La militancia varía en cada etapa: 1965/1970/1975/1977/1979/1982
La actividad política de la militancia de extrema izquierda del 65 al 82
a pesar de su escaso número, fue muy importante, logrando contener y empujar
constantemente al PCE y PSOE mas allá, hasta el punto de en bastantes ocasiones
‘torcer la rama al otro lado’, lo
suficiente como para que la
resultante de la Transición no fuera totalmente continuista, pero las fuerzas
radicales quedaron lejos de los objetivos revolucionarios expresados en sus
documentos, lo cual lleva a preguntarse ¿por qué? Una de las respuestas debería ser: Porque éramos muy
pocos. Éramos muy pocos en relación:
al conjunto de los que se enfrentaban al franquismo por mejorar sus condiciones
de vida, pero no por la revolución, éramos muy pocos en relación a los
comunistas del PCE. Y pocos en relación
a los socialistas, en principio bastante dispersos en multitud de grupúsculos
sin apenas presencia en las luchas obreras y vecinales, salvo algunos pequeños
núcleos en el norte: Pero los diversos grupos y militantes socialistas fueron
muy influyentes en sectores de la Administración, empresariado, pequeña
burguesía, profesionales, comunicación…
Guy Hermet en su obra ‘Los
comunistas en España’ cifra la militancia del PCE en 1968/69 entre 5.000 y 10.000 en el interior, en España,
se basa en documentación interna, en informes de la CIA, y en ‘Spain. The Gentle Anarchy, de Benjamín Welles, New York F.A. Praeger. 1965, p 206’. En el
libro cita a Carrillo, el cual habla en un mitin de 35.000 militantes, contando
el exterior; en la misma obra Hermet cifra la suma de PC-ml y PC
(internacional), en 1.000/1.500, sumando la emigración. [1]
Jorge de Esteban y Luis López en ‘Los
partidos políticos en la España actual’ se inclinan por la cifra de 5.000 militantes
para el PCE, antes de la muerte de Franco, citando como fuente a Paul Preston[2].
Nicolás Sartorius en ‘La memoria
insumisa’ da cifras del PSOE, para el XII Congreso en 1972, de 2.216 afiliados, y para el de Suresnes dos
años después, en 1974, de 2.584
afiliados.[3]
Para el primer congreso celebrado por el PSOE en el interior en 1976, Jorge
de Esteban y Luis López en el libro citado dan la cifra de 8.000 miembros.
La militancia fue más dura y reducida en los ‘60 que posteriormente y no
encontramos las mismas dificultades en los años 1970 al 75, que después, en los
que hubo mayor permisividad social y legal, en parte lograda por las luchas
sociales y la transición a la democracia, ello explica la existencia de más de
un centenar de siglas de partidos, grupos, coordinadoras, sindicatos,
agrupaciones…. Detenciones, palizas, cárcel y despidos se produjeron con mayor
dureza durante la vida del dictador, aunque después en la transición también
estuvieran presentes, no es posible olvidar los 250 muertos, asesinados por grupos
ultraderechistas y por represión policial, en manifestaciones y huelgas, calles
y despachos, por hacer una pintada o repartir panfletos[4]…
En los
años 1975, 76, 77 aumentó la militancia, en 1977 se legalizan los sindicatos y
se produce una explosión de afiliaciones, es un período de efervescencia
movilizadora, coincide una gran crisis política, primeros pasos de reforma, final
de etapa desarrollista, la crisis del petróleo, continuos topes salariales, crisis
industrial… para quien estaba dentro todo parecía posible. Pero las luchas
duraban días, a veces semanas, muy pocas, meses, la movilización de los mismos
individuos era ocasional, los activistas pasaban de unos a otros momentos y
lugares, considerar todas las personas movilizadas como militantes radicales
organizados establemente resultaba exagerado.
Los resultados de las elecciones 1977 son un choque de sueños contra
realidad. 535.000 fueron los votos sumados de la izquierda radical que se
presentó a elecciones, -otros defendieron abstención-, el PCE obtuvo 1.709.890 votos.
Así fueron analizados los resultados por Octubre-Unión ML en la Revista ‘Manifiesto nº 31, julio de 1977’[5].
‘’El PSOE ha alcanzado el 28% de los votos y el 33% de escaños. En términos
absolutos cinco millones largos de votos…
Varios factores han concurrido: El PSOE no es un partido desconocido
para la pequeña burguesía y la clase obrera,
históricamente ha sido el partido de base obrera de mayor importancia
hasta 1939. Aunque prácticamente desaparecido de la escena política hasta 1973
ha recogido una tradición y un recuerdo de su presencia política que sólo por
la vía electoral se podía manifestar ya que no ha sido un partido de lucha.
Así prácticamente han coincidido los triunfos electorales del PSOE en
1977 con los obtenidos en las votaciones del Frente Popular de 1936,…
EI apoyo económico de la social democracia, fundamentalmente de la
alemana ha sido decisivo para permitir desarrollar una campaña electoral amplia
con presencia en todo el Estado y con las técnicas publicitarias que el
marketing po1ítico exige a estos partidos electoralistas…
Existe un último aspecto que ha privilegiado al PSOE y es la influencia
de la ideología burguesa en el seno de amplios sectores populares que están
imbuidos de las ideas burguesas del socialismo moderado, del anticomunismo…’’
El PCE ha obtenido 1.700.000, en Madrid 245.000
…/…
En Madrid
los resultados electorales (de la
izquierda radical) han sido:
Candidatura
de los Trabajadores de Madrid. (ORT)………. 14.781
Frente
Democrático de Izquierdas. (PT). ……………………… 12.694
Candidatura
Unidad Popular. (MC, MS, PCT)………………….. 5.078
Frente por la Unidad de los Trabajadores. (LCR,
OIC, AC)… 3.001’’
El Equipo de La Vanguardia, cuantifica para el año 1977, en 4.000 los
afiliados de LCR; 30.000 los del PCE y 20.000 los del PSUC; y 30.000 para el PSOE[6].
Tezanos cifra en 51.552 los militantes del PSOE para 1977[7].
En torno a las primeras elecciones celebradas en 1977, el PTE y ORT
conjuntamente, podían sumar 15.000 militantes, según Joaquín Aramburu del PTE; Andy Durgan,
de MC, asigna 7.000 efectivos a MC; Wilhelmi da para LCR 3.500 militantes, 100
de ellos en Madrid y para OIC bastantes menos, asignará al MC 200 militantes
mas 200 simpatizantes en Madrid, y 500 al PTE. Joel Sans en la obra citada,
estima una cifra conjunta de entre 25/30.000 militantes la suma de
PTE+ORT+MC+LCR+OIC[8].
Comienza el desencanto entre la militancia radical, que se agravará tras
las elecciones de 1979 en las que el conjunto de izquierda radical que
participó en las mismas obtuvo un número y proporción total de voto similar, 500.000
votos, mientras, el PCE logró 1.938.487 votos.
Siempre hubo trasvases de militantes de unos a otros partidos, aspecto
que podría influir en engordar las
cifras al ser contados doblemente las mismas personas en dos partidos
diferentes; momentos puntuales que aceleraron los procesos fueron: la
disolución del FLP en 1969, situación que provocó la difusión de militantes a diversos
partidos; y después de las elecciones de 1977, los trasvases de militancia
entre grupos socialistas y el abandono de parte de la militancia de izquierda radical
que reforzarán al PSOE.
Jorge Esteban en el libro ‘Los
partidos políticos en la España actual’[9], cifra en pocos cientos los cuadros de:
HASI, LAIA, ANV, ESB, conjunto que forman Herri Batasuna tras 1980; citando ‘La Calle’ para el PSUC da la cifra de 40.000
militantes en 1977 cayendo hasta 20.000 en 1980; unos 110.000 militantes para
el PSOE en 1981. Y José Ramón Montero sitúa la máxima de militancia del PCE en
1981, con 160.000 militantes. Michael
Buse da las siguientes cifras de militantes en 1982; PSOE 107.000; PCE 200.000;
PTE+ORT 18.000; PCOE 9.000; ERC, EE 7.000 cada; LCR 6.000; HB, MC y UPG 5.000
cada formación; PST 1.000; PC ml 1.000[10].
En 1982 los sueños revolucionarios de muchos
militantes radicales se desvanecen. Por
aquellos años se extendió el debate sobre ‘’la crisis del marxismo’’, uno de cuyos aspectos aquí se tradujo por el derrumbe de las concepciones revolucionarias clásicas, Stalin, Lenin,
Mao…; la vía democrático burguesa fue imparable, chocan bruscamente los textos
programáticos de las organizaciones revolucionarias con la práctica política de
aquellos momentos, y se desploma la concepción del partido como núcleo de élite
dirigente y representante del sujeto revolucionario, la clase obrera.
En aquellos momentos la clase obrera se diluyó apoyando
a partidos centristas y socialdemócratas, y a los partidos derechistas; al
tiempo florecieron otros sectores progresistas, contraculturales, que rompen la
idea de militancia comunista, equivalente a un compromiso redentor y de entrega
en entera disposición a la causa, cuya idea era común a muchas militancias de
las organizaciones radicales de la época.
Cuadro tomado de Wilhelmi Casanova Gonzalo,
‘Izquierda revolucionaria y movimientos sociales en la transición’. Madrid
1975-1982. Universidad Autónoma de Madrid. Facultad Filosofía y Letras.
Víctor Pérez Díaz, ‘Orden social: clase obrera y conciencia de
clase: política y economía’.
Papeles de Economía Española num 2.
1980
[2] Esteban,
Jorge de y López Guerra, Luis. ‘Los partidos políticos en la España actual’.
Editorial Planeta 1982.
[3] Sartorius,
Nicolás, y Alfaya, Javier, ‘La memoria insumisa. Sobre la dictadura de Franco’.
Espasa 1999.
[4] Sobre
represión y asesinatos en la transición pueden verse: Wilhelmi., Gonzalo, ‘Las
otras víctimas de una transición nada pacífica’. Universidad Autónoma de Madrid;
Sánchez- Cuenca, Ignacio, ‘La violencia terrorista en la transición española a
la democracia’. Instituto Juan March y Universidad Complutense; Aguilar, Paloma,
‘Justicia, Política y Memoria. Los legados del franquismo en la transición española.’. Estudio/Working
Paper 2001/163. Febrero2001;
López, V. Antonio, ‘Memoria de la
transición española. Lecturas contra el olvido’. (Periodo 1976-1980); Garí,
Domingo, ‘Tanatopolítica bajo el franquismo y la transición.’ Hispania Nova.
Revista de Historia Contemporánea, separata nº 12; ‘Todas las víctimas del
terrorismo’. Documentos para la historia- Documentos para la paz. Tomo VIII...
(1975-2004)
[5] Revista ‘Manifiesto nº 31 de
julio 1977, ‘Análisis político de las elecciones’. http://octubre-ucco.blogspot.com.es/p/1977-elecciones-generales.html
[6] González, Grases y Pujol, Villafané, ‘Las
elecciones del cambio’. Paza y Janés. 1977.
[7] Tezanos, José Felix, ‘Estructura y dinámica de la afiliación socialista en
España’. Revista de Estudios Políticos (Nueva Época). Núra. 23,
Septiembre-Octubre 1981.
[8] Laiz
Castro, Consuelo, ‘La izquierda radical en España durante la transición a la
democracia’. Tesis. Universidad Complutense de Madrid. Y obras citadas de Sans
Joel y Wilhelmi Gonzalo
[9] Esteban,
Jorge de, y López Guerra, Luis, ‘Los partidos políticos en la España actual’..
Editorial Planeta 1982.
[10]
Buse, Michael, ‘La nueva democracia española’. Unión Editorial. 1984
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