La
frase del título se conoce de varias formas parecidas atribuidas a personajes distintos.
Yo la conozco atribuida a uno de los Rothschild quien en el siglo XIX tras el desgaste de revoluciones y
luchas de los obreros franceses vio la oportunidad de aumentar sus riquezas
cargándose a sus competidores y justificó su apuesta con la célebre frase ‘cuando
las calles de París se llenan de sangre es el momento de invertir’, para
indicar que era el momento adecuado para aprovecharse de las miserias, del punto de
derrota de la sociedad.
Salvando
las distancias, hoy España está en venta, - y Grecia, aunque es un mercado
menos apetecido que el español- estamos de saldo y el proceso lo van a dirigir sin
apenas control unos individuos determinados, algunos dirigentes del PP y
fuerzas vivas de apoyo, que tendrán amigos, e intereses que pagar –o que
invertir a futuro- y que con la cortina de humo de la crisis ocultarán, porque
además aumentarán las prisas y la necesidad ya que cada mes que pasa nos
hundimos más, sin remedio con estas políticas de recortar que han mostrado ya
su fracaso, cada vez menos PIB, por tanto mayor déficit en relación, y además menos
ingresos fiscales por la depresión aumentan el déficit otra vez, total, menos
posibilidad de mejorar déficit en relación al PIB.
Son
muchas empresas y sectores productivos los que mostrarán buenos precios para
ser compradas, empezando por la banca y cajas de ahorros y sus participaciones
industriales o comerciales, -recuerden que algunas de esas participaciones son
de las grandes multinacionales españolas-. La liquidación y nuevo
posicionamiento de las inmobiliarias, ofrecerán oportunidades también por las
participaciones que tenían en otros sectores y en otros países… o para comprar
inmuebles hasta ahora no vendidos, o apropiarse de edificios singulares de
representación en venta por los poderes públicos.
Habrá
que ir tomando nota de cara al futuro, de quienes son los compradores a bajo
precio de tantas ofertas de venta de lo público como irán saliendo, empresas,
terrenos, transportes, comunicaciones, concesiones públicas, negocios que eran
de titularidad pública y que pasarán a manos privadas.
Apuesten ustedes a que
una nueva clase empresarial, la elite de aprovechados, se constituirá en pocos
años, al igual que ocurrió durante el primer gobierno de Aznar cuando con el
cuento, o necesidad, qué más dará, de las privatizaciones, fueron entregadas
grandes empresas al ‘mejor amigo’ configurando la moderna clase empresarial
española, responsable en gran parte de la crisis que nos metió en el hoyo, que
dedicó sus esfuerzos a la economía financiera y especulativa, pero no a la
productiva.
Fondos buitre, -oportunistas-, y fondos soberanos, de China, por ejemplo, realizan ofertas en sectores y empresas claves como la energía y los transportes, veremos quienes entran en ellos, y en manos de quien queda la reconversión bancaria. Por supuesto sin perder de vista los movimientos menores de negocios grandes o medianos estudiados las oportunidades por grandes consultoras y bancos de inversión, negocios en donde a veces no será necesario ni comprar, bastará solo con expulsar a empresas actuales, obligando a cerrar a la competencia actual o futura, o las fábricas medianas en sectores rentables, segmento tecnológico o punta, las ciudades de vacaciones, grandes de la alimentación, logística, cadenas hoteleras, centros comerciales, naves…
Eurovegas es un buitre más, solo que mancha demasiado públicamente las instituciones del PP negociadoras y las de CiU. ¡En qué manos estamos!, que miserables, que sin vergüenzas, ¿alguien dudaba de por qué estamos en crisis?, pues hala mas de lo mismo, la mejor forma de salir, es lo único que se le ocurre a nuestra derecha tan igulita la madrileña como la catalana. Esta es la máxima modernidad que pueden ofrecer. De verdad, penoso, que muchos hayan confiado en ellos para conducir este país fuera de la tormenta.
El cuadro es del Consejo Consultivo de Privatizaciones
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