miércoles, 17 de mayo de 2017

Aproximando cifras de militancia radical 1965-1982. (3)

Considerando datos de prensa y revistas 1965-1982

El escaso consumo de prensa y revistas permite hacerse idea de que los interesados seriamente por transformaciones sociales radicales eran muy pocos. Las cifras de prensa y revistas aquí deben considerarse referidas a la generalidad amplia de antifranquistas, de la totalidad de los cuales, solo una parte militarían en la izquierda radical.

Por supuesto mucha gente que luchaba no leía, fueran activistas estables u ocasionales, pero es difícil considerar un cuadro militante organizado establemente, sin profusión de lecturas. Marx, Bakunin, Lenin, etc. dedicaron enorme esfuerzo al estudio ya que muchos desposeídos reducían toda explicación a una pelea y una frase, ‘‘los malos son los ricos, ellos nos explotan’’. Aquellos revolucionarios comprendieron que era imprescindible explicar la realidad y proyectar salidas para transformar voluntades.

 Triunfo a partir de 1962 fue referente de todas las izquierdas, su tirada era de 57.000 ejemplares, logrando un pico máximo, 160.000, en su reaparición enero 1976, tras secuestro anterior, a partir de entonces cayó imparable hasta su desaparición en 1982; en marzo de 1978 se escinde La Calle  vinculada al PCE, su tirada se situó entre 20/30.000[1]

Cuadernos para el Diálogo, 1963/1978 referente entre los demócratas, tiraba 40.000 ejemplares cuando cierra.  El País, referente del conjunto de sectores democráticos y de izquierdas, sale en mayo de 1976, con 100.000 ejemplares, pronto aumentará hasta 150.000. La Vanguardia 180.000 ejemplares. La prensa del Movimiento, en 1975, en sus 38 periódicos tiraba conjuntamente 452.000 ejemplares, según Miquel de Moragas[2].

Tras la muerte de Franco aparecieron muchas revistas,  ya no valen las tres grandes referencias, Cuadernos de Ruedo Ibérico 1965/1979, Triunfo 62/82 y Cuadernos para el Dialogo 63/78. Los partidos no satisfacen la necesidad de debate en la búsqueda de salidas y aparecen nuevas plataformas. El Viejo Topo, la de mayor éxito entre las rojas generalista, tiraba unos 24.000 ejemplares, bajando a partir de 1978 hasta los 17.000.  

El resto de revistas de entornos progresistas vendían menos de 10.000 ejemplares, tales como Vindicación Feminista; Monthly Review, Transición, Teoría y Práctica; Argumentos, La Calle, Materiales, Mientras Tanto, El Cárabo, Negaciones; Ozono, Alfalfa, Butifarra, Bicicleta, Star, El Papus, Saida; Ajoblanco salió en 1974, tiraba unos 26.000.

En 1981 habían desaparecido más de veinte semanarios y revistas, algunos habían iniciado su andadura después de 1975. Las revistas teórico-políticas tiraban en torno a 5.000 ejemplares, la mayoría cierran antes de 5 años; menos las de inspiración socialista, Sistema, Zona Abierta y Leviatán[3]. Los libros políticos  sacaban ediciones de 1.500 ejemplares como máximo, el interés por la lectura, la formación y la búsqueda de preguntas y respuestas, quedaba reducido a una pequeñísima parte de los antifranquistas cuando ya en la década de los setenta se publicaban muchos títulos marxistas, feministas, ecologistas…




[1]Triunfo en su época. VVAA’. Alicia Alted y Paul Aubert, editores.  Ediciones Pléyades. 1995
[2] Moragas Spa, Miquel de, Comunicación de masas y tránsito político en España (1975-1980)
Facultad de Ciencias de la Información. Universidad Autónoma de Barcelona.
[3] Fuentes Juan Francisco, ‘Prensa y política en el tardofranquismo (1962-1975). La rebelión de las élites’. Universidad Complutense de Madrid.
Pecourt, Juan, ‘Los intelectuales y la transición política. Estudio del campo de las revistas políticas en España’ Monografías CIS 253. 2008.
Mir, Jordi, ‘El Viejo Topo (1976-1982) Cuando la participación es la fuerza’. Rebelión; Mir, Jordi, ‘Análisis de las principales ideas sobre la noción de ruptura difundidas en España durante la transición’. Tesis. Universitat Pompeu Fabra. Barcelona.

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