No
resulta sencillo encontrar artículos que aclaren cuestiones o que expliquen qué
sucede y por qué, con interpretaciones coherentes y poco manidas, que hablen de
sus repercusiones… La prensa, radio, televisión, nuestros grupos de redes
sociales están llenos de millones de retazos que son ampliamente repetidos y
replicados por mucha gente que considera estar aportando algo nuevo, cuando
simplemente dicen lo mismo de siempre al mismo tiempo que todos los demás, se
dice lo esperado, peor aún, solo se lee lo conocido, lo que se espera que diga,
si dicen algo nuevo, diferente, aquello se aparta, no se mira, no entra en la
cajita que tenemos preparada en la cabeza para encajar lo que previamente hemos
seleccionado.
Cada
día resulta más raro encontrar ideas que aporten en esta océano de palabras e
imágenes, es raro descubrir en entornos conocidos elementos nuevos,
interpretaciones diferentes a hechos conocidos, argumentos desarrollados ante
problemas, descubrir nuevos caminos que estimulen la máquina de reflexionar es
un placer, que requiere esfuerzo para buscar, para abrir puertas, así que
cuando uno se topa de improviso con una joya que sacude el cerebro, se revuelve
de gratitud.
Hace
pocos días leí ‘No se fíe de las tendencias’ de Javier Lapuerta. Complicado
de resumir, no solo por lo que dice, sino por lo que sugiere, escribe sobre la
necesidad de entender la realidad como contradictoria y difícil de predecir,
cuando intervienen factores humanos en su configuración, para lo cual enumera
algunas de las prospectivas, o escenarios globales que se manejan actualmente,
contraponiendo en cada caso sobre la misma idea dos fuertes vectores o
corrientes argumentales con significativo peso que podrían dar lugar por ello a
salidas opuestas a las cuestiones planteadas, o a nuevas alternativas
desconocidas, nada que ver con un maquiavélico plan para gobernar el mundo
diseñado por un órgano rector del planeta.
Este
es el mundo actual, múltiples instancias de poder con múltiples y diversos
intereses en liza, con situaciones cambiando a gran velocidad. Ni simplicidad ni relativismo, por favor no
confundir con el vale todo, no identifiquen las opiniones diversas como
la carencia de ideas… se trata de entender que los pensamientos absolutos no
conducen a buenos resultados, máxime si desdeñan otros puntos de vista
diferentes. Harían muy bien quienes se interesen por la política en aceptar que
siempre hay alternativas distintas, pero no solo a las que defienden los otros,
incluso hay caminos e interpretaciones diferentes a las ideas defendidas por
uno mismo.
Los
bandazos de la crisis que padecemos ilustran los cambios en estas prospectivas
de futuro. Los emergentes crecieron y crecieron, hasta parecer que
arrinconarían a Occidente, -esta es una de las causas de nuestra crisis europea-
pero desde hace bastantes meses el dinero mundial huye de esos países haciendo
tambalearse a muchos, ayer perlas, para invertir en la Europa asediada por la
crisis. EEUU en decadencia, de repente se posiciona como nueva e importante
potencia mundial petrolera, susceptible de dar un nuevo impulso a su desgastada
industria. El gigantesco crecimiento asiático, se ralentiza en algunos países como
India, y surgen alarmas importantes en todo el sudeste asiático, Latinoamérica
ha frenado bruscamente y a los problemas de Brasil, se añaden los gravísimos de
Argentina y Venezuela.
Cambios,
bandazos, en todos los plazos, lo que hoy avanza, de repente puede retroceder. Así
podemos encontrar que tengan razón posturas contrapuestas, en momentos diferentes
eso sí, la una a un plazo y la contraria en otro. De hecho en los mercados, -en
los gabinetes políticos y económicos- se producen apuestas que mueven enormes sumas
de dinero e intereses contradictorios que personifican en los mercados el enfrentamiento
de dos posturas, la vendedora y la compradora, una que puede apostar por la derrota
del euro y el salto delante de los emergentes, sacará dinero de Europa para invertir
allí, y encontrará contrapartida en quienes piensan que el euro saldrá adelante
y caerán los emergentes presa de las dificultades. Las dos posturas podrán tener
razón, en momentos distintos, lo cual no quiere decir que ganen ambas, un acierto actuar hoy en una dirección, puede tener resultados desastrosos hacerlo mañana en el mismo sentido.
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