La política de la libertad completa, individual y colectiva, tiene un nombre: política raciológica”. Racismo no es igual a fascismo, puede crecer en muchas ideologías y personas, pero los fascistas son racistas.
‘’Lo que determina el progreso humano es la estructura del cerebro, la manera especial en que está dispuesta la masa cerebral y, 
según lo esté, su producción será tal o tal…
En el cerebro sucede una cosa por el estilo: la substancia nerviosa de los hombres no es diferente, pero su producción funcional es múltiple y diversa. Cada grupo, o mejor, cada raza, como una especie zoológica, se caracteriza por su producción intelectual particular, como el erizo por las púas y la oveja por la lana…
Nosotros hemos dicho que el carácter básico racial era la mentalidad. Esta propiedad es de orden funcional y por tanto habrá que encontrar por carácter inmediato, o primero de los caracteres secundarios, un carácter que le sea inmediatamente subordinado, es decir, de la misma naturaleza. Este carácter secundario, también de orden funcional, está compuesto por una serie de propiedades corporales y psíquicas que se llaman gestos.
Los gestos, pues, constituyen el primero de los caracteres secundarios. A los gestos siguen el perfil de la cabeza, el índice cefálico, las conexiones de los huesos de la cabeza, el pelo y la estatura. Este orden morfológico se consigna en términos generales, ya que a veces otro carácter de menos importancia, como la ceja, puede servir, él sólo, para diferenciar a la mayoría de los individuos de dos razas, como la española y la catalana, la primera de ceja corta y la otra de ceja larga. ‘’ 

La xenofobia no implica fascismo, pero el fascismo es xenófobo, la xenofobia se instala en la extrema derecha a través de individuos dañados por las crisis, implica miedo y desprecio a los extranjeros, lucha contra los emigrantes, si son pobres, que tienen otra cultura que al mezclarse manchan su pureza, rechaza a los otros por miedo a que le roben puestos de trabajo, cree que quieren quitarle lo suyo, el bienestar social al que solo tiene derecho el definido como nacional. El populismo,  el fascismo utiliza la xenofobia, el miedo a los otros, como aglutinador, para ello difunde sentimientos basados en supuestas noticias falsas, ‘España nos roba’, ‘el murcianismo’, ‘la invasión castellana para desnaturalizar Cataluña’ ‘la superioridad de la raza catalana’… La xenofobia y el racismo, implicarán estudiar las maneras de mantener la pureza de la raza, demonizando la mezcla con los de fuera. ‘No caben todos’, en esa u otra formulación es una típica consigna facha, antes y ahora.

"Ahora miras a tu país y vuelves a ver hablar a las bestias. Pero son de otro tipo. Carroñeros, víboras, hienas. Bestias con forma humana, sin embargo, que destilan odio. Un odio perturbado, nauseabundo, como de dentadura postiza con moho, contra todo lo que representa la lengua. Están aquí, entre nosotros. Les repugna cualquier expresión de catalanidad. Es una fobia enfermiza. Hay algo freudiano en estas bestias. O un pequeño bache en su cadena de ADN. ¡Pobres individuos! Viven en un país del que lo desconocen todo: su cultura, sus tradiciones, su historia. Se pasean impermeables a cualquier evento que represente el hecho catalán. Les crea urticaria. Les rebota todo lo que no sea español y en castellano. Tienen nombre y apellidos las bestias. Todos conocemos alguna. Abundan las bestias. Viven, mueren y se multiplican. Una de ellas protagonizó el otro día un incidente que no ha llegado a Catalunya y merece ser explicado, como un ejemplo extraordinario de la bestialidad de estos seres. Pobres bestias, no pueden hacer más [...] Pero ¿por qué hay que movilizarse cada vez? ¿Cuando acabarán los ataques de las bestias? ¿Cómo podemos en 2008 aguantar tanta vejación, tanta humillación y tanto desprecio?". Quin Torra, 19-12-2012 en diario digital 'El Món' 'La lengua y las bestias'.

No todos los fascismos fueron igual de racistas, los nazis lo extremaron con el mito de la raza aria de origen nórdico superior al resto, -a la que se asignan los catalanistas- otros fascismos como el español y el italiano, lo minoraron, a cambio integraron con fuerza el componente religioso como seña de identidad, el nacionalcatolicismo.  Los catalanistas aúnan los dos componentes, el ultra católico, siempre fue muy importante desde el carlismo catalán, y una extraordinaria preocupación por la raza, superior y diferente a la española, manifestada en multitud de catalanistas.  La mejora de la raza utiliza como una medida para lograrlo, el control de la migración y además trata de evitar el mestizaje con los extranjeros, para los catalanistas, son los españoles. La construcción del hombre nuevo, portador de valores eternos, no excluye la ingeniería social, utilizando biología y limpieza  de individuos externos a su pureza de raza, étnica y/o cultural. Los nazis llevaron a los extremos el exterminio y limpieza, judíos, gitanos, comunistas, disminuidos, intelectuales,… sus experimentos biológicos no fueron únicos, en España fueron realizados experimentos por Vallejo Nájera buscando el gen rojo el que identificara al nacimiento a los futuros rojos hasta bien entrada la postguerra. Los catalanistas hicieron algo similar años antes, crearon en Barcelona un Instituto para que realizara investigaciones sobre los españoles que migraban allí, dando por buenos los valencianos y mallorquines, por su afinidad y maldiciendo murcianos y almerienses, y andaluces en general, por sus enfermedades.

‘’Un cráneo de Ávila no será nunca como uno de la planicie de Vic. 
La antropología habla más elocuentemente que un cañón del 42’’. 

Tras la II Guerra Mundial el racismo fue condenado por la brutalidad que alimentó, parecía claro que la causa de “la grande y terrible guerra que  acaba de terminar no hubiera sido posible sin la negación de los principios democráticos de la dignidad, la igualdad y el respeto mutuo de los hombres, y sin la voluntad de sustituir tales principios, explotando los prejuicios y la ignorancia, por el dogma de la desigualdad de los hombres y de las razas”. Eso dice el Preámbulo de la Constitución de la Unesco, aprobada el 16 de noviembre de 1945. Es posible olvidar para las generaciones actuales que esas doctrinas estuvieran entre los más importantes elementos que contribuyeron a la II Guerra, también es posible que las ideas de épocas anteriores a 1940 no supieran cuales serían los resultados que provocarían. Mas difícil es aceptar que escritos que defendían aquellas ideas racistas, hoy se aplaudan y difundan publicitados como heroicos y basamento del actual movimiento independentista.

En 1950 se produjo la primera declaración  de la Unesco, instada años antes por  las Naciones Unidas, en la que trataba de atajar las doctrinas racistas, decía ‘’Los sabios están generalmente de acuerdo en reconocer que la humanidad es una y que todos los hombres pertenecen a la misma especie Horno sapiens. Además, se admite comúnmente que todos los hombres proceden del mismo tronco’’... Fueron apareciendo declaraciones de Naciones Unidas -1950, 1951, 1964, 1967 y 1978- a través de la Unesco, potenciaron que los gobiernos mundiales, instituciones internacionales, intelectuales, medios de prensa, grandes masas de población, condenaran toda doctrina que se acercara al racismo, lo cual potenció el oscurecimiento de sus defensores, incluso la ocultación del término.

Aquella primera declaración de la Unesco en 1950, era muy clara, pretendía marginar a los defensores de teorías racistas. Los catalanistas actuales no se dieron por aludidos, ni sus apoyos procedentes de sectores de derechas o izquierdas tampoco, y así el movimiento por la independencia seguiría insistiendo muchos años después en las mismas doctrinas racistas como una de las bases teóricas que aglutinara el movimiento. Decía la declaración de la Unesco en su punto 5:

5. ‘’Mucha gente llama “raza” a todo grupo humano arbitrariamente designado como tal. Así ocurre que muchas colectividades nacionales, religiosas, geográficas o culturales, debido a la acepción tan amplia que se da a esta palabra, han sido consideradas como “razas”, siendo así que, evidentemente, los americanos no constituyen una raza, como tampoco lo son los franceses, los ingleses o los habitantes de cualquier otra nación: igualmente, ni los católicos, ni los protestantes, ni los musulmanes, ni los judíos representan razas: no puede definirse como grupos “raciales” a los pueblos que hablan inglés o cualquier otra lengua; los habitantes de Islandia, Inglaterra o de la India no forman una raza; tampoco podría considerarse como miembros de una raza particular a los individuos que participan en la cultura turca, china, 0 en cualquier otra cultura.’’

Miquel Coll i Alentorn, Presidente del Parlament de Cataluña durante los años 1984/88,  escribirá en 1978 lo siguiente:

‘’En relación a los elementos genéticos hay un aspecto poco estudiado y prácticamente desconocido que, con todas las reservas, me permito insinuar. Me refiero a la posible influencia de la composición química del suelo sobre la manera de ser del cuerpo humano, sobre encimas, hormonas y otros elementos fisiológicos. Recordemos la importancia que actualmente dan los biológicos a los llamados oligoelementos, y subrayan que la península Ibérica está geológicamente dividida en dos grandes zonas: la granítica al oeste y gran parte del centro, y la calcárea al este. ¡Quién sabe lo que nos reserva en este campo un conocimiento más profundo de la cuestión…’’  Miquel Coll i Allentorn, ‘La naixenca de Catalunya’, Fundació Jaime I, Barcelona 1978, p. 28. Citado en ‘Racismo y xenofobia en el nacionalismo catalán’, edic. a cargo de César Guarde, Agon, Grupo de Estudios Filosóficos. Barcelona 2016.



Oriol Junqueras, autodefinido como buen católico, presidente de ERC, vicepresidente de la Generalitat 2016-2017, escribía en Avui, en el 2008, preocupado por la genética de la raza catalana:

"En concreto, los catalanes tienen más proximidad genética con los franceses que con los españoles; más con los italianos que con los portugueses; y un poco con los suizos".

 










Las viejas doctrinas nacionalistas, racistas, siguieron existiendo, en algunos casos fueron cubiertas con ropajes nuevos, sus defensores tenían que disfrazarlas ante las masas para lograr apoyos, sorprendentemente hoy los catalanistas siguen diciendo que los genes, el suelo, o los componentes químicos del aire… hacían distinta a la gente, por tanto, según ellos, sus derechos debían ser distintos. La esencia era la misma, se trataba de justificar derechos históricos, grupales, identitarios, particulares, sectoriales,… La declaración de la Unesco de 1950, decía:

‘’6. Los grupos nacionales, religiosos, geográficos, lingüísticos o culturales no tienen por qué coincidir necesariamente con los grupos raciales y los aspectos culturales de estos grupos no tienen ninguna relación genética demostrable con los caracteres propios de la raza. Los graves errores ocasionados por el empleo de la palabra “raza” en el lenguaje corriente hacen desear que se renuncie por completo a emplear este término cuando haya que aplicarlo a la especie humana y que se adopte la expresión “grupos étnicos”. ’’

‘La raza catalana’, tomos I y II de Francisco Caja, Editorial Encuentros, 2009.  Es un trabajo imprescindible para entender el núcleo del nacionalismo catalán, a través de la obra de múltiples catalanistas el autor ‘sostiene que el núcleo de la doctrina catalanista es la doctrina de la raza: que el nacionalismo es una especie de racialismo, -en sus propias palabras, y sigue diciendo- si uno dijera: los inmigrantes son una raza inferior que amenaza la pureza de sangre de la raza catalana… sería inmediatamente tachado de racista. Consecuentemente la formas de burlar esa ‘prohibición’ es transferir la estructura que se contiene en esa fórmula a términos ‘abstractos’ o ‘metafóricos’, que expresan lo mismo pero consiguen ‘hacer pasar’ el contenido prohibido-reprimido’’.  Francisco Caja nos muestra la doctrina racialista que elaboran los textos del catalanismo, que guiará el comportamiento racista de que hacen gala tantos individuos independentistas, su racismo, que el autor define en pocas palabras ‘como una doctrina política que establece como principio supremo de orden político la raza, o deriva consecuencias políticas de ella’.

‘De aquí proviene la importancia que tienen en la formación del pensamiento de un pueblo la raza a la que éste pertenece, las condiciones geográficas y topográficas del país que habita, la manera en que emplea su actividad, la forma política con que se gobierna y, por encima de todo, la predestinación divina’.  
Josep Torras i Bages. ‘La Tradició catalana’.

Los diferentes autores catalanistas dedicarán largas polémicas intentando camuflar la brutalidad de su racismo, étnico, cultural, antropológico… algunos autores darán vueltas sobre el término racismo, para volver siempre al mismo lugar; ellos, los catalanes, son diferentes a los españoles, ellos serán europeos y los españoles semitas. En palabras de Joan Baptista Vilà i Estruch “Caràters de les races ibèriques”, La Nació Catalana, VI/84, 30 de noviembre de 1906 (‘’Los castellanos forman un pueblo en el que predomina el carácter semita que se revela en su manera de pensar y obrar y en todas las manifestaciones de la vida pública y privada. ‘’ Tomado de ‘Racismo y xenofobia en el nacionalismo catalán’, edic. a cargo de César Guarde, Agon, Grupo de Estudios Filosóficos. Barcelona 2016.). Ellos escribirán que los catalanes pertenecerán a la raza aria, los españoles bereberes… vueltas y revueltas para regresar al punto de partida, ellos son diferentes, y la diferencia les hace acreedores de mayores derechos. Por supuesto ellos, los catalanistas, tienen ventajas morales sobre el resto de españoles que les oprimen y explotan y no les permiten expresarse en su lengua ni expandirse. Los escritos clásicos catalanistas contienen cientos de páginas que documentan esta doctrina política que conforma la base ideológica del independentismo, como se puede apreciar en cientos de webs y blogs independentistas, en ayuntamientos y centros, en actos culturales y revistas… a pesar de algunos intentos por camuflarlo la doctrina racista catalana, la xenofobia y el supremacismo, rompen las costuras y constantemente baña el procés.

''Ese sustrato ideológico, que conduce por vía directa desde algunas variantes del romanticismo y, sobre todo, de la escuela histórica del derecho, explícitamente antiilustrada e irracionalista, hasta el nazismo, arranca con una mentira inaugural: existe un momento histórico privilegiado, una edad de oro, que dibujaría de una vez para siempre la identidad de la nación. Un pasado imaginario, cebado por historiadores complacientes (verdaderos nation builders), se convertirá en un ideal regulativo, en el parque temático —o jaula de hierro— de una identidad que requiere permanentes tareas de mantenimiento. La tiranía del origen, en expresión de George Steiner.  Félix Ovejero, ‘El nacionalismo catalán: de las mentiras de la política a la política de las mentiras’.

No hay comentarios:

Publicar un comentario