El
protagonismo en esta época de globalidad, lo tienen los mercados financieros, a
ellos me refiero generalmente cuando utilizo la expresión los mercados, ya que son estos, con mayor propiedad que los
capitalistas individuales, quienes compran o rechazan la deuda soberana,
financian o niegan créditos a los capitalistas privados y a grandes
corporaciones, arrinconan y presionan a
gobiernos y empresas, influyen poderosamente en la deuda pública y la privada,
condicionan tanto a estados como a empresas y capitalistas particulares.
El
concepto de mercado contiene entre otros componentes, el de capitalista
individual, mientras que en el concepto capitalista no entra el de mercado. Dentro
de los mercados hay capitalistas, al mismo tiempo que otros agentes, pero dentro del capitalista no hay mercados.
Evidentemente ambos pueden interactuar, pero los mercados son un nivel diferente
de fuerza e influencia sobre el mundo, que por ejemplo, pueden derribar la
eurozona, lo cual se hace difícil aceptar como logro individual de un
capitalista por muy poderoso que sea. Grandes sumas de capital mundial son movidas
de un lado a otro por intermediarios financieros, procedentes de riqueza acumulada
por fortunas privadas, o excedentes puntuales o acumulados de corporaciones, o de
gobiernos productores de materias primas, o en emergentes explotadores de mano de
obra interna, incluidas grandes sumas ahorradas por trabajadores de muchos países
y metidas en bancos como depósitos, o en fondos de inversión.
Los
mercados financieros globalizados son una nueva dimensión del sistema
capitalista mundial, difíciles de dominar por gobiernos -que representan
intereses de capital- o por instituciones o autoridades políticas y económicas
mundiales, ni siquiera son controlados establemente por un cartel, o grupo de
poderosos. Lo cual no impide que puedan influir en ellos, que intenten torcer
en su favor la dinámica del momento, pactar y adaptar precios y cantidades,
aprovechar coyunturas para lanzarse a por sectores con debilidad para
apropiarse de ellos, o simplemente destruirlos, para eliminar competidores.
Los
agrupamientos de empresas capitalistas, pueden ser controlables por unos pocos
capitalistas, individuos poderosos o corporaciones, los gigantescos mercados
financieros son entes incontrolables de manera estable o habitual, en los que
sin duda pueden influir los grandes poderes, estados y corporaciones, pero
difícilmente controlar al mismo nivel que hasta hace poco se controlaba un
cartel, monopolio… Los capitalistas son individuos propietarios del capital, a
pesar de lo cual nos hemos ido acostumbrando a los nuevos capitalistas no
propietarios directos, sino gestores de grandes corporaciones que en muchas
ocasiones no llegan a tener la propiedad ni siquiera de un 1% del capital del
banco o corporación, -ejemplo Santander o BBVA, Telefónica…- . Tienen el usufructo
pero no la nuda propiedad.
En
los entramados de gestión y decisión de los mercados financieros podemos
encontrar trabajadores con altísima capacidad de decisión inmediata
–trabajadores de alta gama si quieren, pero no propietarios de capital ni
directores de corporaciones- trabajadores, gestores, que intermedian y pueden
gestionar miles de millones de dólares en minutos, que pueden invertir aquí o
allá, y tomar decisiones en un instante sobre volúmenes de capital superiores a
los de un monopolio, o al PIB de la mayoría de países del mundo, gestores que
influirán en la ruina de sectores enteros de producción regional de alimentos o
materias primas, lo cual dará enormes ganancias o pérdidas, por ejemplo a
millones de trabajadores jubilados alemanes que tienen sus ahorros en los fondos
de inversión que gestione dicho individuo que puede arrinconar momentáneamente
el mercado del trigo, suficiente para que millones de personas en decenas de
países sean arrojados en manos de hambrunas.
Para según qué cuestiones
prefiero utilizar el concepto capitalistas
o el de mercados. En alguna ocasión
puedo aceptarlos como coincidentes, pero en la mayoría, para mí, representan
realidades distintas. Podríamos decir en un primer nivel de aproximación que
mientras los mercados son instituciones colectivas, lo cual representa
agrupamientos de múltiples intereses e individuos y de organizaciones, corporaciones,
empresas, instituciones, fondos, bancos, y hasta gobiernos representados
directamente, a través de los fondos soberanos o de sus bancos centrales,
etc., los capitalistas los identifico más como individuos, que se pueden
agrupar, o no, dado que al utilizar el plural hablamos de varios.
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