A vueltas con el pacto social y con las revoluciones del norte de África. Ambas cuestiones tienen en común las diferencias entre la realidad soñada por miles de personas, la realidad teórica plasmada por intelectuales individuales o colectivos, (partidos, sindicatos, gobiernos, grupos…) y la realidad soportada.
Dicha realidad soportada son los hechos que se suceden obstinadamente por encima y al margen de cada persona, en donde uno es parte, es un vector mas de los muchos que influyen sobre una realidad social, como ya escribí en un post del pasado 27 que titulaba ‘Lo real, que diferente: Realidad soñada y realidad soportada’.
El Pacto social, recién comenzado, al que parece se sumarán otras agrupaciones o fuerzas sociales, parece que rompe todos los esquemas de muchos individuos que no querían modificar nada de nada. Toma, ni yo, ni aquel, ni los que lo han firmado. Todos queremos jubilarnos a los 60 años y con el 100% y ‘un huevo duro’ decían los Marx.
Pedir que nada se mueva es gratis, o pedirse todo lo que se ve, tanto da. Eso es gratis y en la cultura española está mal visto ser menos que el resto, por tanto si nadie tiene que tomar una decisión, pues a pedir lo que los otros quieren para identificarnos con lo correcto, así las páginas en la red están llenas de proclamas defendiendo lo actual. Pobres líderes sindicales y políticos, vaya papelón, defender lo acordado cuando hace pocos días todos estaban en contra, o parecía, les va a costar un gran desgaste.
Una vez más ha faltado discusión, poner las cosas claras y que cada uno sepa lo que pide y lo que cuesta lo pedido y parece que llevamos años con este olvido con esta falta de debates. Nuestras decisiones, las de los sindicatos, tienen un coste, aunque no estemos en el gobierno, y este pacto que nunca fue urgente, hasta hace poco, se podría haber evitado si…si la vida hubiera sido distinta en estos últimos años.
No, yo no defiendo nada, (no tomo decisiones, el nivel al que me dirijo es otro, las personas en las que pienso al escribir) solo constato las dificultades que empujan a los individuos a tomar decisiones no deseadas, a veces irremediables, porque la realidad que soportamos no se parece a la realidad soñada ni a la teórica. Así es la política, tomar decisiones en un momento y lugar.
Ah, claro, la teoría es vital para encontrar caminos más correctos, y puede ser verdad lo que cuenta, lo teórico, y los sueños son importantes, en cada momento, en su momento. Quizás en los años que perdimos si hubiéramos movilizado a la gente en torno a esas ideas, o incluso ahora, si consiguiéramos movilizar a la gente para derribar y construir ese nuevo estado, pero en este mes, no más tarde.
Esa es la responsabilidad política, aquí asumo la mía, intentar explicar que la acción social (política, sindical) es colectiva y dependerá de múltiples factores internos y externos, de nuestras fuerzas y las de los otros, que no vale para nada pedir a los reyes magos y que el momento en política es importantísimo.
Y aquí entroncamos con las ‘revoluciones’ del norte de África, maravillosas en lo que tienen de movilización popular para acabar con dictadores tiranos, esos ‘franquitos’ de allí. Había mucho contenido y una sucesión de situaciones y de
hechos puntuales han hecho coincidir las movilizaciones. Pero...
Siempre hay un pero, no soñemos tan rápidamente como algunos periodistas, no todo el mundo empuja hacia una democracia estilo occidental, está empezando a salir un movimiento del que conocemos muy poco y como es lógico habrá dentro de él múltiples fuerzas empujando en direcciones diferentes, incluidas fuerzas organizadas islamistas que empujarán todo lo posible hacia una república islámica.
Así que, norte de África, islam, petróleo y gas, miseria, hambre, atraso social (a pesar de sus abundantes conexiones a la red), Mediterráneo, Suez, conflicto árabe israelí, Alqaeda, mundo árabe de Oriente Próximo…Demasiados factores explosivos para tantísima gente, demasiados intereses en juego para medio mundo, (no solo occidente), harán la situación altamente compleja y alejadísima de posturas simplistas y utópicas. Habrá que seguir la historia con paciencia.
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