lunes, 31 de enero de 2022

El procéss nunca fue democrático. (10)

Después de las elecciones. Vaya cisco que tenemos organizado

El Carlismo ha llevado al Parlament una mayoría de independentistas, a pesar de haber sido derrotados en las urnas por los constitucionalistas. Las elecciones las ha ganado C’s en la mayoría de lugares ampliamente poblados. Y no, no se confunda nadie, en Cataluña no son un partido fascista, lo cual debería estar definido por su ideología y su práctica, está bastante lejos de las definiciones teóricas existentes sobre fascismo. Algo que no puede demostrar el independentismo catalán, ni en su ideología, ni en su organización, ni en su práctica.

Si alguien llegó a pensar que por convocar rápidamente elecciones en Cataluña todo quedaría resuelto, se equivocó. Había que convocarlas, sin duda, el momento parece que ha demostrado no ser el más adecuado a tenor de los resultados, que nos han vuelto a meter en un nuevo lio.

Durante años por parte de los indepes se han dicho tantas barbaridades, tantas mentiras, se han cometido tantas tropelías, se ha oprimido tanto a más de la mitad de catalanes, que volver a la normalidad requiere mucho tiempo y esfuerzo, para ir convenciendo a la mitad de los indepes de que una ilusoria independencia nunca resolvería los problemas del paro ni las desigualdades. Mucha firmeza y paciencia serán necesarias porque cuando un ser humano toma una decisión, se apunta a un bando o a una tribu, ni siquiera lee ni escucha argumentos de fuera de su círculo de fanáticos, la realidad, para esa persona, solo existe dentro de ese círculo, de ahí la necesidad tiempo para desarrollar argumentos. Convencer es la única salida.

Participación récord, estas sí tenían tipo más plebiscitario que las del 2015. Si hablamos en términos plebiscitarios, consideración del número de votos, han perdido los independentistas, igual que en 2015. La mayoría de votos ha sido para los partidos constitucionalistas, pero no así los escaños parlamentarios.


Generalitat de Catalunya.21D2017. Eleccions al Parlament de Catalunya. Informe resultats definitius.

Seguirán con el raca-raca de la independencia, aunque nuevamente si a estas elecciones las miramos como plebiscito, volvieron a perderlas, de los 4.357.368 de votos válidos emitidos a candidaturas, los indepes obtuvieron 2.079.340 de votos, un 47%. Si el porcentaje se establece sobre la totalidad del censo electoral que son 5.553.983 de posibles votantes, los poco más de dos millones de votos indepes representan un 37,4%. La trampa de la ley electoral hace perder el Parlament a quienes sacaron mayoría de votos, un 10% más de votos han logrado los constitucionalistas, pero les corresponden menos parlamentarios que los que a los indepes, que perdieron las elecciones en votos, pero las han ganado en escaños. Mal que le pese a Puigdemont que en su discurso declara haber ganado al Estado español en votos y escaños. La mentira, aun sabiéndolo, tiene efectividad, cala en su público y es creída, luego pasará mucho tiempo hasta que se acepta la realidad, si es que se acepta, pero se producirá en otro contexto cuando ya no tenga tanto valor. No, no es casualidad, ni equivocación, es algo estudiado y practicado en la campaña de Trump y en la del Brexit. También utilizado en las campañas europeas por los ultras y xenófobos, exagerando cifras y mintiendo en los datos cuando relacionan migrantes y extranjeros con paro, destrucción calidad de vida, inseguridad, etc.


Efectivamente, ha existido un pucherazo que favorece los territorios carlistas hoy ocupados por el voto independentista, a los nacionalismos. La ley electoral prima las zonas rurales sobre las urbanas, lo tribal frente a lo industrial y urbano, prima la concentración del voto y da mayor peso a unos votos que a otros. En Lleida tocan a 19.858 votantes por escaño, mientras que en Barcelona tienen un escaño por 46.775 votantes, más del doble de votos por escaño, en Girona 29.396. Por tanto, los votantes en Gerona y Lérida están sobrerrepresentados respecto a los de Barcelona.


Como se puede ver en el cuadro de arriba procedente de la Generalitat ‘’Gráfic 2 Evolució de preferencies constitucionals de Catalunya, Barómetros de Opinión 2005-2012’’. Es a partir de la crisis económica de 2008, con la crisis política, cuando cristaliza el trabajo nacionalista anterior y empiezan a aumentar los partidarios de un estado independiente hasta situarse en el 35%, que suma independentistas y quienes quieren resolver todos sus problemas.

En Cataluña no ha existido una lucha por la autodeterminación desde tiempo inmemorial como pretenden imponer en el relato de construcción nacional los independentistas. Ni en la Edad Media hubo un pueblo homogéneo, ni en el XVIII ni el XIX, siempre hubo catalanes en los distintos bandos enfrentados de todos los conflictos defendiendo alianzas e intereses diferentes. Como tampoco hubo un único pueblo catalán en la Guerra Civil, ni en el franquismo posterior, en todos los períodos hubo catalanes en ambos bandos.

Tras la muerte de Franco iniciado el proceso democrático el peso de los catalanes favorables a la independencia oscilaba entre el 15% y 20%, la democracia no se enfrentó nunca, ni luchó contra los independentistas, no tenían fuerza suficiente, tampoco la democracia enfrentó el nacionalismo como problema dejando el campo libre a la difusión de esa ideología. Y lo que es más grave, la democracia ni se armó lo suficiente, no trabajó para crear un patriotismo democrático o constitucional que fuera útil para una ciudadanía y un Estado salidos de una dictadura en la transición.


La ley electoral española desde hace 40 años ha primado a los nacionalistas periféricos, a CiU y PNV, … sobre los partidos estatales; por ejemplo, IU siempre sacaba muchos más votos que los nacionalistas y obtenía muchísimos menos parlamentarios. Este aspecto que siempre criticó la izquierda respecto a las elecciones generales, ahora en las autonómicas catalanas vuelve a primar a los más nacionalistas, a los independentistas.


El nacionalismo disfruta desde la Transición de un sesgo electoral a su favor, la ley electoral les subvenciona escaños. Con bastantes menos votos que otros partidos obtienen más diputados, una forma de incorporar los nacionalismos a la democracia, reconocerlos como diferentes, integrarlos en un conjunto confiando en la lealtad institucional de unos y otros en un Estado en construcción. Como puede verse en el cuadro anterior, CiU obtenía escaños con la mitad de votos que IU, en ocasiones le costaba tres veces menos. El PNV todavía necesitaba menos votos para lograr un escaño.

El poder político se repartió en la democracia y destinó una parte del poder político general a los nacionalismos vasco y catalán, -del poder económico siempre tuvieron gran parte-, ambos pesaron bastante en todas las legislaturas y pudieron influir y hasta condicionar las políticas de los gobiernos españoles de cualquier signo. Además de esa prima política en el Parlamento y Gobierno de España, durante años en sus respectivos territorios gozaron de abundante poder para hacer y deshacer, a veces con el apoyo de los partidos generalistas o con su inhibición. La cuestión es, que solo sirvió para cebar más y más el problema del nacionalismo, la prima de sobre representación en el Parlamento nunca hizo que reconocieran a las otras fuerzas políticas del Congreso asentadas en sus mismos territorios, que en muchos casos obtenían mayor cantidad de votos que ellos, pero según el esquema teórico nacionalista esos partidos no representaban al pueblo catalán, ellos eran los únicos que estaban en disposición de dar y negar títulos de ciudadanía, y mucha gente terminó creyéndoselo.

‘’Los catalanes queremos’’, ‘’Los vascos decimos’’ se ha metido tan dentro, que muchas personas creen que no existen otros catalanes y otros vascos. Realmente había muchos más congresistas catalanes y vascos de otros partidos a los que no se escuchaba ya que estaban integrados en sus grupos generalistas correspondientes, de hecho, el PSOE fue ganador en esos territorios bastantes años. Uno de los fallos de la democracia, dorar la píldora a los nacionalismos dándoles más voz y visibilidad con menos votos que otros. Lamentable la situación indeterminada del Senado, pensada como Cámara Territorial, así debió haber ejercido desde el primer momento en un país que se constituyó como federal, al que daba vergüenza reconocerlo, pero sin el Senado haciendo su función federalizante se producen fuertes distorsiones en el resto de instituciones.

Ahora la gobernabilidad hoy parece extremadamente difícil en una sociedad partida por la mitad, encrespada y agresiva, porque los indepes llevaban tiempo actuando como si Cataluña fuera solo suya, y de repente comprueban que hay otra gente que opina, más de la mitad, y que les exige compartirla. La cuestión es ¿cómo resolver los problemas? Lo de negociar situaciones concretas, de diario, se da por hecho, pero el asunto es cómo resolver la problemática de la ilusión independentista. Una opción es aceptar el statu quo, Comunidad Autónoma, España, Europa; otra salida es aceptar la independencia de Lleida y Gerona, dado su voto indepe y dejar Barcelona y Tarragona constitucionalistas, esto sería aplicar su criterio sobre el derecho a decidir dentro de Cataluña. Otra posible vía es aprender de la Ley de Claridad Canadiense, lo cual requiere esfuerzo y tiempo, pausa y estudio. Dentro de la legalidad democrática.

miércoles, 26 de enero de 2022

El procéss nunca fue democratico (9)

No habrá solución en las próximas elecciones de diciembre 2017

No veo solución en las elecciones, sus resultados serán de empate técnico, con algún partido de pocos votos en plan bisagra, la sociedad catalana está partida por la mitad. Aunque los indepes obtuvieran menos votos, el sistema electoral les favorece –prima pueblos pequeños del interior sobre grandes ciudades- y obtendrían proporcionalmente mayor número de escaños. En todo caso mayorías insuficientes para hacer lo que unos u otros quisieran, resultado, ingobernable.

No es verdad que exista un pueblo catalán en marcha hacia la independencia, nunca lo hubo. La idea de pueblo unido y único para designar a los suyos solamente, es una entelequia nacionalista, usada por el fascismo y populismo. Nunca existió un único pueblo catalán homogéneo, todos somos mestizos, sucedió que a unos se les veía en las calles y medios de comunicación, en el gobierno y en la policía, en la cultura y el deporte… y a los otros catalanes se les apartaba, ninguneaba, represaliaba, se les tapaba y despedía.

Sucede que a mucha gente se le hace el culo agua cuando ve movilizaciones masivas, da igual de lo que sean, y confunden las churras con merinas, pero nunca hubo mandato popular para la independencia con un 37% de votos del censo electoral en las elecciones del 2015. Hay gente que añora el franquismo, -para luchar contra enemigos inexistentes- unos hubieran disfrutado con aquellas movilizaciones franquistas, muy parecidas a las independentistas, con sus banderas y colores patrios por todos lados, su orden, autobuses pagados, movilizaciones promovidas desde y por el poder y protegidas por su policía. Los poderes políticos catalanes solo representan al 37% pero promovían, cuidaban, tutelaban, y financiaban las movilizaciones independentistas. ¿Algún día sabremos quien más financia todo eso?

Sucede que a nadie de quienes les apoyan le importa el carácter religioso y supremacista de la ideología secesionista, ni su catalano-fascismo, ni ven ni quieren oír nada sobre sus apoyos ultras y xenófobos europeos, sobre apoyos rusos, o sobre el carácter neoliberal de la idea de que los ricos no paguen impuestos para redistribuir, esa es la esencia del España nos roba. Les da lo mismo que sean una colonia, o lo contrario, no se pararán a pensar que internacionalismo es lo opuesto de nacionalismo catalán, incluso lo juntan en las consignas, como hizo Lluís Llach, ‘’soy nacionalista porque soy internacionalista’’. Bravo por la racionalidad.

Mentiras tras mentiras, son invisibles para sus votantes. La independencia tiene bula y no es fácil penetrar en las mentes de quienes han tomado ya posición, no leen otra cosa, no escuchan otra historia. El problema es cómo aumenta el desprecio hacia los otros que van deshumanizando, era típicamente fascista, los individuos, las personas, desaparecen y el grupo la tribu entra en la dinámica de aceptar moralmente el todo vale contra esos demonios que pueden matarnos. Ojo, es una vicerrectora quien lo dice:

‘’Si gana el tripartito del 155, no sé qué políticas podremos hacer con los niños que tienen pesadillas y miedo de la policía, y que preguntan a sus padres, mamá ¿me dispararán?’’. Gemma Geis, candidata de Junts per Catalunya.

La sociedad catalana está partida por la mitad, aumentan los odios xenófobos hacia lo español y hacia catalanes no independentistas, con niveles cercanos a conflictos violentos, soterrados hasta ahora, cuando la mitad de la población no indepe, callaba amedrantada. Ahora que hablan, veremos.

Me temo que no hay arreglo, repetir una y otra vez elecciones hasta que sea irrespirable, apoyados en una ley electoral que favorece descaradamente los territorios del interior sobre la costa, y los pobladores de las zonas rurales sobre las urbanas. No creo en indultos, se dieran o no, no creo en reformas que los calmen, lo acaba de repetir Puigdemont, solo les vale la independencia. Y ellos ven la garantía en futuros próximos de hornadas de jóvenes adoctrinados durante años que se incorporarán al voto año tras año. ¿Una puerta posible? la experiencia de Canadá, la Ley de Claridad Canadiense, pero hasta ahora en los hechos ha sido muy despreciada por los independentistas.

viernes, 14 de enero de 2022

Macrogranjas. Garzón no se equivocaba

Me permito copiar un artículo del 'Portal de Andalucía' publicado hace dos años que explica el problema que existe tras las palabras del ministro.

¿La pocilga de Europa?. Manuel Delgado Cabeza. 1 de febrero de 2020

El sector cárnico es hoy un complejo entramado del que forman parte la producción de granos y elaboración de piensos, la ganadería industrial y la fabricación de productos cárnicos, pero también son nudos de la trama los agroquímicos -fertilizantes y biocidas-, necesarios para producir esa mitad de la producción mundial de granos que se dedica a la fabricación de piensos para animales, y la industria farmacéutica animal. De modo que cuando nos referimos a las “industrias cárnicas” no aludimos a empresas locales que elaboran productos de charcutería, sino a la fabricación masiva de carne y sus derivados por parte de actores corporativos globales, -imperios alimentarios-, que gobiernan o condicionan de manera importante no sólo consumos sino también imaginarios y políticas públicas.

Como a nivel global, en el Estado español desde finales de los años 50 del siglo pasado y de la mano de los gigantes norteamericanos de los agronegocios se han ido poniendo las bases para desplazar la dieta mediterránea por el modelo alimentario del Norte, “enriquecido” por su alto consumo de carne, que aquí pasó de ser residual a convertirse también en la base de la dieta. Desde entonces la producción cárnica se ha multiplicado por 20, siendo hoy la industria cárnica la cuarta en importancia dentro del Estado, detrás de la automovilística, la del petróleo y la de la energía eléctrica. Es también la primera actividad dentro de la alimentaria.

El consumo de carnes y sus elaborados es hoy el primer apartado dentro de la cesta de la compra alimentaria en el Estado español, con un 22% del gasto total y está cuatro veces por encima de la cantidad recomendada por la Organización Mundial de la Salud como saludable. Diez veces por encima en el caso de las carnes rojas (ternera y cerdo básicamente) y ocho para la carne procesada.

La hipertrofia de esta parte del sistema agroalimentario globalizado, que funciona para alimentar los procesos de expansión y acumulación de capital y la concentración de riqueza y poder de los grandes imperios alimentarios, tiene unos costes ecológicos y sociales que han sobrepasado con mucho los límites de lo sostenible y de lo tolerable. Según los Informes de la FAO, la ganadería industrial es responsable del 15% de la emisión de gases efecto invernadero, la mayor fuente de contaminación de agua del planeta, el mayor utilizador de suelo (la tercera parte del suelo agrícola) y factor clave en los procesos de deforestación y de pérdida de biodiversidad. Sus grandes requerimientos de bienes comunes como agua y suelo han llevado a nuevos episodios de conquista, captación y depredación de riqueza a gran escala. Como es el caso de la expansión del monocultivo de soja, (más del 80% para elaboración de piensos) que ocupa hoy una superficie equivalente al tamaño de la península ibérica en el corazón de América Latina.

Dentro de las cárnicas, la producción y elaboración de carne de cerdo ocupa un lugar muy por encima del resto; en Europa, casi la mitad. Como otras mercancías generadoras de daños ambientales y sociales, la producción industrial de carne de cerdo se viene trasladando del Norte al Sur, de países como Alemania y Dinamarca a otros más permisivos y más dispuestos a que su población asuma esos daños, de modo que hoy el Estado español es ya el primer productor de carne de cerdo en Europa y el número tres en el mundo, ocupando también el tercer lugar como exportadores. Con cuatro empresas controlando el mundo del porcino: como productoras de carne, El Pozo, Nutreco y Vall Company, que están entre los conglomerados cárnicos más grandes de Europa, y en el procesado Campofrío, grupo líder europeo de elaborados cárnicos. En este mundo, los ganaderos pasan a ser peones a sueldo o “asalariados autónomos” de estas corporaciones alimentarias, poniendo sus instalaciones y su trabajo al servicio del grupo corporativo que les “facilita” los animales, piensos, medicamentos y otros “servicios” a cambio de una remuneración por animal engordado.

En principio fueron Cataluña y Aragón los territorios dentro del Estado donde se localizaron las macrogranjas de cerdos; pero pronto empezaron a advertirse y a hacerse visibles los costes. En 2016 un Informe del Defensor del Pueblo de Cataluña (SINDIC) denunciaba que el 40% de las masas de agua catalanas estaban contaminadas por nitratos. El aumento de la resistencia y la presión social empujaron la localización más al Sur en busca de condiciones más permisivas y costes monetarios más bajos. Hacia Castilla-La Mancha primero y más recientemente a Andalucía.

Las grandes empresas cárnicas han puesto sus ojos en el norte de la provincia de Granada, en el Altiplano Granadino, donde ya hay más de 200.000 plazas, que a una rotación de 2,5 cerdos por año significa el paso de más de medio millón de cerdos anualmente por estos macrocebaderos. Muy cerca de allí, ya estas megagranjas han dado lugar a altercados como el de septiembre último en un municipio de la provincia de Almería, Huércal Olvera, calificado de “desastre ambiental” por Ecologistas en Acción. Con la última gota fría se rompieron seis balsas de grandes dimensiones de purines, con el derrame de miles de metros cúbicos y la consiguiente contaminación de tierras y aguas superficiales y subterráneas, además de la muerte de centenares de animales de la propia granja.

En Dehesas de Guadix, un municipio de 400 habitantes de la Comarca de Los Montes, se puso en marcha en 2018 un proyecto para instalar la que sería la macrogranja más grande dentro del Estado español. El proyecto comprende la construcción de ocho unidades de siete naves cada una para el engorde de unos 150.000 cerdos al año, nacidos en dos municipios: Castilléjar, también en el Altiplano, con una macrogranja de Cefusa-El Pozo ya en funcionamiento para la cría de 600.000 lechones y, La Puebla de D. Fadrique (Sierra de Cazorla, Segura y Las Villas), con una megagranja proyectada también por Cefusa-El Pozo donde nacerán 550.000 lechones cada año que después de 28 días (con 6-7 kilos) pasarían a otra granja en María (Almería) y 40-45 días más tarde (con 20 kilos) una parte irían a los macrocebaderos de Dehesas de Guadix, donde permanecerían alrededor de cuatro meses. En la mitad de tiempo que en la ganadería extensiva habrán pasado de O a 100 kilos. Con el macroproyecto se crearían 11 empleos. ¿Cuántos se destruirían en la ganadería tradicional?

Pronto se levantó la protesta, empezando por el núcleo de población más próximo a la macrogranja proyectada en Dehesas de Guadix, a 3 km, Cuevas del Campo. Allí se creó en 2018, propiciada por Ecologistas en Acción, la Plataforma Protección Ribera del Guadiana Menor. Con eje central en uno de los afluentes más importantes del Guadalquivir, del que los cebaderos estarían a 200-300 metros, aunque también se verían afectadas las aguas del río Fardes y las de la Rambla Matanza, además de las aguas subterráneas. Integran la Plataforma trece municipios más del entorno también afectados: Zújar, Freila, Bacor, Gorace, Villanueva de las Torres, Alicún de Ortega, Cuevas del Campo, Pozo Alcón, Hinojares y Hueza, Cuéllas, Castrill y Baza.

La Plataforma ha generado un movimiento muy activo en el que las mujeres, como en otros lugares del mundo, vienen desempeñando un papel fundamental en defensa del territorio y del cuidado de la vida de la comarca. Desde su condición de mujeres andaluzas, subalternizadas también como tales, y con una mirada que podría calificarse de ecofeminista, están expresando, como señala Eva Pérez Manzano, portavoz de la Plataforma, el vínculo entre explotación de la naturaleza y ejercicio del poder patriarcal como dos caras del sometimiento de la vida a la lógica de la acumulación.

Multitud de reuniones informativas, entrevistas, artículos, videos y difusión en redes y medios, manifestaciones, concentraciones, reuniones e intervenciones con políticos e instituciones, mesas de trabajo y otras acciones han dado como resultados, entre otros, la paralización del proyecto de la macrogranja en Dehesas de Guadix y de proyectos similares en Zújar y Baza. En el caso del primero, la presión social alimentada desde la Plataforma ha conseguido que los trece ayuntamientos que se reseñaban se hayan declarado en contra, con la excepción, que no es casual, del ayuntamiento de Dehesas de Guadix, el municipio donde se localiza el macroproyecto. Ni el alcalde anterior, del PP ni el actual del PSOE han querido pronunciarse, “limitándose” a “seguir los trámites”. Sobre el posicionamiento “oficial” ante este tipo de proyectos, es interesante señalar que el alcalde de Zújar, miembro del PSOE liderando una corporación gobernada por un tripartito, PP, PSOE e IU, al mismo tiempo que se manifestaba en contra del proyecto de Dehesas del Guadix firmaba una licencia de obras para la construcción de una macrogranja en su propio municipio. Descubierta la maniobra y después de una fuerte presión social, se han paralizado las obras.

Este asalto a los bienes comunes, que forma parte de la ofensiva del extractivismo que el Sur está sufriendo a escala global y que recrudece el papel de Andalucía como área de extracción y de vertidos, está generando como respuesta nuevas formas de resistencia, de movilización y de participación social. Respuestas que ojalá generen espacios de comunidad y formas de sociabilidad con fuerza no sólo para hacer frente a las agresiones crecientes del capitalismo global, sino que permitan también transitar hacia formas más sostenibles y humanas de organizar la vida y de vivir.



jueves, 6 de enero de 2022

Las redes sociales enmierdan el ambiente

 La mierda vuela rápida por las redes, con la coartada de crítica, con la absurda tontería de adjetivarla como política. Pero solo es mierda, la política es otra cosa, requiere sensatez, estudio, hablar, escuchar, leer, pensar, organizar, proyectar, convencer.

Hace ya muchos meses me aparté de escribir en mis blogs sobre lo cotidiano, trataba de evitar el mal cuerpo que produce la falta de debate de contrastar ideas y proyectos, de buscar en el tema de que se trate lo importante y lo secundario, de cómo partes de utilidad se encuentran en diferentes caminos… pero el espacio cada vez está más lleno de insultos, proferidos por quienes tienen necesidad de practicarlos para hacerse escuchar, precisamente por carecer de ideas. Aunque a veces surgen ganas de hablar, no porque sea especialmente importante el asunto del momento, sino, simplemente porque hay días que rompes con tus propios deseos.

La carrera acelerada por lo corto avanza sin freno, esa frase supuestamente graciosa que de forma grosera y sucia, casi siempre lanzan los iletrados, y muchas veces los conocidos y amigos. La cosa se agrava cuando quienes lo hacen, son personajes públicos que ostentan cargos institucionales, como senador, presidente de la comisión de Transición Ecológica, secretario de RTVE, vocal en las comisiones de Educación, Adicciones, Seguridad Social y Migraciones. El gusto por la frasecita, y no por las ideas y el trabajo, el vicio del adjetivo para descalificar al otro, a cualquier idea del otro que sea diferente a la de su tribu, diferente a si mismo, aunque lo sea solo en parte, ese vicio de vaguería de pobreza moral de incapacidad para actuar en política debería ser condenado por toda la ciudadanía, claro está que incluida la gente de su grupo. Todos somos muchas personas distintas a la vez, y muchas más a lo largo de la vida. Pero algunos individuos solo enmierdan la política y todo lo que los rodea.

Me lo sugirió el artículo Garzón y el mequetrefe’ de Pablo Ordaz, del que entresaco algunas frases.

‘’Encima va y lo empeora.’ Tienes que irte a tu casa, no sirves para nada. Deja a los ganaderos en paz, mequetrefe. https://t.co/G5hH1OykCu.

La sorpresa es que se trata de un senador. Pero no solo. Según su perfil, es senador del Partido Popular por Gran Canaria y vicepresidente de la Comisión de Transición Ecológica, secretario de la de RTVE y vocal en las de Educación, Adicciones, Seguridad Social y Migraciones. Casi nada. Alguien así se supone que debe ser de carácter tranquilo y mesurado, un padre de la patria a la antigua usanza, casi un devoto del manual de Carreño, aquel célebre compendio de normas de urbanidad y buenas maneras escrito en el siglo XIX. La primera pista viene del tuit fijado en su perfil. Se trata de un vídeo en el que aparece dirigiéndose durante seis minutos al ministro Fernando Grande-Marlaska. Lo pone de vuelta y media: “Se lo voy a decir claro. Usted no tiene ni puñetera idea de lo que está pasando en Canarias. ¡Míreme a la cara...!”.

Llama la atención el tono, el braceo, esa forma de buscarle la cara... Tal vez solo fue un mal día. Veamos algo más reciente, a cuenta por ejemplo de las declaraciones de Alberto Garzón. La sorpresa es aún mayor. Sergio Ramos parece no haber hecho otra cosa en los dos últimos días que arremeter contra el ministro de Consumo por esa habilidad tan suya de meterse en charcos, pero sobre todo la imagen que proyecta de sí mismo. Un senador del Reino de España buceando en la cuenta de un ministro para ver qué comió en su boda en 2017 o rescatando un tuit de 2015 en el que Garzón celebra algo con sus amigos frente a un plato de croquetas y otro de jamón.

Twitter es una máquina muy eficaz para atacar al contrario, y casi perfecta para arruinar la imagen de uno mismo.’’

PD: Lo siento por Garzón, se ha convertido en blanco fácil para derribarlo, por sus torpezas juveniles, no por lo que dice, sino ante quien y en qué momentos. Su opinión sobre la carne española es la misma que la de la inmensa mayoría de gente de este país, tiene todas las garantías. La trampa de la política basura extendida por medios afines a grandes intereses, ha tomado su opinión sobre las macrogranjas para hacerla aparecer como opinión genérica del sector agroalimentario español, cuando claramente sus opiniones deslindan el sector ganadero de las perniciosas macrogranjas, que denuncian precisamente ganaderos y agricultores, y ecologistas y lugareños.

Pero, el senador del PP por Gran Canaria, si estuviera en desacuerdo con Garzón, debería defender las macrogranjas para instalarlas en las Islas Canarias. Instalaciones con miles de animales sometidos a un plan industrial de producción, sin sitio, sin depurar residuos que contaminan kilómetros a la redonda, sin posibilidad alguna de que la naturaleza recicle. Y con un agresivo maltrato animal, todo daños para residentes, animales y naturaleza, para llenar los bolsillos de unos poquísimos.