Hace pocos días, mi antiguo y joven colega Miguel-Felipe dejó un comentario en
relación al asunto de la aportación democrática por parte de los rojos, una de
las frases abrió la puerta a otra reflexión, en este caso, sobre el tema de los
mercados y los capitalistas, lo cual es de agradecer. -No pretendo que se
interprete que las opiniones de Miguel son contrarias a las mías, las suyas
estimulan mi curiosidad y recuerdos de otras lecturas por la red, y las
aprovecho para aclararnos-
Mi
posición de partida queda reflejada en escritos sobre la crisis, -por ejemplo ‘La crisis económica III’, y ‘La deuda es mucho más que deuda’
etc.- en ellos mantengo como seña de identidad diferenciadora respecto a otros,
que uno de los hilos conductores de la situación que vivimos, es la complejidad,
la diversidad de intereses, entre sectores de capital, grupos económicos y
sociales, entre países, las contradicciones en cada problema y alternativas, la
multiplicidad de fuerzas en lucha en cada proceso,… No me resultan
explicaciones suficientemente válidas aquellas que simplifican excesivamente
haciendo aparecer posiciones lineales, lo cual lleva a una identificación de
trincheras limitando los campos a solo dos bandos. Un ejemplo resumido de mis posturas lo pueden ver aquí.
Miguel-Felipe
escribió lo siguiente:
"Pues
sí que eran demócratas, lo que no eran partidarios era de que el poder se les
diera es decir a los capitalistas, hoy
diríamos muy finamente a los mercados. Eran demócratas que querían el poder
para el pueblo."
Me
pareció interesante el asunto de aclarar la definición porque la mayor
precisión en los conceptos permite comprender y definir mejor la realidad, por
consiguiente debería ser de mayor utilidad para actuar sobre ella intentando
transformarla. En este sentido referenciar todo
con un mismo término, querer explicar todo lo que ocurre de la misma
manera, no me resulta de utilidad, encerrar demasiadas cosas en capitalistas, y pretender explicar la
diversidad existente con el mismo concepto, dejará obligatoriamente fuera otros
muchos aspectos y hurtará explicaciones que pueden aportar mayor claridad al
funcionamiento del sistema y mejor comprensión de la realidad concreta y actual
que nos toca vivir. Máxime si en los últimos
decenios se producen tal acumulación de transformaciones globales, que provocan
un salto cualitativo, alumbrando realidades extremadamente diferentes en el
funcionamiento del sistema capitalista.
''Para entender mejor los mercados financieros,
prefiero imaginármelos como masas de dinero agrupadas en conjuntos de
instituciones que controlan unos gestores que invierten y actúan en algún lugar
con cierto orden. Masas de dinero, que aportan las grandes fortunas, los ricos
y empresas, pero también millones de personas, jubilados británicos,
estibadores alemanes, prejubilados españoles, obreros industriales franceses,
etc. etc. Todos ellos con intereses diversos, aportan ahorros para que los
rentabilicen múltiples instituciones financieras, además de miles de bancos y
compañías de seguros, con miles de fondos de inversión, -no solo de riesgo, of course, hay de variados tipos-,
instituciones distintas con intereses diferentes, que administran ingentes
cantidades de dinero, que se reúnen y actúan en un lugar hoy planetario, la
mayoría de veces, a través de bolsas.
Los intereses de millones de individuos están administrados por unos cientos, o miles de gestores, habitualmente jovencitos, en ocasiones funcionarios estatales (en los fondos soberanos), que dirigen las decisiones sobre cientos de miles de millones de dólares y euros, o yuanes, todos con la finalidad de conseguir mayores réditos para sus operaciones, en función de los diferentes riesgos. Para altas rentabilidades especulan constantemente, al alza y a la baja, la esencia del mercado financiero, aumentando los riesgos no solo de los partícipes, también de monedas y países enteros.''
Los intereses de millones de individuos están administrados por unos cientos, o miles de gestores, habitualmente jovencitos, en ocasiones funcionarios estatales (en los fondos soberanos), que dirigen las decisiones sobre cientos de miles de millones de dólares y euros, o yuanes, todos con la finalidad de conseguir mayores réditos para sus operaciones, en función de los diferentes riesgos. Para altas rentabilidades especulan constantemente, al alza y a la baja, la esencia del mercado financiero, aumentando los riesgos no solo de los partícipes, también de monedas y países enteros.''
''Me dices en tu crítica que: Algunas pistas sobre la inconsistencia de tu texto, es que unos renglones antes escribes las siguientes frases referidas al capital: “Los intereses de millones de individuos están administrados por unos cientos, o miles de gestores,… todos con la finalidad de conseguir mayores réditos para sus operaciones.”
Esas frases están referidas a los mercados, a los ahorros depositados por millones de personas y cuyos intereses, los de sus ahorros, administran unos pocos gestores. No hay contradicción en tales frases sino intento de explicación de detalle, de mercados y capital, que no son conceptos equivalentes, de intereses sobre capitales y ahorros que tampoco es equivalente a intereses genéricos de la vida de individuos. El dinero que tengo o tienes y tienen tus amigos familiares etc. metido en planes de pensiones, está administrado por estos gestores que lo mueven en el mercado sin que ello sea homologable a pensar que mueven mi vida, tu vida, o la de tus amigos. De todas formas trataba de definir los mercados, y su diversidad, si tienes una mejor definición yo te la copio ya mismo.''
Miguel-Felipe,
también escribió lo siguiente que amplifica el reto: "Sobre lo de Mercados y
capitalista. Cierto que podemos matizar, pero el capitalista como algo
"más personalizado" se pierde en buena medida (pero no es
absolutamente despreciable, porque hoy todavía sigue teniendo su importancia
tanto en las fortunas personales-familiares como en gestores) desde la
configuración del capital financiero y el monopolismo y más cuando son los
estados los que actúan como capitalistas ultra-clásicos (no hablamos ya solo de
lo que llamábamos capitalista de estado, también por ej. de los fondos
soberanos). En fin el problema no es el
nominalismo sino el funcionamiento de los mecanismos. Y más problema
todavía como decía el otro es que además de explicar el mundo, habría que
transformarlo y eso..."
Continuará…
PD. El cuadro muestra el distinto peso en la economía de EEUU del capital industrial, clásico burgués, y el capital financiero, con mayor peso de éste último dentro del conjunto de la economía en las dos décadas finales del siglo XX.
PD. El cuadro muestra el distinto peso en la economía de EEUU del capital industrial, clásico burgués, y el capital financiero, con mayor peso de éste último dentro del conjunto de la economía en las dos décadas finales del siglo XX.
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