En Galicia, se están
manifestando cambios sociales que podrían ser profundos, con crecimiento
fundamentalmente referido a Pontevedra y Coruña donde se concentra el 75% de
las empresas gallegas y por tanto una pérdida de peso de Lugo y
Ourense. La observación de la vida en las calles, playas, signos de riqueza,
etc. permite afirmar que han emergido nuevas clases medias, y alta,
fundamentalmente en Coruña y Pontevedra.
Las observaciones actuales las
comparo con impresiones de viajes anteriores a Galicia, desde 1970 cuatro
viajes a la zona sur y cinco a la zona norte,
permiten contrastar cambios profundos en formas de vida y ahorro y probablemente productivas. Tan rápidos cambios tendrán que apoyarse en diversos aspectos: ahorro escondido y ahora puesto en marcha, en blanqueo de dinero del contrabando, en mejoras económicas de empresas y miles de individuos y en migraciones gallegas del interior a la costa.
Las playas hoy están abarrotadas, fundamentalmente
de turismo nacional, gallegos en su inmensa mayoría, pocas voces inglesas o
alemanas y ninguna rusa o del Este. Mis series de fotos de hace años lo
atestiguan, mis recuerdos también, mostraban las pequeñas playas semidesiertas,
incluso la grande Baltar en Portonovo, –la excepción es Sanxenxo siempre
aparece llena- ahora cualquier playa en cualquier núcleo está plagada de
sombrillas y familias. Los gallegos del interior se han lanzado al turismo
playero.
Pregunto en la Diputación de
Pontevedra y me confirman mi observación de la Ría de Pontevedra, extensible a
las Rías Baixas, sus datos de turismo provincial dicen que se ha triplicado en
dos años, que a su vez había crecido muchísimo en relación a diez años
anteriores.
Los núcleos urbanos cercanos a las
rías, solían ser casas aisladas o pequeños agrupamientos de casitas y pocas
casas de pisos, en las calas y pocas embarcaciones todas de faena. Los coches
aparcaban en los laterales de las carreteras, hoy también, pero son visibles
urbanizaciones y grupos de apartamentos de cierta calidad media y alta
construidos durante los años de crisis.
Me intereso por algunos apartamentos
que visito y hablo con los vendedores, precios cercanos a los 200.000 € los de
dos dormitorios, casi todos vendidos, normalmente a gallegos del interior,
fueron construidos sin financiación bancaria, los promotores tenían exceso de
liquidez, la mayoría de las ventas se han producido entre los últimos tres a
cinco años. -Este aspecto lo constaté el pasado año en Viveiro, al Norte,
apartamentos de reciente construcción y venta, durante los tiempos de crisis -.
Por supuesto antes había mansiones
aisladas en algunos puntos de la costa, y también por el interior, escondidas
de las miradas indiscretas, igual que ahora, pero quizás ahora haya más buenas
casas de alta gama visibles. Recuerdo mis viajes con las abuelas por carreteras
de interior hace 15 años y la enorme sorpresa que me llevaba de ver constantemente
coches todoterrenos de altísima gama, como Porsche, el contraste era grande con
la multitud de viejos coches, trastos antiguos, con los que me cruzaba en
pueblos, carreteras o ciudades, aparentemente de usos agropecuarios y
pesqueros.
Hoy los coches están nivelados en
calidad, multitud de tipo medio coches actuales, pocos antiguos y poca
diferencia con los de otros puntos de España, por alta y media gama los más
extendidos son los SUV, Porsche, Mercedes, Audi Q, BMW, Nissan…
En los núcleos urbanos playeros han
crecido como setas los puertos deportivos, las zonas de amarre de embarcaciones
de recreo inundan las Rías Bajas, con multitud de embarcaciones pequeñas y
medias típicas de una clase social con ingresos superiores a 100.000 € y
unos pocos enormes barcos de ricos. Coexisten con algunas embarcaciones de
faena. Han sido construidos incluso en zonas de altísimo valor monumental paisajístico,
como en Combarro, lo cual fomenta un negocio inmobiliario de compra y
rehabilitación de antiguas casas y casonas lugareñas por y para los dueños de
las embarcaciones y personal de servicio portuario.
Las inversiones en carreteras y
puertos en Galicia fueron superiores, proporcionalmente, a las españolas durante la primera década de los 2000, y es visible. La
fiebre constructora, de carreteras, puertos, urbanizaciones… el turismo, hostelería,
industria agro alimentaria, servicios… ha llevado trabajo y pasta a las dos
provincias costeras, Pontevedra y Coruña. –Las dos provincias interiores, Lugo
y Ourense pierden bastante población y mantienen un paro declarado superior a
las dos provincias costeras- .
En conjunto Galicia tenía un PIB per
cápita superior a la media del español, aunque poco visible y probablemente más
concentrado en pocas manos que en la actualidad, su índice de convergencia con
la media de la UE la situaba en la mitad inferior de las CCAA, pero del año
2000 al 2010 ha mejorado aproximándose a la media nacional. Al menos en la
mitad de Galicia, en Coruña y Pontevedra los euros ahora se ven, no se esconden,
-¿lo verá Hacienda?- el dinero se palpa, alrededor de tantos puertos y amarres,
bares, restaurantes, casas, apartamentos, urbanizaciones, coches, ropas y
turistas playeros, carreteras de costa y aparcamientos abarrotados, -no así las
fenomenales vías rápidas de comunicación norte sur y algunas interiores-.
Esta manifestación externa de buena
salud económica mostrada por miles de gallegos en las costas, supone un gran
cambio social. Por una parte, están los ricos de siempre, que quizás ahora sean
más ostentosos, por otra, los que antes tenían dinero y mayoritariamente lo
guardaban en las tierras del interior, ahora lo invierten en segundas viviendas,
y lo gastan. Por otro lado existen miles de obreros trabajando en industrias sector público y servicios y una clase media emergente muy diversa con rentas superiores a 50.000 €, obreros
cualificados, técnicos y cuadros medios, y con rentas superiores a 100.000 € y directivos, pequeños y medios
empresarios, asesores y cargos en sector público… miles de individuos con saneados ingresos, algunos
procedentes de fuentes ilegales, otros proceden de su potencia industrial, automóvil, también semi-manufacturas y bienes de equipo… con gran peso
exportador proporcionalmente mayor que el conjunto de España.
La clase media gallega ha crecido es claramente urbana y sus gustos y comportamientos externos, de
viajes y consumo, de ostentación y disfrute, son similares a las de habitantes
de otros lugares. Esa clase media y los nuevos y viejos ricos coexisten con
decenas de miles de personas en la absoluta precarización.
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