No busquen España, está bastante mas abajo, estos son los primeros de la lista.
Termina
la recesión, dicen, parece. La crisis continúa y se agrava para el conjunto de la población. Ante
la fuerte bajada de apoyo electoral al PP, que dan todas las encuestas, no solo
por la crisis económica, también por la crisis política e institucional,
corrupción, etc. llevan unas semanas con el
ventilador de las buenas noticias a todo trapo. Quedan 2 años para las
legislativas, ellos creen que tiempo suficiente para maquillar algunas cosas y
mantenerse gobernando, aunque bastante menos tiempo queda para las europeas y
posteriormente las municipales.
Surgen varias cuestiones en torno a conceptos como recesión y crisis. De la recesión es posible salir, lo cual no implica que millones de personas noten mejoras en sus vidas. De la crisis, salir es otra historia. Para empezar porque quizás debamos dejar de nombrarla, si por tal se entiende un período pasajero, mas o menos largo, tras el cual las cosas volverán a ser parecidas a como eran hace 10 años. Muchos pensamos que lo que estamos viviendo es otra cosa diferente bastante mas profunda, estamos inmersos en un cambio de época, un vuelco total a los equilibrios de poder político y económico mundiales que por ahora solo muestra que empujan a los españoles hacia atrás en relación con nuestro pasado reciente y en cuanto a las relaciones con otros países europeos y mundiales. El asunto por tanto es mucho mas complejo que determinar el fin de la recesión que notarán algunas corporaciones españolas, que por cierto desarrollan gran parte de su negocio en el exterior, en cuanto que las condiciones de vida y trabajo de casi todos los españoles retrocederán, todavía no sabemos hasta donde, pero lo ya avanzado hacia atrás es mucho, mucho, mucho.
En
los últimos post publicados en ‘Arian seis’ pretendo dar un repaso a la
situación de los problemas, al tiempo de ser un poco más imparcial que ellos,
evitando esa especie de circo triunfalista en el que están instalados pretendo
trasladar algunos datos y opiniones para situarnos mejor, porque siendo cierto
que hay algunos números positivos a la vista, como los beneficios empresariales
por ejemplo, las exportaciones, o la bajada de la prima de riesgo… no es menos
cierto que el cúmulo de elementos negativos es superior, al margen de las
diversas interpretaciones sobre los que ellos llaman aspectos positivos.
Iré
dando un repaso a las cuestiones que considero más relevantes en esta crisis en
la que estamos instalados, que se quedará a la que yo considero un cambio de
era. En días pasados traté de Catalunya, la cuestión nacional que sin duda se
extenderá a Euskadi y será un enorme y dificilísimo problema. Toqué también la
deuda pública que lejos de reducirse crece vertiginosamente durante el gobierno
del PP, salvados por el momento porque el coste del servicio de la deuda es
algo menor que hace un año –prima de riesgo más reducida-, sin querer ver que
los tipos de interés subirán en el futuro no muy lejano y nos atrancarán toda
posibilidad de desarrollo. Los estímulos al crecimiento por parte de los bancos
centrales no podrán durar mucho tiempo, sus cifras de crecimiento han sido
gigantescas, de hecho la FED ya ha insinuado su final, aunque posteriormente
echó marcha atrás, volviendo la paz a los mercados, al menos hasta la espera de
la inminente renovación del máximo mandatario de la Reserva Federal.
La
competitividad es el otro gran tema volcado hasta ahora, es uno de los ejes
principales de posible salida en positivo de nuestra situación, hasta ahora
apoyadas las mejoras, únicamente sobre la precarización y empobrecimiento de la
mayoría de la población, la senda tomada por nuestros necios empresarios y
élites políticas nos lleva hacia abajo porque será imposible mantenerse
competitivos con el resto del planeta en base a trabajo precario y bajos
salarios directos, acompañados de reducción del salario indirecto, -los
recortes del Estado de bienestar- lo cual reduce tanto la demanda interna que
asola el país, lo aplasta hasta el punto de imposible desarrollo. Solo hay una
pequeña parcela empresarial susceptible de competir globalmente, mientras la
mayoría de la industria sigue destruyéndose, al igual que ocurre con la casi
insalvable I+D, etc. lo cual induce a pensar que han tomado la vía típicamente
de la derechona española que abandona impulsar sectores que creen alto valor
añadido y se vuelca en lo existente y lo que ellos conocen de antaño. Nos acercamos
a África.
En
próximos días volcaré información sobre la situación actual de otros temas
vinculados a la crisis, con el ruego de que los vean interrelacionados con los
anteriores y entre sí: el PIB, el empleo, o paro, el estado de bienestar, la
ciencia, la globalización y emergentes, el sector financiero y la reforma
bancaria, el sector inmobiliario y vivienda, el empresariado, las pensiones,
los salarios, la eurozona y la UE, la energía, la cuestión política…
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