martes, 19 de mayo de 2015

Gabilondo, Marchena y García Montero, ¿los imaginan juntos?

Mucha gente afirma que una candidatura para ser ganadora debe contener esos nombres u otros similares, juntos. Mucha gente lo dice y otra mucha lo maldice, por eso van separados, pero unos y otros no negarán que tienen tirón, que gusta escucharlos, firmes y sin complejos en sus ideas, que suelen expresar de forma inclusiva, sin perderse en insultos vacíos y sin clichés, con otro tono aclaratorio y conspiratorio... No son perfectos, ni falta que hace, pero se notan muy diferentes al político profesional de turno que nos invade desde hace años.

Se acercan elecciones y estamos como casi siempre, con una derecha bastante cohesionada alrededor del PP y unas izquierdas bastante fragmentadas en un aluvión de opciones y revoltijos en los que resulta bastante difícil aclararse en pueblos y Comunidades Autónomas; con Podemos en unas candidaturas locales y rechazando otras que mantienen nombres y estética similares, diversidad de alianzas en cada municipio, realmente depende mucho del personal de cada lugar, el individualismo entronizado en las izquierdas, agrupamientos con IU y sin, con una parte de ellos, el PCE en opciones distintas en el mismo pueblo, Ganemos de aquí distintos a los de allí, Equo con IU, o sin ellos en otras opciones…

Dicen algunos que se debe al mayor espíritu crítico de las izquierdas, ¡Ja!, pretenden convencer de la necesidad haciéndola virtud, eso no muestra espíritu crítico sino todo lo contrario, falta de él. Habría que empezar a criticar las señas de identidad apropiadas por los gurús, la filosofía que sustenta esta locura de fragmentación sectaria y religiosa debe ser criticada, seguir por el fanatismo que se instala en personas y colectivos que se enfrentan y rechazan a sus vecinos, las muestras históricas son elocuentes de hasta donde conduce la locura, llega a delaciones, acusaciones de traición y asesinatos. Mientras aquí seguimos, con enorme falta de racionalidad, alejamiento de los valores de la Ilustración e incorporación de fanatismo religioso y mágico. Y en épocas de transición entre lo nuevo y lo viejo se acrecienta más, y ahora estamos ahí.

Habrá que esperar a las Elecciones Generales para poder hablar de algo que tendría que ser claramente distinto, ello si pretenden modificar la vida de millones de personas; si con la regresión tan enorme que supone la nueva normalidad no se han logrado consensos mínimos, a qué seguir defendiendo en los discursos la pamema de la mayoría social, que dicen representar minorías, minorías. Sería mejor hablar de la diversidad de intereses, y a partir de ahí intentar ponerse de acuerdo en puntos concretos, eso es política, resolver problemas y no querer crear el partido revolucionario, o el gran aglutinador de la mayoría social, mientras siguen gobernando los mismos, que evidentemente hay que echarlos.

¿Lo nuevo en esta ocasión? depende de por dónde se mire. Es interesante la posible fragmentación que producirá Ciudadanos a la derecha, quizás lo más destacable de la pérdida de voto azul sea la oleada de cuadros, profesionales, jóvenes, titulados… que encontrarán su lugar en una nueva opción que restará votos al PP en mucha mayor medida que lo que pudiera quitarle ningún otro partido. Bienvenido sea la fragmentación y remoción de ideas y personas de cierta consideración que se producirá en el conglomerado PP. De no ser así, la fragmentación de las izquierdas habría facilitado la victoria al PP, sin mayorías absolutas, pero sin mayores problemas.

En este sentido, cuesta entender por qué son tan extendidas las críticas que realizan en los ambientes izquierdistas, a C’s por ser derechistas, ¿acaso quienes las realizan creían que arrastraría votos de esos ambientes de izquierdas y quieren impedirlo?, para qué insistir con tanto esfuerzo en marcarlos como derechistas si sus votantes ya lo saben, por eso les votarán, y los izquierdistas también lo saben, y por eso no les votarán. Solo tiene una posible explicación, miedo excesivo a que le quite votos centristas a Podemos, lo cual podría estar ocurriendo.

No creo en las conspiraciones, no digo que no existan, sino que no creo que dirijan los grandes procesos sociales, Ciudadanos podría pasar por ser un invento de la izquierda para dividir a la derecha, tanto como Podemos sería un invento de la derecha para meter una cuña entre las izquierdas. Tanto uno como otro surgen porque existen múltiples condiciones que lo facilitan, esa argumentación central la desarrollo en ‘Podemos o no Podemos. Esa es la cuestión’. Junto con otras ideas que iteran en su desarrollo, como son las contradicciones a las que se enfrentará cualquier partido que pretenda ser gran aglutinador de derecha o izquierda, los grandes cambios sociales acaecidos en la sociedad española y externos, sociedad europea, la globalización, etc.


Las encuestas dan un alto porcentaje de respuestas de ocultación /indecisión/ indeterminación, lo cual sugiere una alta volatilidad para este período, grandes fluctuaciones de simpatías y antipatías, rápidos ascensos y descensos en los apoyos que podrían aparecer en los resultados respecto a los sondeos. Es cierto que la encuesta recogerá más voto nítido favorable a los nuevos, -es más chic, huele mejor, pregunte en su trabajo y a su vecino y se convencerá de los partidos que hoy nombran y de los impronunciables- así los sondeos favorecerán a Podemos y C’s, y ocultará algo del apoyo de los viejos PP y PSOE, los desafectos del PP y PSOE en gran parte tienen que encontrar y definir su lugar, algunos volverán al redil tapándose la nariz, pero también será cierto que las contradicciones internas de los nuevos les desgastarán hasta entonces lo que hasta ahora no hicieron, por no existir, también que hablar y tomar decisiones, organizarse y elegir una u otra opción, desgasta, crea enemigos, adversarios y faltan muchas semanas. 

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