viernes, 19 de marzo de 2021

Un mito: La unidad de las izquierdas. (2)



EPÍLOGO:

’El Partido era una iglesia…
su fuerza derivaba tanto de la creencia y de la fe
como del intelecto…
el Partido tenía sus ritos, sus santos, sus lugares sagrados…
las asambleas semanales eran misas seculares…’
‘Party Animals’ David Aaronovitch. 2016.

Resulta difícil seguir creyendo en el mito de la unidad de las izquierdas ya que no existen demasiadas pruebas que puedan soportar tal unidad, y sí abundantes de lo contrario, lo cual no significa tener una postura indiferente a la importancia de la cantidad en cualquier situación; los mitos, por un lado, la racionalidad por otro. La división de la sociedad genera enfrentamientos entre grupos heterogéneos por lo que resultará imposible que un solo partido pueda definir la opción que beneficie a todos. La existencia de partidos, o partes de la sociedad, muestra la diversidad de expectativas y sueños.

En las sociedades democráticas, que son las que aceptan la imposibilidad de aniquilación de los otros, el voto condiciona obtener poder político; conseguir mayor número de votos que otros se convierte en un objetivo para todos los partidos, así que con fines electorales se pretende aglutinar grandes colectivos a costa de manipular sentimientos de unidad e igualdad que parezcan reducir diferencias, ello podría llegar a ser peligroso realizado con el objetivo de intentar barrer o derrotar absolutamente a los otros.

Consignas como ‘’somos el 99%’’ afirman que todos compartimos los mismos intereses. La consigna nació a raíz del artículo de Stiglitz en el cual escribía que el 1% de población controlaba el 40% de la riqueza, lo cual es cierto económicamente hablando, pero no cuando se pretende extender a la política, a la vida entera, y la consigna pretende que interioricemos que todos pensamos lo mismo. Creer que todos deseamos idénticos objetivos vivenciales y coincidimos en ideas e intereses está muy extendido, aunque la realidad muestra lo contrario cada día; hay múltiples bandos, grupos diversos dentro de las mismas corrientes, muchos ‘aquellos y estos’, se agudiza la transversalidad de identidades en cada individuo y grupo, la sociedad se hace más compleja.

Siete mil millones de personas vivimos en el Planeta, con ideas desiguales sobre la vida y la muerte, distintas interpretaciones sobre el universo y el medio que nos rodea, sobre la producción material e intelectual, sobre como determinar necesidades y satisfacerlas, … muchos de esos millones de individuos viven en el mismo marco físico y legal, lo cual sería imposible si la política no organizara la convivencia dotando de compromisos normativos ampliamente aceptados.

Los partidos de izquierdas en Europa ha abandonado los sueños revolucionarios, la apuesta a todo o nada, que normalmente se quedaba en nada y los están sustituyendo por el objetivo de ganar el gobierno, quieren tener acceso al BOE y parcelas de poder, eso plantea la batalla política en otro terreno completamente distinto al de la revuelta, lo integra dentro de normas democráticas, lo cual supone aceptar que las sociedades son heterogéneas y hay que convivir con múltiples intereses diferentes y la resultante de las fuerzas en litigio dependen en buena parte del poder de las mayorías expresadas en votos. En las mayorías confluyen múltiples intereses que se contraponen interactuando transversalmente, siendo aglutinados en torno a partidos. No podemos creer que la organización social pueda funcionar sin organizaciones, grupos de gente, lobbies, que acumulen presión y esfuerzos en torno a iguales deseos, aunque hoy un partido no puede representar la diversidad social sin sufrir graves contradicciones dentro de sus filas.

En las elecciones una mayoría absoluta puede lograrse con un tercio de los votos, ni siquiera es posible ganar por mitades, por tanto, un tercio podrá gobernar, pero no debería olvidar que por muchos votos que obtenga sea cual sea el partido que lo consiga, siempre tendrá enfrente a otros dos tercios, en muchas ocasiones con diferentes intereses a los ganadores e ideas y criterios distintos. Durante el transcurso del tiempo, los intereses, ideas y criterios de ganadores y perdedores se irán mezclando, buscando salidas posibles, que serán las comúnmente aceptadas. Cualquier equipo de gobierno debe entender que las fuerzas que le siguen nunca son mayores que las que tiene enfrente, que intentar aplastar al resto y gobernar contra la mayoría no tendrá resultados positivos. Entrar en el juego democrático de pretender ganar elecciones para gobernar, supone aceptar la imposibilidad de la destrucción total de los otros.

La suma numérica es importante tanto en situaciones extremas, como imprescindible en una sociedad democrática en la que el poder se logra mediante cantidades de votos generalmente superiores, enfrentadas a otras, generalmente de menor cuantía. Parece adecuado relativizar la idea de ‘todos juntos somos más, si las izquierdas se unen ganamos…’ porque no todos los de izquierdas quieren lo mismo, ni en objetivos, ni estrategia, ni táctica, ni en propuestas concretas, lo cual no impide que se pueda coincidir en algunos aspectos. Ítem mas, Los partidos de izquierda españoles no son un conjunto homogéneo, sólido con identidad única, en mayor o menor medida, todos conforman subconjuntos de tendencias en movimiento que generan tensiones fraccionarias en su vida diaria.

PSOE, Podemos, IU, ICV, PCE, ERC, CUP, EH-Bildu, Sortu, BNG, Compromís, Equo, Es el moment, Bloc, En comú, Las mareas, etc. etc. son partidos muy distintos, además, dentro de cada uno conviven tendencias diversas, a los anteriores habría que sumar decenas de grupos políticos, muchos abstencionistas; en las elecciones 20-D-2015 se presentaron más de 1.300 candidaturas provinciales, muchas de ellas eran grupos izquierdistas, probablemente entre un tercio y la mitad. La militancia y simpatizantes de los grupos de izquierdas, son una amalgama de tendencias, grupos e integrantes de movimientos con ideologías diversas, trotskistas, marxistas, comunistas, socialistas, socialdemócratas, ecologistas, feministas, demócratas, indignados, cristianos de base, … los hay europeístas y euroescépticos, anti sistemas y demócratas, independentistas y federalistas, reformadores y revolucionarios, etc.

Así creer en la unidad ante opciones tan heterogéneas resulta complicado, mejor conocer la disparidad de intereses aceptando que cuanta mayor pureza pretendida, menor cantidad de apoyos, más fracciones y mayor soledad. Ganar gobiernos para transformar condiciones de vida en millones de personas implica diluir estrategias e ideología, para sumar; hablar de unidad supone aceptar compromisos en los que todos ceden y nadie logra imponer su totalidad al resto. –Sin olvidar que; Militantes, simpatizantes y votantes de izquierda pueden cifrarse en torno a un tercio del censo electoral, ¿España es un país de izquierdas?-.

Manuel Herranz Montero. Febrero 2016
ttps://www.academia.edu/31413090/UN_MITO_LA_UNIDAD_DE_LAS_IZQUIERDAS


miércoles, 17 de marzo de 2021

Un mito: La unidad de las izquierdas


Próximamente elecciones en Madrid. Y vuelta a los mismos comentarios, mismas propuestas, los mismos deseos míticos de unidad. Deberíamos contentarnos con que la abstención en los barrios obreros fuera reducida, lograr no fuera superior al 30% ya sería un éxito. ello exige movilizaciones y mensajes diferentes, emocionales y racionales, exige ir allí, no solo a los medios de comunicación, exige hablar, contar las cosas que han pasado y por qué creemos que pasan, exige explicar por qué si ganan las derechas las inversiones no llegan a la sanidad pública en forma de personal sanitario, por qué se abandona la atención primaria, una de las joyas de la corona, explicar que si ganan la Ayuso y Cía, los impuestos se desvían a contratos millonarios a empresas privadas de amiguetes para construcción y mantenimiento de edificios semivacíos, pero sin médicos. 

Ayudas al pequeño comercio y la hostelería, tramposos, desprecian a los pequeños comerciantes, facilitan abrir grandes superficies sin trabas, con libre circulación en las zonas sanitarias confinadas. Madrid es la región de Europa con mayor número de grandes centros comerciales, eso hunde el comercio de barrio, pero abre un mundo de grandes negocios inmobiliarios y comerciales. Menos hablar de ideología reducido a frasecitas cortas y más explicaciones de lo que ocurre diariamente y por qué sucede. Y contar quien tenía las atribuciones sobre las Residencias de ancianos durante toda la pandemia, y quienes son los dueños de dichas residencias, y como se trabaja allí en condiciones muy precarias. Y más cifras y datos y menos conceptos guerracivilistas, el marco en el que se desenvuelven bien las Ayuso y Cía.

Palabras, debates, charlas, pero llegando a los barrios, sin plantearse la política como representación de obras teatrales que necesiten de titulares en los medios. Ojo, las grandes frases, no sirven mas que para los muy convencidos de la misma tribu, pero convencen a pocos más, aumentan el fervor de los ya convencidos, pero suman poco de los desesperados, de los desilusionados, de los que sufren la falta de medios de enseñanza pública, de los precariados. Y los poderosos no tiemblan por esas tonterías que dan tanto juego a los Inda y compañía, el problema es que asustan a muchos que podrían ayudar a reducir tanto negocio sucio como muestran los juzgados, comisiones o mejor dicho, sobornos, como muestran ahora, aunque muchos años después de ocurrido.

1.- LOS HECHOS HISTÓRICOS

‘Ahora sí, las izquierdas juntas gobernaremos.’
Pero… nada indica que esta vez sea diferente.

Asamblea Nacional Constituyente surgida de la Revolución Francesa, 11 de septiembre de 1789, en la discusión de uno de sus artículos se establece la posibilidad de veto absoluto por parte del Rey a las leyes emanadas de la Asamblea; los que estaban a favor se sitúan a la derecha del presidente de la misma, los que defienden la soberanía nacional, por tanto contrarios al absolutismo, se ponen a la izquierda. Desde entonces, la Izquierda es asociada a la defensa del cambio social y los valores de la Ilustración, racionalidad y laicismo, concentrados en las proclamas de libertad, igualdad y fraternidad, o solidaridad, que dieron lugar a la Revolución Francesa.

Condorcet es uno de los más destacados ilustrados, activo partidario de la Revolución desde sus inicios, representante de París en aquella Asamblea; en 1791 es elegido secretario de la misma. La Asamblea lleva a Luis XVI ante los tribunales acusado de traición, Condorcet es uno de los acusadores, aunque contrario a que el Estado practicara la pena de muerte. En 1793 votó en contra de la constitución de los jacobinos, considerado desde entonces traidor a la revolución, es perseguido, se da a la fuga, finalmente encarcelado. El 29 de marzo de 1794 murió en su celda.

‘Condorcet fue uno de los grandes matemáticos de todas las épocas, 
uno de los fundadores del cálculo diferencial y
el primero que estudió el posible empleo
de las matemáticas en la toma de decisiones…
Fue también defensor de la igualdad de derechos
de la mujer, de los pueblos y las razas y un abolicionista
que planificó el primer sistema educativo nacional’.
‘La Ilustración.’ Anthony Pagden. Alianza Editorial.2015.

Desde el instante que nace el concepto Izquierda, un sector de los revolucionarios liquidó a individuos que poco antes eran camaradas o aliados. No es que en el pasado, antes del S XVIII, no ocurriera lo mismo, siempre hubo enfrentamientos entre individuos que podían coincidir en la defensa de intereses similares, lo significativo del mito de la unidad de las izquierdas es que pasa el tiempo y nuevas generaciones vuelven a soñar con esa especie de paraíso, sin aceptar que existen diversidad de grupos porque hay diversidad de intereses y sensibilidades, hay multitud de emociones y sueños que darán lugar a cosmovisiones diferentes, aunque parezcan coincidentes, o incluso lo fueran momentáneamente, siempre existieron grupos que creyendo estar en posesión de la verdad pretendieron obligar a los otros a vivirla como ellos.

Dentro de las izquierdas, -en toda ideología, lugar y época-, hay teorías e individuos que creen que la solución pasa por derrotar a los otros, y convertirse en libertadores del pueblo; creen que los conflictos se sustancian aplastando a los que piensan diferente. Existen grupos enfrentados dentro del mismo panel ideológico, en este caso izquierdas, los seres humanos que desarrollan espíritu crítico se creen fácilmente en posesión de la verdad, quizás confundidos con los esfuerzos realizados para llegar al conocimiento que los hace sentirse superiores. Naturalmente también hay enfrentamientos brutales dentro de las izquierdas, porque entre dichos grupos e individuos conviven intereses distintos, de clase, nacionalidad, religión, sexo… diferentes postulados ideológicos, políticos, económicos, de identidades cruzadas en porcentajes diferentes…

La historia está jalonada de conquistas
de libertad e igualdad, justicia y solidaridad,
protagonizadas por las izquierdas.
Pero también protagonizaron múltiples luchas fratricidas.

Los siglos XIX y XX están bañados por la expansión del movimiento obrero en lucha contra la explotación y por un mundo nuevo; las luchas por los valores laicos, reconociendo al ciudadano como piedra angular de derechos y la separación de Iglesia y Estado, luchas por la libertad, igualdad y solidaridad, toman su mayor fuerza y empuje dentro de la lucha de clases; contra la explotación y represión nacen, se organizan y luchan las grandes corrientes anarquistas, socialistas y comunistas. Aunque las sufragistas existieron en el XIX, la lucha feminista cobrará un enorme empuje en el XX, el siglo de la revolución de la mujer, y tras la II Guerra Mundial crecerá el movimiento ecologista, ambos movimientos con similares prácticas de enfrentamientos internos y diferenciación de intereses volcadas en escisiones.

De cada corriente principal surgen unas cuantas que se diferencian entre sí, dichas corrientes secundarias a su vez alumbrarán múltiples organizaciones y grupos que se pelearán por ser los más puros en la interpretación de los textos fundamentales, al tiempo creerán ser los más eficaces luchadores para conquistar un mundo sin explotación ni represión… La unidad de la izquierda comenzará por contener tres o cuatro grandes corrientes: anarquistas, socialistas, comunistas –luego también feministas y ecologistas- que se irán fragmentando en otras varias cada una de ellas, que a su vez se irán escindiendo en multitud de grupos. Particularmente destacable es que todos los partidos o grupos, fueran grandes o pequeños, de hace cien años o diez, todos hablarán de crear la unidad de la izquierda; pero en torno a ellos. No toda la historia de las izquierdas se pierde en luchas internas, ni mucho menos, las conquistas sociales están unidas a fuertes luchas empujadas por partidos de izquierdas, pero conviene considerar la experiencia histórica de momentos cruciales en los que la violencia interna entre las izquierdas se desató. Ello también forma parte de la experiencia resumida a continuación.

ttps://www.academia.edu/31413090/UN_MITO_LA_UNIDAD_DE_LAS_IZQUIERDAS

lunes, 15 de marzo de 2021

Ayudas gubernamentales en la crisis.

La realidad es compleja. Y todo se lía en la escena política actual, mas de la cuenta. Comparar las ayudas, los esfuerzos que realiza cada país en esta crisis es muy difícil, las denominaciones utilizadas son diferentes, los conceptos varían en ocasiones y la finalidad concreta a la que son destinadas las ayudas pueden ser algo diferentes, hasta que no se publiciten informes comparativos. Este artículo de un hombre serio, templado y experto en diversos temas de la UE, como Vidal-Folch, puede sernos de utilidad para entender que no todo es tan malo como dicen algunas voces. Ni tan bueno como sería deseable. ( Dedicado a mi amigo Juanito)

‘España,en cabeza de Europa’. Xavier Vidal-Folch. 12-03-2021.

''El nuevo plan de ayudas afianza el liderazgo europeo de España en el desembolso efectivo de fondos a la economía real

Era necesario y urgente. El programa de 11.000 millones destinado a mejorar la solvencia de las empresas en dificultades viene a aumentar el flujo programado de subsidios o equivalentes, que han totalizado unos 40.000 millones de euros (en forma de ERTE). Reequilibra en parte la pata de las llamadas ayudas indirectas (porque no cargan directamente sobre el presupuesto, quizá en el futuro) de 120.000 millones en forma de avales y garantías sobre préstamos (los ICO). Y afianza el liderazgo europeo de España en el desembolso efectivo de ayudas a la economía real.

Su tamaño no es menor, aunque dista de los paquetes de esas ayudas arbitradas hasta ahora, y también de las peticiones, a veces magnificadas, de los sectores demandantes. Pero su mayor importancia seguramente es cualitativa. Lo interesante es que se han arbitrado tres mecanismos nuevos, tres fondos distintos, con sus reglas respectivas, cuya dotación será modulable. Probablemente acabarán revisándose al alza, lo que llevará al anticuario el pulso por la cuantía, entre el afán de autovisibilización de la vicepresidencia de Derechos Sociales de Pablo Iglesias (que pedía “al menos” 8.000 millones de subsidios) y el de compensar las distintas necesidades de la de Asuntos Económicos, de Nadia Calviño (que estimaba unos 5.000) y que al final se ha acercado a lo salomónico (7.000 millones), aunque más cerca del vicepresidente segundo. Mientras que la concentración en turismo, hostelería y restauración, que este negaba (las ayudas “no se deben realizar por sectores”, proclamaba) se decantan por la vicepresidenta económica, de ahí el especial apoyo a Baleares y Canarias. En todo caso, las cifras finales dependerán de que estas iniciales deban revisarse en el futuro en función de la velocidad de la recuperación; y ésta, de la contención de la pandemia.

La clave de futuro es, pues, la gobernanza. El fondo de subsidios (mal llamado de ayudas directas, pues todas lo son para las empresas) se gestionará por las autonomías, como propugnaban Calviño y la ministra de Hacienda, María Jesús Montero (contra la idea del socio minoritario de que “este fondo no debe transferirse” a las comunidades), lo que lo hará más dúctil y capilar. Pero bajo condicionalidad y control de Hacienda. Ahí la pretensión es centrarse únicamente en salvar a las empresas “viables”, confirmó ayer la vicepresidenta. Y evitar así dilapidar dinero público manteniendo a las muertas vivientes. Es la obsesión de la mayoría gubernamental: invertir con filtros, en vez de gastar sin hormas. Una obsesión inspirada en el mandato de que las empresas carentes de viabilidad “emprendan cambios drásticos de su modelo de negocio o desaparezcan para evitar la creación de compañías zombis”, como propugna el informe del Grupo de los 30 redactado bajo presidencia de Mario Draghi (Reviving and restructuring the Corporate sector post-covid, diciembre 2020). El fondo de recapitalización pública de pymes (1.000 millones) las redime de una discriminación negativa por tamaño, pues solo operaba la de SEPI para las grandes empresas: y es un enorme reto para la mercantil pública Cofides y el Ministerio de Industria, ya que lo pequeño es hermoso pero más arduo de gestionar. Y el de reestructuración de deudas (3.000 millones) alcanza un equilibrio practicable entre el rigor en el dispendio público y la necesidad de no agravar las presiones sobre la banca, objetivos no fáciles de cohonestar que han defendido con elegancia Calviño y el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos.

Este paquete completa --insistamos, más por las políticas que por su estricto tamaño—lo desplegado hasta ahora. Al involucrar a diferentes administraciones y ámbitos (autonómicas y central; Economía, Hacienda e Industria; la banca privada, el ICO y otras sociedades públicas…) concurren distintos agentes, que debieran asegurar pluralidad y control de eficiencia. Veremos también si intensidad y velocidad suficientes en el otorgamiento de las ayudas. Que hasta ahora han sido muy superiores a la media europea, a nuestros principales vecinos y a todos los grandes países de la Unión.

El dramatismo de la crisis, la sonoridad de las reivindicaciones y algunos estudios crearon la opinión de que España ha sido el peor estado miembro a la hora de dispensar apoyo a las empresas y la economía real. Muchos ciudadanos se han quedado con esa copla. En ocasiones porque se ha impuesto la estúpida idea de que créditos, avales a préstamos y otras garantías son ayudas de ínfimo valor comparadas con la inyección de dinero cash incondicional. Falso: en el corto plazo de una crisis (digamos un año), una empresa en principio solvente prioriza la obtención de liquidez para sobrevivir, importa menos si prestada (como se ha enfatizado en España) o subsidiada, sin obligación de reembolso (como en Alemania).

Una confusión semántica agrava la percepción. El concepto de ayuda directa aplicado a las inyecciones de dinero solo tiene relevancia inmediata para el presupuesto público (pues la ayuda en subsidios sale de ahí), mientras que el flujo indirecto (préstamos) solo acabará perjudicándolo al transcurrir más tiempo, en caso de que el prestatario caiga en mora o quiebre. Pero para las empresas, en la trascendental primera fase --o sea, al menos 2020--, la modalidad en que se vehicule esa financiación es mucho menos determinante.

Además, hay que distinguir entre el anuncio y el desembolso. Algunas investigaciones contabilizaron solo las primeras ayudas programadas en los borradores de presupuestos, y no las realizadas o ejecutadas. Es lo que ocurrió con un estudio del BCE, que además enfatizaba la escasez de ayudas a fondo perdido en España en relación con la amplitud de las crediticias y la colocaba así en la peor posición (The initial fiscal policy responses of euro area countries, ECB, 21/1; y EL PAIS, 3/2). Trabajos posteriores destacaron en cambio que los compromisos crediticios de España “alcanzan el 9%” de su PIB, mientras que los de Alemania solo el 1% (Covid-19 credit support programmes, Bruegel, 24/2). O que “la más amplia respuesta fiscal se anunció en España con un esfuerzo global, en emergencia y recuperación, equivalente al 11,2% de su PIB”, por el 8,4% en Alemania” (Fiscals plans in Europe, Vox-EU, 19/2).

Así que sucede lo contrario de lo que se percibe. España figura entre los mejores, si no es el país que mayor esfuerzo público real (no solo anunciado), más intenso y más rápido, ha ultimado hasta ahora. Lo acredita la detallada carta de la vicepresidenta de la Comisión, Margrethe Vestager, al Parlamento Europeo (del 3/3; EL PAIS, 4/3), que contabiliza las ayudas no solo programadas, sino efectivamente ejecutadas (aunque excluyendo los ERTE españoles y las exenciones fiscales de otros países). El liderazgo español en la intensidad de apoyo a empresas y autónomos en 2020 resulta abrumador: sus ayudas globales reales supusieron el 7,3% del PIB, más del doble que en Alemania (3,02%) y que la media de los 27 (3,30%) y superiores a Francia (6,40%) e Italia (6,03%). Además de la intensidad, ante una crisis tan abrupta y voraz importa mucho la rapidez de las medidas que la contrarresten. También en eso España encabeza a la UE. Del anexo de esa carta se concluye que España ha ejecutado ya el 60% de los apoyos previstos, una velocidad superior en nueve veces a Alemania (6,5%), y también mayor que Italia (23%) y Francia (35%).

Claro que eso son cifras globales: no excluyen superiores necesidades, cuellos de botella y dramatismos en determinados sectores y en miles de casos individuales. Y no se repetirán este año, porque las mayores ayudas presupuestarias en otros países, de ejecución más lenta que las crediticias, cambiarán radicalmente la clasificación. Es justo eso lo que, en parte, aunque acotada, matizará el paquete aprobado este viernes.''

lunes, 8 de marzo de 2021

La revolución de las mujeres, españolas

Foto del autor. Manuhermon. Casavieja 1978.

Las mujeres eran fundamentalmente esposas y madres,

algo así como el templo de la raza…

Es importante recordar esa realidad pues pesará como una losa, como en oros diversos temas, en la ideología y en la práctica política de los partidos de la derecha española tras la muerte del dictador.

Es decir, no han podido desprenderse del todo de la pesada herencia franquista y más con una Transición que en realidad dirigieron ellos.

‘C’ de España’, página 244.


Es importante en todos los análisis, determinar el aspecto principal, que no es lo único, sino lo dominante, y definir lo secundario, caracterizarlo para diferenciarlo claramente, ello permitiría guiar mejor nuestro ideario de activismo, nuestra estrategia y actuación política. Pero siempre, si pretendemos comparar, es importante aportar datos, cifras, hechos, además de opiniones, sigan leyendo y comparen pasado y presente, comprobarán que la pesada losa fue retirada y que del pasado templo de la raza y de la pesada herencia franquista se hizo añicos. ¿Transición dirigida por ellos, los franquistas? ¿Acaso pretenden afirmar que la lucha de las mujeres fue dirigida por los franquistas? Fue contra ellos, y ganaron.

O esto que vivimos, es franquismo, o no lo es, la indefinición lleva a muchos errores de bulto en cada capítulo, si se afirma que durante el franquismo ‘Las mujeres eran fundamentalmente esposas y madres, algo así como el templo de la raza… y se constata que hoy las mujeres españolas disfrutan de una sexualidad libre de maridos e hijos, si comprobamos que las españolas hoy son grandes deportistas a nivel mundial, si vemos que hoy están entre los primeros eslabones de la revolución feminista global, si disfrutamos de su alto nivel de estudios y ocupación universitaria, de sus capacidades profesionales en muchos y variados ámbitos, de su nivel de intervención política ocupando buen número de puestos en el Congreso y en el Gobierno, ocupando lugares de poder en el ejército, el CNI, en el sistema productivo… en definitiva si se dice que en el pasado eran una cosa y se demuestra que en el presente son otra muy distinta, habrá que colegir que muchas personas se han equivocado al tratar de hacer pasar esta democracia como un anexo del franquismo. O tienen un lio de tres pares de narices en la definición y conceptualización de las sociedades. Lo cual no es óbice para aceptar que existen grandes desigualdades e injusticias, que requerirán enormes esfuerzos de mejora. Pero por favor, no comparen, esto, no es aquello.

En demasiadas ocasiones los árboles no dejan ver el bosque, los hechos diarios, muchas veces terribles, no permiten ver más allá, nos enredamos en un aspecto del cortísimo plazo y perdemos de vista el conjunto, dejamos de apreciar la perspectiva histórica. El hecho de saber de dónde venimos es importante, nada mejor que compararnos con el resto del mundo y nuestro pasado para saber dónde estamos, comprobar si avanzamos o retrocedemos a medio y largo plazo es un buen ejercicio a realizar más a menudo de lo que hacemos. Otra mirada sobre España, sobre nuestras vidas, sobre nuestra realidad democrática, es posible y necesaria, dirigiendo nuestra mirada a lo lejos, hacia el conjunto, podremos observar otros aspectos del mundo real, que no niegan los oscuros que vivimos día a día, pero enriquecen la realidad que nos rodea, nos aportan mayor conocimiento sobre nuestra sociedad, lo cual es muy positivo y recomendable para nuestras vidas.

En el franquismo de los años 40 y 50, las mujeres vinculadas a los perdedores, esposas, hermanas y madres, además de fusilamientos, la represión y torturas, el hambre, miseria y enfermedades, sufrieron particularidades represivas por ser mujeres, palizas, robo de hijos, -cuántos ¿40.000?- humillaciones públicas, perseguidas y violentadas habitualmente, si querían ir a la cárcel a visitar a su marido o padre, sufrían agresiones sexuales como pago de visado, muchas veces las sufrían simplemente por vivir, trabajar o comer. Un buen amigo que vivió en una de las colonias de pobres en Madrid, me contaba que estaba vigilada, controlada por unos fascistas ganadores, individuos que controlaban las entradas y salidas de aquellas casuchas y el encaje laboral de aquellas personas. Este amigo contaba que presenció en su infancia, como el personaje controlador tomaba a una esposa o hija y la metía en una de aquellas casuchas/chabolas para violarla antes de concederla permiso para ir a Carabanchel, o con la amenaza de no dar un parte, chivatazo sobre algún familiar.

El franquismo prohibió el matrimonio civil, la contracepción, el divorcio, y restableció el Código Civil napoleónico, de 1889, que, entre otras cosas, sostenía que: ‘’ la mujer casada no puede trabajar sin consentimiento del marido, ni abrir una cuenta bancaria, ni disponer de los ingresos de su trabajo, ni comprar bienes, ni suscribir contratos, ni administrar sus bienes, se designa al marido administrador único de los bienes del matrimonio, ni puede sacar pasaporte, ni ser tutora, ni comparecer en juicio, ni puede ser cabeza de familia, ni puede aceptar herencias, ni solicitar partición de bienes’’... Si estaban casadas no podían inscribirse como paradas en las oficinas de colocación, se llegó a prohibir el empleo femenino de las casadas en 1942, y se instauró el despido obligatorio de solteras cuando se casaran, ocurriendo todavía en los años sesenta.

Durante el franquismo las mujeres quedarán recluidas en el hogar bajo la tutela del padre hasta los 25 años cuando ganaban la mayoría de edad, salvo anterior matrimonio, quedando entonces sometidas al marido, -la mayoría de edad masculina era a los 21 años, las mujeres se equipararán a los hombres en 1972-. Había que aguantar toda la vida al marido, se prohibió el divorcio. No podían firmar contratos, abrir cuentas, elegir profesión, ni disponer de sus propios bienes… sin autorización masculina. El Código civil equiparaba a las mujeres con locos y dementes… Existían duras penas por aborto, incluida la cárcel, además del peligro de morir por estar prohibido y ser practicado clandestinamente en condiciones harto penosas, y tener un hijo fuera de la institución familiar costaba repudio y marginación por vecinos, y las instituciones del régimen, los padres podían dar en adopción a sus hijos sin consentimiento materno hasta ese año de 1970. La sexualidad femenina era bloqueada, perseguida, y vinculada a parir hijos. Las agresiones a las mujeres se producían constantemente, sin rastros de su existencia, los hechos quedaban en las tinieblas. Imposible denunciarlos sin exponerse a mayores penalidades.

El adulterio femenino estaba extremadamente perseguido y penado, mientras para el hombre no había penas por adulterio, solo en caso de amancebamiento, las penas para el adulterio femenino eran durísimas, permitiendo en la práctica que padres y maridos pudieran matarlas sin ser castigados penalmente para lo cual se llegó a configurar una particular figura penal franquista, el uxoricidio, la muerte de la esposa a manos del marido, que, si era sorprendida en adulterio, no era penado matarla, como tampoco si era la hija menor de 23 años. Esta brutalidad no se cambió hasta comienzos de los años sesenta, veinte años después de la derrota.

A las mujeres no se las permitía estudiar, los datos así lo prueban, como también los discursos que justificaban el diferente destino de mujeres y hombres, la obligatoriedad de escolarización sin discriminación por sexo, se fija en la Ley General de Educación de 1970, treinta años después de ganar la guerra y romper aquel avance de la República. Las mujeres no podían abrir cuentas corrientes, ni firmar contratos, ni abrir empresas… necesitaban autorización de los maridos para hacer muchas cosas. En el franquismo no era habitual ver mujeres solas por los bares, cafeterías, restaurantes, cines, conciertos, exposiciones, conferencias… no veías pasear grupos de mujeres por los pueblos y ciudades pequeñas

En otros momentos volveremos al asunto del franquismo, transición y democracia, aquí y ahora interesaba resaltar la importancia de la lucha de las mujeres -movimiento feminista y conjunto del movimiento LGTBI- componente esencial de las transformaciones efectuadas en la sociedad española, de los que algunos verán aquí publicados, y en cuya consecución, muy poco tuvieron que ver esos franquistas adictos al Movimiento que algunos identifican como los que impusieron la transición. Es muy insensato decir que fueron esos franquistas adictos al Movimiento quienes cambiaron las condiciones de vida relatadas anteriormente, es un error político descomunal hacerlo, además de una mentira aberrante, implica asimilar dos modelos de sociedad muy diferentes embelleciendo al franquismo.

En España hoy estamos lejos del siglo XIX y del franquismo. Salvo que se demuestre que en la España democrática suceden hechos como los relatados anteriormente. La democracia está bastante distanciada de aquella historia pasada en muchos aspectos, pero destaca uno en el que las diferencias son abismales. La revolución de las mujeres ha roto con el pasado en múltiples cuestiones que afectan a toda la sociedad española, incorporando millones de personas al conjunto de la vida social en cualquiera de sus manifestaciones, sea en la calle, en la cultura, el deporte, en el mundo laboral, en la política, La capacidad de influir de las mujeres en todas las decisiones de la vida, es extremadamente diferente respecto al pasado franquista y más allá. Sin perjuicio de lo mucho que queda por corregir, para saber dónde estamos estaría bien, de vez en cuando, reconocer lo conseguido. Quien pretenda hacernos creer que esta sociedad democrática del siglo XXI se aproxima al pasado franquista, tiene un mal sueño, está fuera de la realidad y debería empezar a considerar la revolución efectuada en España por ‘la mitad del cielo’.
 
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La revolución de las mujeres, españolas, forma parte del capítulo 'LA REVOLUCIÓN DE LAS MUJERES'. https://es.calameo.com/read/006531918c2aaecd10b62

Que a su vez es un apartado de 'CALIDAD DE LA DEMOCRACIA ESPAÑOLA (II)

sábado, 6 de marzo de 2021

Creación de la Seguridad Social. El I.N.P.

El Instituto Nacional de Previsión. I.N.P. Hasta el I.N.S.S.

La población protegida por el Estado franquista, a través de su AAPP era muy poca, y selectiva. En 1945 primer año del que se dispone de información del antiguo Instituto Nacional de Previsión, INP, el porcentaje asistido por la sanidad pública representó alrededor del 22% de los españoles, llegando a alcanzar al 33% en 1956, hubo que esperar a 1964 para llegar al 50% de la población. La mitad de los españoles no tenía asistencia sanitaria a mediados de los años sesenta, veinticinco años después de terminada la guerra.

El INP, nació por ley en 1908 aprobado por las Cortes españolas en febrero, firmando el decreto Alfonso XIII, y se extinguió en 1978; fue la primera institución pública oficial encargada de la Previsión Social, protección y asistencia sanitaria en España, impulsor de los seguros sociales obligatorios, con antecedentes en la Comisión de Reformas Sociales creada en 1883, como plataforma de estudios y propuestas, que posteriormente influyó en la creación del Instituto de Reformas Sociales en 1903. La Ley de accidentes de trabajo de 1900 y la Inspección de Trabajo creada por Ley en 1906, fueron complementos necesarios de la previsión social. De aquella idea de INP nacen conceptos como el régimen de retiro obrero, seguro de maternidad, los subsidios familiares, los seguros de enfermedad, accidentes, vejez, invalidez, de paro, las mutualidades y montepíos, … conceptos que tendrán su desarrollo pleno en el estado de bienestar posterior a la II Guerra Mundial.

Para situarse en la época franquista, nada mejor que sus propias palabras y datos, permitan transcriba párrafos entresacados del ‘Informe sobre las actividades y resultados de la gestión del Instituto Nacional de Previsión, presentado por su Director General Excmo. Sr. D. Luis Jordana de Pozas’, presentado en la ‘’I Asamblea General del Instituto Nacional de Previsión. Ministerio de Trabajo; Instituto Nacional de Previsión. 1953. Sección I, ‘Los seguros sociales en España de 1936 a 1950’.’’

‘’1. Los Seguros sociales antes del 18 de julio de 1936.-

‘’En la fecha gloriosa del Alzamiento Nacional, los Seguros Sociales en
España estaban regidos por diversas leyes, la primera de las cuales fué la
de 27 de febrero de 1908, y administrados por el Instituto Nacional de
Previsión, organismo autónomo dependiente del Ministerio de Trabajo.
Su origen, desenvolvimiento y gestión anterior se hallan reflejados en
las publicaciones, Memorias y Balances anteriores a 1936, por lo que no
hemos de referirnos a ellos más que en la medida imprescindible, para
tener un punto de partida y de referencia al período que este Informe
abarca.

Al comenzar el año 1936, la gestión de los Seguros Sociales existentes
corría a cargo del I. N. P. y de sus Cajas Colaboradoras. las Cajas Nacionales del Paro Forzoso y del Seguro de Accidentes del Trabajo, que tenían Consejos separados y que se establecieron con jurisdicción sobre todo el territorio nacional, si bien utilizaban también las Cajas Colaboradoras como órganos regionales. Las Cajas colaboradoras eran veinte, unas provinciales y otras regionales.

Algunas de ellas eran Cajas de Ahorro popular, de fundación anterior al
propio Instituto, mientras que la mayoría habían sido fundadas por gestión
de éste, y tenían como actividad fundamental la gestión de los Seguros
Sociales en su territorio, aun cuando muchas de ellas hubieran también
establecido secciones de ahorro.

Aparte de sus funciones de enseñanza y divulgación, a las que siempre
dedicó gran atención, los Seguros Sociales existentes se dividían en dos grupos: de Libertad Subsidiada, que comprendía los seguros voluntarios Infantil o de Dote, de Pensiones inmediatas o de Vejez y de Amortización de
Préstamos; y los seguros obligatorios, que abarcaban el Retiro Obrero, el
Seguro de Maternidad, el de Accidentes del Trabajo y el de Paro Forzoso.

El Instituto había elevado al Gobierno proyectos relativos al Montepío de
Funcionarios Locales, al Montepío Marítimo Nacional, al Seguro especial
de los Mineros, a la Ley general de Mutualidades, a los Seguros de Enfermedad e Invalidez y a la Unificación de los Seguros Sociales

El Retiro Obrero obligatorio contaba en toda España con 415.000 afiliados,
ascendiendo la cotización, durante el año 1935, a 45 millones de pesetas.
El Seguro de Maternidad tenía 741.000 aseguradas, con un total de
cuotas, en 1935, de 19 millones de pesetas. Sin embargo, las prestaciones
satisfechas en el Retiro Obrero sumaron en el mismo año nueve millones
de pesetas, y las de Maternidad, seis. El Balance técnico general del Instituto propiamente dicho, en el mismo año cifraba su Activo en 456 millones de pesetas, de las que 87 millones estaban invertidos en préstamos de finalidad social y 356 millones en valores públicos o industriales, siendo la diferencia valor de inmuebles y existencia de tesorería.

En los Balances acumulados del Instituto y de sus veinte Cajas Colaboradoras, las inversiones sociales ascendían en la misma fecha a 301 millones de pesetas, y las de carácter financiero, totalizadas, a 701 millones, lo que hacía ascender a 1.002 millones de pesetas el que se llamó "Tesoro de la Previsión". Esta considerable acumulación de fondos se había realizado por consecuencia del régimen financiero de capitalización, que estaba en la base del Retiro Obrero y de las pensiones por Libertad Subsidiada y Accidentes del Trabajo.

El Régimen de Retiro Obrero Obligatorio continuó rigiéndose por el
Decreto-Ley de 18 de marzo de 1919 y su Reglamento de 21 de enero de
1921 hasta su derogación por la Ley de 1 de septiembre de 1939, que estableció un nuevo Régimen de Subsidio de Vejez reglamentado por Ordenes de 6 de octubre de 1939 y 2 de febrero de 1940, desarrollando así la Declaración X del Fuero del Trabajo, La implantación en España del Seguro de Enfermedad había sido ahincadamente perseguida por el I. N. P. desde el año 1910, dedicando a él particularmente las Conferencias de 1917, en Madrid, y 1922, en Barcelona, en la que elaboró, después de apasionadas discusiones, las primeras bases para su establecimiento. Desde 1932, en que fué ratificado el Convenio de Ginebra sobre el Seguro Obligatorio de Enfermedad, venía obligada España a establecerlo. Ello fué motivo de un nuevo período de actividad, concretada en docenas de publicaciones, propuestas y proyectos.

El Seguro Obligatorio de Maternidad quedó integrado en el nuevo de
Enfermedad. Había sido creado por el Decreto-ley de 22 de marzo de 1929,
completado por su Reglamento de 29 de enero de 1930, y comprendía a
todas las mujeres asalariadas entre los dieciséis y cincuenta años.
Otro régimen desaparecido fué el Subsidio de Paro Forzoso, que había
sido creado por Decreto de 25 de mayo de 1931, encomendado a una Caja
Nacional, y con Reglamento de 30 de septiembre del mismo año. El «astenia era el llamado "de Gante", y consistía en la bonificación del subsidiu de paro, abonado a sus socios por las entidades primarias que otorgaran a sus afiliados este beneficio. Su desarrollo fué escaso, y la base sindical en que se apoyaba quedó sustituida, al advenir el Movimiento, por otra organización de orientación y fines muy distintos. Consiguió éste eliminar totalmente el paro forzoso, que, por ventura, no ha vuelto a constituir un problema general en España.

La legislación de accidentes del trabajo anterior al Movimiento Nacional
era distinta para la agricultura, para la industria y el comercio y para
el trabajo en el mar. En la agricultura, regida por Decreto-ley de 12 de
junio de 1931 y su Reglamento de 25 de agosto siguiente, no existía Seguro
obligatorio propiamente dicho, aun cuando sí obligación de asegurar el
cumplimiento de las obligaciones patronales relativas al pago de indemnizaciones, bien en una Mutualidad o en una Compañía de Seguros legalmente constituidas. En la industria y comercio, sometidos a la Ley de 4
de junio de 1932, al Decreto de 8 de octubre del mismo año y al Reglamento de 31 de enero del siguiente, con sus disposiciones complementarias, hay un Seguro obligatorio para el riesgo de incapacidad permanente y muerte, y tiene carácter facultativo el Seguro contra la incapacidad temporal.

El Seguro obligatorio, a su vez, se divide, en el Seguro de rentas, atribuido
con carácter exclusivo a la Caja Nacional de Seguro de Accidentes
del Trabajo, y en el Seguro directo contra los riesgos de incapacidad permanente y muerte, que practican las Compañías y Mutualidades autorizadas y la propia Caja Nacional. Los accidentes de trabajo en el mar, con arreglo al Real Decreto de 5 de abril de 1929 y a su Reglamento de 20
de noviembre de 1931, habían de estar asegurados en Mutualidades obligatorias.

Finalmente, fueron creados, con arreglo a las disposiciones primeramente
mencionadas, dos fondos especiales de garantía, uno para la agricultura
y otro para la industria, cuya administración y defensa se confirió»
asimismo, a la Caja Nacional, la cual está integrada en el I. N. P.

En el campo de las Enfermedades Profesionales introdujo el nuevo
Estado una verdadera y fecunda revolución. Antes de él, apenas podemos señalar algunas sentencias del Tribunal Supremo que comprendieron la enfermedad profesional en el concepto de accidente del trabajo, y la casi póstuma Ley de Bases, que lleva la fecha de 13 de julio de 1936, la cual, por no haber sido desenvuelta en un texto articulado, no alcanzó vigencia efectiva.’’



En el informe referido anteriormente, del año 1953, en el Apéndice V ‘Plan Nacional de Instalaciones Sanitarias del Seguro Obligatorio de Enfermedad, aprobado por orden del Ministerio de Trabajo de 26 de febrero de 1947’ aparece un mapa de España entre las páginas 212 y 213, titulado Plan de instalaciones sanitarias del Seguro de Enfermedad, en dicho mapa que aquí se publica, aparecen signos identificativos de Residencia Sanitaria, Ambulatorio completo y Ambulatorio reducido, y su implantación provincial. Pueden contar los ambulatorios de cada provincia; 20 en Galicia, 16 en la Comunidad Valenciana, 8 en Madrid, 6 en Cantabria, 7 en Asturias, 3 en Toledo, 2 Guadalajara, 5 Ávila, 3 Cuenca, 4 Albacete, 9 Ciudad Real, 4 Cáceres, 3 Málaga, 5 Granada, 2 Almería, 5 Sevilla, 4 Gerona, 10 Barcelona, 5 Tarragona, 3 Huesca, 5 Zaragoza, 13 País Vasco, 3 Palencia, … Pueden compararlos con las instalaciones del siguiente cuadro que recoge la situación de España en 2018, número de centros de salud por CCAA, por ejemplo Andalucía cuenta con 1.514, Cataluña 1.253, Castilla la Mancha 1.311, Castilla León 3.914, Madrid 424...

Lola Morillo, socióloga del Gabinete Interfederal de CCOO, da la cifra de 543 ambulatorios construidos por el franquismo en toda España desde 1943 a 1976. En datos del Ministerio de Sanidad de 2016, la totalidad de centros de atención primaria es de 13.197. Aun habiendo disminuido en 173 centros en los dos últimos años la comparación con el franquismo es apabullante. El cuadro con el desglose de centros por CCAA pueden verlo aquí publicado. Considerando Asturias, solamente, tiene más centros de salud hoy, que tenía toda España en mitad de los años cincuenta, de acuerdo con los datos del ‘Plan Nacional de Instalaciones Sanitarias del Seguro Obligatorio de Enfermedad, aprobado por orden del Ministerio de Trabajo de 26 de febrero de 1947’.


En 1960, veinte años después de terminada la Guerra civil, España tenía una población de unos 30,5 millones de habitantes, había 35.680 médicos, lo cual equivalía a 1,17 médicos por cada 1.000 habitantes. Pasaron a ser 2,05 médicos por 1.000, en 1975 y más que doblaron pasando a 5,44 en 2017. En aquel franquismo de 1960 había unos 27.000 diplomados en enfermería, que representaban menos de 1 por cada 1.000 habitantes. En democracia aumentó el número de enfermeras/os pasando a ser 2,65 por 1.000 habitantes en 1978, y a 6,43 en 2017. La mejora de salud de los mayores aumenta los años de esperanza de vida desde 1975 hasta hoy, entre 9 y 10 años. En ambos casos, influye el desarrollo democrático implementando mejor servicio sanitario dotado de más instalaciones, y más personal.








En el informe ‘Los que nos cuidan en la crisis del coronavirus (I)’ presentado por Funcas en marzo 2020, referido al sistema sanitario español indican algunos datos útiles para saber quiénes somos y donde estamos: a pesar de vivir una enorme crisis económica que desmanteló parte de lo conseguido durante años las tendencias positivas de medio plazo, lograron resistir, desde el año 2000 el volumen de ocupados en actividades sanitarias ha crecido desde el 4% hasta el 5.7% en 2020. Tomando cifras de la EPA, los ocupados pasaron de ser 633.000 a más de 1.100.000 el año pasado. Debe entenderse que son ocupados de todo el sector de actividades sanitarias, tanto públicas como privadas. En este sector destaca la revolución de las mujeres españolas, las ocupadas en el sector ascendieron a 809.000 mujeres mientras los hombres ocupados fueron 308.000. En el conjunto del sector la proporción de sanitarias oscila en torno a 250 mujeres por cada 100 hombres. En la considerada profesión central del sector sanitario los cambios han sido todavía más profundos, hay 131 médicas por cada 100 médicos, cuando hace 20 años solo había 65 mujeres por cada 100 hombres.

Las cifras anteriores son expresivas de uno de los grandes éxitos de la democracia española, el sistema sanitario, a pesar de los recortes presupuestarios realizados entre 2010/2015 por España, a la cabeza en la UE, junto con Grecia, a pesar de que no todas las CCAA tienen parámetros similares de eficiencia y dotaciones, por ejemplo, Madrid está a la cola de toda España en gasto público per cápita en sanidad realizado en 2010, o por ejemplo Cataluña es campeona en privatización de sanidad pública. A pesar de todo, mirando el conjunto, los resultados en los últimos cuarenta años no resisten comparación posible con el submundo franquista. El cuadro ‘Prestaciones económicas de la Seguridad social’, en porcentaje del PIB, condensa grandes números desde 1977 hasta 2018, sin incluir desempleo pasan del 5.95% del PIB hasta el 11.80%. Se doblan en democracia. Su mayor componente son las pensiones, que pasan de representar el 71.65% del gasto en prestaciones al 90.06% en 2018.


‘Las cuentas de la Seguridad Social’ Eduardo Bandrés Moliné. Papeles de Economía Española, núm. 161-2019. Funcas.


Manuel Herranz Montero. 2020. Un capítulo del Apartado 4 del trabajo general:

CALIDAD DE LA DEMOCRACIA ESPAÑOLA (II)

1.- Desigualdades en España

2.- 80 años de Enseñanza

3.- La revolución de la mujer española

4.- Bienestar ySistema de Salud

5.- Sistema de Pensiones