miércoles, 28 de septiembre de 2016

La pelea por el PSOE es muy seria

La pelea removerá por fin todo el partido, lo cual conducirá a una salida, un proyecto de medio plazo, porque va a definir ganadores y perdedores para una temporada. No se trata de una disputa entre jóvenes y viejos resituados económicamente, aunque es verdad que en un bando coinciden mayoritariamente los jóvenes y en el otro están mayoritariamente las viejas glorias que hicieron aquel PSOE triunfador en los ochenta y noventa. Luego se fueron hundiendo y durante la etapa Zapatero se encargaron de ‘El agotamiento del PSOE’ hasta casi enterrarlo, durmiendo problemas y diferencias entre la militancia.

En los últimos años cayeron en votos y cayeron en representación una y otra vez, mientras los barones y militantes callaron y callaron, sin hacer nada útil que permitiera elaborar un discurso para construir una alternativa a las derechas, tanto a la central  como a las nacionalistas. Fueron incapaces de abrir el partido a las realidades surgidas por las crisis, -económica, política, institucional, demográfica…- y cerraron la organización a miles de nuevos activistas. Increíble, impidieron que entrara la savia nueva que hubiera permitido renovar y adecuar el PSOE a una nueva situación y los dejaron fuera, hasta que más tarde se situaron enfrente. ‘Sin aclaración suficiente el PSOE no encuentra el camino’.

Un nuevo intento de renovación se produjo con el actual equipo, sin duda debe mejorar muchísimo y probablemente formarse y abrirse más, que chocó con la vieja estructura, que no solo son los antiguos cuadros famosos, y las baronías locales, también la militancia mayorcita y acomodada se niega a cambiar a fondo el partido, y por supuesto entre los contendientes hay grupos de jóvenes en ambos bandos, todos quieren el poder, normal en un partido, quizás el actual equipo sea más claro y limpio que otros, como la Sra. Díaz que tira la piedra y esconde la mano una vez tras otra. Es cierto que el momento para la socialdemocracia es crítico, al menos desde la etapa de Zapatero, ahora agravado porque el tiempo ha pasado y muy poco han corregido y porque mientras tanto ha surgido Podemos, una posible alternativa a ser el gran aglutinador de izquierdas.

Todavía están confusos sobre el papel de ‘Podemos o no Podemos. Esa es la cuestión’ muchos creen que son la causa principal de su pérdida de votos, aunque no vean que primero el PSOE cayó y no hizo suficiente que le permitiera levantarse, y después surgió la indignación, y más tarde se empezó a fabricar la alternativa de Podemos, aún en construcción. Ambos están en proceso de redefinición, ambos comparten problemas externos iguales –complejidad, diversidad, globalización, Europa…- y problemas internos similares, modelo de organización que facilite deliberar y decidir y cumplir lo decidido, modelo de encuadramiento que permita elegir a los mejores como representantes, y revocarlos por los representados, falta definir un modelo que facilite elaborar políticas concretas dentro de un discurso que sea coherente y al mismo tiempo utópico, que ilusione y por tanto sume voluntades en cuantía suficiente. ‘Reconquistar la política, ganar elecciones’ Hoy supondría un número de votos en torno a diez millones que son la suma de ambos intentos de gran aglutinador.

Falta tomar decisiones que impliquen aglutinar a millones de personas diversas, jóvenes y maduros, mujeres, profesionales y obreros, trabajadores cualificados fijos y precariado, ni nis y parados, urbanitas y ruralitas… y para hacerlo hay que aclararse entre centrarse o ladearse más, y además deben hacerlo teniendo en cuenta que por un lado están los otros competidores, sean Podemos o PSOE, los unos competencia de los otros, y además están los abstencionistas, los soberanistas e independentistas, las derechas…

La diferencia que hace saltar el tablero, que permite visualizar la lucha soterrada está en torno a la investidura. Si se permite gobernar al PP, los socialistas dejarían el terreno libre a la oposición de Podemos, que iría construyendo su alternativa mientras ellos irían diluyéndose. Permitir gobernar al PP no solo es un problema económico y político, también ético, nadie duda de que la regeneración de este país tiene que empezar por Rajoy y compañía; reafirmarlos en el poder es enterrar la esperanza para una generación.

Por supuesto hay una batalla encarnizada de los poderes económicos clásicos para intentar desbloquear dicen, mantener la situación con muy pocos cambios, por descontado los medios de prensa, las empresas, tertulianos, y todos los mass media tratan de cargarse al soldado Sánchez, para salvar al soldado Rajoy, la batalla es por el poder a medio plazo. El momento que se va arrastrando desde la explosión de las burbujas, es crítico para las izquierdas, -se trata de redefinir la socialdemocracia europea- la pelea está dentro del socialismo y presente entre los podemistas, incluída IU, y se complica mucho más por la cuestión independentista que atraviesa y cruza todas las alternativas, menos la azul. Gobernar España siendo tercero o cuarto en Galicia, Euskadi, Cataluña... será muy dificil.

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