viernes, 31 de enero de 2020

Corrupción española, mucha. (1) Pero contextualicemos.


La corrupción en España. No es más intensa ni mayor que otras

Evidentemente corrupción hay en todas partes. Pero en España su intensidad ha sido y es mayor, propiciada por la ocultación, la falta de transparencia, la propaganda y un sistema judicial con problemas de independencia. Además, llueve sobre mojado pues ha sido una constante en la Historia de los dos últimos siglos, sobre todo durante los cuarenta años de franquismo y los cuarenta de democracia que siguieron.
La corrupción parece inundarlo todo y también la percepción que de ella tienen los ciudadanos… ‘C de España’, pág 24.

La idea genérica que transmite la primera frase no parece necesitar de apostillas o matices, siempre hubo, y hay, corrupción, explotación, represión, en todo momento y todo lugar, definido por esos nombres u otros significaron cosas parecidas en todo sistema social y/o económico, fuera esclavismo, feudalismo, capitalismo, socialismo… pero, de pronto se descuelga en la segunda frase una conclusión no demostrada en este libro que se comenta, actitud que salpica el trabajo, la afirmación de la segunda frase es una de las señas de identidad del autor o autores, previa y colateral al desarrollo de los casos concretos de corrupción en España que se relatan en el libro. Implica un cierto determinismo histórico, poco riguroso con los hechos concretos.

Denunciar la corrupción española, para luchar contra ella, es tarea que está fuera de duda, -algunos de mis escritos sobre corrupción- sus causas y prácticas habituales deben ser denunciadas para combatirlas con acciones concretas, leyes, educación, juzgados, etc. existen suficientes propuestas de estudiosos del asunto que son aplicables con mayor o menor esfuerzo de manera inmediata. Pero ello no debe suponer aceptar que la corrupción, en España, su intensidad ha sido y es mayor, y parece inundarlo todo, dando a entender que somos destacados mundiales en lo malo, entre otras razones porque sosteniendo esa postura se entorpece su combate. La exageración destroza la crítica por apartarla de su racionalidad, la falta de rigor aleja a individuos que habría que convencer para combatir, además se dificulta, porque se anexan las ideas de: esto no tiene remedio, hay que hacer la revolución, asaltar los cielos, cambiar el sistema capitalista… ideas que, ante la espera de destrucción del edificio existente y posterior construcción de uno nuevo, paralizan y arrinconan la lucha por lo concreto aquí y ahora. -Ante un desperfecto en los desagües de un piso, en la bajante general, mejor es arreglarlo que esperar a derribar el bloque de 120 viviendas y construir otro nuevo. –

Sobre el nivel de corrupción en España, y las ideas del libro ‘C de España’, se puede lanzar otra mirada y contraponer ideas críticas sustentadas en varias líneas de argumentación: 1) Lo que indican los datos comparativos con otros países. 2) En la comparativa internacional de corrupción, prestar atención a los mercados financieros 3) En la comparativa internacional de corrupción, atender la evasión fiscal. 4) Contextualizar la corrupción del pasado internacionalmente. 5) Mirada a la corrupción en un país federal, nacionalismo español y otros nacionalismos periféricos. 6) Economía sumergida, grado de implantación y comparaciones internacionales.

1.- Los datos indican que no estamos entre los países de mayor corrupción

Según el informe de Transparency 2017, España ocuparía el puesto 42 de 180 países, lo cual la sitúa entre los países del primer cuarto, con tres cuartas partes de países más corruptos por detrás; en el año 2000 ocupaba el puesto 20 de 90 países; en el año 2012 ocupó el puesto 30 de 174 países. Respecto a la comparativa con los países occidentales, sugiero la lectura de los siguientes apartados antes de dejarse vencer por nuestro ancestral complejo de inferioridad.

De acuerdo con el trabajo realizado por ‘Regional Studies’, ‘Regional Governance Matters: Quality of Government within European Union Member States’: -http://www.tandfonline.com/loi/cres20-. En cuanto a la calidad de los gobiernos de la UE, España estaría situada en la mitad de su baremo de puntuaciones, puesto 13 de 27.

Los indicadores del Banco Mundial sobre la gobernanza para 2012, ‘Control de corrupción’ sitúan a España con un percentil de 82 sobre el mejor de 100 entre los datos de 215 países o territorios. Así la definen: ‘’ La gobernanza consiste en las tradiciones e instituciones por las cuales se ejerce la autoridad en un país. Esto incluye el proceso por el cual los gobiernos son seleccionados, monitoreados y reemplazados; la capacidad del gobierno para formular e implementar efectivamente políticas sólidas; y el respeto de los ciudadanos y el estado por las instituciones que gobiernan las interacciones económicas y sociales entre ellos.’’ Los indicadores Mundiales de Buen Gobierno informan sobre 6 grandes aspectos con múltiples variables cada uno, de más de 200 países o territorios, entre 1996 y 2018, siendo las siguientes: Voz y responsabilidad; Estabilidad política y ausencia de violencia; Efectividad del gobierno; Calidad regulatoria; Imperio de la Ley; Control de corrupción.


Muchos corruptos. Muy pocos corruptores. (28 octubre 2014. ‘Arian seis’)


Todo se inunda de corruptos en los medios de comunicación, que nunca muestran a los corruptores. La verdad hay momentos en que uno grita ‘paren el mundo que me bajo’, pero ante la insistencia de la prensa en mostrarme casos, personajes y personajillos del mundo político, mi educación intelectual me obliga a plantearme preguntas más allá de la evidencia, porque dudo mucho de que la esencia coincida con la apariencia.

Se están descubriendo muchos casos, centrados en el mundo de los políticos, pero llama la atención que sin salpicar otros mundos económicos y empresariales. Cuando sale un político al que han untado, nunca aparece a su lado la mano que se benefició del soborno, los dueños de los terrenos recalificados, o la empresa que construyó los hospitales, o aquellos otros que ganaron la concesión de basuras, o a los que se concedió aquella subvención, etc. etc.

Las dudas me asaltan ante la insistencia de tantos periodistas y medios de comunicación en mostrarme la carnaza, lo corruptos que son los políticos, es como si un mago/ilusionista estuviera actuando en el escenario y dirigiera mi mirada a una dirección, mientras con la otra mano hace los trucos de magia que no quiere que nadie vea. Que existe corrupción entre los políticos parece evidente, que requieren un castigo que debe incluir echarlos no lo duden, aunque no olviden que las tres cuartas partes de alcaldes imputados volvieron a ser reelegidos electoralmente, la corrupción valenciana se apoyó en mayorías absolutas una y otra vez, los ERE andaluces se asentaron en tramas instaladas a lo largo del tiempo alrededor del poder político…

Pero, vean un ejemplo, mientras las famosas tarjetas opacas de Caja Madrid, unos 15.5 millones de euros, son agitadas por todo el mundo, al mismo tiempo se producían las noticias relegadas a tercer plano, sobre los costes de la paralización de actividades del almacén de gas Castor frente a la costa levantina, nos va a costar a los españolitos entre 1.500 y 2.000 millones de euros, porque el empresario de la corporación adjudicataria, Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, metió en el contrato/concesión una cláusula/aval para que el Estado asumiera los costes si el negocio no funcionaba. Por descontado los beneficios de existir, irían a los bolsillos privados.

En la misma corporación Bankia-Caja Madrid, podemos comparar los 15.5 millones gastados con las tarjetas en masajes, lencería, alcohol, ropa, hoteles, restaurantes… con los cientos de millones concedidos en préstamos ruinosos a inmobiliarias para suelos o promociones ‘dudosas’, o los créditos concedidos en condiciones ventajosas a empresarios de renombre, o los negocios desarrollados pagando el doble o triple del valor de mercado por compras de arte, o de bancos… No podemos compararlo, porque seguimos sin saber la lista de beneficiarios de las operaciones de crédito ruinoso, que quizás hasta eran legales. No se debe minimizar a los sinvergüenzas de las tarjetas, muestran el lodazal que rodea muchas cloacas del poder, pero no olviden que esas tarjetas tenían como misión pagar su silencio, se los untaba por callar. ¿Por callar qué?

Supongo que la profusión de casos de corrupción política que surgen cada día, que aumentarán de cara a las elecciones, en parte se explican por: la crisis económica que ha generado el clima de hartazgo en la ciudadanía, antes ante el conocimiento de situaciones parecidas las apoyaba en ocasiones con mayorías absolutas; por la propia crisis que ha reducido las oportunidades de trapicheos de algunas tramas, lo cual produce peleas entre corruptos que tiran de la manta; por la propia existencia de la UDEF, la unidad especial de investigación que lleva unos cuantos años trabajando y afloran resultados; por algunos corruptos pillados, novias, amantes, socios,… los cuales tiran de la manta facilitando pistas a cambio de pactos de minoración de penas o por despecho; por la propia lucha política entre partidos, ahora en situación crítica, por lo que sacan algunos dosieres que fueron acumulando durante años;…

No descarten que medios de comunicación y periodistas, fueran azuzados por particulares poderes económicos para que agitaran la corrupción política y así poder tapar la enorme, la gigantesca corrupción económica, tan cerca de la crisis, tanto por su contribución a generarla como por utilizarla en su provecho. Así que, todos a la cárcel, pero no dejen de buscar corruptores y mirar cuanto nos roban los grandes negocios.
Mucha corrupción. Contextualicemos para no suicidarnos. 2. (30 octubre 2014, ‘Arian seis’)

Más que nada, para contextualizar, para ‘templar gaitas’, para no suicidarnos políticamente pensando que todo es una mierda y no tiene arreglo, salvo rezar y encomendarnos a algún santo. Y sin ánimo de rebajar las dosis de indignación.
¿La corrupción aumenta? ¿O sube la percepción de la misma? Son dos cuestiones diferentes. Los estudios de referencia internacionales sobre el tema, que publiqué días pasados, por ejemplo de Trasparency Internacional y el trabajo de Manuel Villoria y Fernando Jimenez, reflejan que aumenta la percepción en estos años de crisis, la gente es más consciente de que existe corrupción, la ve ahora más que antes, lo cual es normal, en crecimiento todo es Jauja, la fiesta tapa nuestras miserias, el caso de la Comunidad Valenciana, o Cataluña, son referentes de apoyos masivos a los corruptos, porque son  nuestros ladrones.


En cualquier caso, en las comparaciones internacionales de corrupción España sale mal comparada con unos pocos países democráticos occidentales, pero bien en relación al conjunto del planeta, y en situación relativamente mala en comparativa europea, según los cuadros que publiqué hace días, procedentes de la Comisión Europea y de World Values Research.



Mi impresión es que la corrupción que sale y se descubre ahora es la producida fundamentalmente en los años gloriosos del España va bien, cuando se incuba la burbuja inmobiliaria y de crédito, construcción pública y promociones inmobiliarias fueron un caldo de cultivo apropiado para las mafias, máxime con la descentralización urbanística existente en España que concede inmenso poder a garrulos y mafiosos de cualquier pueblo y Comunidad Autónoma; la corrupción actual tiene que ver también con la privatización total de las empresas públicas que genera una estructura gerencial empresarial de allegados a los amigos del Gobierno.

Por supuesto tiene que ver con el poco poder decisorio de los afiliados, simpatizantes y votantes, de partidos y sindicatos, grupos que dominados por clanes y cúspides que se eternizan en los cargos, no permiten remociones, debates e intervenciones decisorias distintas a las oficiales, bloquean posibilidades de cambios, impiden o dificultan la posibilidad de elección y decisión. Las cúspides de partidos controlan demasiadas instituciones a través del nombramiento de representantes. Nos acercamos velozmente a Italia en cuanto a estar Inter penetrados los partidos por redes clientelares, porque una vez conocido el poder de los partidos, las mafias tenderán a controlar, comprarán de mil maneras a esas personas con capacidad de decisión sobre presupuestos de miles de millones de euros.

Y todavía no han salido muchas otras corrupciones, por ejemplo, en el tema drogas en instituciones de seguridad, militares, o en Iglesias, ONG’s, etc. etc. tal como acostumbramos a ver en muchos países del mundo.

No se trata de minusvalorar la concreta corrupción española, en ascenso de visibilidad tras la crisis, sino de situarla en contexto, no se pretende aquí oponerse al relato de casos y causas de corrupción recogidos en el libro ‘C de España’, se trata de ofrecer otra mirada más amplia al tema, lo que induce a otras conclusiones. España tiene un nivel de corrupción más alto del que nos gustaría y sobre el que hay que luchar por reducirlo con medidas de diversa entidad, algunas de las cuales podrían implementarse simplemente copiándolas de los países de nuestro entorno y/o siguiendo las indicaciones de la OCDE de la UE, de Transparency Internacional, de la Fundación Alternativas, o de otros expertos en el asunto, pero de ningún modo la corrupción española se encuentra entre las mayores del mundo.

Las conclusiones que, aquí se manifiestan, al igual que en el libro ‘C de España’, se sustentan en un ideario político: Mejor resolver los problemas que derribar el sistema, arreglar lo estropeado es preferible a destruir/construir una nueva sociedad, que por supuesto no garantizaría mejores resultados. Abandonar la defensa de la democracia española, construida entre toda la gente, en manos de la derechona es un inmenso error, dejar que se apropien de la Constitución gentes como Aznar, permitiendo que nos expulsen de ella, es una necedad. No es recomendable, políticamente, lamerse constantemente las heridas de nuestros demonios particulares, como si fuéramos el centro del universo, esa postura tan franquista, de creer que el mundo gira a nuestro alrededor, pervive e infecta al antifranquismo, la idea de somos los mejores, o los peores, no ayuda a mejorar, además de carecer de rigor. Pegarse al pasado dificulta resolver problemas, muchos de los cuales pueden verse en otros países de nuestro entorno.


El cuadro procede del Banco Mundial, `Control de corrupción, 2006, en una selección de países’. Establece seis grupos entre los países seleccionados, de mayor corrupción, o menor control sobre la misma, empezando por la izquierda, y situando a la derecha en tonos verdes, los de mayor control sobre la corrupción. España figura en el segundo grupo de los de mayor control, o menor corrupción, a la derecha. No es el mejor, sin duda, pero no está entre los peores.

miércoles, 29 de enero de 2020

Otra mirada a España y lo español, es necesaria


CRÍTICA AL LIBRO ‘C DE ESPAÑA’

He leído el libro recién editado, ‘C de España. Manual para entender la corrupción’, de Isidro Sánchez y Pablo Rey, Almud ediciones. Es una pequeña historia que contiene las miserias de España en los últimos 200 años, tratando de mostrar que las causas de nuestros desastres, fomentaron entonces, y propician actualmente, la corrupción. En cierto sentido tiene un parecido con el de Preston, nuestra concreta historia como generadora de corrupción por la existencia de procesos relacionados con la iglesia, dictaduras, guerras, monarquía, explotación, caciquismo… los autores enumeran montones de casos concretos sin conceder excesiva importancia a posibles alternativas actuales, quizás porque desconfían de luchar para mejorar, denunciar para corregir, ellos escriben ‘la solución a muchos de estos problemas y en concreto a la corrupción no pasa por anunciar y publicar el enésimo código ético o ley anticorrupción...’ aunque sí recogen alguna sugerencia de mejora concreta ofrecidas por otros autores.

Parecería que el interés por la denuncia que expresa el libro, no fuera la corrección y mejora en el corto plazo, así, queda un poco en el aire de utopías revolucionarias, que no se nombran, pero dejan en el imaginario de los lectores al no haber soluciones y ya que los desastres de la sociedad española, en su historia y hasta llegar al Régimen del 78, como ellos dicen, queda en la nube si la solución o mejora solo encontrará posibilidades derribando esta sociedad y construyendo una nueva allá en la bruma.

Los autores manifiestan cierta desesperanza, hacia los tres cuartos del libro aclaran su identificación con los estudios de Uslaner y Rothstein los cuales mostraron que existía fuerte relación entre niveles de educación en 1870 y la corrupción actual, llegando a la conclusión de que sociedades educadas más igualitariamente en el siglo XIX, tenían menos niveles de corrupción actualmente, -sus datos establecían una fuerte correlación entre la media de años de escolarización en 1870 y la corrupción en 2010-. Por ello la estructura del libro presta especial atención a ‘la desgraciada historia española’ para explicar la corrupción actual, la cual, según los autores, estaría fuertemente relacionada con la baja calidad de la democracia española actual.

El libro merece leerse por la labor de estudio, por su documentación y referencias y por métodos relacionado con los medios de comunicación, destacando la importancia en la percepción de la corrupción, lo cual no es determinante para evaluar la corrupción en sí misma, aunque sí su impacto percibido por la sociedad. Resultará útil el rápido repaso a la historia de los 200 años anteriores para refrescar, una vez más, de dónde venimos. En este sentido, fondo y forma del libro, recuerda bastante los textos, procedimiento y estilo, que usábamos en los años 60 y 70 los activistas antifranquistas para concienciar y sumar gente a ‘la causa contra la dictadura’. Poco que objetar a la reseña de casos de corrupción, a pesar de que a menudo leyendo el libro queda la duda de si la corrupción no sería la excusa para justificar una tesis previa no deducida del trabajo.

Una postura política recorre el libro: España es un desastre que se alejó de la modernidad y casi se aproxima a un estado fallido, parece existir una senda que conduce desde un pasado horrible, pasando por el régimen franquista y la transición, llega hasta la democracia actual, llamado insistentemente el régimen del 78, con intención peyorativa al asimilarlo al franquismo. Así, afloran en el texto, ‘dejes’, ‘retales’ con los que va sembrando muchas páginas, ideas preconcebidas relacionadas con la postura política de la baja calidad de la democracia española actual. En el libro, pasado desastroso, franquismo, transición y ‘régimen del 78’ siguen un mismo hilo conductor a través de la corrupción, que supuestamente aclara, apoya y justifica su teoría, de que hemos recorrido un largo camino alejados del mundo y de forma determinista llegamos a la que consideran coyuntura desastrosa actual.

Lo que me interesa destacar, son algunos rasgos que permiten polemizar, debatir, opinar diferente sobre temas extremadamente importantes que están abiertos en amplios sectores políticos y que se cuelan en el libro no tanto como conclusiones a consecuencia del texto escrito, cuanto como añadidos intercalados en diversos momentos que reflejan ideas previas del autor o autores. Al margen del estudio realizado sobre la corrupción aparecen impostados algunos conceptos con cierta presencia en algunos sectores sociales que defienden la idea de que la democracia española actual se sustenta en un nacionalismo españolista, consecuencia de ser una extensión del franquismo que según ellos inunda esta sociedad, en lo político, social, económico, religioso… de ahí que para los autores la corrupción franquista explique la corrupción actual, y la baja calidad democrática española, que obligaría a derribar el que llaman Régimen del 78.

Los asuntos sobre los que se apoya dicha teoría de vincular franquismo y democracia, se afirman implícita o explícitamente en el libro, tomados aquí individualmente como aspectos diferenciados para mejor análisis, realmente forman un conjunto, un corpus teórico en el que se relacionan unos con otros. Sobre ellos expondré opiniones diferenciadas y más extensas que las contenidas en estos párrafos, tratando de mostrar que es posible otra mirada a la misma realidad siempre multirelacionada y, por tanto: 1) con los mismos datos obtener distinta conclusión, y 2) con otra mirada obtener diferentes datos, y distinta conclusión. Los temas formulados sin orden de prelación, son los siguientes:

1)      Corrupción, dimensiones comparativas. En España, según se deduce de expresiones escritas en el libro somos más corruptos que los demás, deja la sensación de que somos uno de los países más corruptos del mundo. Pero ello no queda constatado por estudios de comparación internacional, ausentes del libro. Por lo conocido, no puede afirmarse que seamos extraordinarios en lo malo, pueden aportarse pruebas que indican nuestra normalidad en el mundo occidental, como en tantas otras cuestiones, vemos caer la lluvia fina que hace calar un cierto complejo de inferioridad. Personalmente, a pesar de que los estudios de Uslaner y Rothste puedan tener relevancia y utilidad no acepto el determinismo en la correlación entre educación en el siglo XIX con la corrupción en el XXI, al menos no parece corresponder con grandes países del mundo occidental, EEUU, Reino Unido, Alemania, Francia, Italia, Holanda…

2)     La democracia española es de baja calidad. La afirmación debería deducirse de algún estudio comparativo realizado a escala nacional e internacional, pero nada más alejado de la realidad, es otra idea previa, que merece discutir porque está asumida por mucha gente cabreada como consecuencia de la crisis. Su concepción y difusión con grandes medios fue puesta en común por sectores interesados, nacionalistas periféricos, particularmente insistentes en pretender crear un enemigo imaginario más fácilmente despreciable y vencible nacional e internacionalmente al asemejarlo al franquismo. La realidad que podemos comprobar en múltiples comparaciones es que España es una de las democracias avanzadas del planeta.

3)     El pasado de España: desastroso, dictaduras, religión, poder clerical, infradesarrollo social y económico, y un nacionalismo españolista, han conducido a este país a ser uno de los atrasados de Europa en el pasado. La idea de la existencia del nacionalismo españolista recorre muchas páginas del libro, pero cuidadosamente se hurta la presencia del mismo tipo de nacionalismo vasco y catalán, por sí en cada territorio, o integrados en las élites gobernantes españolas durante los mismos años. Se olvida la otra cara de la moneda, los otros españoles que lucharon contra esas dictaduras, religión, poderes… la ilustración española también forma parte del pasado españolista muy similar al europeo. Los otros. Fascismos hubo en toda Europa, no solo en España, aquí hubo lucha y resistencia. Todo el mundo tiene pasados, que convenientemente tapados u olvidados, o mirados condescendientemente ofrecen brillos sin mácula a muchos otros sistemas y países.

4)     Ultranacionalismo españolista. España siempre fue un país carca, carpetovetónico, atrasado, clerical… es un país gobernado por nacionalistas españolistas carcas, ahora cercanos al franquismo. Pero no aparecen los otros nacionalismos periféricos, vascos y catalanes, su participación y liderazgo en las huestes carlistas, -dios, patria, fueros- lo que parece oponer ideas de maldad-bondad, carcas-españolistas vs catalanes modernos… No citan el amplio cuerpo doctrinal de teóricos catalanistas, racistas, xenófobos, supremacistas, de pistoleros, de catalano-fascistas… tan semejantes en todos los conceptos con los que  en el libro consideran ultras españolistas, no citan que en muchas ocasiones de esta historia común comparten posturas, batallas e intereses.

5)     El Franquismo como eslabón de una cadena anterior e hilo conductor de la transición y por tanto baja calidad de la democracia subsiguiente. Sin entender la lucha y resistencia republicana como componente esencial del españolismo, sin entender que el antifranquismo es también españolismo. Y sobre todo sin entender que el franquismo resulta imposible, sin incorporar en ese bloque de poder a la oligarquía financiera vasca y la burguesía catalana, junto con el militarismo africanista, los monárquicos y la iglesia católica, los terratenientes andaluces extremeños… son claramente el franquismo. El franquismo no existiría sin requetés navarro vascos, sin carlistas catalanes, sin el dinero vasco-catalán

6)     El modelo de Transición… fue una derrota: silencios impuestos… la transición fue impuesta por franquistas adictos al Movimiento reconvertidos en demócratas gracias al entreguismo del antifranquismo… Que no fue una revolución parece evidente, Franco murió en la cama, Tan evidente como que no existió tal modelo. Hubo varias ideas/propuestas/planes, que chocaban entre sí, y cada poco caían para elaborarse otros nuevos en cada uno de los variados frentes de lucha entre fuerzas internas, con múltiples contradicciones dentro de las mismas que variaban en función de nuevos acontecimientos ocurridos a enorme velocidad, luchas obreras, estudiantiles, nacionalistas, enorme crisis económica internacional, enorme crisis económica nacional, final de etapa de crecimiento agotada, variación de apoyos externos con la geopolítica alterada,… la resultante, la sociedad que vivimos después, ni de broma fue una mera continuidad del franquismo, aunque lógicamente contuviera muchas de sus gentes e ideas en puestos relevantes.

7)     Esta democracia que insistentemente denominan ‘Régimen del 78’ como clara forma de desprestigiarla y asimilarla al franquismo. No se demuestra, no se realiza un estudio comparativo con el franquismo, económico, social, religioso, judicial, militar, etc. aunque sí se escriben zonas oscuras, defectos, y problemas irresueltos como pretendida justificación. Como si alguna democracia, incluidas las europeas, no tuviera zonas oscuras y basura, cloacas, represión y miseria. La idea ilusoria de que una democracia sea un paraíso, acompaña en muchos casos a la idea religiosa de personas inmaculadas, santas.

Sistema electoral. No me resisto a citar la crítica que realizan en el libro al sistema electoral español como potenciador del bipartidismo… de las últimas elecciones generales celebradas tenemos una representación en el Congreso de los Diputados de 19 grupos políticos diferentes, lo cual es bastante más que en la mayoría de países y no parece corresponderse con la idea expresada en las páginas del libro. Por supuesto el sistema electoral merece críticas y corrección, pero conclusiones como la referida parecen metidas con calzador y dan idea de poco rigor volcado en el texto.

8)    España país federal. País centralista afirma el trabajo, conclusión que no procede de lo aportado por el estudio que se está leyendo, se da por hecho, pero no se demuestra. La realidad hoy muestra una España federal, en el que el uso de dicho término federal parece dar miedo, tanto a derecha como a izquierda. El grado de autonomía o soberanía relativa de los territorios, legislativa, judicial, ejecutiva, económica, etc. es comparable con cualquier otro país federal.  Con evidentes problemas y cambios pendientes, como la creación/adaptación de más y mejores organismos federales que reduzcan de una vez el abuso de la relación bilateral territorio-estado, propia de una confederación.

viernes, 24 de enero de 2020

LAS DECISIONES: CUALES ?...

... DEPENDE DE CUANDO

Una huelga contra la crisis
, nunca será efectiva, porque la crisis no se enterará, no modificará sus parámetros de deuda privada ni pública, ni aumentará el crédito, saneará bancos, ni eliminará especulación, ni etc. Las huelgas, máxime si son generales deben tener un objetivo claro, cambiar un gobierno, modificar leyes, conseguir la jornada de 8 horas, presionar a gobiernos para controlar mercados financieros, etc. Pero así genéricas contra la crisis, son pataletas abstractas que solo sirven para echar fuera el cabreo y el desconcierto de la gente y la rabia de las organizaciones que durante un tiempo tuvieron gran influencia en el Gobierno, que no aprovecharon para impulsar modificaciones, porque querían mantener todo y ampliarlo. Lo cual ha sido un error. ‘Quiero que no me quiten lo que tengo y me den más, durante más años’.

Los dirigentes sindicales
que al comienzo de los problemas parecían tener ideas más claras que el gobierno, por mejor discurso, en el transcurso de los 3 años mientras la crisis arreciaba fueron perdiendo capacidad de actuación enredados en una negociación que nunca consiguieron terminar, hasta llegar a día de hoy con las fuerzas agotadas, mientras la crisis sigue.

Aquella reforma laboral que debió hacerse para evitar la injusticia de los dos mercados, aquellas presiones no realizadas para conseguir reuniones del Pacto de Toledo, o los apoyos a los parados en forma de contratos diferentes, y a los 6 millones de trabajadores precarios, las ideas para reactivar otra economía, los planes fiscales y de recortes estudiados y consensuados, y muchas más todas ellas puestas en marcha hace 2 años nos hubieran situado en otro contexto distinto, y probablemente hubieran conseguido frenar la sangría del déficit que ahora nos ha ahogado. Quizás entonces, en aquellos momentos, el ajuste sí podría haberse hecho de otra manera.

No, la culpa no es de los sindicatos, ni mucho menos, pero tienen responsabilidad, como la tenemos todos, mayor el Gobierno. Y los partidos políticos parlamentarios, y los agentes sociales, patronales, bancos, instituciones, universidades, fundaciones, intelectuales, etc. hay un enorme fallo social en estos años desde la creación y alimentación de la burbuja inmobiliaria dilapidando ingentes recursos enterrados entre arena y ladrillos. Incluso en los 3 últimos años después del estallido de la crisis financiera mundial y estallido de la burbuja, nos hemos dormido, hasta llegar aquí.

Las pensiones. Un ejemplo que ven los mercados y no vemos nosotros. Naturalmente es un tema sangrante para todo el mundo, al que le afectan como a todos los asuntos importantes múltiples variables y contradicciones por tanto requiere de estudios y discusiones ampliamente y además lograr los máximos consensos en las decisiones a tomar. Los analistas, ven que en España habrá más viejos, que vivirán más años, por lo tanto cobrarán pensiones más personas durante mayor tiempo. Al mismo tiempo habrá menos jóvenes. Lo anterior ya es fácilmente constatable estadísticamente desde hace 30 años y en aumento.

Este es un ejemplo de problema, ¿cómo abordamos esta situación? Luchar porque las cosas queden como están ahora probablemente supondría que nuestros hijos no cobrarán las pensiones que conocemos actualmente. Así que defender las pensiones ¿qué significa? Que me dejen como estoy conduce a que no cobrarán en 15 o 20 años, negarse a estudiarlo es aceptar de entrada la derrota. Pues claro que hay gente que tratará de vender sus planes, como siempre, como en todo, pero cerrar las discusiones es ceder terreno a esa gente neoliberal.

No. El Gobierno español no contaba con mucho más margen de maniobra que el griego. Todo apunta a que no fue así, en ese momento ya no tuvo ningún margen de maniobra, o recortaba o el Estado se paralizaba. Las cifras no eran las de Grecia, pero las consecuencias de la caída de España podrían tumbar el euro, y Grecia no, porque la economía española suma tanto como la de Grecia, Portugal e Irlanda juntas, por tanto las presiones fueron tremendas en aquellos primeros días de mayo.

Digámoslo claramente, en las últimas semanas las posibilidades de quiebra del Reino de España han sido grandes, el ‘default’ sigue siendo posible. El peso de la deuda pública no es excesivo comparado con otros países, pero el déficit crece a velocidad de vértigo y la enorme deuda privada nos aplasta y para muchos mercados, pesa la suma de ambas. La falta crédito mundial y europeo en particular, y que nuestros acreedores dejaron de fiarse de nosotros, porque analizaban datos que aquí no importaban a muchos, pero sí a ellos que son quienes ponen la pasta, les hizo plantearnos que si queríamos dinero, si queríamos refinanciar, colocar la deuda, era imprescindible un frenazo ya.

Habían esperado mucho tiempo sin ver que el gobierno tomara decisiones con rigor, en este momento de la partida había que recortar gastos inmediatamente, salarios y pensiones eran los más rápidamente manejables, al tiempo de actuar como compromiso/mensaje de ahora sí estar dispuesto, después de tantas vaguedades durante 2 años. Después seguiríamos hablando. La realidad se impuso a los sueños del presidente y, de repente ¡plaf! apareció la gravedad de la crisis ante millones de españoles que hasta ese momento no la percibían.

¿De verdad piensan que el Estado puede funcionar diariamente sin afectarle nada?, a pocas personas se les pasa por la cabeza la posibilidad de que sea imposible pagar la nómina mensual a los funcionarios, en sanidad, educación, administración, dejar de pagar las pensiones…, o sea Argentina hace unos años. Aunque quizás no estemos tan lejos de una situación parecida aquí entre nosotros. Después de 2 años y medio es imposible tomar las medidas de recortes de gasto más despacio. En todo caso es solo el comienzo de la nueva etapa.

No son tan raras en la historia estas situaciones de ‘defaults’, como demostraron en su extraordinario trabajo Rogoff y Reinhard ‘’Esta vez es diferente: una visión panorámica de ocho siglos de Crisis financiera’, (sin editar aquí aunque no es difícil encontrarlo traducido por Internet) España ya las sufrió y muchos otros países, el problema hoy es que nos pille a nosotros.

Así que, en las decisiones a tomar influyen: la claridad del análisis, los conocimientos e informaciones, la fuerza que tengamos para actuar, el ánimo y la capacidad de liderazgo, los apoyos que podamos conseguir, aspectos que tienen mucho que ver con las fuerzas y características de adversarios y oponentes. Por supuesto en las decisiones influirán los deseos y la construcción racional, todo interactúa. En una batalla como la actual es vital sumar, explicar, debatir, en esto el gobierno ha fallado estrepitosamente y su partido soporte igualmente. Ni siquiera han sumado sus propias fuerzas.

En una crisis como la actual, las contradicciones serán normales, pero los vaivenes, errores, ocultaciones, etc. Son otra cuestión. No se concibe que ya comenzada la crisis se siguieran tomando decisiones de gasto como si no sucediera nada, en los ayuntamientos y en las comunidades autónomas tanto el PSOE como el PP y el resto. Si las revisiones del gasto público que se están realizando hoy por todas las administraciones se hubieran tomado hace 2 años quizás no hubiera sido necesario congelar pensiones. Y, por favor, no confundamos un plan de empleo para ornamentar fuentes o modificar jardines, con arreglar infraestructuras ferroviarias susceptibles de transportar mercancías, con lo que conseguimos mayor eficiencia energética y económica.

Para el objetivo de este trabajo lo que interesa resaltar no son tanto los abundantes errores gubernamentales y de su presidente, (ni los del PP), de los que ya he escrito en otras ocasiones, como la postura de colectivos o individuos que no entienden que el panorama social y político en España es sombrío por:

1) Estamos dentro de las turbulencias de un huracán, del que costará salir y lo haremos malparados. Este huracán que aprecian perfectamente desde otros países está formado por la realidad que conforman las cifras y datos de la economía española, deuda y enorme déficit, por el tremendo paro y las pocas posibilidades de crecimiento económico a medio plazo, por la feroz especulación y las constantes referencias de la prensa internacional a nuestros aspectos negativos, los errores, o no, de información de organismos internacionales, la debilidad del gobierno y su falta de apoyos políticos, sean o no parlamentarios y sociales, las dificultades de aplicar en España una decisión estatal por la diversidad de poderes autonómicos, la debilidad de la sociedad española, incluyendo todos los partidos, que no estaba preparada para esta situación, la obsolescencia de nuestro modelo y aparato productivo, nuestras deficiencias en balanza por cta. corriente, en I+D+i, en educación, en competitividad, en mercado laboral, en justicia, en eficacia de la administración…

2) La gravedad de la crisis mundial y su parcela específicamente española, que muestra que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades, con dinero ajeno, que se niegan a seguirnos prestando, y que inicialmente nos hará más pobres alrededor de un 20%.

3) Las contradicciones inherentes a cualquier decisión, entre el corto y el largo plazo, por ejemplo entre atajar el déficit o fomentar empleo. Aunque hoy la principal es conseguir salir del huracán en el cortísimo plazo, sin lo cual huelga todo lo demás. No hay futuro, en el sentido predecible, más allá de un derrumbe. Empiezan a conocerse cifras significativas de inversión que sale, extranjera y española, ...

4) El frenazo experimentado por toda clase de políticas, por agotamiento de fuerzas gubernamentales y de país, El cúmulo de problemas junto con el veloz crecimiento del déficit nos secó la financiación, no hay de donde sacar más dinero, al margen de que se vea más o menos procedente tal o cual política, nadie nos da dinero para fomentar la recuperación, ni siquiera para mantenernos sin ajustar, recortar y asegurar el déficit, aunque todos veamos que perjudica el crecimiento.

El capital manda y el Estado manda. Unas veces mandan unos y otras veces los otros, existe una lucha de fuerzas constante en ambas direcciones, y si no existiera un equilibrio, (inestable, of course), no hablaríamos de capital y Estado, solo hablaríamos de un polo. Hablamos de ambos porque hay lucha, porque no ha vencido ninguno de los dos. Pero no siempre hay solo dos contendientes en el tablero, como tampoco el término capital engloba unos únicos intereses claramente delimitados, en ocasiones los campos capital-Estado se entrelazan, se manifiesta aquella situación ‘de hoy ministro mañana banquero’, las más de las veces el capital no es unipolar, sino multipolar y en repetidas ocasiones no coinciden los intereses de unos capitales con otros, porque sean de diferentes países o sectores, o bien porque sean distintos intereses aún siendo del mismo sector.


En Europa ¿podríamos afirmar hoy que el capital manda y quiere destruirla?, porque eso es lo que puede estar en juego. Si esto fuera así deberíamos precisar de qué capital hablamos, ¿El industrial? ¿De qué sectores, metalúrgico, automóvil?, ¿el comercial? ¿De logística, de grandes almacenes, de transportes?, ¿el capital químico? Me parece equívoco y poco útil aceptar que el capital europeo, ampliamente diversificado, se una en sus intereses y deje a los estados europeos entrar en recesión para que las economías dejen de producir y por tanto de suministrarles beneficios. Y supuesto que fuera de esta manera ¿estaríamos diciendo que aceptarían perder sus gigantescas inversiones en Europa?, porque los traslados de capital hacia Asia son una pequeñísima parte del total invertido de capital europeo.

La banca europea es un sector muy afectado por todas las batallas de la crisis, tanto en negocios a costa de los estados, tomando dinero del BCE al 1% para comprar deuda pública al 4%, como en posibles descalabros, porque si cae España, caerán decenas de bancos europeos arrastrados por los impagos (y alguno de EEUU) que tienen deuda española en sus balances, la verdad a mí me resulta particularmente complicado aceptar un solo interés, en una sola dirección y tan claramente apreciable como lo escribe alguna gente. En España, la banca española ha comprado deuda pública a requerimientos del gobierno, (lo cual significa poder político) hasta donde ha podido. Otra muestra de intereses compartidos entre capital y Estado.

Los intereses del capital bancario no creo pueda afirmarse que sean asfixiar al Estado, más bien les interesa salvarlo para ganar pasta, apretarán las clavijas, pero siempre con la idea de poder cobrar su deuda tal cual. Otro asunto muestra diferencias dentro del capital bancario, la desconfianza entre banqueros ha conducido a que el mercado del crédito inter bancos haya desaparecido, (lo cual es un problema para todos) los bancos prefieren meter el dinero sobrante en el BCE a bajísimo tipo de interés, antes que prestarlo a tipos más alto a otros bancos. No se apoyan entre sí, no tienen los mismos intereses un banco y otro. No es tan simple como parece, englobar toda aclaración en un solo término, sea el de capital, liberalismo, explotación o cualquier otro, la mayoría de ocasiones solo pretende eludir explicaciones.

Toda decisión afecta a múltiples intereses, no tan claramente identificados en un cajoncito como parece pensar mucha gente, siempre deberíamos recordarlo en cualquier caso y al respecto de las medidas a tomar, y que además, colisiona contra las fuerzas que se oponen a ella, dentro de nuestro entorno y fuera, choca contra los que proponen otras alternativas y por supuesto contra todos los que no la quieren aunque no propongan nada.

Toda decisión de ajuste, tendrá más gente en contra que a favor, por lo que para hacer las cosas necesitamos fuerzas, y para aumentar fuerzas necesitamos realizar consensos, incorporar ideas de otros, diferentes a las nuestras. Para tomar una decisión, no son suficientes solo los deseos de cada uno ni su racionalidad. La política, la posibilidad de hacer, de cambiar las cosas está íntimamente ligada con las fuerzas de que dispongamos para ello, así que sin pensar en aumentar las fuerzas toda posibilidad de cambio es un absurdo. Si cualquiera de los grupos o colectivos izquierdistas, o sindicalistas, piensan que ellos podrían haber tomado otras decisiones que hubieran minimizado el impacto de la crisis, están en un error y si lo hacen creer así a la gente están fomentando falsas expectativas.

Hasta aquí hemos llegado. Con una pérdida de confianza de los ciudadanos en las instituciones y en los partidos, que llevan a tres cuartos de población a desconfiar de los líderes de los dos grandes partidos de gobierno PSOE y PP. Con un grado tan grande de desconfianza y poquísimo apoyo, el gobierno ha iniciado en solitario un proceso que pretende realizar amplias reformas, en el mercado de trabajo, sector financiero, pensiones públicas, tributación fiscal, sectores energético, educativo, reordenación de la administración pública, y un largo etc., precisamente ahora con la menor imbricación de los ciudadanos con partidos e instituciones, pretenden modificar cuestiones profundas que podrían perdurar 20 años. Parece un nuevo error.

En este país tenemos que entender que un tercio de la población no puede, no solo en sentido moral, además en el de no tener fuerza, imponer sus criterios al resto, gobiernen unos u otros, o aceptamos este hecho, patente en todas las elecciones donde los ganadores lo son por un tercio de votos, quedando un tercio para otra alternativa y un tercio más entre otros grupos estatales, nacionalistas y abstencionistas, o lo aceptamos o avanzaremos poco y a trompicones. Por eso hay que integrar, hay que sumar y aceptar las diferencias cerca de nosotros, porque ‘eliminar’ a un número tan enorme de gente es imposible.

En todo caso es ahora cuando formular propuestas tienen mayor sentido, es momento de presionar para que la educación tome tal o cual dirección o los contratos de trabajo contengan tal o cual idea, es ahora cuando tiene sentido la presión sindical y política, pero lo tienen en cuanto propuestas concretas, las posibles de aplicar en el nuevo contrato social aquí y ahora es donde conviene mostrar nuestras ideas revolucionarias.

Y si unas propuestas no entran a formar parte del total en cada momento, no podemos abandonar y retirarnos con el resto de ideas en el bolsillo. La apuesta no puede quedar reducida a todo o nada. Esta actitud perfectamente asimilada por la derecha, (liberales, neoconservadores), sumar ahora lo que se pueda, hasta la próxima vez que pueda sumar otro poco, es una actitud muy poco insertada en los comportamientos de la izquierda, pero ya es hora de ponerla en marcha.

Cada asunto a reformar, requiere amplias discusiones y variadas decisiones a tomar, todas ellas muy concretas, probablemente contradictorias y en absoluto garantía de ser las mejores, puesto que tendrán que ser consensuadas y por tanto pueden contener mas Estado, mas Europa, mas política y ser más cercanas a los intereses ciudadanos, o lo contrario. Ahora es el momento de proponer, de presionar. Si dejamos este espacio vacío será ocupado por otros y la crisis no ha terminado, para muchos no hace más que empezar.

LA CRISIS. Y LA IZQUIERDA. Manuhermon 16 junio 2010

Poco tiempo después, noviembre de 2011, Mario Graghi fue elegido presidente del BCE. Y salvó la UE, salvó el euro. Y salvó España de la quiebra. 
Entre otras muchas cosas, el BCE bajó y bajó los tipos de interés, hasta dejarlos a 0, lo cual permitió ahorrar a los españoles, particulares, estado y empresas, mas de 82.000 millones de pagos por intereses de sus deudas entre 2008 y 2018. El BCE apuntaló a la banca inundándola de liquidez. Y el BCE compró decenas de miles de millones de deuda española, evitando que el mercado subiera tipos, evitando las maniobras del mercado que nos estrangulaban como país, ahorrando dinero del pago de intereses por el estado, cuyos tipos de interés fueron disminuyendo ante cada nueva emisión de deuda, aproximadamente del 4% que pagábamos en 2008 al 2.6% del 2018.

jueves, 23 de enero de 2020

LOS DESEOS. LA SOCIEDAD QUE TE GUSTARIA


O sobre cómo te gustaría que fuera la sociedad en la que vivir, y al tiempo comprobar que esa realidad soñada choca e interactúa con las de otros colectivos humanos de este y de otros países. Te gustaría que aquí no hubiera capitalismo, ni mercados, eso es un deseo, que deberías plantearte contrastándolo con el mundo real, europeo, asiático, africano, americano. ¿Como suprimirlos?, ¿que pondrías en su lugar?, ¿lo querrían así los millones de personas que conviven contigo?

¿Aceptaríamos regresar a la edad media? ¿Podríamos vivir solos y aislados en un país sin mercados? Te gustaría de verdad vivir sin salir de aquí y sin que nadie entrara, sin contactos con el mundo, te gustaría la autarquía ya intentada por Franco y Falange?

Dentro del mundo de los deseos es equivocado considerar que todos los individuos que te rodean tienen tus mismos intereses, misma ideología, mismo criterio político…Quizás este sea un aspecto más genuinamente español, ya que estamos poco acostumbrados a convivir con la diversidad, (en los últimos 100 años), sin darnos cuenta que nuestros deseos no son iguales a los de la gente cercana que pueden tener otra idea de la vida. ¿Aceptamos vivir sin gastar tanta energía?, ¿creciendo o decreciendo?, ¿menos transportes, menos comodidades, menos mercancías, suprimimos el dinero?, ¿es deseable vivir en un monasterio, no unas vacaciones sino toda la vida, pero a escala país, decenas de millones de personas, o a escala continental centenares de millones y crees que sería elegido por ellos?

Complejo de Peter Pan. En la izquierda tenemos un problema añadido, parece como si estuviéramos a disgusto y disconformes dentro de nuestros cuerpos. No aceptamos fácilmente la sociedad que nos hemos dado, en la cual hemos participado en su construcción y en la que nos toca vivir. Es como si quisiéramos escaparnos de un cuerpo que contiene nuestra mente. Y lo que es peor creemos que eso es posible, pero ya sería hora para muchos de identificar unos cuantos deseos con la realidad.

Dentro de amigos y conocidos hay muchos que valoran poco nuestra sociedad y parecen preferir otras, las de Méjico, Bolivia, Venezuela, Cuba, Brasil, India, China, etc. por encima de la europea, cuando esas citadas y otras muchas se encuentran lejísimos de los criterios y realidades europeas de justicia, laicismo, solidaridad, libertad, igualdad y fraternidad, para hombres y mujeres, ancianos y niños, o grupos de minorías. Cualquier somera investigación mostraría gigantescas diferencias en sus niveles de enfermedad, inseguridad, represión y maltratos a mujeres, niños y ancianos, a minorías, sociedades polarizadas en extremo, poco solidarias, etc. etc., En el siglo XXI no tendría que ser necesario recordar estas cosas tan ampliamente documentadas para cualquier interesado, y sin embargo se olvidan en demasiados círculos.


La comunidad europea de los últimos 50 años es quien más cerca ha estado de los ideales del anarquismo, socialismo, comunismo y feminismo, en la historia de la humanidad pocas han estado tan cerca, quizás ninguna. Muy pocos grupos sociales mundiales han contado con tanta libertad individual y colectiva, libertad ideológica que incluye diversidad de creencias, de medios de prensa, radio televisión, edición, de partidos y grupos, de movimientos de mercancías, personas e ideas. Libertad de vida, sin pena de muerte, lapidaciones o linchamientos, sin torturas. En casi ninguna parte del mundo se dan parecidas situaciones de igualdad y libertad de sexos, de razas, de religiones, en casi ninguna parte existe sociedad tan laica como la europea, o sociedades con tanta seguridad en temas de delincuencia, asesinatos, violaciones, trabajo y maltrato infantil, guerras.

A pesar de lo anterior, escucho a algunos jóvenes decir que nunca estuvo el pueblo tan oprimido como hoy con el capitalismo, y así lo creen muchos izquierdistas menos jóvenes. Todos deberíamos estudiar algo de historia social, Grecia, Roma, la edad media, el renacimiento, los absolutismos, o más allá, Egipto, Persia, en ninguna parte encontramos ciudadanos, en ninguna época hubo derechos humanos, que es una construcción reciente de la Europa Ilustrada, el ser humano siempre fue una bestia sin derechos hasta hace poco tiempo, salvo emperadores y realezas, señores feudales, el clero y los mandos militares. Y todavía hoy no en todos los lugares.

Ni que decir tiene que el estado de bienestar europeo no existe hoy en parte alguna, los niveles de pensiones, sanidad, educación, subsidios o ayudas a los necesitados, el tamaño del salario social en Europa y los parámetros de solidaridad interior y exterior, ninguna otra zona del mundo los ve de cerca, todo ello es poco imaginable en los teóricos revolucionarios que podamos conocer. Ahora, como ya lo tenemos, lo valoramos poco, incluso lo despreciamos.

En esto llegó la crisis y afecta gravemente a Europa, a lo que representa en relación con el resto del mundo, millones de trabajadores en Asia, Sudamérica y África pueden trabajar en condiciones de mayor precariedad que los europeos. Bien, pues en el terreno de los deseos se empieza a jugar esta guerra. Los campos de batalla para resolver los problemas son:

1) Mas o menos Europa. Difícilmente se podrán resolver mejor los problemas con mayores cotas de autarquía, o independencia como proclama parte de la derecha española y muchos líderes del PP. Con la peseta, o sea fuera del euro, podríamos devaluar y perder ese 20% de peso del que tanto hablan algunos economistas, sin tanto esfuerzo inmediato, otra cuestión sería el medio plazo, sería desandar caminos que nos han acercado a una sociedad de mayor libertad, justicia y solidaridad.

2) Más o menos Estado. Saldremos hacia una sociedad mejor si damos mayor poder al Estado, si fortalecemos las instituciones para elegir, controlar, legislar, corregir, porque en el Estado podemos influir los ciudadanos y tiene que actuar de contrapoder con los otros poderes en los que podemos influir muy poco. En este tramo de la historia es posible, en otros momentos ni siquiera los individuos podían planteárselo.

3) Más política o más economía. Es el cemento de ambos anteriores, mayor peso a la política, al Estado en Europa, con mayor implicación ciudadana en el control de las instituciones. Casi ninguno de los problemas de deuda, de control de mercados financieros, de regulación bancaria, de penalización de actividad especulativa de tasas financieras especiales, etc. pueden encontrar salida fuera del marco global de la UE, para ello las instituciones comunitarias (particularmente las de la Eurozona) deben hacerse más fuertes políticamente, la integración política debe dotarlas de mecanismos de mayores y rápidas respuestas económicas. Incluido la actuación en ámbitos más amplios, G20, FMI u otros, que para que sea eficaz tendrá que ser europea, y no nacional.

Mas política en España supone mayor participación ciudadana, mejorar la implicación de los partidos en la sociedad y su representación, superior control y participación social de los partidos incluido el control parlamentario al gobierno, mayor control del gobierno a su presidente, aumentar peso a las instituciones y rebajarlo a los dirigentes. No podemos aceptar que se produzca un giro de 180 º en las políticas gubernamentales y nadie sienta la obligación de explicar el por qué a la sociedad.

¿Alguien propone otras ilusiones o deseos de sociedad?, o solo juega a la contra. Nos molesta todo y somos susceptibles de criticar cualquier cosa, por supuesto, tenemos capacidades intelectivas y tiempo para pensar, y necesidades materiales profusamente satisfechas, así que desde estos cuerpos que no aceptan nuestras mentes podemos hacer de masocas. Que se pueden modificar, hagámoslo, pero desear que no existan mercados, por ejemplo, es un deseo que convendría precisar porque de lo contrario solo se queda en una chiquillada, o en una lamentación ante nuestra impotencia y desconcierto, y nos quita fuerzas para plantear límites en determinadas operaciones financieras, por ejemplo.

Estamos viviendo una época de trascendentales cambios en nuestras vidas,
similar en cuanto a la profundidad de ellos a la Transición, con un elemento diferenciador básico, entonces los cambios conducían a avanzar, en mas derechos, libertades y justicia, eran movimientos hacia adelante, los actuales son hacia atrás y pocos de los jóvenes antifranquistas hemos vivido situaciones regresivas, y menos aún las generaciones posteriores.

Este hecho diferencial, el retroceso, hace que sea importante fijar los sueños y los deseos de sociedad, y lo es porque para empezar muchos antifranquistas deberían asumir, de una vez, que en los últimos 35 años hemos avanzado, por eso ahora supone un retroceso, Y esto es importante porque haría encarar los problemas de forma más concreta y real, acercándolos a salidas posibles, de lo contrario aceptar que retrocedemos sin haber avanzado nos llevaría al franquismo, en nuestras cabezas. Extraño campo de lucha realidad-irreal, que elimina posibilidades para unos, dejando caminos expeditos para otros, la derecha.

Muchos deberían pensar que ha llegado el momento de abandonar su complejo de Peter Pan, anclados en lecturas y sueños de su niñez, y aceptar que los deseos de mayores son otros, porque seguir manteniendo que nada cuesta, y su corolario de querer mas de todo, no conduce a buenos puertos, porque mientras ellos abandonan la realidad soñando imposibles, la sociedad en la que vivimos se mueve en la dirección opuesta.



LA CRISIS. Y LA IZQUIERDA. MANUEL HERRANZ MONTERO.

Junio 2010. Desde ‘Arian seis’. 

miércoles, 22 de enero de 2020

LA CRISIS. Y LA IZQUIERDA


ANALISIS Y BUSQUEDA DE INFORMACIÓN

Este es un blog escrito desde la izquierda (simplifico en el concepto para entendernos) que se dirige a gentes de izquierdas, (rojos-verdes-malvas), con la intención de aportar algo de racionalidad a la comprensión de la realidad, para lo cual dedico una atención especial, aunque no única, a la crítica de este sector ideológico político, ello implica no pocas veces ir contracorriente en las aguas en las que quiero moverme, y me crea situaciones incómodas porque a nadie nos gusta que nos saquen las vergüenzas. (La crítica es perfectamente generalizable a otros colectivos diferentes)

He escrito en varias ocasiones, que resulta extraño que la mayor crisis que hemos conocido todos, haya merecido tan poco debate en los círculos de la izquierda, dejando durante mucho tiempo el terreno libre del lenguaje y explicaciones a la derecha, y a la derechona, que lo utilizaba básicamente para desgastar al gobierno. Por un lado existe responsabilidad del PSOE, Gobierno y dirigentes, por no verla venir, no prever su dimensión, incluso por miedo a plantear la situación para evitar pánico, lo que ha supuesto a veces, tratar de silenciar, mediante presiones, a los que denunciaban un día tras otro la situación y sus modificaciones, que nos conducirían al desastre. (Marc Vidal, Santiago Niño, Julio Rodríguez, Ricardo Vergés…)

En la responsabilidad del pobre ‘análisis concreto sobre la realidad concreta’ estamos incluidos todos aquellos izquierdistas, mas allá o acá del PSOE, fueran individuos o partidos políticos, enmudecidos durante años. Unos por omisión, no fueron capaces de ver el gran asunto de nuestras vidas, otros por ver el tema con aquella generalidad teórica de ‘modelo global capitalista’ desdeñosa del análisis concreto como sería la crisis en España. Otros que se contentan con utilizar dos o tres palabras desgastadas y creen con ello haberlo explicado todo, incluso los hay que creen que la crisis es una gran mentira. En todo caso habrá un antes y un después, producido por los recortes anunciados por el Gobierno, la percepción de gravedad empieza a calar socialmente y se comienza a hablar del asunto.

Todavía tardaremos mucho tiempo en salir del huracán en el que estamos por lo que sigue siendo necesario opinar sobre las simplezas (ideas simples) de gentes que se autoproclaman de izquierdas, y que quizás sentimentalmente lo sean, aunque no intelectualmente, personas que tratan los asuntos de la crisis, extremadamente complejos y cambiantes, con unos cuantos clichés que pretenden colocar ante cada situación. Individuos que por otra parte no se cortan un pelo a la hora de criticar e insultar a cualquiera que haya tratado de analizar los hechos. (Recuerdo haber leído insultos y descalificaciones personales sobre Niño y Vidal, pero no argumentos sobre lo que escribían)

Pretendo enfocar el asunto opinando sobre tres aspectos del tema, 1.-La construcción racional, 2.-Los deseos y 3.- Las decisiones. Aunque empezaré hablando en relación con la obtención de información sobre el tema, que cuando la busco en Internet, prensa o libros, entre lo que leo, de entrada establezco 2 grandes grupos:

1) Aquellos lugares o medios que me cuentan cosas útiles, sea información o análisis, que me sirven para comprender la realidad, que aportan una idea nueva, diferente a otras, que me acercan a entender mejor lo que está ocurriendo. ¿Por qué el gobierno toma tal o cual medida de recortes y no otras?, ¿por qué las ha tomado ahora y no antes?... Por supuesto en este grupo están las fundaciones, servicios de estudios, organismos nacionales e internacionales, además de periodistas, blogueros, analistas, economistas y el diario El País, donde columnistas y opinión están a gran distancia del resto de medios, por aporte de información, seriedad y rigor, a destacar también el salmón dominical de economía…

2) Aquellos otros, blogs, webs, o medios que también he visitado y que me resultan inútiles porque no aportan nada nuevo, repiten lo de todos, con las mismas frases. Individuos que utilizan ideas manidas, sobadas desde tiempo inmemorial, muchas conocidas desde hace 50 años cuando era jovencito, ideas y frases que utilizan tanto para explicar lo que ocurría en los sesenta, como las crisis del petróleo, o la reconversión industrial de los ochenta. Me quedo corto en esta apreciación, ya que en demasiadas ocasiones he leído lo mismo para distintas etapas aplicadas a España, como para explicar lo ocurrido en Vietnam, EEUU, Colombia, Argentina, Sudeste asiático, Oriente Medio o África.

LA CONSTRUCCIÓN RACIONAL

Explicar la realidad con sentido común, con racionalidad, es un reto que tenemos todos, al que poco favorece la pereza intelectual española. Militantes y gentes de izquierda, en la calle, blogs, revistas, se muestran cabreados por la situación y lo que es peor desorientados y están perdidos si se conforman con tratar de explicar lo que está ocurriendo con la frase de ‘lo malos que son los mercados’, cuando ni siquiera se molestan en definirlos y solo se limitan a establecer códigos morales para etiquetarlos.

Mis primeros escritos sobre el tema destacaban el hecho de que la gente buscaba culpables individuales para justificar el tremendo tsunami mundial y lo encontraron en el gobierno. Se mezclaban los intereses del PP, con la ignorancia y vaguería y probablemente la tradición cristiana esté por medio de intentos de personalizarlo todo, o dotar de condena moral a supuestos análisis políticos, como capitalismo malo, etc. Es el mismo o parecido tema de las conspiraciones, un ángel o demonio, la religión o Mr. X son los que mueven como marionetas a millones de individuos con intereses contrapuestos, porque buscar explicaciones razonables resulta cansado.

Para entender mejor los mercados financieros, prefiero imaginármelos como masas de dinero agrupadas en conjuntos de instituciones que controlan unos gestores que invierten y actúan en algún lugar con cierto orden. Masas de dinero, que aportan las grandes fortunas, los ricos y empresas, pero también millones de personas, jubilados británicos, estibadores alemanes, prejubilados españoles, obreros industriales franceses, etc. Todos ellos con intereses diversos, aportan ahorros para que los rentabilicen múltiples instituciones financieras, además de miles de bancos y compañías de seguros, con miles de fondos de inversión, (no solo de riesgo, los hay de variados tipos), instituciones distintas con intereses diferentes, que administran ingentes cantidades de dinero, que se reúnen y actúan en un lugar hoy planetario, la mayoría de veces, a través de bolsas.

Los intereses de millones de individuos están administrados por unos cientos, o miles de gestores, habitualmente jovencitos, en ocasiones funcionarios estatales (en fondos soberanos), que dirigen las decisiones sobre cientos de miles de millones de dólares y euros, o yuanes, todos con la finalidad de conseguir mayores réditos para sus operaciones, en función de los diferentes riesgos. Para altas rentabilidades especulan constantemente, al alza y a la baja, la esencia del mercado financiero, aumentando los riesgos no solo de los partícipes, también de monedas y países enteros.

Capitales y grupos de presión, son diversos con multiplicidad de intereses. No existen mercados sin especulación, como tampoco existen mercados con todos sus integrantes manteniendo iguales posiciones. Acepto que haya grupos de intereses con mucho poder, hasta el punto de en ocasiones modificar gobiernos o monedas, (Algunas grandes compañías de seguros, por sí solas pueden controlar en saldos de fondos el mismo importe del PIB español, 1 Billón de euros). Ahora bien, la idea de que una agrupación de unos cuantos privilegiados controla el mundo, me parece alejada de la realidad actual, sean éstos la Trilateral, el Club Bilderberg, la reunión cual, o la Iglesia Católica, uno de los más poderosos y antiguos lobbies político-económicos, junto con las familias monárquicas europeas, al menos desde hace 500 años.

Naturalmente existen dichos grupos y otros muchos, empresas gigantes, grandes corporaciones, grupos de empresas, ramas o sectores productivos, sindicatos empresariales, etc. que especulan y presionan, como existen gobiernos de uno u otro signo, o partidos políticos, lobbies en fin, que también presionan en los mercados, en la sociedad, pero no creo exista una conspiración universal que los una a todos, o dicho de otra forma, la pretensión de ver un comportamiento unidireccional del capital, con únicos e iguales intereses, es una idea intelectualmente absurda.

Sucede más bien lo contrario, luchan enfrentados entre sí para arrancarse cotas de poder, o para defender sus particulares y distintas parcelas de intereses. Unos grupos presionan para dar mayor firmeza al euro y otros para destruirlo, a unos les interesa un dólar fuerte y a otros que el fuerte sea el yuan, a unos les interesará dirigir inversiones al ladrillo y a otros a nuevas tecnologías, a unos el petróleo y a otros lo nuclear, etc. La diversidad de países, de zonas económicas, de sectores productivos, de políticas, de ideologías, de seres humanos, hace completamente impensable la unidad en un solo poder con un interés único. En las batallas el capital, el poder, se encuentra en ambos lados, lobbies y poderosos en ambas trincheras.

Hoy tenemos una multiplicidad de poderes como nunca antes existió en la historia de la humanidad, junto a grupos de presión antiguos, aparecen los distintos capitales, pero también ha entrado en escena un poder nuevo, la presencia de ciudadanos, que actúan como grupos humanos y eligen y derrocan gobiernos e influyen por tanto en las vidas de cientos de millones de personas. Los gobiernos alemán, francés, o británico, son poderes, que legislan, organizan, mandan, invierten, guerrean, corta pesan a otros poderes.

Uno de los mayores grupos de presión mundial en todas las esferas del planeta, incluidos los mercados financieros, es el gobierno chino, (como lo es el de EEUU) presionando el comercio mundial, de materias primas, incluidos gas y petróleo, o los mercados de divisas, manteniendo la baja cotización del yuan para intentar dominar el comercio de productos terminados, etc. Y a pocos de los que explican todo mediante conspiraciones, se los ocurre hablar de que el gobierno chino se haya reunido para, comprar o vender deuda pública de EEUU o para dejar de financiar a Europa, o para controlar fuentes de materias primas en África o Sudamérica y en todos los casos se enfrenta a otros poderosos intereses.

Y efectivamente, gobierno chino o club X, tanto a unos como a otros no los hemos elegido con nuestros votos, que le vamos a hacer, esa realidad es la que tenemos desde que hemos nacido, así que jugamos en ese tablero desde hace cientos de años, como para que ahora nos llame tanto la atención, y lo que es peor lo utilicemos como coartada para tratar de simplificar las explicaciones sobre la crisis y sus movimientos extremadamente complejos pretendiendo encerrarlos en una palabra como explotación o mercados.

Evitar simplificaciones y buscar explicaciones, es una bonita tarea. La explotación, los mercados y la Trilateral, ya estaban ahí hace 10 años y entonces no faltaba financiación, al contrario. ¿Cómo me explico ahora el derrumbe del crédito?, si antes estaban y no había crisis y ahora sí, ¿qué ha cambiado? sin descartar la implicación directa de los mercados financieros, deberíamos explicar cómo influyen, por lo menos deberíamos tener la inquietud de buscar explicaciones más completa sobre lo que está ocurriendo y modificando las vidas de cientos de millones de individuos.

Ítem mas, deberíamos inferir que esta crisis no es como otras, (es la primera crisis del euro) porque nada es igual visto de cerca, tiene particularidades que son las que tendríamos que encontrar, si de verdad me considero inquieto y pretendo juzgar qué salidas son posibles aquí y ahora. En muchos textos que leo por la blogosfera considero que ni siquiera tienen el problema de estar equivocados en sus planteamientos, simplemente no aclaran nada, solo etiquetan o adjetivan.

Por ejemplo, que ‘los pobres tienen las de perder y que los ricos viven mejor’, o que ‘la cuerda se rompe por su lado más débil’, o dicho con grandes palabras, ‘la culpa es del capitalismo’, igual que acusar a todos, políticos, economistas, de neoliberales, todo eso de poco me sirve para entender por qué la crisis en Europa tiene una dinámica y en EEUU otra, o por qué en los países emergentes ha calado menos que en los desarrollados, o mejor aún, ¿tendrá algo que ver el nivel de desarrollo económico (y financiero) con las manifestaciones de la crisis? O ¿por qué en España ha tomado una deriva diferente a Alemania o Francia? O ¿Por qué aquí tenemos doble paro que en el resto de Europa?, porque pobres, ricos, capitalismo y neoliberales hay en todas partes y no en todas se manifiestan las mismas cifras.

Las cosas miradas desde lejos parecen iguales aunque sean distintas y cada vez que nos distanciamos en altura, mas iguales parecen, seres humanos u hormigas, y si nos alejamos del planeta mas igual parecerá la vida, no podremos distinguir entre animales o plantas. Ahora bien si me acerco veré que las hormigas tienen sistemas de organización y cuanto más cerca miro mas diferencias aprecio. Este, creo yo, que es el papel de todo racionalista, buscar las diferencias, traspasar la apariencia y tratar de entrar en la esencia de las cuestiones y ver los diferentes intereses en cada asunto. Será difícil, cometeremos errores, pero deberemos intentarlo si queremos avanzar en comprensión.

En foros que visito parece que cierran los ojos ante nuestros problemas, ni siquiera muestran cuales son, por tanto difícilmente se describen las causas que los provocan. Si me quieren modificar las pensiones, será un problema serio, pero deberíamos exigir a quien escribe y habla, sean políticos, sindicalistas, periodistas, que tratara de explicar ¿el por qué de las cosas?, de lo contrario será muy difícil encontrar soluciones.

Ahora bien, si te sirve como respuesta la generalización de que el capital quiere explotar, lo siento por ti, porque con poco te conformas, el capitalismo lleva instalado en nuestra sociedad unos cuantos años y el recorte salarial o la congelación de pensiones se producen hoy en un entorno y circunstancias concretas. Al mismo tiempo te envidio, tienes suerte de que una sola frase te valga como respuesta a todos los problemas pasados y presentes. A mí no. Me gusta entender las posibles alternativas para salir de la situación, lo cual me lleva a entrar en muy diversas fuentes de información, fundaciones, servicios de estudios, organismos nacionales e internacionales, me gusta preguntarme qué está ocurriendo, y no dar todo por sabido y explicado con las opiniones de mi círculo de colegas.

Los problemas específicos de hoy, los que ven los mercados, los analistas, la prensa internacional parecen ser diferentes a lo que vemos nosotros. ¿Seremos capaces de verlos la izquierda? Sobre todos ellos gravita el corto y el largo plazo, la imperiosa necesidad hoy de frenar el gasto para intentar conseguir financiación que permita al Estado seguir funcionando, lo cual choca frontalmente con reactivar la economía, pero no habrá futuro si no hay presente. Gran dilema con opciones diferentes y contradictorias. Sintetizando estos pueden ser los problemas españoles del momento:

1) Tenemos una enorme deuda privada, de las mayores del mundo. Este aspecto que ven los mercados y asusta, aquí entre nosotros pasa casi desapercibido, y ojo porque muchos analistas no la ven totalmente separada de la pública, amparados en experiencias históricas.

2) Existe fuerte deuda pública y el déficit aumenta velozmente. Difícilmente financiable porque no nos prestan. No se fían que sea posible controlarlo.

3) La suma de ambas deudas es la mayor preocupación.

4) Los problemas en el sector financiero, exceso de riesgo inmobiliario e impagos en sus balances podrían hacerlo tambalear. Desde fuera se aprecia alta opacidad y desconfianza.

5) Inexistencia de crédito mundial, europeo y por ende español. Consecuencia y necesidad de la enorme burbuja de deuda, público-privada, en EEUU y Europa.

6) Construcción europea, en precario, falta de liderazgo. Ataques al euro, desde dentro y fuera de la UE. En cuanto nos afecta particularmente al estar dentro de obligaciones compartidas.

7) Recesión, paro, atonía económica, que impide reducir la deuda a medio plazo y limita sobremanera la posibilidad de alternativas.

8) Sistema productivo obsoleto. Reformas pendientes, energética, educativa, laboral, financiera, administración pública.

9) Crisis política interna, que resta fuerza y capacidad de decisión, tanto como credibilidad en las actuaciones y que abre la necesidad de un nuevo contrato social entre partidos, agentes sociales y ciudadanía. La crispación y poca unidad política dificulta la toma de decisiones, las ralentiza y las hace perder eficacia, lo cual mina la confianza internacional.

LA CRISIS. Y LA IZQUIERDA. MANUEL HERRANZ MONTERO.
Junio 2010. Desde ‘Arian seis’.